jueves, 22 de diciembre de 2016

1910-1920: Década de formación del fútbol en Puerto Rico

1910-1920: Década de formación del fútbol en Puerto Rico
Por Edwin R. Jusino

Foto del Blue Book de Puerto Rico, 1918, en la página 444, El libro de Puerto Rico, de G.V. Keelan.

La historiografía sobre el deporte fútbol o balompié, considerado alrededor del mundo como el deporte rey, en Puerto Rico es poca, y trabajada por historiadores aficionados.[1] No obstante, esta labor ha sido de suma importancia y relevancia. Después de todo, si no fuera por personas tales como el profesor Luis Reinaldo Álvarez, Tony Lorenti, el primero un ex jugador y profesor universitario en la actualidad y el segundo un periodista e historiador del fútbol en Puerto Rico, entre otros no tendríamos ningún record escrito sobre la trayectoria de este deporte en nuestra Isla.

En cuanto a cuando el deporte fue introducido a Puerto Rico es cuestión de debate hasta el día de hoy. Álvarez y Lorenti, en su libro Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) señala que “No es hasta la década del 1910, en plena dominación norteamericana, cuando comienza a jugarse al fútbol en forma organizada”.[2]

Es importante notar que el deporte del fútbol va a ser usado como una herramienta para contrarestar la imposición de la cultura estadounidense. Reportes de periódicos de la década resaltan en varias ocasiones enfrentamientos entre equipos de nativos, y equipos formados por extranjeros, en especial el Celtic.[3]

Ese mismo año se organizó otro equipo de fútbol, los Celtics, formado por norteamericanos, quienes celebraron una serie de encuentros con los equipos activos de la época... Los Celtics, creados para enfrentar al ya famoso equipo San Juan FC, formado por jugadores españoles y criollos, realizaron una exitosa serie a siete juegos.[4]

Según el texto de Álvarez y Lorenti el foco de desarrollo del deporte comenzó en San Juan. Siendo que San Juan es la principal entrada al país, esto no debe sorprender. Igualmente, al estar principalmente centrado en la capital, el deporte rey, no estaría desvinculado a los sucesos políticos y sociales que afectaban a la isla. En especial la Primera Guerra Mundial.

La participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial influyó en el desarrollo de los deportes en Puerto Rico. Parte del programa de adiestramiento de los jóvenes puertorriqueños llamados a filas era la práctica del deporte, y muchos aprendieron a jugar algún deporte por primera vez en sus vidas.[5]

Es importante notar que la Primera Guerra Mundial tuvo un gran efecto en el deporte a nivel mundial, en especial en Europa. El fútbol, que había surgido en Europa, se veía en una crisis por el estallido de la guerra. Javier Estepa, periodista del periódico deportivo español MARCA, escribió en el 2012 un artículo relacionado al fútbol mundial durante la Primera Guerra Mundial. Estepa presenta fotos, y varias historias de diversos lugares de Europa; concentrándose más en Inglaterra. Allí los atletas que practicaban fútbol se les consideraban como “traidores” si no se enlistaban en el ejército:

A partir de 1916 el campeonato se detuvo por los acontecimientos que estaban ocurriendo en el transcurso de la I Guerra Mundial. ¿Uno de los motivos? Muchos futbolistas profesionales que jugaban en Inglaterra fueron enviados a luchar. A los que no fueron inicialmente les llamaron"traidores".

Eran los clubes de fútbol los que decidían si su jugador iba o no a la guerra. Tenían la última palabra y muchos de estos clubes decían 'no'. Se produjo un gran revuelo en aquellos años y muchas críticas porque la gente consideraba que los jugadores no eran privilegiados y, por lo tanto, no debían tener un trato de favor.[6]

Por lo visto, mientras en Europa el deporte se paralizaba debido a la Primera Guerra Mundial, en Puerto Rico fue un evento que, como consecuencia, impulsó el desarrollo de la práctica entre los puertorriqueños.[7] Es de importancia notar que los predios del Castillo San Felipe del Morro, entonces un fuerte militar estadounidense, sirvió como escenario para la práctica del balompié o fútbol. Tres años antes de que comenzara el conflicto bélico mundial, en Puerto Rico se realizó el primer partido de balompié, según Álvarez y Lorenti.

