viernes, 31 de enero de 2020

La importancia del pensamiento crítico y el papel del historiador


La importancia del pensamiento crítico y el papel del historiador
Por Nancy R. Santiago Capetillo, Ph.D.

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Cuando me invitaron a prologar este proyecto no imaginé cuán importantes son los temas en él analizados. Su autor, el Dr. Félix Cruz Jusino, tiene una preclariedad en cómo percibe su entorno. Observador minucioso, puede apreciar los eventos del momento desde una perspectiva histórico-filosófica. Con ese trasfondo, escribe una serie de ensayos profundos, con una invitación, línea tras línea, a ejercer nuestro pensamiento más crítico y darnos cuenta, entonces, de la fragilidad de nuestro sistema de gobernarnos como pueblo. Esto tiene varias connotaciones.

Es en este punto donde aparece la disyuntiva ante nos: tomamos la responsabilidad de proteger nuestro sistema de gobernanza o lo dejamos todo por perdido. Contra este dilema, los escritos de Cruz Jusino.

El tema de la modernidad líquida, nuestro autor nos la define desde la inmediatez y el consumismo desmedido, provocado por la indecisión colonial donde existimos. La inmediatez, ese inapelable nexo de tiempo, la atestiguamos en el impulso de aquí y ahora de la vida cotidiana. Todo evento o acontecimiento, toda acción de nuestra parte, toda decisión, aquí y ahora.

Del consumismo hay interminables tratados, con la consabida exposición de significados, desde los aspectos más insospechados. La compra desenfrenada como respuesta a crear necesidades de lo más trivial en nuestras vidas, instituyendo con este comportamiento consecuencias fatales para nuestra existencia y nuestro ambiente. La duración de los artículos comprados redunda en un desperdicio sólido, creando un círculo vicioso donde la basura nos arropa.

De tan prosaico proceso de nuestra autoría, el ensayo de Cruz Jusino nos encamina por el transcurso de la historiografía, desde la teoría, en este caso la rankiana, hasta llegar a transitar por el histórico camino de la Nueva Historia, la Modernidad, la Posmodernidad, la Hipermodernidad y así poder explicar el reto de la Modernidad Líquida para el historiador actual. Esta gesta la plantea nuestro autor con una sagacidad y un ritmo literario con la facilidad de un consumado historiador con vista fija en su hábitat.

A partir de esa ruta este trabajo va a enfocar el tratamiento al desarrollo de eventos recopilados por la historiografía puertorriqueña en la conformación de la identidad y la resistencia de nuestro pueblo. De esta manera comienza el reto a los historiadores y las consecuencias del transcurso histórico.

Josep Fontana Lázaro y su obra historiográfica sirven a Cruz Jusino para plantear la funcionalidad de la historia: crear conciencia crítica para llegar a comprender la actualidad. Nos comenta sobre la evolución y la trayectoria de la metodología, así como el papel del historiador de investigar – a lo cual añado reinvestigar – los asuntos preocupantes al ciudadano común. Desde este punto comienza el fomento del pensamiento crítico y la construcción de una memoria completa e integrada de los suceso acaecidos y reseñados en momentos previos.

Fontana Lázaro también nos presta la reconceptualización de la historiografía contemporánea europea y la trasformación de los paradigmas historiográficos para poder interpretar el presente, a partir de la Primera Guerra Mundial, e indica la importancia de incluir la política en la interpretación auténtica en Europa. Con ello, historiar la búsqueda de la justicia social implica una amenaza a las élites, cuyas consecuencias son los comportamientos confrontacionales hacia las clases más bajas. Cruz Jusino, con este modelo en mente, empieza a comentar nuestra actualidad a partir de un evento, desde su perspectiva, crucial para nuestra historia y nuestra identidad puertorriqueña: el Grito de Lares. Además, reitera el cisma entre el criollo y el defensor de la colonialidad entre los habitantes de la Isla.

Resalta Cruz Jusino a Francisco Moscoso como el mejor proponente de este paradigma criollo y a José Pérez Moris como el postulante conservador. Con estos dos polos, nuestro autor despliega las referencias historiográficas del Grito de Lares, incluyendo las consecuencias de este evento desde diversos autores.

