miércoles, 8 de noviembre de 2023

De Biblioteca General a Biblioteca Nacional: resaltando el acervo literario nacional puertorriqueño

De Biblioteca General a Biblioteca Nacional:
resaltando el acervo literario nacional puertorriqueño
Pablo L. Crespo Vargas

El pasado 17 de agosto de 2023, la Biblioteca Nacional de Puerto Rico celebró 20 años desde que se aprobó la Ley Núm. 188 del 2003, la cual transformaba a nuestra Biblioteca General en Biblioteca Nacional. La Biblioteca General de Puerto Rico había sido establecida con la Ley Núm. 44 del 6 de junio de 1967. Esta legislación original, como muchos otras de su tiempo, fue promovida por el Dr. Ricardo Alegría. En ella se adscribió la Biblioteca General al Instituto de Cultura Puertorriqueña, quien ya tenía bajo su resguardo una colección bibliográfica en una de sus localidades.

Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico
Imagen obtenida en el Archivo Digital Virtual del ICP

El presupuesto inicial fue de $200,000, que eran utilizados para gastos operacionales y adquisición de libros. En 1967, su primera localización fue en el antiguo Convento de los Dominicos. La Biblioteca General se mantuvo allí mientras se restauraba el edificio que hasta finales de la década del 1950 ocupó la Destilería Bacardí. Este edificio, ubicado en la actual Avenida Constitución #500 (Puerta de Tierra, San Juan) tiene su propia historia. Su construcción comenzó en 1877 con la visión de crear un hospital civil. Al siguiente año, la idea de construir un hospital cambió a cárcel y a escuela de artes y oficios. No obstante, la primera opción fue la que prevaleció. En 1887 terminan las obras de construcción y al siguiente año se trasladan los primeros presos.

No es hasta luego de la ocupación estadounidense de la Isla, al finalizar la Guerra Hispanoamericana, que se considera el traslado de los presos a otra instalación mucho más adecuada para ello. El edificio queda en desuso por unos años hasta que en 1905 la adquiere la Porto Rican-American Tobacco & Company que convirtió las facilidades en una fábrica de cigarros. Con el pasar del tiempo, la fábrica también cerró hasta que en el periodo de 1936 a 1939 la Destilería Bacardí realizó los trámites correspondientes para adquirir y establecer sus operaciones allí. Casi veinte años después, en 1958, la destilería decide, por comodidad de espacio ante un crecimiento en el mercado exterior de su producto, mudarse a Cataño.

Esto movió a don Ricardo Alegría, director del Instituto de Cultura Puertorriqueña a adquirir las facilidades. Luego de adquiridas comenzó el proceso de restauración del edificio y en 1973 se trasladan el Archivo y la Biblioteca General de Puerto Rico a sus instalaciones.

Ya entrado el siglo XXI, la Biblioteca General comienza un proceso autoevolutivo, gestado por sus directivos, dirigido a dar el paso a convertirse en una Biblioteca Nacional con el carácter que esto implica. Es por ello, que su misión muy claramente establece que busca: “adquirir, preservar, asegurar, y difundir la bibliografía puertorriqueña escrita y publicada en el país o en el extranjero, por autores puertorriqueños o foráneos y sobre temas puertorriqueños”.

Actualmente, la Biblioteca Nacional tiene, según la página web del Instituto de Cultura Puertorriqueña, sobre 70,000 títulos y “cuenta con una Sala de Referencia y Estudio, una Sala de Literatura Infantil, la Sala Eugenio María de Hostos, un espacio para exhibiciones y un área de computadoras para acceso público. Entre las colecciones encontramos: Colección de Referencia, Colección Puertorriqueña, Colección General (temas extranjeros), Colección de Revistas y Periódicos, Colección de Libros Raros y Libros Raros de Puerto Rico y la Colección Juvenil. Además, la biblioteca mantiene varias colecciones especializadas: Colección Antiguo Casino, Colección Samuel R. Quiñones, Colección Van Deusen, Colección Filipo de Hostos, la Colección Dra. Concha Meléndez y la Colección Eugenio María de Hostos”.

La Biblioteca Nacional de Puerto Rico es un recurso de vital importancia para preservar nuestro acervo bibliográfico nacional que, a su vez, es un reflejo de nuestra cultural e idiosincrasia como país caribeño, cuya población se esparce más allá de sus fronteras geográficas. Es nuestro deber conservarlo y apoyarlo.   

Referencias:

“Archivo General de Puerto Rico y Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Puerta de Tierra – San Juan, consultado el 2 de octubre de 2023. http://www.puertadetierra.info/edificios/archivo/archivo.htm

Biblioteca Nacional de Puerto Rico. Instituto de Cultura Puertorriqueña. https://www.icp.pr.gov/bnpr/

Grupo Editorial EPRL. “Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico”, revisión de Lizette Cabrera Salcedo. EnciclopediaPR, 8 de septiembre de 2014. https://enciclopediapr.org/content/archivo-general-biblioteca-nacional-puerto-rico/

Isabel, Rosana. “La Ley de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Puerto Rico Necesita Bibliotecas, 30 de julio de 2018. https://prprobiblioteca.org/2018/07/30/la-ley-de-la-biblioteca-nacional-de-puerto-rico/

Ley de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico, Ley núm. 188 de 17 de agosto de 2003,18 L.P.R.A. sec. 1204b. https://www.lexjuris.com/lexlex/leyes2003/lexl2003188.htm