En febrero de 1911 se organizó el Comercio Sporting Club. La organización estaba integrada por dueños y empleados de los comercios de San Juan[8].

Emilio Huyke, citado previamente, profundiza sobre la práctica del deporte de balompié o “fútbol español”, como él le llama en su libro Los Deportes en Puerto Rico. Huyke dice lo siguiente en relación al desarrollo del deporte de fútbol en Puerto Rico:

Después de la guerra Hispano-Americana, como ocurrió con muchos otros deportes, vino una etapa en que se compitió esporádicamente. Los deportes en que competían los norteamericanos recibieron mayor impulso que aquellos en que no competían. De ahí que ésta fuera la etapa de desarrollo del atletismo, del béisbol, y del baloncesto.[9]

Huyke, sin embargo, afirma que el deporte fue introducido a Puerto Rico por los españoles.

El fútbol se comenzó a jugar en Puerto Rico 'desde tiempos de España'. Los españoles residentes en la isla interesaron a muchos puertorriqueños en el deporte y éstos lo acogieron con entusiasmo. Los partidos de fútbol atrajeron buenas concurrencias y despertaron el interés general por el deporte español.

Huyke afirma, como ya citado anteriormente, que la Primera Guerra Mundial impulsaría el deporte en Puerto Rico como nunca antes. Es importante notar que hay una contradicción de parte de Huyke en este sentido. Por una parte, afirma que la participación de los Estados Unidos, y por consecuente la de Puerto Rico en la Primera Guerra Mundial, influyó en la propulsión del deporte, pero por otro lado, afirma que en Puerto Rico los españoles popularizaron entre los criollos el deporte. También es importante resaltar que Huyke habla de la Primera Guerra Mundial como influyente en el desarrollo del deporte, en general, en Puerto Rico. Por otro lado, Huyke habla del 'alto inesperado' en la marcha de los deportes en Puerto Rico con la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.[10]

El planteamiento de Huyke, sin embargo, puede que tenga una validez en cuanto a la filosofía pedagógica principal de la época propuesta por John Dewey. Según Juan Rodríguez López, en Historia del Deporte, se indica al respecto que:

Explícitamente habla Dewey de los campos de deportes como uno de los lugares a donde hay que trasladar la educación, muy adecuado como tarea colectiva, organización y esfuerzo colectivo entre alumnos; los deportes son, también, actividad de los adultos, actividad importante de la sociedad adulta, si bien, no necesariamente trabajo.[11].

Los valores de organización, esfuerzo colectivo, y las tareas colectivas son muy importantes en cuanto a la milicia. Por lo tanto, como una filosofía imperante de la época en cuestión, es muy probable que haya sido una de las razones por las cuales se haya dado una prioridad a los deportes en cuanto al entrenamiento de las tropas del ejército estadounidense.

También hay que poner en contexto los sucesos políticos locales de la década, ya que el mismo texto de Álvarez y Lorenti sugiere que el balompié no estaría desvinculado a los sucesos políticos y sociales de la época. La historiadora, Elba Tirado de Delucca PhD, en colaboración con su esposo el profesor Jorge A. Delucca Pabón, en el libro Historia de Puerto Rico Siglo XX, presentan las primeras dos décadas (1900-1917) como un periodo de tiempo en el que se debate la ampliación de los poderes civiles en la isla tras la aprobación de la Acta Foraker.[12]

Por otro lado, las historiadoras Blanca Silvestrini y Maria Dolores Luque de Sánchez, en su libro Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un Pueblo, presenta una década llena de luchas obreras[13], y de movimientos para adquirir una nueva carta orgánica, que a la postre, se lograría incluir la ciudadanía estadounidense en el 1917 con la aprobación de la Ley Jones.[14]


Es en este marco que el deporte del fútbol comienza a adquirir auge entre la población puertorriqueña, en especial las clases medias comerciantes. Álvarez y Lorenti presentan en su escrito la creación del primer club de Puerto Rico en el año 1911. El mismo, conocido como el Comercio Sporting Club, fue fundado por dueños y empleados de los comercios de San Juan.

