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sábado, 14 de junio de 2025

Prefacio al poemario «Reminiscencias»

Prefacio al poemario «Reminiscencias»

Yamil Aponte Padilla

Enlace para comprar en Amazon
Este libro está dividido en cuatro partes y acopia una poesía que nace desde el 2008 hasta el 2024. Podría afirmarse que es una poética que explora múltiples manifestaciones y voces del amor. El hablante lírico cuestiona desde lo más profundo el amor sobre el ser y su mundo. Entre los poemas existe una inseparable continuidad y una estrecha relación. Es una poética que se repliega sobre sí misma. En ella, el amor siempre se transforma.

Deseo agradecer al Dr. Pablo L. Crespo Vargas por sus atenciones y su disponibilidad para la publicación de este texto, mi primer poemario. De igual manera, valoro el apoyo de mi familia y de ese círculo muy cerrado de amistades, gente verdadera y genuina.

Espero que puedan sentir desde lo más profundo cada palabra, cada verso y que el hablante lírico les toque el alma y recorra por todos sus sentidos. Que cada verso llegue hasta lo más profundo de la piel.

martes, 18 de diciembre de 2018

Prólogo a Discurso nacional del clero durante la revolución colombiana


Prólogo a Discurso nacional del clero durante la
revolución colombiana, 1810-1825
Pablo L. Crespo Vargas

Para adquirir por amazon
La historia, como muchas otras disciplinas del saber humano, presenta un análisis desarrollado a partir de unas inquietudes que surgen de los individuos que la estudian. Las mismas son el producto de la interacción social, cultural y, en algunos casos, económica que estas personas tuvieron a través de su evolución como sujetos. En el caso de los historiadores puertorriqueños, la inmensa mayoría de ellos evita temas fuera de lo que sería su entorno nacional. Las razones son diversas, aunque pudieran ser enumeradas, no serán discutidas en este prólogo. Lo importante en este momento es ver que una novel historiadora puertorriqueña, Brenda Lee Cintrón Torres, producto del Programa Graduado de Historia de la Universidad Interamericana de Puerto Rico[1], decidió dejar a un lado temas insulares para estudiar un problema histórico desarrollado al otro lado de nuestra orilla caribeña, en lo que hoy conocemos como Colombia. Sin embargo, debemos hacer hincapié de que el tema trabajado por la autora, aunque está fuera de nuestros límites geográficos, sí es pertinente para la comprensión histórica de Puerto Rico por las similitudes que se podrían encontrar en los hallazgos de esta investigación y el análisis de este tema en Puerto Rico.

Colombia, como entidad político territorial, en diversos momentos históricos perteneció o fue conocida por otros nombres como veremos más adelante. Primeramente, con la llegada de los castellanos, la zona fue bautizada como el Reino de Nueva Granada (o Nuevo Reino de Granada), administrativamente hablando desde 1570 fue establecida la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, la cual estuvo como ente principal de la política imperial española en el área hasta 1718. A partir de este último año se instituyó el Virreinato de Nueva Granada. El mismo fue abolido, como parte de las luchas de independencia, en el 1811, pasando la zona a constituirse en la Federación de las Provincias Unidas de Nueva Granada[2], las cuales sucumbieron ante la reconquista española en el periodo de 1815 a 1816. No es hasta 1819 que se establece la República de Colombia, la cual para diferenciarla de su constitución actual ha sido llamada la Gran Colombia.[3]

Dentro de este menjurje[4] político y territorial hubo una sociedad que vivió una serie de situaciones que son base de esta investigación. El tema central de la obra es el discurso presentado por los eclesiásticos católicos, tanto del lado liberal e independentista como del lado conservador y realista, durante el periodo de luchas por la independencia y años posteriores en esta zona (1810-1825).

Este periodo de estudio es muy significativo, ya que la región vivió en la incertidumbre mientras la sociedad decidía que rumbo seguir, a la vez que se buscaba justificar de una manera u otra la decisión a tomarse. Al igual que pasó en otras regiones, y aún pasa con los países con estatus colonial (aquí es que entra Puerto Rico), la decisión de separarse o continuar la relación de dependencia política con la metrópoli fue parte de unos procesos ideológicos (y económicos) que fomentaron continuos enfrentamientos y la presentación de puntos de vista divergentes que fueron utilizados por cada bando según su conveniencia.

La doctora Cintrón Torres presenta una excelente combinación de fuentes primarias y secundarias que demuestran un trabajo investigativo de gran calibre académico. Entre las fuentes primarias que utiliza están los epistolarios de los gobernadores y obispos, las diversas colecciones de catecismos, crónicas, memorias, manifiestos, dictámenes, manuales de instrucción, colecciones de oraciones religiosas, novenas, sermones, discursos eclesiásticos y periódicos; todos del periodo estudiado.

El análisis presentado nos lleva a visualizar una sociedad que culturalmente hablando mostraba un arraigo bien marcado sobre las creencias religiosas que, aunque sincretizadas, demostraban un apego solido hacia el catolicismo español, establecido desde los comienzos de la conquista y colonización. La profundidad con la que el pueblo mantenía su fe evitó que la llegada de corrientes ilustradas y liberales, las cuales en principio estaban en contra del poder eclesiástico, se desarrollara en una actitud que de manera general era anticlerical. No obstante, vemos que dentro de la propia Iglesia se dio una división ideológica entre los que apoyaban la soberanía del monarca español y los que buscaban la independencia de la metrópoli.

