Reseña
del libro: Esperanza y liberación. Desde
Abelardo Díaz Alfaro a Leonardo Boff. Publicaciones Gaviota, 2017. 286 págs. Autor: Dr. Luis G. Collazo Torres.
Por
Rvdo.
Pablo Rafael Caraballo Rodríguez
Director
de la Oficina de Capellanía
Recinto
de San Germán
Universidad
Interamericana de Puerto Rico
Por
eso es que hoy tenemos esperanza,
Por
eso es que hoy luchamos con porfía,
Por
eso es que hoy miramos con confianza
El
porvenir en esta tierra mía.
Federico
Pagura, Tenemos esperanza[1]
Libre,
como el sol cuando amanece;
yo
soy libre como el mar.
Libre,
como el ave que escapó de su prisión
y
puede, al fin, volar.
Libre,
como el viento que recoge mi lamento
y mi
pesar, camino sin cesar detrás de la verdad
y
sabré lo que es al fin, la libertad.
Nino
Bravo, Libre
Este
libro consta de siete ensayos enmarcados en el tema de la esperanza y la
liberación. Inicia con un ensayo donde se analiza los escritos de Abelardo Díaz
Alfaro desde una perspectiva teológica. El último capítulo del libro es una
reflexión sobre la fe, la razón y la liberación en la teología de Leonardo
Boff, considerada una de las figuras más importantes en el surgimiento y
desarrollo de la teología de la liberación latinoamericana. Es evidente que
todos los ensayos contenidos en este libro tienen como referente a la teología
de la liberación latinoamericana. Comparado con los demás ensayos, el más corto
es el que lleva por título Espiritualidad,
competencia y liberación (p.177–189). Cada uno de los ensayos está
acompañado por una bibliografía citados por el autor que, también tienen el
propósito de promover el continuo estudio de los temas tratados. Además, el
autor enriquece este libro con algunos poemas como lo son Sólo le pido a Dios de León Gieco; Oda la paz del propio autor del libro; el seis montuno Allá en la altura de Francisco Roque
Muñoz y Por qué cantamos de Mario
Benedetti. Al final del ensayo dedicado a la teología en los escritos de Díaz
Alfaro se incluye unos breves datos biográficos, así como en el ensayo al final
del libro dedicado a la teología de Leonardo Boff.
Hay
que señalar que quienes tengan el placer de leer este libro deben estar
familiarizados y desear conocer algunos detalles de la teología de la
liberación como una manera de hacer teología. Conceptos como liberación,
esperanza, opresión, opción preferencial por los pobres, entre otros, son parte
del lenguaje de la teología de la liberación.[2]
Inicia
este libro con el ensayo Teología en Abelardo Díaz Alfaro. Considero
que el ensayo más enriquecedor y magistral es el dedicado a la teología en los
escritos de Díaz Alfaro, donde el autor los analiza recurriendo a la teología
de la liberación y a la teología negra. Este es un buen estímulo para releer
los escritos de Abelardo Díaz Alfaro de una manera nueva y de contextualización
de la teología. Dos acercamientos teológicos contextuales que tienen su punto
de partida en las experiencias que viven los seres humanos: una, desde los
pobres; la otra desde la comunidad negra o afroamericana, particularmente en
los EEUUA. Influenciado por la teología de la liberación, el autor analiza
estos escritos de Díaz Alfaro utilizando la clave de la «opción preferencial». El autor descubre en los escritos de Díaz
Alfaro un cristianismo liberador que se expresa en varias «opciones»:
- Opción preferencial por la paz
- Opción preferencial cristológica por el pobre
- Opción preferencial por el amor como equilibrio vital
- Opción preferencial por la protección del ambiente enmarcado en el amor por la naturaleza
- Opción preferencial por la dignidad de las personas negras y por la igualdad racial
- Opción preferencial por una espiritualidad como elemento vital: por la vida abundante y plena
Comparte
el mismo acercamiento de análisis de escritos de la literatura en clave teológica
con otro intelectual puertorriqueño: el Dr. Luis N. Rivera Pagán. Ejemplo de
ello es el libro Mito, exilio y demonios.
