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miércoles, 9 de enero de 2019

Ebenecer López Ruyol: Integrando el obrerismo y la lucha contra el racismo para forjar la reafirmación de la identidad afropuertorriqueña


Ebenecer López Ruyol: Integrando el obrerismo y la lucha contra el racismo para forjar la reafirmación de la identidad afropuertorriqueña
Félix M. Cruz Jusino

Para adquirir por amazon
Introducción
Ebenecer López Ruyol es uno de los pocos historiadores que entrelaza la historiografía del movimiento obrero con la lucha por la equidad racial, el sentido identitario y el fortalecimiento de la identidad afropuertorriqueña. Además, identifica las raíces afronegristas de la cultura nacional como vía para reintegrar a Puerto Rico en el contexto regional caribeño, nexo que fue cercenado por los Estados Unidos en el siglo XX.[1]

La historiografía de López Ruyol no es muy conocida. Esto se debe principalmente a que la figura del historiador está más asociada a las luchas obreras y a la defensa de la igualdad racial. Empero, el momento histórico por el cuál atraviesa el país, marcado por el rechazo al sindicalismo y por políticas federales que incrementan el discrimen racial, hacen necesario evaluar sus trabajos y rescatar sus contribuciones en las áreas laborales y de los derechos civiles.

Cabe destacar que las luchas obreras, las aportaciones de los afrodescendientes al obrerismo, el discrimen y la búsqueda de la igualdad racial y la microhistoria de los afroboricuas son temas poco abordados por la historiografía puertorriqueña. La mayoría de los tratados sobre estas temáticas han sido producidos por líderes obreros y sociólogos. Sin embargo, según nos adentramos en el siglo XXI se hace prioritario investigar, evaluar y analizar estos tópicos debido a la importancia trascendental que han tenido en la formación de la sociedad puertorriqueña en el siglo pasado.

La definición de la sociedad actual está marcada por un resurgimiento de la búsqueda identitaria en las raíces afrocaribeñas y el rechazo a los movimientos obreros. Las escuelas de bomba proliferan en los municipios, los ritmos de reguetón que se fundamentan en la sensualidad de los bailes negros, la representación de la negritud en las artes, la interpretación de lo negro como antítesis de la represión imperialista, el resurgimiento de modas asociadas a la negritud, el renacer de las luchas antidiscriminatorias y la inserción de Puerto Rico dentro de la historia y la cultura caribeña son algunos de los elementos que indican la importancia de la negritud para las generaciones actuales. Los últimos dos años también hemos visto el desgaste del sindicalismo que es atacado aún por los propios asalariados que se han beneficiado de las luchas obreras. El pueblo le ha dado la espalda a las uniones, criminalizando a sus líderes y culpándolos de los males socioeconómicos y políticos. Para entender el presente es imperativo evaluar los procesos históricos que nos han llevado a esta coyuntura histórica.

Los historiadores tradicionales han enajenado estos temas concentrándose en otros, no menos importantes, pero cuya relevancia en el proceso actual no son significativos. El presente se gesta en el pasado y la historia es su interpretación. Los movimientos obreros y raciales nos definieron y marcaron en el siglo pasado, pero su asociación con la izquierda y el materialismo histórico los han convertido en temas escabrosos que muchos evitan investigar. Cuando hacemos un análisis de la historiografía de los temas nos encontramos que son líderes obreros como César Andreu Iglesias y más tarde, investigadores como, Gervasio L. García, Ángel G. Quintero Rivera, Igualdad Iglesias Pagán, Juan Rivera Rivera, Juan Ángel Silén los que trabajaron la formación y desarrollo del obrerismo en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Sociólogos y juristas como Isabelo Zenón Cruz, Marcos Rivera Ortiz, Mayra Vázquez Muñoz, Idsa Alegría Ortega y Luis M. Díaz Soler investigaron y escribieron sobre la temática racial.

El rescate de la microhistoria de los afroboricuas es un asunto que no se aborda profundamente hasta los congresos coordinados por el Concilio Puertorriqueño Contra el Racismo celebrados durante las últimas dos décadas del siglo pasado y las primeras dos décadas de la presente centuria. El tema laboral, aún está en vías de ser interpretado, así como el papel que han tenido los afrodescendientes en el sindicalismo.