La autora nos presenta los diversos puntos de vista y cómo cada bando utilizando básicamente las mismas herramientas pedagógicas y doctrinales crearon el andamiaje necesario dentro del sistema eclesiástico para apoyar una serie de posturas. También se demuestra como los líderes políticos aprovecharon sus alianzas con el clero para adelantar sus agendas y utilizar al pueblo en su beneficio. La población en general mantenía en alta estima a sus líderes religiosos y las posturas que estos respaldaran terminaban siendo las que sus oidores seguían.

En el análisis que la doctora Cintrón Torres realiza trae un punto que muchas veces se obvia o no se menciona en la historiografía hispanoamericana referente a la independencia y es que la misma fue una guerra civil, donde los locales se dividieron en dos bandos tanto para la lucha independentista (los que apoyaban al rey y los que luchaban por la independencia) como para el periodo posterior (conservadores y liberales). Claro, la intervención de la metrópoli es palpable, pero el grueso de los involucrados provenía del ámbito local.

Este tipo de argumento también es trabajado en los más recientes estudios sobre la independencia de los Estados Unidos.[5] En ambos casos, se contradice la mitificación creada con el fin de unificar el país y de establecer un sentimiento nacional de que la lucha fue en contra de unos invasores, por lo cual todo el pueblo se unió. Esta idea nos lleva a creer que la guerra de independencia fue un conflicto entre dos grupos completamente diferentes, lo cual no necesariamente fue así.

En esta misma línea, la autora replica a otro mito, el que indica que los miembros de la Iglesia apoyaban tanto al lado realista, durante el periodo de lucha independentista, como al lado conservador, durante el periodo posterior. Debemos ver, y muy bien presentado en la obra, está la situación de que la Iglesia era un reflejo de la sociedad hispanoamericana y que en ella cohabitaban diversas clases o grupos que se diferenciaban por el bagaje social con el que llegaban a la institución. Al igual que ocurría en el pueblo, el individuo (en este caso el clérigo), con las herramientas pedagógicas que tuvo disponible tenía que decidir qué bando tomar. No obstante, no podemos dejar a un lado que la inmensa masa poblacional o llamado pueblo llano se caracterizaba de ser uno que seguía los principios promovidos por sus líderes religiosos. De hecho, en muchas ocasiones se luchaba sin saber el por qué.

La sensación de la crueldad de la guerra también es presentada por nuestra autora, quien está clara de que los atropellos fueron cometidos por ambos bandos, aunque dentro de cada grupo esto no se admitiera. Esto nos lleva a la retórica de presentar a un Dios que protege y apoya a los dos grupos, lo que la autora llama un “Dios que parece ser bipolar”, que es “conservador y aliado a la monarquía, por un lado, y buscador de la libertad de su pueblo contra un tirano que es como un nuevo faraón, por otro lado”. Como podemos apreciar: un mismo “Dios”, dos visiones distintas, algo muy común en la historia occidental. La autora indica que: “Ambos bandos creen que Dios está a su lado, aunque ninguno de los escritores citados explica como Dios puede defender a los guerreros de dos ejércitos que pelean el uno contra el otro” y dar la victoria a los dos a la misma vez. Aunque esto es una situación recurrente en la historia universal, no es un tema que se discuta con tanta regularidad, lo que demuestra un gran sentido de innovación historiográfica de la doctora Cintrón Torres.

Otro aspecto que la autora aprovecha para analizar es la poca sensibilidad que los clérigos demostraron para sus contrarios, siendo estos igual de cristianos que ellos. Este aspecto no nos debe sorprender ya que queda muy bien señalado cómo los miembros de la Iglesia utilizaban los mismos pasajes bíblicos para presentar situaciones y demostrar un discurso que en su fin se contradecía.

La obra está dividida en cuatro apartados. El primero analiza el papel de la Iglesia en Hispanoamérica y Colombia. El segundo trabaja el contexto histórico en el que se desarrolla el proceso de independencia. En él se analizan los efectos de la Ilustración, las Reformas Borbónicas, la insurrección de los comuneros y la de Túpac Amaru, la expulsión de los Jesuitas y la invasión napoleónica a territorio español. Cada uno de estos eventos tiene su repercusión en Hispanoamérica. El tercer apartado trabaja los diversos sermones utilizados para llevar el mensaje de cada uno de los grupos. Por último, se analizan los catecismos, la religiosidad popular, la pedagogía eclesiástica y el uso de la prensa como medios propagandísticos.

En el caso de Puerto Rico, la obra de la doctora Cintrón Torres nos brinda la oportunidad de conocer una metodología que podría ser utilizada para el análisis histórico del pensamiento religioso y su relación con el estatus político de la Isla. La publicación de esta obra se une a otras donde se trabajan aspectos de la historia religiosa del Caribe y Puerto Rico, algo que consideramos muy positivo y que puede alentar a otros investigadores a continuar con los estudios de uno de los aspectos culturales de mayor influencia en la población: las creencias religiosas.

