La cultura y el ICP en sus 65º
aniversario
Pablo L. Crespo Vargas
Nota editorial: Artículo publicado el 20 de junio de 2020 en El Post Antillano.
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Interior del antiguo Asilo de Beneficencia, Sede del ICP en la actualidad. Foto del 12 de diciembre de 2022. |
El 20 de junio de 2020, el
Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) celebró su aniversario 65 en medio de
una pandemia que nos ha trastocado a todos y que ha cambiado la manera en que
esta institución promueve la cultura puertorriqueña.
El ICP fue establecido por la Asamblea
Legislativa de Puerto Rico en verano de 1955. La iniciativa del proyecto, que
facultaba la creación de una institución dedicada a la cultura, provino desde
la oficina del entonces gobernador Luis Muñoz Marín. En la Legislatura fue radicado
por el licenciado Ernesto Ramos Antonini y uno de sus mayores defensores fue el
representante Jorge Font Saldaña.
Las razones que se presentaron a
favor de esta medida argüían la necesidad de contrarrestar mediante un
mecanismo institucionalizado las ideas propagandistas en contra de la cultura puertorriqueña
y dedicadas a promulgar que los símbolos y las costumbres autóctonas eran de
menor grado, de poca importancia o que no tenían valor alguno. Para los que
apoyaban la imposición de una representación cultura norteamericana, ya que
supuestamente figuraba progreso, la idiosincrasia puertorriqueña era vista como
un asunto arcaico que debía ser erradicado. Este tipo de mentalidad, en algunos
individuos, era producto de una sociedad invadida que menospreciaba sus valores
y que exaltaba cualquier representación extranjera por encima de la suya. Hoy
día, aún existen voces que desearían erradicar las expresiones que nos
representan como pueblo; sin embargo, esto lo que demuestra es la falta de entendimiento
de cómo se desarrolla la cultura.
La cultura, como ente vivo, es uno
cambiante, diverso e interactivo. Su manifestación es multifacética y se nutre
de muchos elementos, tanto internos como externos. La cultura puede ser vista como
la producción colectiva de una sociedad que crea símbolos con significados
específicos que son transmitidos a través del tiempo. El apreciar una cultura
superior a otra, al igual que creer que grupos étnicos o raciales pueden
diferenciarse entre superiores e inferiores son indicativos de una mentalidad retrógrada
y promovida por mentalidades prejuiciadas que no aportan positivamente y que
aún descansan sus ideas de superioridad en pensamientos dirigidos, en su
momento histórico, por grupos de poder que justificaba de ese modo sus procesos
de conquista y colonización.
La cultura debe ser vista como un
elemento unificador de un pueblo que se identifica así mismo ante las
vicisitudes que enfrenta a diario para crear en un proceso evolutivo una manera
de vida.
El Instituto de Cultura
Puertorriqueña, como institución, también ha evolucionado, llevando la
promoción cultural a facetas no imaginadas al momento de su fundación y
promoviendo nuestro acervo cultural con una diversidad de programas de suma
importancia como son Apoyo a las Artes, el Archivo General, Arqueología, Artes
Escénicos y Musical, Artes Plásticas y Colecciones, Artes Populares, Biblioteca
Nacional, Editorial, Museos y Parques, Patrimonio Edificado, Archivo Virtual,
Campechada, entre otros. En la actualidad, el uso de la tecnología y las
limitaciones dadas por el Covid-19 y las limitaciones presupuestarias llevan a
esta institución a reinventarse y a desarrollar nuevas formas de realizar su
misión.
La misión fundamental del Instituto
de Cultura Puertorriqueña es investigar, conservar, promover y divulgar la
cultura puertorriqueña; cultura, como ya mencioné, que es diversa y compleja. A
esto se suma un enfoque dirigido a preservar y exponer, tanto a nivel local
como internacional, los talentos culturales, exportando y presentando lo que
ofrece Puerto Rico al mundo.
Por último, debemos tener presentes
que la cultura es fundamental en el proceso del desarrollo social y económico
tan necesario en estos momentos de crisis. Como muy bien se ha reconocido,
nuestro patrimonio cultural es uno amplio, dinámico y esperanzador. Y el
Instituto de Cultura Puertorriqueña tiene la encomienda de promoverlo como
herramienta fundamental de nuestro desarrollo como pueblo.