Luego de la pérdida de sus últimas colonias en el Caribe, España se reduce a un recuerdo colonial ante el nuevo amo, quien trae con la novedad la explotación más descarada y descarnada de su principal colonia, Puerto Rico. Esta última, la explota con la saña de exprimirla hasta dejarla estéril. Desde el punto de vista de diversos autores, la evaluación del colonialismo y la teoría del materialismo histórico sirven como método para esa evaluación. El Dr. Cruz Jusino nos menciona los imperios cuya injerencia en el Caribe crean una relación soberana para ajustarse a las nuevas exigencias geopolíticas. Entre los elementos de ajuste se encuentra la sustitución realizada por las metrópolis de la palabra colonia por posesión o territorio, como si el eufemismo pudiera cambiar el detrimento colonial para cualquier país.

Cruz Jusino utiliza varias páginas para mencionar las relaciones de Gran Bretaña, Francia, Holanda, Dinamarca y Estados Unidos con sus territorios y cómo Estados Unidos fue suplan-tando el poderío colonial de esos imperios. Surge aquí el reto para el Caribe en cuanto a su historiografía y nos invita, el autor, a reinvestigar y traer a la luz lo ocultado por la historia oficial.

Con el tratamiento del materialismo histórico podemos, entonces, entender el proceso y su conceptualización conflictiva a partir de la definición marxista de las clases sociales. Con este tema, toca los planteamientos de Marx, Engels, Lenin para definir las clases sociales y a Weber, Bordieu, Harnecker, Hobsbawm y Ortega y Gasset para presentar antagonismos al marxismo.

Este telón de fondo sirve a Cruz Jusino para proyectar el movimiento obrero puertorriqueño, con una historiografía impresionante, con puntos de vista convergentes y divergentes. Destaca a Ebenezer López Ruyol para trabajar los orígenes y el desarrollo del obrerismo, las ilusiones tronchadas, el descrédito sufrido, la posición patronal y gubernamental oficialista, cuyos esfuerzos van en detrimento, gracias a un muy bien pensado andamiaje proselitista.

La obra del Lcdo. López Ruyol se adentra en el obrerismo, su lucha contra el racismo y la reafirmación de la identidad afropuertorriqueña. Por lo tanto, no puede faltar una biografía corta y una reseña de la obra de López Ruyol.

El epílogo, escrito por el colega, Dr. Pablo L. Crespo Vargas, resalta el oficio del historiador y su responsabilidad ante su sociedad. En este punto recae en el historiador tomar en serio el proceso crítico para trabajar, con honradez, los datos descubiertos sobre temas previamente tratados desde la perspectiva oficialista. Es de vital importancia reinvestigar y reescribir la historia, con teorías y metodologías frescas, con el propósito de traer a una nueva luz los eventos aceptados previamente, con fines alevosos y prejuiciados.

El trabajo ante el lector, sea científico de la historia o mero espectador del mundo, provee herramientas de vasta utilidad para concebir el espacio en el cual existimos y usar pensamiento crítico para determinar si aceptamos o no la historia como nos la han contado.

El Dr. Félix Cruz Jusino se convierte, con este texto, en uno de los mejores exponentes de la teoría de la modernidad líquida para entender por qué estamos en el momento histórico presente y proceder a aceptar o no las alternativas históricas ante nuestra consideración.

San Juan, Puerto Rico
2 de diciembre de 2019

domingo, 5 de enero de 2020

Algunos apuntes sobre Historia de la Masonería en Puerto Rico: Sus orígenes (1746-1867)


Algunos apuntes sobre Historia de la Masonería en Puerto Rico: Sus orígenes (1746-1867)
Por Pablo L. Crespo Vargas

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A finales del 2019 fue publicada Historia de la masonería en Puerto Rico: sus orígenes (1746-1867), cuyo autor es el doctor Luis Antonio Otero González. Esta publicación es la primera de una posible trilogía que se piensa completar en los próximos años sobre el tema de la masonería en Puerto Rico.

La obra no solamente es una narración cronológica de la historia de la masonería en Puerto Rico, sino que Otero González nos presenta un análisis historiográfico sobre cómo se ha estudiado este tema, presentando la desmitificación de muchas ideas que se han expuesto como ciertas dentro de los círculos de estudios sobre esta institución y hasta por el público general. De hecho, la mayor aportación que tiene esta historia de la masonería puertorriqueña es que se le da acceso a la población a una información que ayuda a entender de manera clara, sencilla y sin mucho rodeo qué es la masonería y cómo esta funcionó en Puerto Rico durante el periodo de 1746 a 1867.