1 de noviembre de 2018




[1] Al momento de escribir el prólogo, el autor, Pablo L. Crespo Vargas, se desempeña como profesor adjunto del Programa Graduado de Historia de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. El mismo fue establecido en 2005 y se ha convertido en uno de los principales centros de estudios históricos en Puerto Rico.
[2] Se debe señalar que entre 1811 y 1813 existió el Estado Libre de Cundinamarca, cuyo centro de poder era la ciudad de Santa Fe. Esta república fue liderada por Antonio Nariño, quien creía en un sistema de gobierno centralizado contrario a las pretensiones de la Federación de las Provincias Unidas de establecer un sistema federalizado y parlamentario. Las disputas ideológicas entre ambas entidades políticas culminaron con una guerra que ocurrió entre finales de 1812 a principios de 1813. Teniendo ambas entidades la posibilidad de una reconquista realista, la cual sucedió eventualmente, se unieron para tratar de evitar que los españoles retomaran la zona.
[3] Se debe indicar que el termino Gran Colombia no fue utilizado en su tiempo. Esta diferenciación en el nombre puede deberse a los cambios geopolíticos que sufrió el país a partir de 1826. Se puede indicar que la República de Colombia establecida a finales del 1819 era la base del sueño de unión interamericano que había ideado Francisco Miranda a finales del siglo XVIII y principios del XIX y que luego fue retomada por Simón Bolívar. Contrario a lo que ellos esperaban, las luchas de poder y control entre los distintos grupos gobernantes locales, la falta de un sentimiento dirigido a crear un estado único en Hispanoamérica y los intereses extranjeros provocaron que esta unión nunca se materializara.   
[4] La palabra menjurje, que quiere decir una mezcla de varios ingredientes, es utilizada de manera diferente en al menos tres regiones. Por ejemplo, en España se utiliza mejunje, en el Cono Sur se utiliza menjunje y la que nosotros utilizamos en el Caribe y Centroamérica. Refiérase al Diccionario de la REA para cualquier duda.
[5] Uno de los principales exponentes de esta visión para Norteamérica es Alan Taylor, American Revolutions: A Continental History, 1750-1804 (New York: W.W. Norton & Company, 2017).


miércoles, 24 de octubre de 2018

Prólogo de Alcanza el Amor Pleno


PRÓLOGO DE ALCANZA EL AMOR PLENO
Por Pablo L. Crespo Vargas

Para adquirir en amazon
Alcanza el amor pleno y vivirás con intimidad, pasión y compromiso es una antología de cuentos, pensamientos y poesía dirigida a un público heterogéneo y dispuesto a buscar un mejor mundo donde vivir, pero comprendiendo que es necesario conocer las experiencias y vivencias de otros para poder desarrollar una visión que no acepte discrimen, hipocresías y desengaños.

Esta obra literaria es la primera publicación de Noel Colón González, un apasionado escritor que por circunstancias de la vida tuvo que postergar su primer libro hasta este momento. Desde muy joven, Noel demostró interés por la escritura al redactar libretos de novelas radiales, obras teatrales, poesías y cuentos, algunos de ellos presentados o llevados a escena en las escuelas donde estudió. Sin embargo, la vida le deparó otro camino, alejándolo de la redacción literaria, pero otorgándole un cúmulo de experiencia y sabiduría en los asuntos del día a día.

Noel, al igual que la mayoría de los escritores, internaliza las vivencias que otros tienen y las hace suyas para luego transcribirlas y que sean parte de un proceso de enseñanza dirigido a todos. Por eso, podemos decir que sus vivencias, al igual que las de otros, lo llevaron a madurar para comenzar a plasmar de manera escrita unas ideas y pensamientos ante las vicisitudes que cada ser humano pasa en esta existencia.

Su primer medio para presentarlas, en esta nueva etapa de su vida, fueron las redes sociales. Allí, llamaron la atención los temas relacionados con el amor, que nuestro autor desarrolló con la intención de crear alguna reacción en sus lectores. Estos fueron piedra angular para que Noel se decidiera a publicar su primera obra ya que lo exhortaron a que le diera vida propia a una colección de escritos que pudo haberse perdido en ese universo que llamamos el ciberespacio.

En Alcanza el amor pleno, Noel ya no solo quiere que sus lectores reacciones a sus pensamientos, sino que busca que estos repiensen las pautas sociales y culturales a las que hemos sido sometidos y de las cuales, en ocasiones, somos esclavos. La base de todos sus temas es el amor.

El amor es un concepto que se puede definir en una variedad inmensa de formas, dependiendo de nuestro trasfondo cultural, social e ideológico y de los puntos de vista que desarrollamos y modificado según las experiencias que tenemos. En todo caso, el amor es un tema enigmático del cual todos hablamos, creemos conocer, pero del cual nadie puede establecer una definición que sea universal. Los diversos escritos de Noel lo demuestran. Allí se presenta una diversidad de situaciones que van desde decepciones a logros, que nos describen el amor, tanto en el plano espiritual como en el físico, que nos lleva al empoderamiento y al desarrollo de ideas positivas y constructivas. En cada una de estas situaciones, el amor es visto como una fuerza que mueve el universo y que es necesaria para nuestra subsistencia.

Una de las narrativas que más nos inquietó fue “Laura se enamoró de Stephanie” ya que nos presenta cómo se desarrolla un amor pleno entre dos chicas en una sociedad hipócrita que no deja espacio a los individuos para poderse manifestar en lo que ellos consideran es el amor y que solo busca establecer unos patrones que no pueden ser violentados, aunque estos, en muchas ocasiones, crean situaciones negativas que son minimizadas sin importar el sufrimiento que deje en las personas afectadas. De este cuento, quisiera reseñar la siguiente cita: “Hay guerras por todo el planeta porque nos hemos olvidado de AMAR”. La misma es precedida por una cita de Platón que dice: “Donde reina el amor sobran las leyes”. Ambas nos llevan a lo que podemos suponer es el objetivo del amor: el establecimiento de una sociedad donde no hay necesidad de conflictos, dolores y sufrimientos ya que esta fuerza impera, tanto a nivel colectivo como en todos los individuos, y nos lleva a buscar la felicidad, personal y grupal, sin tener que sacrificar a algunos u a otros.