En febrero de 1911 se organizó el Comercio Sporting Club. La organización estaba integrada por dueños y empleados de los comercios de San Juan. Presidió la entidad el Sr. J. López McCoard, su secretario, Ángel Nandín Lomba y el tesorero Juan Arana. El Club organizó dos equipo de fútbol...[15]

También estamos trabajando para formar nuestro team de Base-Ball y cuando la ocasión lo permita, estableceremos el equipo de Cricket, juego que es desconocido aquí. (1911, febrero 13).[16]


El periódico Boletín Mercantil de Puerto Rico reseñó aquel primer partido de fútbol[17] de los equipos del Comercio Sporting Club:

El domingo pasado tuvo lugar en la hermosa campa de El Morro cedida galantemente por el Capitán Mr. Field, de Infantería, al Comercio Sporting Club, un interesante match de foot-ball association, entre el 1ro. y 2do. team.[18]

Es menester resaltar dos aspectos. El primero, tanto Huyke como Álvarez y Lorenti presentan al deporte del fútbol como uno practicado y promovido principalmente por residentes de la isla de clase media alta. Sin embargo, Álvarez y Lorenti son los primeros en señalar que también lo practicaron asalariados. Esto es un contraste con el resto del mundo, donde principalmente, el deporte fue impulsado por las clases pobres y asalariadas en un principio.

El segundo aspecto importante de resaltar es la presencia, nuevamente, de la milicia estadounidense en el desarrollo del deporte del fútbol asociación o español. El Morro, que en aquel entonces era parte del sistema militar estadounidense, funcionó como el escenario de varios enfrentamientos reseñados por los diarios de la época. Los diarios que Álvarez y Lorenti citan son el Boletín Mercantil de Puerto Rico, el PR Eagle, el Puerto Rico Ilustrado, La Correspondencia, y la Democracia.[19]

Álvarez y Lorenti entran a comentar sobre el efecto de las luchas sociales de la época y su efecto en la práctica del balompié. Álvarez y Lorenti sugieren en su texto que la otorgación de la Ley Jones provocó un declive en las diferencias marcadas en la sociedad entre estadounidenses, españoles y criollos.

El fútbol recrea viejas rivalidades entre poblaciones, grupos étnicos y estratos sociales. Los partidos de fútbol son una oportunidad para dilucidar, zanjar, o solucionar problemas de supremacía entre unos grupos y otros. Estas rivalidades se ven alimentadas por los conflictos sociales, políticos o culturales, y es en los juegos de fútbol donde se desatan grandes pasiones, a veces con episodios de violencia. La afición al fútbol de los primeros años debe en parte su arraigo a la rivalidad surgida entre los tres grupos nacionales residentes en Puerto Rico: los norteamericanos (representados por los militares destacados en la isla), españoles (generalmente comerciantes y sus empleados), y criollos.[20]

En este primer extracto del texto de Álvarez y Lorenti se percibe que en el fútbol se manifestaba esa lucha entre los diversos sectores de la sociedad. No obstante, Álvarez y Lorenti sugieren que la aprobación de la Ley Jones en Puerto Rico en el 1917 no fue beneficiosa para el deporte. Se debe recordar que la Ley Jones del 1917 es la legislación federal que sustituyó la ley orgánica del 1900, conocida como la Ley Foraker, y que otorgó o impuso la ciudadanía estadounidense en el territorio de Puerto Rico.