Ebenecer López Ruyol, jurista, trabajador social e historiador, es una excepción a la norma establecida por el gremio de los historiadores que ven la historia contemporánea como conflictiva y evitan adentrarse en temas que consideran escabroso. El siglo XXI constituye un cambio en paradigmas trazados en el siglo pasado. La crisis identitaria, ético-moral, gubernamental y fiscal que atraviesa la sociedad no puede pasar desapercibido. Es en la evaluación histórica de los hechos donde encontramos respuestas y la motivación para lograr rescatar la Patria para los puertorriqueños. El trabajo de López Ruyol se plantea como una nueva visión de la historiografía puertorriqueña que trasciende el archivo y la catedra para integrarse a las comunidades en un dialogo abierto que permite analizar los procesos históricos para replantearse el presente y forjar una sociedad integrada y holística donde el bienestar de todos sea la meta.[2]

Biografía sucinta de Ebenecer López Ruyol
Ebenecer López Ruyol nació en Naguabo en 1945. La familia López Ruyol emigró al área metropolitana cuando Ebenecer contaba con dos años y se establecieron en la Barriada Las Monjas en Hato Rey. Inteligente y perspicaz, sus padres lo estimularon a estudiar. Cursó su educación en el sistema público. Obtuvo su diploma de cuarto año en 1964 cuando se graduó de la escuela superior Ramon Vilá Mayo en Río Piedras. Ese mismo año ingresó al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) graduándose en 1968 con una licenciatura en Ciencias Sociales con una concentración en Ciencias Políticas e Historia. Obtuvo una maestría en Trabajo Social en la misma institución en 1970.

Entre los años 1980 y 1983 estudió cursos libres sobre sindicalismo con el Congreso para la Unidad Sindical de los Trabajadores de América Latina en Chile, el Centro de Estudios Laborales George Meany, hoy Colegio Nacional Laboral en Springfield, Maryland y en la Escuela para los Trabajadores en Wisconsin. En 1981 ingresó a la escuela nocturna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico obteniendo su grado en derecho en 1985. Desde 1986 es abogado laboral y notario público.

En los 48 años que han transcurrido desde su graduación como Trabajador Social, López Ruyol trabajó como profesor en el Instituto de Relaciones Laborales Ernesto Ramos Antonini en el Recinto de Río Piedras en la Universidad de Puerto Rico, el Sistema Universitario Ana G. Méndez, el Recinto Metropolitano de la Universidad de Puerto Rico y la Escuela de Trabajo Social Beatriz Lasalle de la UPR. Además, desde que pasó la reválida de derecho en 1986 ha mantenido su práctica privada como abogado.

Desde sus años como estudiante, el abogado y profesor universitario, ha sido un defensor incansable de los derechos civiles y laborales. Este compromiso con la equidad y la justicia social lo llevó a ocupar diferentes posiciones en el sindicalismo puertorriqueño y a fundar el Concilio Puertorriqueño contra el Racismo en 1980. El abogado e historiador ha incursionado también en la política en los pueblos de Loíza y Carolina.

López Ruyol ha concentrado sus investigaciones en las áreas donde se ha desempeñado laboralmente. Los temas de sus investigaciones giran en torno al sindicalismo obrero, el discrimen racial, la reivindicación de los afrodescendientes en el contexto de la puertorriqueñidad, los peloteros afropuertorriqueños, la Orden de los Odfelos y las figuras cimeras de Arturo Alfonso Schomburg y Ernesto Ramos Antonini.

Las publicaciones de López Ruyol se pueden categorizar entre las que disertan sobre el sindicalismo como El ABC del movimiento obrero y “Ernesto Ramos Antonini y el origen del desarrollo e impacto de la Confederación General de Trabajadores en el Puerto Rico del 1940” y las que tocan el tema racial y la microhistoria negra, entre ellas El racismo nuestro de cada día, “Breve historia del Concilio Puertorriqueño contra el Racismo” y “En las huellas de Arturo Alfonso Schomburg: Revalorizando la imagen que la esclavitud destrozo”. El abogado, educador e historiador ha escrito profusamente sobre los temas que le apasionan, pero también ha formado parte activa del desarrollo histórico del obrerismo, las luchas raciales y la historia de la nación puertorriqueña por los últimos 40 años.