En el cuento “¿Amores eternos?” se busca una explicación a la pregunta. La contestación surge de una conversación singular entre una abuela y su nieta. La primera presenta sus argumentos de manera analógica y culmina indicando que: “…en esto de los asuntos de amar, los amores eternos también son una fantasía y no existen”. Aunque su conclusión choca con los resultados de otras de las narraciones o poemas, se debe indicar que una de las constantes reseñadas por nuestro autor es que el amor se manifiesta de mil maneras y que la situación de cada individuo es particular a sus intereses y a los factores externos a los que se enfrenta. A esto, se suma que el amor hay que saberlo madurar y trabajar para evitar que desaparezca.

Por otro lado, debemos indicar que Noel, aunque no presenta una fórmula precisa para mantener vivo el amor pleno, si estereotipa la teoría del psicólogo estadounidense Robert Jeffrey Sternberg, conocida como la teoría triangular del amor. En ella se indica la existencia de tres componentes esenciales que caracterizan el amor: la intimidad, la pasión, y el compromiso, todas explicadas en el cuento “Amor Pleno”.

De esta misma narrativa quisiera citar unas líneas que expresan una gran sabiduría en un mundo donde se ven las complejidades como lo máximo que debemos alcanzar, contrario a esta idea el autor indica: “… al pasar los años nos damos cuenta de que los momentos simples de la vida son los más que se disfrutan”. Argumento que solo comprenderemos con el pasar del tiempo y sabiendo que esta vida es tan difícil como así lo deseemos.

Al lector le aconsejamos que cuando se moleste o no encaje en los argumentos redactados por Noel, sepa que los mismos están para llevarlo a que reevalúe su manera de pensar y busque de manera razonada el porqué de su molestia y, a la vez, pueda ponerse en los zapatos de las personas afectadas, teniendo la oportunidad de pensar y analizar si hubiera actuado o no de esa forma.

Sin lugar a duda, la obra de Noel Colón González es una que nos lleva a repensar qué es el amor y cómo nos afecta. La diversidad de situaciones presentadas nos dará una idea sobre un tema donde siempre hay tela de donde cortar, especialmente en una sociedad que aún de manera colectiva no ha podido definir lo que el amor significa para ellos.



jueves, 1 de febrero de 2018

Prólogo al libro La mujer dominicana en Puerto Rico

Prólogo al libro La mujer dominicana en Puerto Rico: Su integración al campo profesional (1961-1975).
Por Migdalia Núñez

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El libro de la Dra. Santa Pérez Nivar, La mujer dominicana en Puerto Rico: Su integración al campo profesional (1961-1975), aporta significativamente a la historiografía moderna, integrando aspectos sobre el impacto de la educación científica de la mujer que plantea Eugenio María de Hostos y las vivencias de las mujeres entrevistadas en su investigación. Hostos, quien creía en la importancia de la educación de las féminas, pensaba que la primera base de los fines contenidos era la educación científica de la mujer. Consideraba que educando a la mujer se adquiría la verdad y que la función de una mujer educada es difundir los principios eternos de la ciencia contenidos en la verdad. Estos principios de Hostos impactaron las vidas de las mujeres dominicanas. La investigación presenta a Salomé Ureña, quien, influenciada por Hostos, desarrolla cambios innovadores y trascendentales en la educación de la mujer quisqueyana.

Vemos en esta obra la realidad de muchas mujeres dominicanas. Entre ellas: las grandes luchas para educarse y profesionalizarse. La exposición de la autora muestra los aspectos más relevantes de la mujer profesional dominicana y sus aportaciones al país que las recibió. Las vivencias propias de la autora muestran el ejemplo de la realidad que vivieron y su deseo de superación y logros significativos en el país receptor.

Este libro describe las razones por las cuales emigraron las mujeres dominicanas a Puerto Rico. Presenta a las mujeres exiliadas que llegaron a Puerto Rico por la situación política que imperaba en su país. También describe otras razones de índole económico, social y cultural. Ya sea la causa, estas mujeres emigraron a Puerto Rico en las décadas que comprende el estudio y la gran mayoría finalizó estudios profesionales o técnicos, ejerciendo como parte de la fuerza laboral puertorriqueña.

Es por esto. que una de las aportaciones más valiosas de esta obra es el trabajo biográfico de mujeres destacadas en diversas funciones en Puerto Rico. El mismo resalta la diversidad de funciones que estas mujeres realizaron aportando de manera significativa a la vida social, cultural, política y económica de Puerto Rico. Sus luchas en la búsqueda de la igualdad en derechos, abrió oportunidades de desarrollo para las futuras generaciones de mujeres dominicanas en Puerto Rico. La obra muestra la diversidad en oficios y trabajos que desempeñaron, siempre buscando oportunidades para superarse.

Otra aportación valiosa son las entrevistas a mujeres dominicanas profesionales en Puerto Rico que se han destacado en diversos campos. A través de la tradición oral se pudo reconstruir parte de esta historia. Estas entrevistas ofrecen información valiosa que muestra el deseo de superación, el esfuerzo y la dedicación para ayudar a sus familias. Se muestra además su inmenso valor para desarrollarse dentro de una sociedad que limitaba su esfuerzo por superarse.

La obra hace una invitación a futuros historiadores para unir todos estos elementos presentados y realizar de ellos investigaciones que pueden traer nuevas aportaciones dando lugar a estudiar el legado de estas mujeres.

domingo, 13 de marzo de 2016

Prólogo de libro sobre Sociedad Amigos de Puerto Rico

Prólogo de la obra La Sociedad de Amigos del País de Puerto Rico: Su historia natural (2015), Lucas Mattei, Ph.D.

