martes, 7 de abril de 2015

Mujeres en la Revolución Americana: Las aportaciones de las mujeres en la guerra de independencia de las Trece Colonias

Mujeres en la Revolución Americana: Las aportaciones de las mujeres en la guerra de independencia de las Trece Colonias

Por Noemí Rivera De Jesús[1]
Introducción

En la historia de la revolución americana siempre recordamos nombres como George Washington, Benjamín Franklin, Thomas Jefferson, John Adams, entre otros. Pero pocas veces mencionan los nombres de féminas que realizaron aportaciones a dicha revolución. Este artículo es consecuencia de una clase como practicante de maestra de Historia en el 2011. Específicamente, en una escuela segunda unidad del pueblo de Juana Díaz. Cuando enseñaba el tema de la guerra de independencia de las Trece Colonias, me percaté que los libros de textos de las escuelas públicas de Puerto Rico no abundaban sobre el papel de la mujer en la guerra de independencia de las Trece Colonias. Además, tomé la decisión de disfrazarme de Betsy Ross y tener la bandera de las Trece Colonias para captar la atención de los estudiantes de octavo grado.

En uno de los libros solo había una lámina de Molly Pitcher donde el autor mencionaba que las mujeres como Deborah Sampson y Molly Pitcher habían realizado aportaciones en la guerra de independencia de las Trece Colonias. Comencé a leer libros y artículos relacionados a la historia de Estados Unidos y en ellos encontré información sobre estas mujeres que mencionan los historiadores de la historia de Estados Unidos de América. La mujer siempre ha realizado aportaciones a la sociedad. La guerra de independencia de las Trece Colonias no fue la excepción.

La mujer en las Trece Colonias

Durante dicha guerra, muchas mujeres quedaron encargadas de las granjas y los negocios de las familias. Viudas, madres, hermanas e hijas se ocuparon de los negocios familiares porque la mayoría de los hombres debían ir al ejército. Definitivamente, la extensa guerra revolucionaria tuvo un profundo efecto sobre las mujeres norteamericanas. [2] Pero existieron mujeres pobres que sus padres no poseían granjas y tampoco talleres para sustentarse económicamente. [3]

Sin embargo, en las ciudades y pueblos existía una extensa población femenina donde la mayoría eran pobres. El historiador Alan Brinkley señala que en varias ocasiones  las mujeres dirigieron protestas contra el aumento de precios en las colonias inglesas. [4] Además, se rebelaron y formaron parte de los robos de alimentos para poder sobrevivir. Definitivamente, durante la guerra de revolución las mujeres fueron impactadas negativamente.

Sin embargo, en  1641 en el documento titulado Las libertades de Massachusetts existe una parte titulada Libertades de la Mujer mencionando dos aspectos relacionados a la mujer en la colonia de Massachusetts. [5] En el punto número 79 señalaban  que cuando un hombre muriera debía dejar una porción de su patrimonio a la mujer. Entendemos que en dicho documento deben referirse a la esposa, hijas y hermanas del difunto. En el punto número 80 señalaban aspectos relacionados a la mujer casada. [6] Al parecer en las Trece Colonias Inglesas la mujer casada recibía más atenciones y resultaba ser más respetada que la mujer soltera. En 1641 en la colonia de Massachusetts la mujer casada tenía derechos distintos a la mujer soltera.

En el documento de 1641, no especifican si esos derechos eran tanto para la mujer pobre como la mujer rica. Con el documento de las Libertades de la Mujer podemos comprender que antes de la guerra revolucionaria en las Trece Colonias, algunas mujeres estaban tratando de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, relacionado a las causas de la guerra revolucionaria, siempre mencionan el "Boston Tea Party". Pero debemos recordar el "Coffee Party". Evento que fue escrito por Abigail Adams en una carta a su esposo John Adams. En dicha carta se describe que un comerciante rico y soltero tenía unas 500 libras de café en su almacén. Este comerciante se negaba a vender el café al comité por seis chelines la libra. Aproximadamente, 100 mujeres se unieron con un carro y baúles. Además, marcharon hacia el almacén y exigieron las llaves. Como el comerciante se negó a entregar las llaves, al parecer una mujer lo agarró por el cuello y lo echó en el carro. [7] Este evento es evidencia de que las mujeres antes de la guerra revolucionaria fueron decididas en sus acciones y si algún evento les perjudicaba, ellas estarían presentes para protestar y luchar por sus ideales.