El estilo y la metodología historiográfica de López Ruyol
López Ruyol expone sus planteamientos con claridad. Inserta las citas en el texto y abunda en recursos bibliográficos. Utiliza fuentes primarias, secundarias y terciarias, pero hace énfasis en las secundarias pues muchos de las fuentes primarias en los temas asociados al obrerismo y al discrimen racial no han sido conservados. El vocabulario es culto, porque rechaza el supuesto aparente de que el trabajador es ignorante y torpe en la lectura.[3] Los trabajos del historiador tienen como meta infundir orgullo por el legado histórico a la vez que infunde inspiración en las luchas del presente y sembrar esperanza para el cercano futuro, que aunque incierto, está a nuestro alcance moldear.[4]

El historiador combina la narración de eventos corroborables y documentados con el análisis social de los problemas del momento. Hace relevantes las coyunturas que sirven de eje a cada “hecho trascendental”. Propone que lo expuesto es la historia de la experiencia humana, más allá del procerato. Explica la manifestación histórica y lo que representa esa manifestación en la infinita sucesión de eventos evidentes entrelazados con los no evidentes. López Ruyol cultiva lo que llama ciencia histórico-social, heredera tanto de la historia social como de la sociología de la historia. Este planteamiento asegura el historiador es una manifestación de la historia de inspiración por causa y compromisos ético-morales.[5]

Los temas que aborda López Ruyol están asociados al materialismo histórico.[6] El materialismo histórico constituye la base teórica y metodológica de la sociología y demás ciencias sociales. El filósofo Karl Marx formuló su pensamiento sobre el proceso histórico-natural del desarrollo de la sociedad, destacando la esfera económica de las diversas esferas de la vida social, y de todas las relaciones sociales, las relaciones de producción, como principales y determinantes entre las demás relaciones. Este principio descansa en el planteamiento de que toda sociedad humana se desarrollará acorde a la obtención de los medios de vida.

Los temas principales discutidos por López Ruyol, la lucha obrera, el discrimen racial y la reivindicación de los afrodescendientes, son conexos con la teoría de las clases, la descripción de las relaciones entre las mismas y la evolución de la clase obrera durante la era del capitalismo hasta llegar a la globalización, los trabajadores intelectuales y el resurgimiento de la lucha de clases en el siglo XXI.[7]

Sin embargo, López Ruyol se define a sí mismo como ecléctico y seguidor de la escuela de los anales.[8] El eclecticismo es percibido como la búsqueda permanente para unir ideas, formas, figuras de diferentes tipos para ser transformado en algo nuevo y único. Por lo tanto, es común hablar de eclecticismo como un estilo artístico en el que no hay una sola mirada, limitada simplemente a lo que el autor contribuye, pero hay una unión de muchos elementos, a veces disimiles entre sí que generan algún tipo de emoción o conmoción en el espectador y que deslumbran para transformarse en algo tan especial y único.[9]

Todos los trabajos del autor tocan de una forma u otra el tema del discrimen racial y el obrerismo. En El ABC del movimiento obrero analiza las condiciones opresivas y paupérrimas de los esclavos, pero le suma a estas la experiencia de los jornaleros. El sistema de la libreta de jornaleros era para todos los fines otra forma de esclavitud, afirma el historiador.[10] Enfatiza la importancia del Grito de Lares como movimiento nacional que buscaba la igualdad de todos los puertorriqueños, terminando tanto con el yugo legal de la esclavitud como el de la libreta.[11] La temática es analizada desde el punto de vista político en su ensayo “Ernesto Ramos Antonini y el origen, desarrollo e impacto de la Confederación General de Trabajadores en el Puerto Rico de 1940” donde describe la opresión de los obreros y las manipulaciones del gobierno del Partido Popular Democrático para destruir la Confederación General de Trabajadores (CGT) y alzarse como bastión del obrerismo y la igualdad racial en el país.[12] El discrimen racial y su relación con la opresión laboral está delineada en el libro El racismo nuestro de cada día donde el autor analiza le evolución de la esclavitud negra y sus implicaciones en el contexto histórico nacional.[13] El tópico es también tema de su ponencia “El precio de la libertad ó ¿El Movimiento Obrero en la encrucijada?”. En la conferencia López Ruyol hace un desglose de la evolución histórico-legal del obrerismo, la formación de los sindicatos y el derecho a huelga.[14] Pero, es en el ensayo “Breve Historia del Concilio Puertorriqueño contra el Racismo” donde integra la reivindicación racial como uno de los pilares de la lucha obrera puertorriqueña, destaca las estrategias implementadas para lograr los cometidos de la institución y destaca el papel importante que juega la educación en la erradicación de la disparidad socioeconómica.[15]

