Autor:
Jesús Méndez Jiminián
JOSÉ MARTÍ, UN GIGANTE DE NUESTRA AMÉRICA
“La Patria es dicha, dolor y cielo de todos y no
feudo y capellanía de nadie”.
José Martí
José
Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19
de mayo de 1895). Es el más universal de
los cubanos. Político, periodista, poeta, abogado, filósofo, educador,
escritor, diplomático y gran revolucionario. Hijo de los españoles Mariano
Martí, de Valencia, y Leonor Pérez Cabrera, de Tenerife, Islas Canarias. Desde
niño sintió los dolores de su Patria salvajemente colonizado por el imperio
español; se inició casi niño como escritor en el periodiquito llamado Diablo Cojuelo, fundado y dirigido por él.
El 21 de octubre de 1869, Martí es acusado de
traición, y es enviado a prisión por las autoridades españolas quienes lo
ingresan a la Cárcel Nacional, en La Habana. Por diligencias de sus padres, la
pena le es conmutada, y se le envía al exilio, a España, donde concluye sus
estudios de bachillerato, e ingresa a las universidades de Madrid y Zaragoza,
donde se gradúa en Derecho Civil, Filosofía y Letras.
Desde España, Martí se traslada a México donde residía su familia; y más tarde a Guatemala, donde ejerce el magisterio. Retorna a Cuba y el 17 de septiembre de 1869, tras el estallido de la Guerra Chiquita liderada por el general Calixto García, es hecho preso nuevamente. Es enviado al exilio. “Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York – donde pasó a residir la mayor parte de su vida, n. de j.m.j. – a importantes periódicos: La Opinión Nacional de Caracas, La Nación, de Buenos Aires y el Partido Liberal, de México”. En su breve estancia en Caracas, en 1881, funda La Revista Venezolana.
En el campo literario,
Martí es precursor junto a figuras como Rubén Darío, Santos Chocano, Manuel
Gutiérrez Nájera y otros, del movimiento conocido como el Modernismo. Entre sus obras, de mucho valor literario y político,
están: Ismaelillo (1882), Versos
sencillos (1891), Versos libres, El presidio político en Cuba (1871), Nuestra
América (1891), y su única novela
Lucía Jerez. Su obra epistolar es amplísima.
Uno de sus grandes
méritos como político tras la creación del Partido Revolucionario Cubano
(1892), es el de haber logrado unificar a los principales jefes de la Guerra
del ’68, entre los que se encontraban los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo,
para los preparativos e inicios de la última guerra de independencia cubana: la
Guerra del 95 o Guerra Necesaria.
Su muerte acaece tras su
integración a dicha guerra, el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, cerca de Palma
Soriano. La influencia de Martí es bien grande en el pueblo cubano, que lo ha
declarado como “El apóstol de la
independencia” o el “Héroe Nacional
de Cuba”. La libertad en el concepto
martiano bien podría resumirse en esta frase: “La Libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente
manchada de sangre”. ¡Martí vive y por siempre vivirá!
El autor es miembro de
la Cátedra “José Martí” en
la UASD y de la Real Sociedad de Historiadores
No hay comentarios.:
Publicar un comentario