“Lo encontré en la Biblioteca Nacional de Puerto Rico”, Opúsculo de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico. https://www.icp.pr.gov/wp-content/uploads/2020/06/brochure_bnpr_08-1.pdf

Matos Viera, María y Laurie Ann Ortiz Rivera. “La Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Acceso: Revista Puertorriqueña de Bibliotecología y Documentación, núm. 6, 2004, pp. 101-107. https://www.redalyc.org/pdf/256/25600608.pdf

Muñoz Solá, Haidée. Biblioteca Nacional de Puerto Rico. Boletín de la ANABAD, tomo 42, núm 3-4, pp. 403-419. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/224188.pdf

Nota editorial: Este artículo fue originalmente publicado en El Adoquín Times, el 12 de octubre de 2023. https://eladoquintimes.com/2023/10/12/de-biblioteca-general-a-biblioteca-nacional-resaltando-el-acervo-literario-nacional-puertorriqueno/?fbclid=IwAR1F0jIJ0vaSzMirvh6yfviJPsmjU0VIUvaSRB87Vd9Ux6PthJIxKToL8cM

sábado, 4 de noviembre de 2023

Anastasia

Anastasia
(cuento)
Charline P. Crespo Tomei

Mi Anastasia… tú no sabes todo lo que daría por oír tu voz, tus suspiros, sentir la palpitación de tu corazón y los besos de tu aliento rozar por mi cuello.  Solo con tenerte a mi lado, lo daría todo.  Es imposible olvidar esa línea, la cual tornabas en una simple curva para alegrar mis oscureceres.  Nunca podré olvidar esa primera noche, cuando entrabas en las tinieblas de los pasillos del calabozo, y conociendo que tu destino sería fatal, radiabas sin necesidad de una lámpara.  No te importaba tu final, cada paso lo dabas con dignidad, restaurando tu respeto con cualquiera que se encontrara en este maldito lugar.

Foto tomada en Freiburg (Alemania) por Charline P. Crespo Tomei

Esos ojos, ¡Oh, Dios! Color mar al sol del día.  Un mar que he de querer apreciar por tanto tiempo, tú, mi vida, me lo has regalado con aquellos preciados ojos.  Y esa voz tan dulce, nunca te hubiera negado nada.  Ordenaras lo que quisieras y caía ante ti cumpliendo tus anhelos.  En tan poco tiempo, te convertiste en un sueño para mí. 

Necesito volver a encontrarte… o al menos, volver a verte.  Si solo pudieras ayudarme una vez más, volver a llenar los espacios que existen entre mis dedos.  Romper las barreras de mi corazón y volver a llenarlo de luz. Si tan solo… pudiera verte. Acariciar tus cabellos, arrullar tu rostro, sentir esos labios cerezas… Me perdería en tu mirada para siempre y toda una vida no bastaría para demostrarte este ardiente amor que siento por ti… pero… pero… si tan solo…

Esta noche se destruye mi corazón en mil pedazos.  Cada pedazo con tu recuerdo… con tu memoria.  Arde de dolor, agonía, pensamientos, lamentos, todo lo más oscuro y profundo que jamás podrás imaginar.  Se me rompe el alma pensar que no podré decirte que eres lo que siempre soñé en la vida, mi amor inefable.

Aquí me hallo entre las sombras, pensando en lo que nunca fue y jamás será.  Tan poco tiempo junto a ti, sin embargo, un año lo transformaste en una eternidad.  ¿Qué será de ti mi amor? ¿Habrás escapado de aquellos guardias o… habrás muerto como las paredes han murmurado por meses? ¡No! Es inaceptable creer que ya no estés en nuestro mundo.  ¿Qué la vida sería sin ti? Nada.  Eres extraordinaria, fuerte, con un poder intachable y una voz firme con la cual tus palabras podrían cambiar el mundo.  Tus pasos siempre han sido de grandeza, ¡No puedes estar muerta!

Las cadenas acompañan en una canción al inmenso eco.  Tristes melodías junto a un terrible desenlace.  Sinfonías perdidas en el baile.  Y nubes grises cargadas en mis ojos, deciden ser libres al fin.  Los relámpagos y truenos de mi alma se detuvieron hace meses, sin embargo, todavía llueve en este pobre corazón.  Se podría caer el cielo hoy y no me importaría, lo he perdido todo… la he perdido a ella.

Me encuentro en el centro de los ojos del mundo.  El verdugo enlaza mi cuello y toma dirección hacia la palanca del cadalso.  Como siempre, inicia el sonido del tambor y un soldado comienza a inaugurar mi sentencia de muerte.  Mientras reclama mis razones para morir, yo estoy aquí de pie pensando en ti, mi vida.  Una ola inmensa de multitud admirará mi muerte.  No me arrepiento de haberte ayudado a escapar del calabozo, no me arrepiento de que el destino te haya puesto en mi camino, y no me arrepiento, y nunca me arrepentiré de haberte elegido mi compañera de vida.  Si he de morir hoy, será con dignidad.  Porque esto fue por tu libertad mi…

¡Anastasia! ¿Cómo es posible que te encuentre entre esa ola inmensa de multitud? ¡Me verás morir! No mi amor… No llores más por favor… No conviertas esos ojos color mar en un cielo gris.  Sé libre, vete de aquí… Si tan solo pudiera gritar todo esto… Así no te castigarías a ti misma por mi desvanecimiento de esta vida.  No es tu culpa…Nunca lo fue.  Esa sonrisa... ¡Oh mi vida! Gracias por regalarme una última sonrisa, ahora sé que esta muerte no será en vano.

Te amo, Anas… ta… cia…