Autora del prólogo: 
Raquel Rosario Rivera, Ph.D. 
Académica de Número 
Academia Puertorriqueña de la Historia

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Las Sociedades Económicas de Amigos del País fueron un fiel reflejo del Reformismo Ilustrado en Europa. Con la primera Sociedad creada en Suiza, la Societé des Sciences Utiles de Zurich, en 1747, seguida por la de Brest, Francia, con el nombre de Societé d’Agriculture, Arts Commerce de Bretagne en 1757, la Societé d’ Agriculture, de París, en 1761; y por la Society of Dublin en Irlanda y la Societé de Berne, Suiza, fundadas ambas en 1762, se comenzó a desarrollar un cambio en la forma de pensar, actuar y buscar soluciones a los problemas más apremiantes del momento. Estas primeras Sociedades, dieron un impulso a la creación de otras en distintas ciudades europeas y americanas, muchas de las cuales aún perduran.

La difusión de las Sociedades Económicas de Amigos del País en España se dio a partir del último cuarto del siglo XVIII, con el impulso que diera el Primer Ministro de Hacienda, Pedro Rodríguez y Pérez, Conde de Campomanes, en época de Carlos III. La Sociedad Económica Bascongada, creada en 1774 fue la primera y tuvo como fin impulsar conocimientos útiles y el desarrollo económico de la provincia. A partir de su establecimiento se empezaron a promover la creación de otras en toda la Península.

Con éstas Sociedades los Ilustrados pretendían desarrollar y difundir la industria, el comercio, la agricultura, la ciencia y la cultura en todos los ciudadanos. Fue así que se creó la segunda Sociedad en el Escorial, de manos de la Corona, con la firma de una Cédula del 9 de noviembre de 1775, por el Rey Carlos III cuyo nombre fue Real Sociedad Económica Matritense.

Lo efectivo, práctico y positivo en la creación de estas Corporaciones tuvo su manifiesto en los territorios Ultramarinos llegando a fundarse Sociedades en Santiago y La Habana en Cuba; Nueva España, Mompox en Colombia, Lima, Quito y Guatemala, entre otras.

Este preámbulo nos sirve para resaltar el maravilloso trabajo que presenta el Dr. Lucas Mattei Rodríguez, sobre la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico.

Nunca antes se había realizado un estudio tan minucioso que reflejara todos los intentos de crear una Sociedad Económica en la isla de Puerto Rico, su desarrollo, su funcionamiento y promociones económicas y culturales.

El Dr. Mattei escudriña sus orígenes auscultando su desarrollo embriónico y las personalidades envueltas en ese proceso entre ellas la figura del ilustre obispo Juan Bautista Zengotita. Ante la situación que estaba padeciendo España y las constantes guerras napoleónicas, que estaban afectando el mundo caribeño, no podía ser menos el intento de crear elementos propulsores de una economía que pudiera dar sostén a la Isla, ante la pérdida de los ingresos del Situado Mejicano. Nos demuestra Mattei, las propuestas realizadas por nuestro primer Diputado a Cortes, Ramón Power y Giralt, en promover un progreso económico para la Isla. Presenta el arribo de la figura más trascendental en la Historia Económica de Puerto Rico de las primeras décadas del siglo XIX, el intendente Alejandro Ramírez y Blanco, promovido por el propio Power al reconocer sus extraordinarias cualidades como economista.

En este trabajo el Dr. Mattei Rodríguez examina cada acción realizada por Ramírez, vista a través de las Actas de la Sociedad Económica durante el periodo de su incumbencia como primer Intendente de la Isla desde febrero de 1813 hasta mayo de 1816.

Mattei explica sabiamente, como la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico, comenzó a formarse por las clases privilegiadas de la Capital que, al estar inmersas en las nuevas ideas de la Ilustración, tenían interés en desarrollar nuevos métodos de cultivos, establecer nuevas industrias y sobretodo promover la educación en todos los niveles.

Una aportación significativa de este trabajo es la Relación de Socios que presenta el Dr. Mattei como parte de sus Apéndices donde demuestra un amplio espectro social, de los que forjaron la mentalidad puertorriqueña de aquel momento. Esta Corporación no sólo la formaron los socios de la Capital, sino que provenían de los cuatro puntos cardinales de la Isla, lo que permitió mayor convergencia y participación de personas con mentalidades e ideas diversas. Describe el autor datos importantes de los Socios como el año de incorporación, lugar de residencia y oficio. Resalta la presencia de Funcionarios de Gobierno, Empleados de la Administración, Militares, Vice Cónsules y Juristas. Destaca la participación del Cabildo Eclesiástico, el Clero y las Órdenes Religiosas. Hace evidente la presencia de una burguesía que centraba su vida en el comercio y el desarrollo económico de la Capital, de los pueblos limítrofes e incluso de los más lejanos de la Isla. Pero también muestra como se tenía en cuenta a las clases trabajadoras como los campesinos y artesanos.

Para los Ilustrados la educación era un pilar fundamental e indispensable en la creación de una estructura que elevaría el nivel de vida material y moral de la población. Fue esto lo que marcó, en gran medida, la trayectoria de la Sociedad Económica con proyectos encaminados a establecer Escuelas, Academias y Cátedras.