La temática en los trabajos de López Ruyol tiene su origen en sus 40 años como adiestrador y educador laboral y sus 30 años como líder sindical. El historiador destaca que su vida ha sido una sin claudicar al coqueteo de los grandes intereses económicos.[16] El investigador entiende que su legado lo constituye haberles mostrado a muchos jóvenes interesados en las relaciones obrero patronal que la grandeza no está en la riqueza, sino en la amistad desinteresada, la solidaridad con los muchos necesitados y en el cumplimiento de los dictados de la conciencia.[17]

La lucha por la reivindicación racial y la afirmación identitaria afroboricua es resultado de experiencias personales que tuvo desde muy temprano en su vida con las barreras racistas. Reconoce la aportación en su formación personal y profesional de educadores a los que categoriza como maestros de vida, entre ellos destaca a Eduardo Seda Bonilla e Isabelo Zenón Cruz que le impulsaron a reconocer el racismo y combatirlo como plaga contra la raza humana.[18]

Atesta el jurista e historiador que la concienciación le impartió fortaleza que compartió con otros en proyectos que probaron ser necesarios, como el Concilio Puertorriqueño Contra el Racismo, el documental sobre la vida de Alfonso Arturo Schomburg, los programas radiales “En blanco y negro”, el periódico en “Negro y en Blanco”, los foros en las escuelas públicas y privadas; los foros en las universidades, y otros proyectos afines.[19]

La Nueva Historia
López Ruyol se inserta dentro del movimiento historiográfico de la Nueva Historia que surge a principios de la década de los 1970. Desde su perspectiva la nueva escuela historiográfica impulsó la formación y redefinición de nuevos historiadores, o personas que reinterpretan para hacer visibles elementos no visibles, por intención o por omisión. Destaca como un logro del movimiento la explicación analítica que este hace del devenir social con relación a un eje temático específico sin ánimo de revisar para construir una nueva historia oficial.[20]

Trabajo más significativo
El racismo nuestro de cada día es el trabajo que López Ruyol cataloga como el más significativo. El libro es una obra breve, dividida en capítulos cortos, intensos y coloquiales. El libro es una investigación histórico-social sobre el origen del racismo que pretende potenciar el desarrollo de aquellas personas en pos de definir su ser cultural y afirmar su identidad.[21]

Empero, es El ABC del movimiento obrero la publicación que describe como su trabajo más querido. En esta obra López Ruyol plasma el fruto de sus vivencias, aciertos, desaciertos, junto al aprendizaje logrado sobre la juridicidad del laborismo que le es pertinente. El autor visitó archivos, leyó libros y condujo entrevistas que le permitieron interpretar el obrerismo más allá del sindicalismo. Estableció una relación íntima entre la concienciación del obrerismo con la lucha por la justicia social y la erradicación del discrimen racial. Profundizó en figuras cimeras del movimiento obrero que han sido postergadas por la historiografía oficial como lo son Ernesto Ramos Antonini, Francisco Colón Gordiani y Ramón Barreto Pérez.[22]

Conclusión
La historiografía de Ebenecer López Ruyol recoge temas que han sido subestimados por el oficialismo histórico que se ha concentrado en temas asociados al gobierno, la economía nacional y la historia de la capital. Los trabajos de López Ruyol emplean la historia como instrumento de reafirmación identitaria y para fortalecer la autoestima de los marginados por prejuicios socioeconómicos. El historiador fomenta la importancia del movimiento obrero, la lucha por los derechos civiles y la erradicación de los prejuicios raciales como elementos necesarios para la aglutinación de las comunidades puertorriqueñas para constituir una sociedad más igualitaria.

