martes, 21 de enero de 2014

Juan Pablo Duarte y la independencia dominicana

Autora: Milady Tejeda

JUAN PABLO DUARTE Y LA INDEPENDENCIA DOMINICANA

La independencia dominicana tuvo un largo proceso de maduración hasta la llegada del 27 de Febrero de 1844. Tardó veintitrés años en gestarse, luego de producirse la Independencia Efímera llevada a cabo por el licenciado José Núñez de Cáceres en Diciembre de 1821, y tras producirse más tarde la ocupación haitiana al país a inicios de 1822, liderada por el general Jean Pierre Boyer.

Juan Pablo Duarte nació el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo de Guzmán. Su padre era el comerciante español don Juan José Duarte. Su madre era la criolla doña Manuela Díez, nativa del Seybo.

Duarte (1813-1876), fue siempre coherente con su prédica revolucionaria desde muy joven. Para hacer realidad la creación de la República Dominicana fundó con tan sólo veinticinco años, junto a otros jóvenes, la sociedad secreta La Trinitaria; vendió todos los bienes patrimoniales de su familia y padeció el exilio, hasta morir en la miseria.

Los nombres de los que componían esta sociedad patriótica, además de Duarte, era: José María Serra, Juan Isidro Pérez, Jacinto de la Concha, Féliz María Ruiz, Felipe Alfau, Benito González, Pedro Alejandrino Pina y Juan Nepomuceno Ravelo. Los nueve fundadores hicieron un juramento el 16 de julio de 1838 para crear la República Dominicana, que nació la noche del 27 de Febrero de 1844 como nación libre e independiente.

Hoy, a casi 170 años, los dominicanos y las dominicanas con orgullo podemos decir: ¡Viva la República Dominicana!

¡Gloria eterna a Juan Pablo Duarte, el más puro y grande de todos los dominicanos!

Perth Amboy, New Jersey
     Diciembre, 2013





viernes, 17 de enero de 2014

Artículo sobre Lajas y la Guerra Hispanoamericana

Por Pablo L. Crespo Vargas

La Revista Universitaria de Historia Militar de la Universidad de Cádiz y del Centro de Estudios de Historia Militar, en Cádiz, España, publicó en su más reciente número (núm. 4, vol. 2, 2014) un ensayo, que originalmente redacté para el curso de metodología e investigación histórica, de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano, y que luego fue editado para cumplir con los requisitos de la convocatoria de la revista, sobre las implicaciones de la Guerra Hispanoamericana en los habitantes del municipio de Lajas.

En resumen, el artículo presenta un análisis enfocado en las vivencias de los lajeños durante el 1898, teniendo como tema principal los acontecimientos locales afectados por la Guerra Hispanoamericana. Esta microhistoria busca presentar el sentir lajeño de la época sobre este hecho y aportar a la historiografía puertorriqueña.

Para leer el artículo, los invitamos a ir al siguiente enlace:
Lajas, un pueblo en lucha por sobrevivir durante la Guerra Hispanoamericana

De una vez los invitamos a la página web de la revista:
Revista de Historia Militar, Universidad de Cádiz


miércoles, 15 de enero de 2014

Armando Hart y nuestra América

Autor: Jesús Méndez Jiminián  
ARMANDO HART Y NUESTRA AMÉRICA

“Toda está dicho ya, pero las cosas cada vez que son sinceras son nuevas”.
José Martí (1853 – 1895)