Cita Mattei en su trabajo, unas expresiones del Dr. José María Vargas, dentista de profesión y educador por excelencia, quien luego de residir por varios años en la Isla, fue además Presidente de Venezuela. Expone Vargas que:

…el motor fundamental de toda sociedad es la educación... la escuela debe ser el lugar donde el niño ha de adquirir el acertado desarrollo de su razón, la dirección de sus costumbres, el amor a la ocupación, el justo aprecio de lo sólido y útil, el desdén del falso brillo, del ruinoso lujo y de las preocupaciones insensatas, la dulzura de su carácter, y las demás virtudes, que han de ser algún día la felicidad y el ornato de su patria.

Estas expresiones de Vargas, son el mejor reflejo del más importante rol que asumió la Sociedad Económica de Amigos del País en Puerto Rico.

El otro campo de actuación de la Sociedad Económica de Amigos del País fue el fomento de la economía, con mayor énfasis en la agricultura. Una nueva población estaba llegando a la Isla impulsada por los efectos de las revoluciones hispanoamericanas, que la Corona promovía se quedasen trayendo capitales para el fomento de la misma. Más fuerza tuvo dicho interés al promover la llegada de personas mediante los atractivos que tuvo la Real Cédula de Gracias de 1815. Estas medidas fueron muy bien utilizadas por la Sociedad Económica que buscó aprovechar las circunstancias para adelantar el progreso de la Isla.

La promoción de conocimientos agronómicos, la redacción de Memorias, la implantación de mejoras técnicas y el impulso en la utilización de nuevas máquinas que ayudarían al florecimiento agrícola fueron parte de las iniciativas de la Corporación. Esto sumado al fomento de nuevos cultivos, la distribución de semillas y la educación agrícola a través de Cartillas Rústicas. El autor nos explica las distintas acciones promovidas por la Corporación aún en momentos de estrechez económica.

Hace referencia a cómo se entremezclan los fines de la Sociedad Económica con los del campo político. Se puede apreciar lo efectivas que fueron las medidas tomadas por la Sociedad en los periodos Constitucionales, por las libertades que permeaban en esos momentos.

Fue la Sociedad Económica de Amigos del País un ente clarificador, promotor de nuevas ideas e industrias y creador de Escuelas y Cátedras. Propulsor de medios informativos como Periódicos, Cartillas y Memorias y lo más importante, una entidad transformadora y forjadora de mentalidades con el objetivo de crear un mejor país con la esperanza de un mejor futuro.


viernes, 7 de agosto de 2015

Prólogo a la obra "El Demonismo en el Caribe hispano"

Prólogo a la obra El Demonismo en el Caribe hispano: 
Primera mitad del siglo XVII

Por: Dr. Ángel L. Vélez Oyola[1]

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En la ardua tarea de escribir un prólogo se magnifican la responsabilidad no tan sólo de un análisis preciso y serio, sino, además un juicio valorativo de una investigación que un colega ha llevado a su feliz ejecución. En ocasiones, ese compromiso del prologista se convierte en una defensa casi apologética y sin razón de una obra que sólo puede tener un valor para aquel que ha pasado tiempo configurando y analizando cada página de su obra. En esta investigación, del ahora doctor Pablo L. Crespo Vargas, esta defensa no tiene razón de ser. Nuestro autor ha demostrado ya con gran dedicación y técnicas en el campo de la Historiografía y la Historia de América, lo que realmente es, un trabajo serio, en uno de los campos, menos estudiado por los americanistas, la Historia del Fenómeno Religioso en La América Colonial. Esto tiene su explicación, primero por el grado de complejidad que conlleva el análisis de los documentos eclesiásticos y civiles de la época con un idioma que requiere el uso de la paleografía, el cual siempre es un elemento poco ventajoso para el investigador no experto, y la ubicación física de documentos primarios los cuales en su mayoría no se encuentran en nuestro continente. Todos son factores determinantes a la hora de escoger un tema tan complicado como el que se nos presenta en esta obra. Sin embargo, todos estos elementos han sido superados por nuestro autor en su obra anterior titulada “La Inquisición Española y Las Supersticiones en el Caribe Hispano a principios del Siglo XVII”, el cual alcanzó el Primer Premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña en Ensayo Crítico e Investigativo publicado en 2011.

El doctor Crespo Vargas ha escogido el tema de los procesos de la Inquisición como su objetivo de estudios e investigaciones y en dichos procesos sin duda alguna se ha realizado una intensa labor recopilando datos que en algún momento los han trabajado historiadores de la talla de los doctores Paulino Castañeda, Pedro Borges, Joseph Ignasi, Elisa Luque y Jesús Hernández Palomo. Sin duda alguna, nuestro autor con esta investigación y texto ciertamente nos brinda una de las piezas claves para el futuro entendimiento de las Relaciones Iglesia-Estado en las Colonias Americanas en su vinculación con el proceso de la Inquisición Española.

Es claro el hecho de su dominio con el tema expuesto, pues se manifiestan en los documentos primarios y recursos bibliográficos que analiza, pondera y evalúa. El autor, al menos ha superado, los posibles problemas metodológicos que suelen presentarse en un tema tan grave como el que se nos presenta. Uno de estos sería la abundancia del material disponible con relación al periodo de estudio; el cual se superaron con gran tenacidad al poder obtener algunos datos, los cuales son separados solo para entidades y fundaciones altamente especializadas; otro es el análisis sin prejuicio cuidadosamente expuesto y el vigor y la creatividad que todo investigador serio debe presentar en sus conclusiones.