La nueva ley intentó lograr una nueva vinculación sociopolítica de los puertorriqueños con los norteamericanos, reforzada con la implantación de la ciudadanía americana. Con la instauración de un gobierno civil de “ciudadanos americanos” y con la sustitución gradual de los militares por burócratas civiles se van haciendo menos marcadas las diferencias entre los tres grupos que practicaban al fútbol para la época. Esto, el terremoto del 1918 y el apoyo recibido por las escuelas y colegios privados para los deportes del bésibol y del baloncesto ayudaron al descenso de la práctica del fútbol durante los últimos años de la década.[21]

Esta aseveración de Álvarez y Lorenti contrasta marcadamente con lo presentado por Huyke, entorno a que la Primera Guerra Mundial ayudó a fomentar aún más el deporte del fútbol en Puerto Rico. La Ley Jones del 1917 es la legislación, como ya se ha mencionado, que otorga la ciudadanía estadounidense, y que, a su vez, permite que el ejército estadounidense comience a reclutar masivamente hombres en su mayoría de edad a las fuerzas armadas. Si no fuera por la legislación estas masas que fueron reclutadas no hubieran quedado expuestos al régimen de entrenamiento que fomentaba la práctica de algún deporte.

Parece también contradictorio que Álvarez y Lorenti, a la vez, afirmen que a pesar de la Ley Jones, el terremoto del 1918, etc., el fútbol se continuó practicando en Puerto Rico.

A pesar de lo antes señalado, en las Fiestas de Pueblo se continuaba la práctica de incluir entre las actividades atléticas de las festividades un partido de fútbol. Para finales de enero de 1917 se anunciaba en la prensa del país las Fiestas de Carnaval de Arecibo. En estas se incluyeron una serie de actividades, a saber: baile de coronación, baile de los artesanos, baile infantil, carreras de bicicleta, desfile, verbena, y un dia de competencias atléticas incluyendo un partido de baloncesto, y uno de fútbol. (1917, La Correspondencia, enero 31, p 4).[22]

Por tanto, no se puede afirmar que la Ley Jones del 1917 haya sido detrimental para la práctica del deporte rey. De hecho, se pudiera crear el argumento, basado en la evidencia que presentan Huyke, que la Ley Jones del 1917 tuvo el efecto contrario al que Álvarez y Lorenti alegan.[23]

Por otro lado, más allá de San Juan, el fútbol también se encontraba en otros ayuntamientos insulares durante la década según presentan Álvarez y Lorenti en su escrito. A pesar de que San Juan, por ser la capital, tal vez tuvo un foco principal en cuanto a la exposición en los medios de comunicación, el escrito de Álvarez y Lorenti presenta varios artículos de periódicos de la época que demuestran que se practicaba el deporte en otras localidades en la isla.

En el periódico El Águila de Puerto Rico, del 9 de abril de 1914, el Club Deportivo de Ponce anunciaba la planificación de un partido de fútbol entre dos equipos ponceños. Un par de meses más tardes se anunciaba en Ponce la venta de entrada para un juego de fútbol a celebrarse en el campo atlético de la ciudad entre el Ponce Sporting Club y los Celtics.[24]

El 31 de mayo se celebró el tan esperado encuentro. Los Celtics arribaron a Ponce bajo un torrencial aguacero que convirtió el campo de fútbol en un lodazal. Los Celtics, un equipo con mayor fortaleza física, derrotó al Ponce Sporting por 2-0. (1914, The Times, mayo 31, p.1).[25]

El campo atlético de Mayagüez va a ser teatro de una lucha sportiva, quizás la única que entre dos formidables de Foot-Ball se haya registrado en los anales deportivos de Puerto Rico. El San Juan F.C. Y el Club Deportivo Ponce van a encontrarse de nuevo, ansiosos ambos de lograr el codiciado título de campeón que hoy ostenta otro club.... Para aumentar el éxito de esta simpática fiesta, las directivas del San Juan F.C. Y el Club de Ponce, han regalado una Copa de Plata que con el campeonato pedestre de Puerto Rico se correrá en Mayagüez el mismo día.[26]