Armando Enrique Hart Dávalos (La Habana, Cuba, 13 de Junio 1930). Abogado, político, escritor, educador, martiano y gran revolucionario. Es de los fundadores de los Movimiento 26 de Julio, 1956, liderado por Fidel Castro Ruz. Fue integrante de su primera dirección nacional. Participó activamente en las tareas revolucionarias para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista. En la vida política también se inició al lado de Fidel en el Partido Ortodoxo de Eduardo Chivás. En 1957 fue hecho preso por los militares del régimen de Batista, pero logró escaparse para incorporarse inmediatamente a las tareas políticas con miras a derrocar la dictadura, siendo designado Coordinador Nacional del Movimiento 26 de Julio. En enero de 1958 es hecho preso nuevamente, y como tal permanece hasta el triunfo de la Revolución, el 1 de enero 1959.
Bajo la presidencia de Manuel Urrutia, el primero después del triunfo de la Revolución, ocupa el cargo de Ministro de Educación, y, organiza y dirige de forma brillante la Campaña Nacional de Alfabetización, mediante la cual se redujo de más de un 25% a 3.9% al finalizar la misma, el analfabetismo en Cuba. En 1976 es designado Ministro de Cultura, cargo que desempeña hasta 1997; y desde entonces, hasta hoy, ocupa las funciones de Director de la Oficina del Programa Martiano, y preside la Sociedad Cultural José Martí, desde cuyas funciones ha logrado extraordinariamente proyectar y difundir la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba, con notabilísima aceptación y valoración en toda Nuestra América y el Mundo.
Entre las principales obras publicadas por Armando Hart, se encuentra: Del trabajo cultural (1970), Cambiar las reglas del juego (1983), Cultura en Revolución (1990), Cubanía, cultura y política (1993), Perfiles (1995), Cultura para el desarrollo, el desafío del siglo XXI (2001), Ética, cultura y política (2001), La condición humana (2005) y ¿Quién fue José Martí?, entre otros.
Este 30 de enero de 2014 se cumplen, precisamente, 123 años de la publicación por parte de Martí de su obra Nuestra América, y con ello queremos rendir nuestro más sincero y cálido reconocimiento a Martí, al pueblo de Cuba, y con ellos a uno de sus más abnegados defensores y fiel exponente: Armando Hart Dávalos. ¡Honrar, honra! como decía José Martí.

El autor es miembro de la Cátedra “José Martí” en la UASD y de la Real Sociedad de Historiadores.

martes, 7 de enero de 2014

José Martí, un gigante de nuestra América

Autor: Jesús Méndez Jiminián

JOSÉ MARTÍ, UN GIGANTE DE NUESTRA AMÉRICA

“La Patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo y capellanía de nadie”.
José Martí

José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895).  Es el más universal de los cubanos. Político, periodista, poeta, abogado, filósofo, educador, escritor, diplomático y gran revolucionario. Hijo de los españoles Mariano Martí, de Valencia, y Leonor Pérez Cabrera, de Tenerife, Islas Canarias. Desde niño sintió los dolores de su Patria salvajemente colonizado por el imperio español; se inició casi niño como escritor en el periodiquito llamado Diablo Cojuelo, fundado y dirigido por él.

El 21 de octubre de 1869, Martí es acusado de traición, y es enviado a prisión por las autoridades españolas quienes lo ingresan a la Cárcel Nacional, en La Habana. Por diligencias de sus padres, la pena le es conmutada, y se le envía al exilio, a España, donde concluye sus estudios de bachillerato, e ingresa a las universidades de Madrid y Zaragoza, donde se gradúa en Derecho Civil, Filosofía y Letras.

Desde España, Martí se traslada a México donde residía su familia; y más tarde a Guatemala, donde ejerce el magisterio. Retorna a Cuba y el 17 de septiembre de 1869, tras el estallido de la Guerra Chiquita liderada por el general Calixto García, es hecho preso nuevamente. Es enviado al exilio. “Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York – donde pasó a residir la mayor parte de su vida, n. de j.m.j. – a importantes periódicos: La Opinión Nacional de Caracas, La Nación, de Buenos Aires y el Partido Liberal, de México”. En su breve estancia en Caracas, en 1881, funda La Revista Venezolana.

En el campo literario, Martí es precursor junto a figuras como Rubén Darío, Santos Chocano, Manuel Gutiérrez Nájera y otros, del movimiento conocido como el Modernismo. Entre sus obras, de mucho valor literario y político, están: Ismaelillo (1882), Versos sencillos (1891), Versos libres, El presidio político en Cuba (1871), Nuestra América (1891), y su única novela Lucía Jerez. Su obra epistolar es amplísima.

Uno de sus grandes méritos como político tras la creación del Partido Revolucionario Cubano (1892), es el de haber logrado unificar a los principales jefes de la Guerra del ’68, entre los que se encontraban los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo, para los preparativos e inicios de la última guerra de independencia cubana: la Guerra del 95 o Guerra Necesaria.

Su muerte acaece tras su integración a dicha guerra, el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, cerca de Palma Soriano. La influencia de Martí es bien grande en el pueblo cubano, que lo ha declarado como “El apóstol de la independencia” o el “Héroe Nacional de Cuba”. La libertad  en el concepto martiano bien podría resumirse en esta frase: “La Libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre”. ¡Martí vive y por siempre vivirá!

El autor es miembro de la Cátedra “José Martí” en
la UASD y de la Real Sociedad de Historiadores