El siglo XXI exige una revisión de estos temas para clarificar el derrotero que nos han llevado a la presente coyuntura histórica representada por la quiebra gubernamental y el incremento de los males sociales, especialmente una creciente ola delictiva y la corrupción gubernamental. La sociedad puertorriqueña está sumamente dividida por acondicionamientos socioeconómicos fomentados por el neoliberalismo. Estas políticas han generado un desprecio hacia los sindicatos obreros y avivado el discrimen racial que estuvo controlado por políticas federales que fueron incapaces de subsanar la problemática. Empero esto ocurre, en las comunidades marginadas existe un resurgimiento de la negritud como símbolo identitario de la puertorriqueñidad y elemento conector con la cultura regional afrocaribeña. Como todo movimiento que surge en el pueblo, lentamente ha ido ascendiendo hasta impactar las clases más afluentes y educadas.

Los temas investigados por López Ruyol están hoy más vigentes que en la segunda mitad del siglo pasado debido a las situaciones sociopolítico-económicas por las que atraviesa Puerto Rico en su relación con la metrópoli. El análisis histórico de estas temáticas empoderará a la nación puertorriqueña para desarrollar e implementar medidas que fomenten la reevaluación del país en medio del divisionismo que nos asfixia. No podemos permitir que la manipulación de los grandes intereses económicos destruya los frentes que tradicionalmente han defendido los intereses del pueblo redundando en beneficios de todos.

Por otra parte, López Ruyol representa el resurgimiento de una generación de investigadores históricos que al igual que los historiadores decimonónicos y de principios del siglo XX son participantes activos de la historia.

La revisión de los trabajos de López Ruyol, así como sus aportaciones al sindicalismo, a la lucha contra el racismo y la afirmación de la afropuertorriqueñidad están en concordancia con el momento crucial por el cual atraviesa la sociedad puertorriqueña. Los historiadores tenemos la responsabilidad de rescatar la microhistoria nacional para forjar una visión objetiva y pertinente que permita la interpretación de los procesos que nos han traído hasta este momento. El siglo XXI exige historiadores de pueblo, que como behiques rescaten el legado de los grandes puertorriqueños que han forjado la conciencia nacional como antítesis al menosprecio constante que enfrenta la sociedad en general a través de la manipulación de la información, un sistema educativo mancillado por la política de turno y el oficialismo histórico gubernamental que niega la grandiosidad epopéyica del pueblo puertorriqueño.

Ebenecer López Ruyol, abogado, historiador, sindicalista, líder comunitario, político, gestor cultural es un buen ejemplo para emular de lo que debe ser el puertorriqueño del siglo presente, si queremos sobrevivir como un pueblo entre las naciones de la Tierra.

Bibliografía
Fuentes Primarias
Archivo del Concilio Puertorriqueño contra el Racismo. Documentos personales de Ebenecer López Ruyol (ELR).

Entrevista a Ebenecer López Ruyol. 26 de agosto de 2018.

Fuentes Secundarias
López Ruyol Ebenecer: El ABC del movimiento obrero. Carolina: Instituto Técnico Sindical Inc., 2002, 80.

____: “El precio de la libertad ó ¿El Movimiento Obrero en la encrucijada? (ponencia para CAPR, 17 de marzo 2011).

____: El racismo nuestro de cada día. Puerto Rico: Editorial ITS Inc., 2005, 185-126.

____: “Ernesto Ramos Antonini y el origen, desarrollo e impacto de la confederación General de Trabajadores en el Puerto Rico de 1940” en Ernesto Ramos Antonini: creador de patria y de conciencia social compilado por José Luis Colón González como editor y Néstor Duprey Salgado como editor asociado. San Juan: Editorial Universidad Interamericana, 2016.

Direcciones electrónicas
Eclecticismo. Conceptodefinición, de. Última Actualización el 28 de diciembre de 2017 Consultado el 20 de septiembre de 2018.

Lacalle, José Daniel. “Materialista histórico y teoría crítica: Marxismo, Estado y clases sociales”. Crónica Popular. Última modificación 14 marzo, 2016. Consultado el 20 de septiembre de 2018.

“Materialismo histórico o interpretación materialista de la historia”. Diccionario de la Filosofía. Última modificación 1984. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
http://www.filosofia.org/enc/ros/mat09.htm http://www.filosofia.org/urss/ddf1984.