De Arecibo
Era domingo 6 del corriente. El día alboreaba cuando el silbido de la locomotora de un tren expreso, contratado por el Arecibo Sporting Club para conducir a los entusiastas del football al gran desafío que el team de Arecibo tenía concertado con el afamado team “España” de San Juan, llamaba a los expedicionarios... En tres mortales horas el tren expreso nos condujo a la bellísima San Juan.[27] Allá en el campo del Morro, que fue en otro tiempo teatro de batallas campales, se efectuó el reñido desafió. Nuestros bisoños y bravos muchachos del “Arecibo” lucharon con entusiasmo, pero se defendieron con el tesón propicio de su raza los simpáticos y amables muchachos del team “España”. Si hubiera sido posible los muchachos del tema “España” hubieran resultado vencedores...[28]

El “foot ball” americano es jugado por el regimiento y por los marinos. El clima es propicio a la popularización de este juego en Puerto Rico. Los españoles residentes en la Isla juegan el “foot ball” inglés. Los partidos principales en el España, el San Juan, el “Ponce Sporting Club” y el Guayama.[29]

Como se percibe en estos extractos, tanto del texto, como de periódicos presentados, del texto de Álvarez y Lorenti, el deporte se enfocaba mayormente en los centros urbanos de la isla. San Juan, Ponce, Arecibo y Mayagüez, principalmente eran los municipios donde el deporte se enfocaba. Esto se percibe principalmente en el extracto de Cadilla del Boletín Mercantil. El hecho de que se haya rentado un tren expreso para llevar, tanto a los fanáticos, administración y jugadores, hasta el islote de San Juan es un claro ejemplo del poder adquisitivo que tenían los clubes de aquella época. También el episodio que citan Álvarez y Lorenti donde se presenta una copa de plata en un partido entre Ponce y San Juan, en Mayagüez.


No obstante, según George Keelan, en artículo publicado en El Libro de Puerto Rico, Guayama también tenía un equipo para finales de la década, principios de la década de los 1920's. Por tanto, la tesis presentada previamente, tanto por Huyke como por Álvarez y Lorenti de que el deporte lo practicaban mayormente los residentes con poder adquisitivo, o lo que conocemos como clase media-alta, es afirmada por la presencia de fútbol en el municipio de Guayama, que era considerada como centro urbano de clase media alta.

Por tanto, se puede afirmativamente describir la década del 1910-1919 como una donde el fútbol tuvo su primer intento de desarrollo como algo más allá de partidos recreacionales entre amistades. Vemos a través de los periódicos de la época lo que sería el primer intento, de muchos subsiguientes, de darle una forma concreta al deporte; a pesar de los obstáculos que se presentasen en la segunda parte de la década. Se percibe el uso del deporte como un mecanismo para reclamar la identidad de Puerto Rico, por encima de los intentos de la transculturación e imposición de una cultura extranjera como lo era la estadounidense.

Además, los diversos escritos presentaron evidencias y argumentos de como los acontecimientos sociopolíticos locales, como internacionales, afectaron de una manera u otra el desarrollo del deporte; sea para bien o para mal. Se puede afirmar, luego de explorar esta década, que el hecho de que el béisbol y el baloncesto en Puerto Rico sean más populares que el fútbol se debe a dos factores importantes discutidos en las lecturas provistas para el ensayo. La primera, al fútbol estar vinculado con las clase media-alta, primordialmente, era visto como un deporte de la elite criolla. Mientras que el baloncesto y el béisbol son más afines y logran irrumpir en las clases populares de la isla, en parte por la segunda razón. La transculturación que ocurrió en Puerto Rico, y la imposición de costumbres anglo-sajonas, permitió la priorización de los deportes importados desde los Estados Unidos, por encima del que fuese promovido por los antiguos señores del territorio.[30]

Parece menester concluir con un fragmento del escrito de Álvarez y Lorenti, que afirma la conclusión presentada.