Seguidoras de campamento y trabajos para las mujeres

Las seguidoras de campamento eran mujeres que de manera voluntaria se congregaban  en los campos del ejército. Alan Brinkley señala en su libro Historia de Estados Unidos un país en formación que estas mujeres conocidas como seguidoras de campamentos elevaron la moral del ejército y proporcionaron una fuente de voluntarias dispuestas a cocinar, lavar, servir como enfermeras y ejecutar otras tareas necesarias. [8] Una seguidora de campamento bastante conocida fue Molly Pitcher.

Las mujeres pobres para poder sobrevivir los años de la guerra tuvieron que desempeñar labores que muchas de ella nunca realizaban. El historiador Howard Zinn postula en su libro titulado La otra historia de los Estados Unidos (Desde 1492 hasta hoy) que diversas historiadoras han señalado que no se ha tomado en cuenta la contribución de las mujeres de clase trabajadora en la revolución de las Trece Colonias. Además, siempre mencionan los mismos nombres femeninos de las esposas de algunos líderes de dicha revolución. Como son los casos de Dolly Madison, Martha Washington y Abigail Adams. [9]

Otros nombres femeninos que mencionan son Margaret Corbin, Deborah Sampson Garnet y Molly Pitcher. [10] Durante la guerra de independencia de las Trece Colonias algunas mujeres pobres decidían permanecer en los campamentos del ejército para ayudar con distintas labores. Algunas veces se mencionan en los libros de historia que esas mujeres eran prostitutas. Pero hasta el momento no existe evidencia que historiadores estadounidenses y apasionados por el tema de la revolución en las Trece Colonias especifiquen que dicho dato fuera cierto. Además, las labores de cocinar, lavar y cuidar enfermos y heridos recaía en las seguidoras de campamento. Definitivamente, la labor de las seguidoras fue importante dentro del ejército. Pero mujeres como Martha Washington visitaron a sus esposos en los campamentos del ejército.[11]

Mujeres en el ejército, Deborah Sampson y Molly Pitcher

Resulta común en Estados Unidos de América observar mujeres dentro del ejército. Pero en el siglo XVIII este evento no era común. Debemos recordar que estudiamos las aportaciones de la mujer en el siglo XVIII donde existía una sociedad patriarcal. Una sociedad donde solo los hombres podían ser parte del ejército. Dos personajes históricos bastante conocidos fueron Deborah Sampson y Molly Pitcher. ¿Mujeres pertenecientes al ejército?, ¿Mujeres que se convirtieron en soldados?, pues al parecer sí, existieron mujeres en el ejército de los colonos durante la guerra de independencia de las Trece Colonias.

Algunos historiadores describen a Deborah Sampson como una mujer que se disfrazó de hombre y se cambió el nombre para convertirse en soldado. Pero que resultó herida en un muslo durante una batalla. Pero el doctor que la curó no reveló su secreto hasta finalizar la guerra. Luego de la guerra, esta mujer contrajo matrimonio y se le otorgó la pensión de un soldado. Mientras que Molly Pitcher de quien existe un monumento y una tumba impresionante en su honor, fue una seguidora de campamento que acompañó a su esposo quien la enseñó a utilizar el arma del cañón. En una batalla, su esposo murió y ella utilizó el cañón y entró como soldado a dicha batalla. Al parecer ella fue responsable de ganar la batalla. Muchas veces las aportaciones de la mujer en la sociedad son olvidadas y tapadas por los eventos de los hombres. Pero olvidan que las labores de los hombres y mujeres que componen la sociedad resultan beneficiosas para todos.