El libro está dividido en diez apartados o capítulos. En el primero, que es la introducción, se busca que el lector pueda entender de dónde surge el mito o la leyenda que rodea a la masonería. A su vez, el lector podrá conocer los primeros pasos de esta institución desde su fundación a principios del siglo dieciocho. Otero González también explica las implicaciones de esta organización para los gobiernos monárquicos europeos y toma algunas páginas en dar detalles sobre la estructura y el organismo masónico, puntos poco comprendidos por los no masones.

En el segundo apartado se trabaja la llegada de la orden masónica a Puerto Rico y se presenta un análisis sobre la historiografía masónica en la Isla, divididos entre los siglos diecinueve y veinte. En el tercer apartado, el autor nos describe la masonería caribeña del siglo dieciocho. Este apartado está subdividido en la masonería en Haití (tanto la que fue de origen francés como la de origen estadounidense) y la masonería en otros lugares como Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico. También se da un espacio para explicar qué fueron las logias regimentales, específicamente las que llegaron a Puerto Rico y Cuba con las respectivas invasiones británicas a estas islas.

El cuarto capítulo habla sobre la masonería en Puerto Rico entre 1800 y 1819. Este apartado está subdividido en cinco temas que nos describen este periodo con detalles poco conocidos hasta el momento. Para ello utiliza los casos de Jacques Etienne Marconis (un enigmático masón francés), del príncipe ruso Pierre Dolgoroukow, de Nicolás Sansón Panel (otro masón francés), el regreso de Fernando VII al trono español y su efecto dentro de la masonería local y la relación masónica entre Francia, Haití y Mayagüez.

El quinto capítulo trabaja la masonería en el Puerto Rico del trienio liberal (1820 – 1823), un periodo de la historia de Puerto Rico que, de manera general, es poco conocido. En este apartado se presentan las siguientes figuras y su relación con la masonería: Demetrio O’Daly de la Puente, Antonio Valero de Bernabé, María de las Mercedes Barbudo, José Barbudo (hermano de María), el coronel Matías de Escuté y el Dr. José María Vargas. En este capítulo también se incluyen una serie de gobernadores españoles, algunos de ellos fuera del periodo cronológico del capítulo, pero de gran valor en esta discusión, ya que estuvieron relacionados con el movimiento masónico: Gonzalo Arostegui y Herrera, Miguel de la Torre, José de Navarro, Miguel López Baños, Santiago Méndez Vigo, Juan Prim y Prats y Rafael Echagüe.

En el sexto capítulo se presenta la influencia de la masonería estadounidense en Puerto Rico durante el periodo de 1820 a 1850. Se separan unos subapartados para hablar sobre el capítulo Minerva y la logia L’Hereux Reveil y se discute la figura de Sidney Mason. En el séptimo capítulo se trabaja la influencia de la masonería francesa entre 1821 a 1841, siendo Mayagüez el área de mayor interés. El octavo capítulo enfatiza en el periodo de 1863 a 1867 y la influencia de la masonería venezolana, dominicana y cubana en Puerto Rico.

Los últimos dos apartados son unas consideraciones finales del autor y la bibliografía de la obra, la cual, entendemos, nos puede brindar más luz para continuar estudios investigativos o referenciales sobre los temas aquí discutidos.


Sobre el autor de la obra, Luis Antonio Otero González, es director de la biblioteca de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico. Lleva más de veinte años como investigador de la masonería. Ha publicado sus trabajos en la revista Acacia y en la revista Lumen de la logia de investigación Bloise #113, ambas de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico. Ha publicado en el Scottish Rite Journal del Supremo Consejo del Grado 33 en Washington D.C., en la revista de investigaciones masónicas REHMLAC, en Costa Rica y en el 9no Syposium del Centro de Investigaciones de la Masonería en España. Catedrático Asociado en el Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y su doctorado es en Filosofía y Letras en Historia de las América y el Caribe.

Concluimos presentando la nota biográfica del autor:

Luis Antonio Otero González es director de la biblioteca de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico. Lleva más de veinte años como investigador de la masonería. Ha publicado sus trabajos en la revista Acacia y en la revista Lumen de la logia de investigación Bloise #113, ambas de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico. Ha publicado en el Scottish Rite Journal del Supremo Consejo del Grado 33 en Washington D.C., en la revista de investigaciones masónicas REHMLAC, en Costa Rica y en el 9no Syposium del Centro de Investigaciones de la Masonería en España. Catedrático Asociado en el Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Posee un Doctorado en Filosofía y Letras en Historia de las América y el Caribe.