Al enfocar los temas en torno al “imaginario del demonio en los procesos de la inquisición”, el autor ha tenido entre sí algunas verdades que pasarían inadvertidas en otras geografías. Lo específico y especializado del tema justifica, en nuestra opinión la atención que el doctor Crespo Vargas ha dedicado a un problema histórico de mediados del Siglo XVII. El análisis de cada proceso inquisitorial pone de manifiesto claramente las destrezas del investigador como historiador.

Hasta este momento no hemos tenido acceso a muchos textos que ofrezcan mayor cantidad de datos o hayan trabajado con mayor rigor el número de fuentes en torno a los demonios que están presentes en la obra del doctor Crespo Vargas. En verdad, este podría ser uno de los primeros estudios académicos en el Caribe, con un tema histórico, social y religioso con propósitos puramente intelectuales.

Este prólogo se escribe en momentos en que la fragilidad humana continua discriminando a todos aquellos que no creen como la mayoría. Tal parece que los procesos inquisitorios no han concluido en pleno siglo XXI, los grandes cambios en el planeta que ejemplifican el seguimiento de lo que debe ser, el llamado a la comprensión y la tolerancia. Mucho de lo que puede describirse sobre el periodo que cubre la Inquisición Española del Siglo XVII es similar a nuestros días.

La riqueza y extraordinarios datos que se revelan de esta investigación realizada por el doctor Pablo L. Crespo Vargas desde una perspectiva y análisis académico que permiten una reflexión con mayor sobriedad, nos permite concluir que es una verdadera contribución al estudio de lo que con mucho acierto se ha de titular El demonismo en el Caribe Hispano: Primera mitad del siglo XVII.






[1] Director de la Escuela de Teología de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano.

lunes, 2 de febrero de 2015

Prólogo libro sobre María Martínez de Pérez Almiroty: Primera Senadora Puertorriqueña

Autor: José A. Calderón Rivera, Ph. D.

Prólogo del libro de Sara R. Bonilla Del Río: María Martínez de Pérez Almiroty: Los primeros pasos de la mujer en el Senado


El 19 de octubre de 1938 el periódico New York Times publicó una notica destacando la elección de María Martínez de Pérez Almiroty como la primera mujer en presidir uno de los principales partidos políticos, tanto en Puerto Rico como en Hispanoamérica. Esa noticia representó realmente uno de los muchos éxitos alcanzados por esta líder puertorriqueña que, a pesar de sus muchos logros, ha pasado casi desapercibida en los anales de nuestra historia.

María Martínez de Pérez Almiroty incursionó en muchas de las esferas políticas y sociales del país donde logró destacarse como líder y luchadora a favor de las causas de los sectores marginados por la tradición sostenida por el poder masculino. Logró romper con muchos de los paradigmas que tradicionalmente han dictado y reglamentado la participación de la mujer en nuestra sociedad. Su incansable tesón y disposición a enfrentarse al liderato de las instituciones políticas en las que tomó participación le permitieron reclamar espacios de liderato y protagonismo en la atmósfera política y social dominada por los hombres.

El libro María Martínez de Pérez Almiroty de la doctora Sara R. Bonilla del Río que aquí presentamos tiene el propósito de rescatar, de la frágil memoria histórica nuestra, la figura de una mujer que incomprensiblemente se ha mantenido confinada prácticamente al anonimato. Hace justicia la doctora Bonilla a una figura de importancia en nuestra historia, merecedora de ocupar un espacio de interés en el análisis del desarrollo de la sociedad y de las instituciones políticas del país.  Sus logros, a pesar de haber sido trascendentales, han tenido que esperar a la publicación de este libro para ser difundidos a las generaciones  fuera del alcance de la experiencia de vida de esta líder puertorriqueña.

Bonilla destaca en este libro diferentes facetas de María Martínez  de Pérez Almiroty.  Discute su labor filantrópica, sus esfuerzos como líder feminista y su desempeño como legisladora municipal de Río Piedras, junto a las diferentes posiciones que ocupó en los organismos políticos a los que perteneció. Principal importancia destaca la autora al logro de llegar a ser la primera mujer senadora en Puerto Rico y a su elección como primera mujer en presidir un partido político (Partido Liberal) de gran importancia en nuestro país. Estos aspectos de la vida de esta gran líder son presentados con datos corroborados con diferentes artículos periodísticos y documentos oficiales, característica importante en el trabajo de naturaleza histórica. Este es un trabajo cuidadosamente documentado y escrito con el propósito de rescatar la imagen de una figura que merecía ser rescatada.

La historia tiene la virtud de devolvernos al pasado. Tiene la posibilidad de ayudarnos a reconstruir aspectos de nuestra vida como pueblo que el tiempo ha lacerado o ignorado en perjuicio de muchos de sus protagonistas. Este libro cumple con este propósito, es un llamado a rescatar a una mujer del olvido al que ha sido condenada. Representa un esfuerzo por devolver nuestra memoria histórica al encuentro con una mujer que nunca debió haber sido ignorada. Ese esfuerzo, entendemos quedará grabado en los lectores de este libro.