Literatura y teología en América Latina. Aquí se analiza algunos escritos
de Alejo Carpentier, de León Felipe y de Gabriel García Márquez.[3]
En La
paz: promesa y desafío, el autor analiza el problema de la violencia,
particularmente el problema de la guerra. Es una exposición de la opción preferencial por la paz, de cara
a la violencia de la guerra. El Dr. Collazo señala que la guerra es la
encarnación plena y final de la violencia y la prepotencia política que
constituye todo un proceso de deshumanización absoluta y total. La guerra ha
sido utilizada como una opción preferencial para la resolución de conflictos.
Por eso es necesario proponer una opción
preferencial por la paz. Con la guerra se ignora la sacralidad de la vida
y, a su vez, la guerra es utilizada como un proyecto histórico e instrumento
político. Para el autor, la opción
preferencial por la paz para la solución de los conflictos nos llama a
desafiar la guerra y la violencia en todas sus manifestaciones usando la
desobediencia civil y la resistencia pacífica como métodos legítimos para
propiciar cambios (p.86).
Otro
intelectual puertorriqueño que ha hecho este tipo de análisis teológico los es
el Dr. Luis N. Rivera Pagán en su libro de 1988 A la sombra del Armagedón: reflexiones críticas sobre el desafío
nuclear.[4] También la Dra. Anaida Pascual
Morán ha estudiado y expuesto el tema de la paz y la acción civil no violenta
en su libro Fuerza de espíritu, fuerza de
paz. Acción civil noviolentaI.[5]
El
tercer ensayo del libro La trinidad en la perspectiva de la teología
de la liberación se propone
una opción preferencial por la
solidaridad, la salvación y la solidaridad liberadora. Aquí toman
prominencia los escritos de Leonardo Boff y de Gelbert Creshake sobre la
Trinidad. El autor señala que el tema de la Trinidad hay que abordarlo como un paradigma de comunión e integración
vinculándolo al proyecto de salvación y liberación (p.105). Por lo que, la trinidad debe ser considerada como la
plena manifestación de Dios a la comunidad humana (p.101). Es reflexionar
sobre el tema de la Trinidad en un contexto histórico de cara a un mundo
polarizado y con déficit de solidaridad, una secularización depredadora y un
neoliberalismo sin escrúpulos (p.96). Teológicamente, nos insiste el autor, la
Trinidad está vinculada con el proyecto salvador – liberador; con la relación
activa amor – redención; con la manera particular de “ser” en el mundo para la
interdependencia, la solidaridad, el amor y la justicia; con el amor como la
“esencia de la existencia”; con la coexistencia, la diversidad, la equidad y la
integridad como constituyentes esenciales de una vida plena, abundante y
solidaria (p.117); en la Trinidad se encuentra la semilla para defender la
pluralidad, la diversidad y la interdependencia para una verdadera aldea global
viable y autosustentable (p. 117). Además, la reflexión teológica de la
Trinidad en clave solidaria y liberadora asume la responsabilidad social y
planetaria dentro del proyecto del Reino de Dios.