El fútbol así llegaba a sus primeros nueve años con una organización fundamentada en clubes deportivos que se creaban para la práctica y la promoción de deportes como el baloncesto, el béisbol, el rugby, el atletismo y el fútbol. A pesar de que el gobierno norteamericano en la isla privilegiaba los deportes que ellos dominaban, el fútbol irrumpió con fuerza en esta primera etapa de su desarrollo.[31]


Bibliografía
Periódicos
Boletín Mercantil de Puerto Rico febrero 13 de 1911.

Boletín Mercantil de Puerto Rico, marzo 21, 1911

Boletín Mercantil de Puerto Rico, abril 12 de 1915

Cadilla, F. G. Boletín Mercantil, verano 1915

Estepa, J. El fútbol y la I Guerra Mundial. Periódico MARCA, Diciembre 9 de 2012. Accesado en linea mayo 2 de 2015

Libros

Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007

Huyke, E. Los Deportes en Puerto Rico. Troutman Press, Sharon, Connecticut. 1991

Keelan, G. V. “Atletismo en Puerto Rico”, en El Libro de Puerto Rico. El Libro Azul Publishing. San Juan Puerto Rico. 1923

Silvestrini, B. y Luque de Sánchez, M. D. Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un Pueblo. Ediciones Cultural Panamericana, Madrid, España.  1992

Tirado de Delucca, E. Historia de Puerto Rico Siglo XX. Imprenta San Rafael, Quebradillas, Puerto Rico. 1997

Rodríguez López, J. Historia del Deporte. INDE Publicaciones, Barcelona, España. 2000





