Páginas

sábado, 29 de enero de 2022

Apuntes sobre Epidemias en Puerto Rico: desde la viruela hasta el COVID-19

Apuntes sobre Epidemias en Puerto Rico: desde la viruela hasta el COVID-19
Por Pablo L. Crespo Vargas

En Puerto Rico, y en el mundo entero, el año 2020 será recordado como el de la pandemia del COVID-19 (aunque aún en el 2022 seguimos en la expectativa de que la situación mejore). El virus, aparentemente, surgió en la ciudad de Wuhan, en China, a finales de 2019 y se propagó alrededor del mundo de una manera acelerada causando agonía y muerte. Las estadísticas al 28 de febrero de 2021 indicaban que sobre 114 millones de personas ya habían sido contagiadas. La mortandad ya superaba los 2.53 millones de individuos. Los países más afectados eran Estados Unidos, India, Brasil, Rusia, México y el Reino Unido. En Puerto Rico, a esa misma fecha, se habían reportado 134 mil casos y 2,032 muertes. Cifras que lamentablemente seguirán aumentando durante todo este 2021. (Al 27 de enero de 2022: 367 millones de personas en el planeta se habían contagiado, 5.65 millones de individuos habían muerto. En Puerto Rico los contagios van por 485 mil casos y 3,773 muertes.)

Los efectos y complicaciones que el COVID-19 desarrolló en Puerto Rico motivaron al historiador Luis Caldera Ortiz a escribir y publicar este libro, donde se recuentan los diversos episodios epidémicos en la zona. A su vez, se muestra y se actualiza la bibliografía relacionada a la historia de la medicina y de los cuidados de salud en la Isla.

La obra está dividida en capítulos que tiene una base cronológica. El primer capítulo es sobre los brotes y epidemias del siglo XVI, en él se presentan las primeras enfermedades reportadas en Puerto Rico. El capítulo tiene dos subtemas principales: los antiguos tratamientos médicos y el surgimiento de los primeros hospitales.

El segundo capítulo es sobre el siglo XVII. Se destacan las epidemias de 1648 y 1681. El tema de los hospitales se continúa desarrollando y se habla de las primeras medidas de salubridad que el gobierno estableció para evitar grandes brotes epidémicos.

El siguiente capítulo es sobre el siglo XVIII. En este periodo los hospitales comienzan a desarrollarse y el autor le dedica un espacio a los siguientes: Antiguo Hospital Militar, Hospital Nuestra Señora de la Concepción y el Hospital Real Militar Nuevo.

El cuarto capítulo trabaja el siglo XIX. Este periodo fue uno de mucho impulso en el desarrollo de la medicina. El autor enfatiza en el desarrollo de la vacuna y su uso en la Isla. También es el siglo donde la cólera nos golpea fuertemente y figuras como Ramón Emeterio Betances brillan por su disposición a ayudar a los más necesitados.  

El quinto apartado va dirigido a presentar los brotes epidémicos y las enfermedades principales que se dan en los siglos XX y XXI. La epidemia de influenza de 1918, en el siglo XX, y el COVID-19, cien años después, son los principales temas en este capítulo.

En fin, la obra es una excelente fuente de referencia y nos muestra que las enfermedades epidémicas han estado latentes en nuestra historia, aunque no necesariamente la población esté consciente de ello.

Para adquirir el libro puede pedirlo por Amazon al siguiente enlace: https://www.amazon.com/Epidemias-Puerto-Rico-viruela-COVID-19/dp/B08XS6TTXW/ref=sr_1_3?crid=1702GVVUTXREE&keywords=luis+caldera+ortiz&qid=1643507782&s=books&sprefix=Luis+Caldera+%2Cstripbooks%2C140&sr=1-3

lunes, 3 de enero de 2022

Los Estados Unidos y su conflicto interno

Los Estados Unidos y su conflicto interno
Pablo L. Crespo Vargas

En la actualidad algunos estudiosos comentan y analiza la posibilidad de una eventual guerra civil producto de las diversas situaciones conflictivas existentes en los Estados Unidos y que bajo la presidencia de Donald Trump y su reciente derrota eleccionaria han llegado a un punto de ebullición. Las situaciones conflictivas existentes en este país van desde los problemas raciales hasta las desigualdades sociales. Dentro de ellos existen varios agravantes de gran impacto tales como el poco control que se tiene sobre la distribución, venta y manejo de armas y que es representativo de una sociedad que desde sus inicios le ha rendido culto a la violencia. Las enfermedades mentales y el alto consumo de opioides son atenuantes a toda esta situación.