En
el primer volumen de la obra Mysterium
Liberationis. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación se
puede encontrar un ensayo dedicado al tema escrito por el teólogo brasileño Leonardo
Boff. Recientemente, el teólogo y filósofo Xabier Pikaza ha escrito dos obras (Teodicea. Itinerarios del hombre a Dios,
2013 y Trinidad. Itinerario de Dios al
hombre, 2015), donde hace un acercamiento sobre el tema de la Trinidad no
en abstracto, sino como una reflexión bíblico – teológica acerca de Dios Padre
de Jesús, con Jesús de Nazaret y el Espíritu Santo, siendo despliegue de amor
en y para la humanidad en la historia. La reflexión teológico – cristiana de la
Trinidad en clave salvadora – liberadora se enfrenta a la “trinidad” del
mercado neoliberal y neo – capitalista: Capital – Empresa – Mercado que impera
en el mundo, y del cual la humanidad y la creación necesitan ser salvados y
liberados.[6]
Teología,
política y economía: una perspectiva desde la teología latinoamericana de la
liberación
es el cuarto ensayo de este libro. Aquí se analiza el discurso político –
teológico de Jacques Ellul. Este fue un abogado, activista y teólogo
protestante francés. En sus escritos utilizó las categorías marxistas para el
análisis social. Sus escritos se dividen principalmente en dos categorías:
escritos sociológicos de corte marxista y escritos teológicos de corte
reformado. Se dice que sus principales ideas teológicas es que la relación
entre Dios y el mundo es contenciosa y que el mundo está en constante lucha
contra la voluntad de Dios.[7]
El
autor ubica la situación colonial y económica de Puerto Rico, subordinada a la
política y economía de los EEUUA dentro de la configuración económica del mundo
actual y la realidad del neoliberalismo y la globalización. Por lo que propone
una opción preferencial política del
cristiano en la construcción del Reino de Dios desde y para la liberación
humana. Me parece que el autor lanza un gran reto a la iglesia cristiana y
a todos aquellos que afirman su convicción cristiana: es un imperativo moral la participación política del creyente en clave
de liberación para enfrentar la situación colonial y económica de Puerto Rico.
Puede ser iluminador dar una mirada a los escritos de Antulio Parrilla, a las
publicaciones de Puerto Rico Evangélico, y
a las publicaciones del Movimiento
Ecuménico Nacional de Puerto Rico (PRISA), sobre esta participación
política del cristiano en la realidad que vive Puerto Rico. Además, no se debe
olvidar que el libro Fe cristiana y
descolonización de Puerto Rico editado por el teólogo puertorriqueño Luis
N. Rivera Pagán y publicado por la Mesa de Diálogo Martin Luther King, Jr. (2013),
aborda este asunto y es una referencia importante para la reflexión de una
pastoral descolonizadora de Puerto Rico[8].
Como
antes les indiqué, el ensayo más corto lleva por título Espiritualidad, competencia y
liberación. En este, el autor propone una opción preferencial por una espiritualidad para la afirmación de la
humanidad propia y la humanidad del otro. Esta es una espiritualidad de la
responsabilidad, la solidaridad y la liberación por y de la humanidad. Inicia
este ensayo con el seis montuno Allá en
la altura. El autor interpreta que este poema – canción reta a mirar
críticamente a la modernidad (p.179). Siguiendo al teólogo peruano de la
liberación Gustavo Gutiérrez señala que la “espiritualidad es vida” y que la
misma implica la superación de la resignación, para proyectarse como
resistencia, como protesta, como posibilidad de liberación (p.180). Según el
autor, esta espiritualidad capacita a las personas para asumir acciones
revolucionarias (p.180). Es una espiritualidad que no se da alienada de la realidad
histórica. Ante los desafíos cotidianos de la vida, esta espiritualidad en
clave de liberación conduce a la plena competencia humana contextualizada en la
realidad histórica (p.181). El autor afirma, que el ser humano es un ser
espiritual, racional, emocional, sensible, global, ciudadano de la “aldea
global” (p.182).
Para
el autor, la espiritualidad ha de ser la perspectiva donde la competencia
humana contribuya a la humanización y la liberación del opresor y el oprimido;
del prepotente y del humillado. Estas ideas también son expresadas, en un libro
del teólogo alemán Jürgen Moltmann, que lleva por título La dignidad humana (1983). Moltmann señala que la opresión tiene
dos aspectos: «Por una parte, está el
Señor y, por otra, el esclavo. Por una parte, está el explotador y, por otra,
su víctima. El opresor se convierte en inhumano, el oprimido se convierte en
deshumanizado. La opresión destruye, por tanto, la humanidad por ambas partes,
pero de distintas maneras: una, por el mal; la otra, por el sufrimiento».