[1]     Todos los que han trabajado investigaciones y escritos sobre el fútbol puertorriqueño hasta el momento no han recibido instrucción formal en el campo de la historia.
[2]    Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 48.
[3]    A pesar de que en la cita provista y referenciada en el punto 4 se explica lo que es el equipo Celtic, entiendo meritorio mencionar que el equipo Celtic pudiera haber recibido su nombre en honor al Celtic Football Club de Escocia, fundado en Glasgow, Escocia el 6 de noviembre de 1887.
[4]    Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 52-53.
[5]    Huyke, E. Los Deportes en Puerto Rico. Troutman Press, Sharon, Connecticut. 1991, página xii.
[6]    Estepa, J. El fútbol y la I Guerra Mundial. Periódico MARCA, Diciembre 9 de 2012. Accesado en línea, mayo 2 de 2015.
[7]    Debido a que Estados Unidos no entró a la Primera Guerra Mundial hasta abril 6, 1917, los efectos nocivos de la guerra no fueron directamente sentidos en el territorio de Puerto Rico (entiéndase invasión, destrucción de territorio, etc.) El hecho de que, en Puerto Rico, el Morro haya sido el foco principal del futbol no debe pues sorprendernos.
[8]    Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 48.
[9]    Huyke, E. Los Deportes en Puerto Rico. Troutman Press, Sharon, Connecticut. 1991, página 259.
[10]  Ibidem, página xiii.
[11]   Rodríguez López, J. Historia del Deporte. INDE Publicaciones, Barcelona, España. 2000, páginas 198-199.
[12]  Tirado de Delucca, E. Historia de Puerto Rico Siglo XX. Imprenta San Rafael, Quebradillas, Puerto Rico. 1997. Página 13 indica sobre el acta Foraker que: ...establecía un gobierno temporal, (aunque permaneció por diecisiete años), un Gobernador nombrado por el Presidente,un Consejo Ejecutivo, (Senado), de once miembros: seis del Gabinete del Gobernador y otros cinco nativos, (todos nombrados por el Presidente de Estados Unidos), tenía 35 miembros elegidos por el pueblo, medinte representación territorial. No establecía total separación de poderes pues seis miembros del Gabinete pertenecían a la Cámara Alta. Sólo nos dió la representación territorial.Su judicatura consistía en una Corte Suprema con cnco jueces, todos nombrados por el Presidente, un Comisionado quien representaría a Puerto Rico con un asiento en el Congreso, con voz pero sin voto…
[13]  Silvestrini, B. y Luque de Sánchez, M. D. Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un Pueblo. Ediciones Cultural Panamericana, Madrid, España.  1992. página 410 indica que: Ante la fuerza del reclamo de reformas a la Ley Foraker en 1916 se presentó en el Congreso de los Estados Unidos un proyecto para promover una nueva ley orgánica. El panorama en el Congreso de los Estados Unidos parecía favorable a la aprobación de la medida. El presidente Woodrow Wilson exhortó a que se revisara la política hacia las posesiones norteamericanas, especialmente frente a la entrada inminente de los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial. En un discurso en 1915 señalaba que la política hacia Puerto Rico y las Filipinas estaba muy relacionada con la seguridad nacional y los preparativos para la defensa. Se creía que ofreciendo algunas reformas se podía callar el resurgimiento del sentimiento independentista en Puerto Rico y el clamor de la opinión pública.
[14]  Ibidem, página 411.
[15]   Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 48-49.
[16]  Boletín Mercantil de Puerto Rico, febrero 13 de 1911.
[17]   Se entiende que este es el primer partido oficial realizado en Puerto Rico, no obstante, si se tiene en consideración que no se sabe cuándo, con certeza, entró el fútbol a Puerto Rico, se podrí argumentar que la teoría de Huyke de que lo importaron los españoles, significaría que antes del 1911 se habían ya realizado partidos. Incluso el artículo del Boletín Mercantil no especifica que este haya sido el primer partido de fútbol en la isla. Sino, que fue el primer partido realizado por el Comercio Sporting Club, el primer club fundado en Puerto Rico del que se tiene constancia y evidencia.
[18]  Boletín Mercantil de Puerto Rico, marzo 21, 1911.
[19]  En una búsqueda realizada en el archivo de microfichas de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano, no se encontró para las fechas de febrero-abril 1911 algún anuncio sobre el partido entre los equipos del Comercio Sporting Club en el diario La Democracia.
[20]  Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 67.
[21]  Ibidem, página 68.
[22]  Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 68-69.
[23]  La opinión de Álvarez y Lorenti no tiene una base para sustentar el argumento en contra de la Ley Jones del 1917, más allá de la posibilidad que ambos autores hayan tenido un punto de vista pro-independencia, y nacionalista. No obstante, es también meritorio mencionar que los periódicos de la época, tal como La Democracia, eran periódicos abiertamente politizados, por lo que también pudiera ser que el argumento sea un reflejo de la época; aunque la misma no esté sustentada con evidencia.
[24]  Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 54-55.
[25]  Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 55.
[26]  Boletín Mercantil de Puerto Rico, 12 de abril de 1915.
[27]  Es importante aclarar que San Juan, durante las primeras décadas del siglo XX, consistía mayormente de lo que hoy conocemos como el Viejo San Juan y Santurce. No es hasta la incorporación del municipio de Rio Piedras, en julio del 1951, al municipio de San Juan, que nace el San Juan moderno. Por tanto, esto explica porque el altiplano del Morro era el lugar preferido para practicar el deporte de fútbol.
[28]  Cadilla, F. G. Boletín Mercantil, verano 1915.
[29]  Keelan, G. V. “Atletismo en Puerto Rico”, en El Libro de Puerto Rico. El Libro Azul Publishing. San Juan Puerto Rico. 1923, página 442.
[30]  El deporte del fútbol fue introducido a España por los ingleses, por lo que, en mi opinión es una incongruencia que no se le haya dado prioridad al deporte del fútbol, excepto si tomamos en cuenta que el racismo institucionalizado de los Estados Unidos en las primeras décadas del siglo, tal y como es visible en las decisiones del Tribunal Supremo, conocidas comúnmente como los Casos Insulares (Downes v. Bidwell, Balzac v. Porto Rico, entre otros).
[31]  Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 76.