Abigail Adams y Martha Washington

Abigail Adams era la esposa de John Adams. Pero más que recordarla por ser esposa de unos de los líderes y personajes históricos de la revolución en las Trece Colonias. Debemos recordarla como defensora de las mujeres. Además, escribió a su esposo una carta en la fecha de marzo de 1776. [12] Reclamaba una expansión de los derechos de la mujer. Estos eran recibir una nueva protección contra los abusos y tiranos de los hombres.[13]  Sin embargo, la conocida Martha Washington fue esposa de George Washington. Estamos mencionando dos mujeres conocidas por sus labores sociales como mujeres de clase alta.

Betsy Ross

Betsy Ross fue una modista de Filadelfia encargada de confeccionar la primera bandera de las Trece Colonias.[14] Según, algunos historiadores fue George Washington quien diseñó la bandera pero Betsy Ross sugirió utilizar estrellas de cinco puntas. El 14 de junio de 1777, el Segundo Congreso Continental aprobó el diseño de la bandera de las Trece Colonias. [15] Dicha bandera tenia trece franjas, una por cada estado, alternados los colores rojo y blanco. Además, tenia trece estrellas blancas sobre un rectángulo azul marino. Esto representando la nueva constelación de estados. [16]

Sin embargo, algunos historiadores mencionan que la historia de Betsy Ross y la bandera es una leyenda. Pero la autora Anaclet Pons señala que en el 2010, un libro captó la atención de muchos estadounidenses, este fue titulado Betsy Ross and the Making of America de la autora Marla Miller.[17] Según, esta autora en dicho libro menciona que Betsy Ross confeccionó la bandera de las Trece Colonias con otras personas.

Pero en 1870 su nieto William Canby comenzó a contar la historia de la bandera. La autora del libro menciona que la historia de la bandera de las Trece Colonias está plagada de cosas inverosímiles, vale la pena recuperar la vida de la mujer que llegó a ser conocida como Betsy Ross.  Reuniendo fragmentos  procedentes de “anuncios en los periódicos, recibos caseros, actas de reuniones, informes financieros, cuentas de compras y libros de contabilidad, registros de sucesiones, herramientas, artefactos e historia oral.

Definitivamente, Marla Miller proyecta a Betsy Ross con la mayoría de los acontecimientos más importantes de la historia temprana de Filadelfia. Sin embargo, menciona que fue su primer esposo quien fue parte del comité revolucionario de las Trece Colonias. Pero John Ross no fue  parte de ningún comité revolucionario, fue su tío quien fue parte dicho comité. Pero de un dato brinda seguridad, que Betsy Ross estuvo involucrada en la confección de la bandera de las Trece Colonias.

Conclusión

Definitivamente, las mujeres en las Trece Colonias Inglesas realizaron aportaciones a la guerra de revolución. Resulta interesante que hasta el momento las mujeres que mencionan estos autores vivían en las colonias del norte. Además, es importante estudiar, analizar y valorar las aportaciones de las mujeres en la guerra de independencia de las Trece Colonias.  Estas aportaciones y eventos provocados por las mujeres como el "Coffee Party", demuestran el valor y sacrificio de muchas mujeres ricas y pobres que lucharon por sus ideales antes, durante y después de la guerra de revolución.

Además, no podemos olvidar a las esclavas quienes tuvieron que sufrir y ayudar a sus amos en momentos difíciles de aspectos económicos. El tema de las esclavas durante la revolución  de las Trece Colonias debe ser de más análisis y estudio en el futuro. Interrogantes como conocer el estado civil y social de las mujeres que aparecen registradas en listas revolucionarias son necesarias para dicho estudio. Para comprender la vida cotidiana de estas mujeres que vivieron una guerra y apoyaron los ideales revolucionarios sin temor a las consecuencias y perdidas económicas de sus familias. Las labores de las mujeres en una guerra las convierte en heroínas que deben ser recordadas y estudiadas por las futuras generaciones.

Dibujo que representa a Molly Pitcher durante la batalla de Monmouth. Creado por Currier & Ives para una publicación sobre mujeres en la guerra de independencia que data entre 1856 a 1907 y que fue titulada: Las mujeres del 76. El dibujo se puede encontrar en la colección de fotografía y dibujos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Referencias

Brinkley, Alan. Historia de Estados Unidos un país en formación, Tercera Edición, Universidad de Columbia, Mc Graw Hill, 2003.