Moltmann señala que la humanización del opresor se ha de dar mediante la fe que
le lleva a descubrir a Dios que se ha hecho hombre en Jesucristo. En él
descubre aquella humanidad que él perseguía en sí y en otros oprimiéndola y
destruyéndola. La opresión, por tanto, debe ser eliminada en las dos
vertientes: en el opresor y en oprimido. Por lo que, el opresor liberado y el
oprimido liberado, ambos desde la fe y la espiritualidad cristiana, trabajan
juntos por la liberación en toda la sociedad.[9]
Quisiera
añadir, siguiendo al teólogo José María Castillo en su libro Espiritualidad para insatisfechos, que
la espiritualidad es la forma de vida que se deja guiar por el Espíritu de
Cristo que, abarca la vida entera de la persona: su espíritu, su cuerpo, su
individualidad, sus emociones, sus relaciones sociales y públicas, su condición
como miembro de una iglesia y de ciudadano del mundo. La espiritualidad afecta
e interesa a todo lo que el hombre y la mujer son en su existencia concreta. La
espiritualidad bien practicada lleva a las personas a la plenitud de vida y al
logro, así como a la afirmación de la humanidad[10].
El
penúltimo ensayo, Religión civil y seguridad nacional: un enfoque ético
multidisciplinario, el autor nos propone una opción preferencial por una ética de la ciudadanía global y la
seguridad global para una sociedad civil inclusiva, pluralista, solidaria y
justa para la promoción de una cultura de paz. El autor analiza la religión
civil en el contexto norteamericano. Señala que la religión civil puede ser
vista como la nueva experiencia religiosa que responde a los paradigmas de la
secularidad dominante. Por lo que, los proyectos históricos de la modernidad
han contado con un aliado ético – religioso en la religión civil (p.197). Así
se garantiza la permanencia del status
quo, los poderes hegemónicos de un estado o nación; sirve como fuerza moral
del poder establecido; se sacraliza el orden social, político y cultural de la
clase dominante. Además, la religión civil constituye la base ética de la
seguridad nacional (p.229).
Es
esta religión civil la que construye mitos, como nos señala Richard T. Hughes
en su libro Mitos de los Estados Unidos
de América, que transmiten creencias y convicciones comúnmente compartidas
acerca de los propósitos y del significado de los EEUUA. Mitos como, el de la nación
escogida y el de la nación cristiana,
han sido utilizadas para promover toda una empresa colonial en América Latina y
en el Caribe[11].
Para
el Dr. Collazo, la religión no necesariamente tiene que ser la plataforma sacra
y ética de las clases dominantes. También, la religión tiene la función de ser
una fuerza liberadora a favor de las causas más nobles y justas; puede ser
fuerza de liberación y transformación en la sociedad (p.198). De forma similar,
el teólogo Hans Küng en su libro Proyecto
para una ética mundial, propone lo que para él son las funciones básicas de
la religión:
- La religión puede proporcionar una especial profundidad, un horizonte global de sentido, incluso ante el dolor, la injusticia, la culpa y el sinsentido, así como un sentido último de la vida frente a la muerte: el de dónde y hacia dónde de nuestro ser.
- La religión puede garantizar valores supremos, normas incondicionales, motivaciones profundas y últimos ideales: el por qué y para qué de nuestra responsabilidad.
- La religión puede crear, mediante símbolos comunes, rituales, experiencias y objetivos, un hogar para la confianza, la fe, la seguridad, la fortaleza y la esperanza: una comunidad y un hogar espiritual.
- La religión puede impulsar la protesta y resistencia contra las situaciones injustas: el, ya actuante, anhelo del «totalmente Otro»[12].
El
último ensayo de este libro del Dr. Collazo, Fe, razón y liberación en la
teología de Leonardo Boff, se propone una opción preferencial por un camino interdependiente entre razón y fe en
clave de liberación. Con su propuesta el autor desea evitar, el fanatismo religioso
que privatiza la fe, y por el otro, evitar un racionalismo ortodoxo que
desvincula la razón y la fe. Entiendo, que el autor desea expresar que la fe y
la razón no son mutuamente excluyentes. Me parece que es un ensayo que requiere
la lectura de textos relacionados con la discusión razón – fe que ayude a
entender la importancia que tienen estos asuntos para una espiritualidad
cristiana liberadora. El autor finaliza este último ensayo con un poema de
Mario Benedetti, Por qué cantamos.