[1] Archivo Concilio Puertorriqueño Contra el Racismo, Documentos Personales de Ebenecer López Ruyol (ELR).
[2] Ebenecer López Ruyol, El ABC del movimiento obrero (Carolina: Instituto Técnico Sindical Inc., 2002), xi-xvi.
[3] Ibíd., xiii.
[4] Ibíd., xii.
[5] Entrevista a Ebenecer López Ruyol, 26 de agosto de 2018.
[6] “Materialismo histórico o interpretación materialista de la historia”, Diccionario de la Filosofía. Última Modificación 1984. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
http://www.filosofia.org/enc/ros/mat09.htm http://www.filosofia.org/urss/ddf1984.
[7] José Daniel Lacalle, “Materialista histórico y teoría crítica: Marxismo, Estado y clases sociales”, Crónica Popular. Última modificación 14 marzo, 2016. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
[8] Entrevista a Ebenecer López Ruyol, 26 de agosto de 2018.
[9] Eclecticismo. Conceptodefinición. https://conceptodefinicion.de/eclecticismo/Definición de Eclecticismo. Última Actualización el 28 de diciembre de 2017. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
[10] Ebenecer López Ruyol, El ABC…, 80.
[11] Ibíd., 81.
[12] Ebenecer López Ruyol, “Ernesto Ramos Antonini y el origen, desarrollo e impacto de la Confederación General de Trabajadores en el Puerto Rico de 1940” en Ernesto Ramos Antonini: creador de patria y de conciencia social compilado por José Luis Colón González como editor y Néstor Duprey Salgado como editor asociado (San Juan, Editorial Universidad Interamericana, 2016).
[13] Ebenecer López Ruyol, El racismo nuestro de cada día (Puerto Rico: Editorial ITS Inc., 2005), 185-126.
[14] Ebenecer López Ruyol, “El precio de la libertad ó ¿El Movimiento Obrero en la encrucijada? (ponencia para CAPR, 17 de marzo 2011).
[15] Archivo del Concilio Puertorriqueño contra el Racismo. Documentos personales de ELR.
[16] Entrevista a Ebenecer López Ruyol, 26 de agosto de 2018.
[17] Ibíd.
[18] Ibíd.
[19] Ibíd.
[20] Ibíd.
[21] Ibíd.
[22] Ibíd.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Reseña sobre El ABC del movimiento obrero


Reseña a obra de Ebenecer López Ruyol,
El ABC del movimiento obrero, Carolina: Instituto Técnico Sindical, 2002.
Por Félix M. Cruz Jusino

Para adquirir la 3ra ed.
El ABC del movimiento obrero (Instituto Técnico Sindical, 2002) del historiador, abogado y sindicalista Ebenecer López Ruyol es un resumen sucinto del proceso evolutivo del sindicalismo en Puerto Rico desde el siglo XIX hasta los primeros dos años de la presente centuria. El libro de 302 páginas constituye una defensa del movimiento obrero como institución social a la vez que hace una evaluación crítica del sindicalismo y los problemas que lo agreden en el siglo XXI.[1] Resalta el autor como temas secundarios la desigualdad social de los obreros[2], el sindicato como freno a la explotación y a la servidumbre[3], la persecución de liderazgo obrero[4], el discrimen racial[5], el intervencionismo político[6], la formación educativa como mecanismo para erradicar la pobreza[7], la injerencia de los sindicatos estadounidenses[8], y los conflictos internos que han sido esgrimidos para desacreditar el movimiento obrero en la contemporaneidad[9]. El autor hace hincapié en lo que llama desorientación histórica como problema fundamental para la enajenación del sindicalismo en la actualidad y urge a la creación de una biblioteca, archivo y museo del movimiento obrero.[10] López Ruyol concluye la obra planteando diez acciones que deben tomarse para frenar la reducción de la plantilla asalariada que integra los sindicatos y la organización de uniones en las empresas privadas del país.

El historiador Ebenecer López Ruyol trabajó por 25 años con el movimiento obrero puertorriqueño como abogado laboral. Tiene una licenciatura en Ciencias Sociales con una concentración en Historia, una maestría en Trabajo Social y un Juris Doctor, todos de la Universidad de Puerto Rico. Realizó estudios especializados en materia laboral en George “Meany Center for Labor Studies”, Maryland y en la “School for Workers” de la Universidad de Madison en Wisconsin. También tomó adiestramientos para líderes sindicales ofrecidos por la Federación Sindical Mundial en Santiago de Chile. Actualmente es estudiante doctoral en Historia de Puerto Rico y el Caribe en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.