La llamada democracia estadounidense, donde no se necesita el voto mayoritario para controlar el país, es otro punto que da fragilidad a un sistema que desde la visión macro es imperial. Aspecto que en Puerto Rico aún se debate, mientras que en la metrópoli el análisis gira sobre qué tipo de imperio se es. Claro, una visión colonizada no deja entender esta discusión.

Una horca cerca del Capitolio de los Estados Unidos durante el asalto del 6 de enero de 2021.
Foto de Tyler Merbler con licencia CC 2.0

Históricamente, los Estados Unidos surgieron de la violencia. Los primeros asentamientos ingleses a finales del siglo XVI (Roanoke) y principios del XVII (Jamestown, Virginia) vivieron momentos de conflicto para poder sobrevivir. En ese periodo histórico, la naciente sociedad era una fronteriza y como toda frontera esta era defendida a sangre y fuego.

Un poco más al norte, ya en el siglo XVII, se desarrolla otra sociedad. La llegada de los llamados peregrinos o puritanos bordó la región que luego se conocería como Nueva Inglaterra. Esta era una sociedad enmarcada en unos principios cristianos fundamentalistas donde la violencia era justificada en nombre de Dios (ejemplo: la caza de brujas en Salem, la persecución de católicos, la eliminación de las sociedades indígenas, entre otros).

Eventualmente hubo una diversidad de migraciones que fueron ampliando la sociedad colonial, aunque dentro de ella las diferencias eran marcadas. Los conflictos con la metrópoli, especialmente los relativos a los asuntos económicos, provocaron la eventual separación de las Trece Colonias de Inglaterra. Anterior y posterior a la Guerra de Independencia los conflictos con los indígenas fueron un asunto común y hasta un detonante en contra del Reino Unido, donde algunas de sus políticas eran en beneficio de los nativos en menoscabo a los intereses expansionistas de los colonos (ejemplo: Proclamación de 1763).

Desde sus inicios, la República de los Estados Unidos presentó divisiones de todo tipo y prejuicios que hasta se enmarcaban de manera legal (ejemplo: valorización de la población esclava a 3/5 partes con relación a un hombre libre, falta de derechos de las mujeres y negros libertos, entre otros). La república fue construida pensando en los derechos y privilegios de una población masculina, blanca y adinerada. Esclavos, negros, pobres, mujeres eran ciudadanos de segunda categoría, los amerindios, ni siquiera eso (no fue hasta 1924 que se le otorgó la ciudadanía).

La guerra de 1812 a 1815 en contra de Inglaterra puso en conflicto las dos visiones existentes en ese momento sobre a qué poder europeo seguir: por un lado, Francia (los demócrata-republicanos que dominaban el sur), por el otro, Inglaterra (los federalistas que dominaban Nueva Inglaterra). Aunque la historiografía oficialista da como vencedor a los Estados Unidos, la realidad fue que la ciudad de Washington fue incendiada, la invasión a Canadá fue rechazada y la gran victoria que todos celebran como la conclusión de la guerra en Nueva Orleans (8 de enero de 1815) fue ganada luego de firmado el Tratado de Gantes (12 de diciembre de 1814). A todo esto, lo que muchos olvidan es que la última batalla fue la del Fuerte Bowyer (12 de febrero 1815) y los estadounidenses fueron derrotados (al día siguiente llegó la notificación de que la guerra había finalizado).  

La Guerra de Secesión fue otro episodio donde las discrepancias sociales abonaron a la separación de una parte de la Unión, lo que provocó un conflicto que costó la vida a casi 700,000 personas. Sin embargo, la guerra solo resultó en establecer unos estatutos de manera legal, el racismo y la discriminación continuó.

Luego de la Guerra de Secesión, el expansionismo llevó a consolidar los territorios adquiridos durante las guerras contra los indígenas y los mexicanos. Cuando el país ya había logrado su actual extensión territorial continental se expandió hacia el Caribe y el Pacífico. Internamente las heridas continuaron y son demostradas con la creación de grupos radicales como el Ku Klux Klan. El conflicto secesionista evolucionó a un verdadero conflicto civil.

Los Estados Unidos tiene la peculiaridad de ser una nación construida de inmigrantes. En ella se pueden encontrar diversidad étnica y de clero, pero a su vez, esto no ha detenido las ideas radicales de pureza de sangre de algunos. Ideas que son las causantes de un posible conflicto de grandes proporciones.

Nota original publicada en El Post Antillano, 15 de enero de 2021.