A modo de conclusión
El
lector tiene en sus manos un libro de reflexiones teológicas enmarcadas en la
teología de la liberación. Es un libro escrito con seriedad intelectual y
cristiana. Hay que celebrarlo, ya que es una aportación de uno de nuestros
intelectuales puertorriqueños que con este y otros escritos han enriquecido el
pensamiento teológico puertorriqueño. Enhorabuena, gracias, Dr. Collazo.
[1] Leopoldo Cervantes – Ortíz (ed.). Antología de poesía religiosa latinoamericana. España: Editorial
Clíe, 2009.
[2] Para familiarizarse con la teología de la liberación pueden
consultar los siguientes libros: Boff, Leonardo y Clodovis Boff. Cómo hacer teología de la liberación. Madrid:
Ediciones Paulinas, 1986. Chopp, Rebecca S. The
Praxis of Suffering. An Interpretation of Liberation and Political
Theologies. Maryknoll: Orbis
Books, 1986. Ellacuría, Ignacio y Jon Sobrino. Mysterium Liberationis. Conceptos fundamentales
de la teología de la liberación. Vol. I y II. Segunda Edición. Madrid:
Editorial Trotta, 1994. Gutiérez, Gustavo. Teología
de la liberación. Décimoquinta edición. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1994.
Tamayo Acosta, Juan J. Para comprender la
Teología de la Liberación. Quinta edición. Estella (Navarra): Editorial
Verbo Divino, 2000. Tamayo Acosta, Juan J. Presente
y futuro de la teología de la liberación. Madrid: San Pablo, 1994. Además,
se puede consultar: Samuel Silva Gotay. El
pensamiento cristiano revolucionario en América Latina y el Caribe. Tercera
edición. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1989.
[3] Luis N. Rivera Pagán. Mito,
exilio y demonios. Literatura y teología en América Latina. Hato Rey:
Publicaciones Puertorriqueñas, 1996. Ver, además, Luis N. Rivera Pagán. Ensayos teológicos desde el Caribe. San
Juan: Ediciones Callejón, 2013.
[4] Luis N. Rivera Pagán. A la
sombra del Armagedón: reflexiones críticas sobre el desafío nuclear. Río
Piedras: UPR y Editorial Edil, 1988.
[5] Anaida Pascual Morán. Fuerza
de espíritu, fuerza de paz. Acción civil noviolenta. Hato Rey:
Publicaciones Puertorriqueñas, 2003.
[6] Xabier Pikaza. Trinidad. Itinerario
de Dios al Hombre. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2015. Xabier Pikaza. Teodicea. Itinerarios del hombre a Dios.
Salamanca: Ediciones Sígueme, 2013.
[7] En Justo L. González (editor general). Diccionario ilustrado de intérpretes de la fe. España: Editorial
Clíe, 2004.
[8] Luis N. Rivera Pagán. Fe
Cristiana y descolonización de Puerto Rico. San Juan: Mesa de Diálogo
Martin Luther King, Jr., 2013. También pueden consultar: Luis N. Rivera Pagán. Senderos teológicos. El pensamiento
evangélico puertorriqueño. Río Piedras: Editorial La Reforma, 1989.
[9] Jürgen Moltmann. La dignidad
humana. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1983.
[10] José M. Castillo. Espiritualidad
para insatisfechos. Madrid: Editorial Trotta, 2007. Suigiero, además, la
lectura del llibro de Pedro Casaldáliga y José María Vigil. Espirituallidad de la liberación.
Santander: Editorial Sal Terrae, 1992.
[11] Richard T. Hughes. Los mitos
de los Estados Unidos de América. Grand Rapids: Libros Desafío, 2005.
[12] Hans Küng. Proyecto de una
ética mundial. Madrid: Editorial Trotta, 1991.
Hermano y amigo Pablo L. Crespo, agradezco mucho su atención de invitarme a tan importante evento literario,Pero mi salud, no anda muy bien,Diabete, parkinson, derrames cerebrales (3) infartos (3) ya sabrá usted,no cualifico como critico literario,aunque conozco de su poder literario agradezco mucho. abrazo hermano amigo, por su distinción.bendecido siempre....
ResponderBorrar