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miércoles, 14 de marzo de 2018

Comentarios sobre libro dedicado a Mario F. Pagán Irizarry


COMENTARIOS SOBRE LIBRO DEDICADO A MARIO F. PAGÁN IRIZARRY
Por Félix Miguel Cruz Jusino

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Mario Federico Pagán Irizarry es el más insigne de los lajeños en el siglo XX. Fue educador, historiador, ensayista, poeta, gestor cultural, líder comunitario, sociólogo, agricultor y político. Nació con el siglo pasado, en 1900, y fue pieza clave en la modernización de su pueblo hasta su entrada a la eternidad en 1988. Consagró su vida a la enseñanza. Ocupó todos los puestos disponibles en el escalafón magisterial para un distrito escolar.

Como superintendente, cargo que ocupó entre 1953 y 1966, logró impulsar la modernización del Distrito Escolar de Lajas implementando técnicas educativas modernas. Estableció un horario flexible que incluyó una hora para capacitación y preparación magisterial. Estableció el sistema de transportación escolar entre los barrios y el casco urbano lajeño. Las iniciativas realizadas por Pagán fueron decisivas para mejorar la escolaridad de los estudiantes. Los programas para la alfabetización de adultos y el aprendizaje de inglés fueron de los más exitosos en el país. Pagán hizo hincapié en el programa de comedores escolares para mejorar la alimentación de los estudiantes. Instituyó clases de salud para estudiantes y adultos optimizando la salubridad de los estudiantes y sus padres.

Empero el mayor logro de Pagán fue la integración del binomio escuela-comunidad. Por primera vez en el país la opinión de los estudiantes, padres y maestros fueron escuchados y tomados en consideración. La educación dejó de ser responsabilidad del sistema educativo para convertirse en un proyecto de todos los ciudadanos. Los padres se comprometieron con mejorar las facilidades escolares, equipar los salones y mantener el ornato. Este compromiso condujo al desarrollo de actividades locales para la recaudación de fondos. Los dineros recolectados se emplearon en la construcción de nuevos espacios educativos, liberando al estado del gasto público. Con el dinero recaudado, además de salones de clases, se construyeron bibliotecas y se establecieron los programas de Arte, Música y Teatro. También se compraron los instrumentos para una banda escolar.

El compromiso del pedagogo trascendió las iniciativas educativas. Pagán impulsó programas socioculturales para traer la cultura capitalina al Valle de Lajas. Obras teatrales, conciertos de música clásica, lecturas de poemas, juegos florales, desfiles de modas transformaron las noches lajeñas y cautivaron las mentes de niños, jóvenes y adultos. La familia en su totalidad se integró a los esfuerzos participando en las actividades nocturnas en el casco urbano.

Estas modalidades modificaron el entorno tradicional de un pueblo agrícola e impulsaron la proliferación de comercios para satisfacer las demandas de estos nuevos estilos de vida. La educación sirvió de vector para integrar los microcosmos agrícolas, industriales, empresariales, políticos y culturales para modernizar a Lajas e integrarlo al XX.

El éxito de los programas y proyectos implementados por el educador en el Distrito Escolar de Lajas captaron la atención de sus superiores. El Dr. Ángel Quintero Alfaro, entonces Subsecretario de Instrucción, organizó una reunión de superintendentes, directores y personal administrativo en Lajas en 1964 para que Pagán Irizarry informara sobre sus logros. Los esfuerzos del educador fueron replicados en otros distritos escolares.

En 1966 el Departamento de Instrucción Pública lo promovió a la Región de Mayagüez para que supervisara la implementación de sus iniciativas en el oeste de Puerto Rico. No duró mucho en esa posición porque en ese mismo año el Dr. Quintero Alfaro, lo reclutó como su asesor. Ostentó esa posición hasta 1969, año en que se acogió a la jubilación.

Durante su retiro, Pagán Irizarry se dedicó a su segunda pasión, la historia. Las investigaciones históricas del benemérito educador constituyen el libro Historia de Lajas, 1993-1983. El historiador escribió además la obra Historia de la Educación en Lajas. Revisiones de ambos libros no se imprimieron debido a su fallecimiento en 1988.

Los hechos de Pagán Irizarry han sido postergados al olvido, solo una escuela en el Barrio Santa Rosa de Lajas es reminiscencia de sus esfuerzos para modernizar la educación del país. Este trabajo tiene como objetivo rescatar la memoria de Pagán para Lajas y Puerto Rico.

En momentos en que la educación atraviesa el periodo más borrascoso de su historia son dómines como Pagán Irizarry quienes se constituyen en abanderados para defender la excelencia educativa. Lajas abrió el surco donde se sembró la semilla que germinó en el periodo más significativo de la educación puertorriqueña en el siglo XX. Un educador visionario, orgulloso de su acervo histórico, condujo a un grupo de maestros y padres comprometidos con la educación para hacer del Valle de Lajas faro y luz de Puerto Rico.

Confío en que este escrito anime a otros a investigar con mayor cabalidad la obra de Mario Federico Pagán Irizarry y de otros educadores que junto a él establecieron un legado que debe llenar de orgullo a todos los puertorriqueños. Debemos rescatar para la memoria nacional la obra del magisterio porque ellos son los forjadores de los ciudadanos que constituyen la sociedad puertorriqueña.

Recordemos que una nación que no honra a sus maestros está condenada a la ignorancia. Puerto Rico ha tenido y tiene grandes maestros que son pilares inamovibles de las comunidades. Resucitemos el binomio escuela-comunidad promulgado por Pagán Irizarry para gestar una educación moderna sustentada por la experiencia de miles de maestros que se entregaron en su totalidad para liberar a los estudiantes de las cadenas de la ignominia del analfabetismo.