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* José A. Calderón Rivera posee una maestría en Estudios Americanos de la State University of New York en Buffalo, y un doctorado en Historia del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y del Caribe en San Juan. Es profesor de la Universidad del Turabo en Caguas, de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao y del Programa Graduado de Historia de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano. Ha realizado varias publicaciones en torno a sus temas de investigación tales como: la historia cultural, la historia y la literatura, la teoría de la historia y los estudios culturales. Ha participado en diferentes foros sobre sus temas de investigación en Puerto Rico, Estados Unidos y España. 

domingo, 11 de enero de 2015

Prólogo: Martí en Federico García Godoy

Autor: Pablo L. Crespo Vargas

Prólogo escrito para el libro: Martí en Federico García Godoy: Aportes a la última guerra de independencia cubana de Jesús Méndez Jiminián, Editorial Akelarre, 2014, 73 páginas.  Para adquirir por amazon

José Martí es la figura más emblemática de la historiografía cubana, y una de las principales tres en el ámbito antillano.[1]  No solamente es recordado por su incansable lucha en contra del régimen opresor colonial, lo que lo llevó a la creación del Partido Revolucionario Cubano y la unificación de los principales comandantes y dirigentes de la guerra de 1868, entre ellos a Antonio Maceo y a Máximo Gómez, para lo que luego sería la Guerra del 95.

No obstante, José Martí fue mucho más que el ser político, que motivaba a los cubanos a luchar por su libertad, también fue un prolífero escritor. Su obra, enmarcada en el más profundo sentido analítico, es muestra de su ideario, el cual nos presenta, la verdadera cualidad de este ser, un gran pensador y filósofo. Lo complementaba con una excelentísima oratoria

José Martí era universal, un modernista que desde muy joven escribía; para su lamento, su deseo de ver una Cuba libre, que lo llevó a vivir en el exilio, aunque esto no lo desalentó en su afán por promover la independencia de su patria.

Otro exiliado fue don Federico García Godoy, cuya familia en 1870 llega a la ciudad de Santo Domingo procedente de Santiago de Cuba, de allí pasan a Puerto Plata. Federico, que llega como un adolescente a suelo dominicano, comienza a desarrollarse como escritor y humanista, con un ideario que lo llevó a promover el conocimiento en distintos ámbitos del saber. Llega a vivir en Santiago de los Caballeros y luego se radica oficialmente en La Vega.

Es allí donde José Martí y Federico García Godoy se encuentran. Para Martí, García Godoy era un intelectual cubano que debía conocer, aparte de tenerlo como parte de su grupo de apoyo en el exilio. Ambos seres, en su medida, eran luchadores cubanos que amaban a su patria.

El análisis que el profesor Jesús Méndez Jiminián nos presenta sobre estos dos personajes, cuyas vidas pueden ser vistas como paralelas, nos lleva a profundizar en la importancia de la conexión antillana, a la que ambos individuos respondías, y a la cual, otros héroes históricos de la región como Juan Pablo Duarte y Eugenio María de Hostos, fueron partícipes.





[1] Las tres grandes figuras históricas de las Antillas Mayores fueron José Martí por Cuba, Juan Pablo Duarte por la República Dominicana y Eugenio María de Hostos por Puerto Rico.

viernes, 27 de junio de 2014

Prólogo de "Al ritmo de jazz" (2012)

Autor: Pablo L. Crespo Vargas
Prólogo del poemario: Al ritmo de Jazz de Isidro A. Vargas Martínez
Publicado en Juana Díaz, editorial Antillas, 2012

A modo de prólogo

A Ritmo de Jazz es la séptima creación literaria del autor, Isidro A. Vargas Martínez, lajeño y ponceño por adopción; quién es pintor aficionado y trabajó como catedrático de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ponce, en las áreas de economía, empresas y mercadeo; pero sobre todo es amante de la vida, la poesía y como ha de esperarse del Jazz tropical.

La obra fue revisada por el Dr. José Víctor Madera, profesor adscrito al Departamento de Español en la referida institución universitaria.

Entre las características que podemos apreciar del autor y que están impregnadas en su poemario está su creencia en Dios, la existencia del ser humano como ente armonioso de la creación, la importancia de la mujer, la naturaleza y el amor por su Patria.

El Jazz como estilo musical es representativo de nuestra herencia caribeña, la cual entremezcla diversidad de grupos étnicos que a su vez integran variedad de ritmos musicales que ayudan a crear notas melodiosas de gran gusto y que están a la altura de los poemas presentados en esta obra.

Sin embargo, el Jazz que nuestro autor nos presenta representa mucho más. El canto y el ritmo son sinónimos de cultura, de universalidad y de armonía no solo entre los instrumentos que se encargas de producirla, sino que son representativos del amor que debe existir en nuestra sociedad y que el autor busca promover para encanto de nuestro Creador.

Palabras como paz, amor, esperanza, fe, belleza nos llegan a nuestras mentes, algunas pronunciadas en estos cantos poéticos, otras motivadas por su interpretación; que nos transportan a conocer el gran valor que este ser humano tiene por la belleza espiritual y natural de nuestro mundo.

Para él, la sociedad es esencial, pero dentro de ella la naturaleza tiene su espacio, no solo por la belleza que de esta emana, sino por su importancia para mantener la avenencia de un ambiente lleno de amor.

La mujer, como ser representativo de la creación, también es de gran importancia. No solo por ser madre, sino por constituir los más esmerados rasgos del Todo Poderoso.

La Patria es otro tema evocado. Presentado desde una perspectiva única del que ha trascendido a la búsqueda de una filosofía universal; ya que nuestro autor se enorgullece de mostrarse desde su ser, un yo muy íntimo, que demuestra sus orígenes en un lugar llamado Ancones, que es parte de un pueblo que lo vio crecer: Lajas, y que luego fue adoptado por otro muy particular, Ponce; todos enmarcados en una Isla Antillana: Puerto Rico. Pero no se detiene allí, sino que su Patria cruza fronteras y abarca a toda la cuenca Caribeña y a esa comunidad Latinoamericana que al igual que el Jazz es sinónimo de ritmo y calor humano.