Díaz Cubero, José H. Historia del pueblo de los Estados Unidos de América, Compañía Cultural Editora y Distribuidora de textos americanos, S.A., 1979.

Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos (Desde 1492 hasta hoy), Siete Cuentos Editorial, New York, 2001.

Pons, Anclet. La fundación de los Estados Unidos de América, 2010. Recuperado de https://clionauta.wordpress.com/2010/06/11/la-fundacion-de-los-estados-unidos-de-america/



[1] Noemí Rivera De Jesús es maestra de Estudios Sociales e Historia en el Departamento de Educación Publica. Obtuvo una Maestría en Artes de la Educación en Currículo con especialidad en Historia de la Caribbean University Recinto de Ponce. Actualmente, es estudiante del Programa Doctoral de Filosofía y Letras en Historia de América de la Universidad Interamericana Recinto Metropolitano.
[2] Brinkley, Alan. Historia de Estados Unidos un país en formación, Tercera Edición, Universidad de Columbia, Mc Graw Hill, 2003.  Pág. 143 El autor señala que la partida de tantos hombres para empuñar las armas del ejercito patriota dejó a las viudas, madres, hermanas e hijas encargadas de las granjas y los negocios.
[3] Brinkley, Alan. Historia de Estados Unidos un país en formación, Tercera Edición, Universidad de Columbia, Mc Graw Hill, 2003.  Pág. 143
[4] Ibídem, Pág. 143
[5] Álvarez Silva, Héctor. Documentos Básicos de la Historia de los Estados Unidos de América, H. Álvarez y Cía. Inc., Pág. 10, 1976 Si algún hombre al morir no dejare a su mujer la debida porción de su patrimonio, al recurrir a la Corte General ella recibirá su parte.
[6] Ibídem, Pág. 10 Toda mujer casada estará libre de disciplina corporal o azotes por parte de su marido, a menos que no sea en defensa propia al ser atacado por ella. Si hay causa justa para la corrección, la queja se llevara ante alguna autoridad reunida en corte, de quien únicamente puede ella recibirla.
[7] Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos (Desde 1492 hasta hoy), Siete Cuentos Editorial, New York, Pág. 85, 2001.
[8] Ibídem, Pág. 143
[9] Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos (Desde 1492 hasta hoy), Siete Cuentos Editorial, New York, Pág. 86, 2001.
[10] Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos (Desde 1492 hasta hoy), Siete Cuentos Editorial, New York, Pág. 86, 2001.
[11] Ibídem, Pág. 86
[12] Ibídem, Pág. 86
[13] Brinkley, Alan. Historia de Estados Unidos un país en formación, Tercera Edición, Universidad de Columbia, Mc Graw Hill, 2003.  Pág. 143 y 144 El autor Alan Brinkley  señala que en la misma carta en que Abigail Adams pedía a su esposo acordarse de las señoras, también lo urgía a recordarnos como seres colocados bajo vuestra protección por la Providencia.
[14] Díaz Cubero, José H. Historia del Pueblo de los Estados Unidos de América, Compañía Cultural Editora y Distribuidora de textos Americanos, S.A. Pág. 55, 1979
[15] Díaz Cubero, José H. Historia del Pueblo de los Estados Unidos de América, Compañía Cultural Editora y Distribuidora de textos Americanos, S.A. Pág. 55, 1979
[16] Ibídem, Pág. 55
[17] Pons, Anclet. La fundación de los Estados Unidos de América, 2010. Recuperado de https://clionauta.wordpress.com/2010/06/11/la-fundacion-de-los-estados-unidos-de-america/ La autora del articulo menciona que Marla Miller autora del libro Betsy Ross and the Making of America menciona Betsy Ross nació en 1752, se casó  y enterró a tres maridos antes de su propio fallecimiento, que sucedió en 1836. Su primer esposo, el tapicero John Ross fue quien le introdujo en la política revolucionaria. El segundo esposo fue un marinero llamado Joseph Ashburn. Murió en una prisión británica tras ser capturado por corsarios al final de la Guerra Revolucionaria. Mientras que John Claypoole fue su tercer esposo desde 1783. Además, fue conocida como “la señora Claypoole”. 


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