López Ruyol ha sido profesor universitario en el Programa Graduado Laboral de la Universidad Interamericana y en el Instituto de Relaciones del Trabajo de la Universidad de Puerto Rico. Fue asesor de la Asociación de Peloteros Profesionales de Puerto Rico y la Confederación de Peloteros Profesionales del Caribe. Está activo en varias organizaciones entre ellas, del Concilio Puertorriqueño Contra el Racismo, donde es presidente y fue con-fundador.

Estilo y metodología
López Ruyol expone sus planteamientos con claridad. Inserta las citas en el texto y abunda en recursos bibliográficos. Utiliza fuentes primarias, secundarias y terciarias. López Ruyol utiliza la narrativa lineal y la temporalidad del obrerismo para plantear sus perspectivas de la problemática actual del sindicalismo puertorriqueño. La cronología histórica de la obra se puede establecer en tres tiempos: el periodo previo a la invasión estadounidense en 1898, el desarrollo del movimiento obrero entre 1899 y 1973 y la decadencia del sindicalismo a partir de la crisis económica de 1973 hasta el presente. El historiador recurre a su propia experiencia como abogado y sindicalista para validar algunos de sus esbozos, especialmente los relacionados con los aspectos legales que han marcado el desarrollo del movimiento obrero. El autor dedica cuatro capítulos para explicar la legalidad que ampara a los sindicatos, el desarrollo de las leyes obreras y las limitaciones que los estatutos actuales les imponen a los obreros y sus organizaciones.

El vocabulario es culto, porque rechaza el supuesto aparente de que el trabajador es ignorante y torpe en la lectura.[11] Los trabajos del historiador tienen como meta infundir orgullo por el legado histórico a la vez que induce a continuar en las luchas del presente para sembrar esperanza en un futuro cercano, que aunque incierto, está a nuestro alcance moldear.[12]

El historiador combina la narración de eventos corroborables y documentados con el análisis social de los problemas del momento. Hace relevantes las coyunturas que sirven de eje a cada “hecho trascendental”. Propone que lo expuesto es la historia de la experiencia humana, más allá del procerato. Explica la manifestación histórica y lo que representa esa manifestación en la infinita sucesión de eventos evidentes entrelazados con los no evidentes. López Ruyol cultiva lo que llama ciencia histórico-social, heredera tanto de la historia social como de la sociología de la historia. Este planteamiento asegura el historiador es una manifestación de la historia de inspiración por causa y compromisos ético-morales.[13]

Los temas que aborda López Ruyol están asociados al materialismo histórico.[14] El materialismo histórico constituye la base teórica y metodológica de la sociología y demás ciencias sociales. El filósofo Karl Marx formuló su pensamiento sobre el proceso histórico-natural del desarrollo de la sociedad, destacando la esfera económica de las diversas esferas de la vida social, y de todas las relaciones sociales, las relaciones de producción, como principales y determinantes entre las demás relaciones. Este principio descansa en el planteamiento de que toda sociedad humana se desarrollará acorde a la obtención de los medios de vida. El autor sin embargo, rompe con el materialismo histórico tradicional para incluir el aspecto humano social como vector trascendental en el desarrollo del movimiento obrero. En este aspecto López Ruyol muestra influencia del historiador español Josep Fontana Lázaro quien establece un binomio entre la historia económica y las ciencias sociales.[15]

Los tema principales discutidos por López Ruyol en El ABC del movimiento obrero son conexos con la teoría de las clases, la descripción de las relaciones entre las mismas y la evolución de la clase obrera durante la era del capitalismo hasta llegar a la globalización, los trabajadores intelectuales y el resurgimiento de la lucha de clases en el siglo XXI.[16]

Sin embargo, López Ruyol se define a sí mismo como ecléctico y seguidor de la escuela de los anales.[17] El eclecticismo es percibido como la búsqueda permanente para unir ideas, formas, figuras de diferentes tipos para ser transformado en algo nuevo y único. Por lo tanto, es común hablar de eclecticismo como un estilo artístico en el que no hay una sola mirada, limitada simplemente a lo que el autor contribuye, pero hay una unión de muchos elementos, a veces disimiles entre sí que generan algún tipo de emoción o conmoción en el espectador y que deslumbran para transformarse en algo tan especial y único.[18]

Conclusión
El oficialismo ha menospreciado las aportaciones del sindicalismo a la sociedad puertorriqueña. Solo un número limitado de conocedores tiene acceso a la documentación existente sobre el movimiento obrero. El ABC del movimiento obrero provee, en una forma concisa, acceso a la historia del sindicalismo y a las aportaciones socioeconómicas y políticas de los obreros a la nación puertorriqueña. Ebenecer López Ruyol nos conduce cronológicamente a través del movimiento obrero para explicar su situación actual y ofrece alternativas para detener el colapso del sindicalismo. La lectura de la obra nos acerca a una realidad oculta a la mayoría, que no es otra que la institucionalización de la era de la desigualdad expuesta por Josep Fontana.[19]

Nota editorial: La más reciente edición de esta obra está disponible en el siguiente enlace: El ABC del movimiento obrero, 3ra ed.

Bibliografía
Fuentes Primarias
Entrevista a Ebenecer López Ruyol. 26 de agosto de 2018.

Fuentes Secundarias
López Ruyol Ebenecer. El ABC del movimiento obrero (Carolina: Instituto Técnico Sindical Inc., 2002).

Direcciones electrónicas

De la Torre, Joseba. “Josep Fontana y la historia como arma de futuro”. El Diario.es. Consultado el 19 de octubre de 2018.

“Eclecticismo”. Concepto definición, de. Última Actualización el 28 de diciembre de 2017 Consultado el 20 de septiembre de 2018.

Lacalle, José Daniel. “Materialista histórico y teoría crítica: Marxismo, Estado y clases sociales”. Crónica Popular.es. Última modificación 14 marzo, 2016. Consultado el 20 de septiembre de 2018.

“Materialismo histórico o interpretación materialista de la historia”. Diccionario de la Filosofía. Última Modificación 1984. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
http://www.filosofia.org/enc/ros/mat09.htm http://www. Dfilosofia.org/urss/ddf1984.

Navarra, Andreu. “El legado de Josep Fontana”. La aventura de la historia.es. La aventura de la historia, no. 221 (28 de agosto de 2018). Consultado el 16 de octubre de 2018.



[1] Ebenecer López Ruyol, El ABC del movimiento obrero (Carolina: Instituto Técnico Sindical Inc., 2002), xi-xvi.
[2] Ibíd., 74-82.
[3] Ibíd., 210-215.
[4] Ibíd., 102-104; 125; 207-210.
[5] Ibíd. 32, 42, 236, 274.
[6] Ibíd., 122-129; 221-226.
[7] Ibíd., 88, 226.
[8] Ibíd., Capítulo 7.
[9] Ibíd., 1-25; 226-234; 248-251.
[10] Ibíd., 16; 252; 267.
[11] Ibíd., xiii.
[12] Ibíd., xii.
[13] Entrevista a Ebenecer López Ruyol, 26 de agosto de 2018.
[14] “Materialismo histórico o interpretación materialista de la historia”, Diccionario de la Filosofía. Última modificación 1984. Consultado el 20 de septiembre de 2018. http://www.filosofia.org/urss/ddf1984.
[15] Joseba de la Torre, “Josep Fontana y la historia como arma de futuro”, El Diario, 28 de agosto de 2018. Consultado el 19 de octubre de 2018. https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Josep-Fontana-historia-arma-futuro_6_808479166.html.
[16] José Daniel Lacalle, “Materialista histórico y teoría crítica: Marxismo, Estado y clases sociales”, Crónica Popular. Última modificación 14 marzo, 2016. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
[17] Entrevista a Ebenecer López Ruyol, 26 de agosto de 2018.
[18] “Eclecticismo”, Concepto definición. https://conceptodefinicion.de/eclecticismo/Definición de Eclecticismo. Última actualización el 28 de diciembre de 2017. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
[19] Andreu Navarra, “El legado de Josep Fontana”, La aventura de la historia, no. 221 (28 de agosto de 2018). Consultado el 16 de octubre de 2018. www.laaventuradelahistoria.es/el-legado-de-josep-fontana.