Reseña del libro Sin delitos ni
pecados
Por Albeyra L. Rodríguez
Sin delitos ni pecados: clero,
transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857)[1] del doctor Cesar Augusto Salcedo Chirinos[2] es un trabajo analítico sobre las transgresiones de algunos individuos
que pertenecieron a la clerecía puertorriqueña durante la primera mitad del
siglo XIX. Este libro fue premiado con el segundo lugar en la categoría de
investigación y critica por el Instituto de Literatura Puertorriqueña de este
año en curso,[3] reconociendo esta institución, la calidad e innovación de este escrito.
La novedad de este estudio es el
enfoque histórico y la población estudiada desde una perspectiva foucaultiana:
la transgresión y la norma como conceptos paralelamente existentes.[4] Utiliza la documentación recopilada de fuentes manuscritas como el
Archivo General de Indias, Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de
Puerto Rico, el Archivo Histórico Catedral, Archivo Histórico Diocesano, y archivos parroquiales, así como de fuentes primarias transcritas desde las
actas de cabildos de San Juan, reglamentos, recopilaciones de leyes y
constituciones, entre otros libros y artículos, haciendo de su trabajo uno cabal.
Salcedo Chirinos primeramente presenta
la vida y estructuras eclesiásticas para luego adentrarse en las prácticas
cotidianas de este grupo, identificando adulterio, amancebamiento, juegos,
desobediencia y hasta deudas concebidas por estos hombres. Posteriormente, nos muestra
las actuaciones del tribunal eclesiástico y sus investigaciones realizadas por
la misma institución a través de interrogatorios y los resultados hacia estos
sacerdotes transgresores.
Dentro de este estudio aparecen
descritos sacerdotes amancebados en diferentes puntos de la isla, con amistades
sospechosas que creaban escándalos entre sacerdotes, jugadores de gallo (suponiéndose
que este tipo de juego no era considerado una transgresión[5]), y hasta con problemas de alcohol. La desobediencia y los insultos,
tanto a sus feligreses, figuras políticas como a sus mismos pares, fue parte
también de la práctica de algunos cleros en la Isla. Estas prácticas cotidianas
en el clero eran conocidas. Bien dice Salcedo Chirinos que “La gente sabía que
el cura debía comportarse de otra manera, solo que no lo cuestionaban ni lo
denunciaban por sus transgresiones, a menos que existieran otros intereses”.[6] No obstante, debido a la capacidad de decisión de la Iglesia contra los
clérigos de manera interna y sus respectivos procesos[7], las actuaciones de estos sacerdotes eran castigadas con suspensiones
de oficio y/o amonestaciones verbales o penas pecuniarias, o quedaron impunes, continuando
así ejerciendo el ministerio. Todo esto apunta a que el comportamiento
cotidiano de estos clérigos evidencia las relaciones de poder y el ejercicio de
esta, que era común en la sociedad decimonónica puertorriqueña.
Este tipo de investigación nos
demuestra que, en el periodo y población estudiada, estos sacerdotes no eran
ejemplo para la institución que representaban y vivieron igual que su
feligresía, con prácticas y conflictos cotidianos. A su vez, se apropiaron y
negociaron con las estructuras de poder, siendo estas administradas por ellos
mismos. Se deduce que por la necesidad de clérigos y por intereses
particulares, culminaban minimizando las sanciones. Es por esto que, Sin
delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico
(1795-1857) nos sirve para reflexionar sobre cómo luego del periodo estudiado
por Salcedo Chirinos, han continuado surgiendo en rotativos nacionales e
internacionales, situaciones significativas e impactantes consumadas por el
clero en años pasados, y estos, en la mayoría de los casos, no reciben ningún
tipo de castigo por los actos cometidos en diferentes partes del mundo. El
autor titulariza su obra “sin delitos ni pecados”, entendiéndose que el clero no
fue castigado sino sancionado y continuaron viviendo como hombres comunes. Por
todo lo antes mencionado, recomiendo este trabajo y se extiende la invitación
para que puedan disfrutar del mismo.
Nota Editorial: César Augusto Salcedo Chirinos, también, es autor del libro Las negociaciones del arte de curar: Los orígenes de la regulación de las prácticas sanitaria en Puerto Rico, el cual puede conseguir marcando el enlace.
Nota Editorial: César Augusto Salcedo Chirinos, también, es autor del libro Las negociaciones del arte de curar: Los orígenes de la regulación de las prácticas sanitaria en Puerto Rico, el cual puede conseguir marcando el enlace.
[1] César Augusto Salcedo Chirinos, Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto
Rico (1795-1857). (Río Piedras: Publicaciones Gaviota, 2016).
[2] Los temas de investigación del doctor Salcedo Chirinos giran en
torno a la transgresión, vida cotidiana, sexualidad, clero, enfermedades, entre
otros temas en el Puerto Rico decimonónico.
[3]
El Nuevo Día, “El Instituto de Literatura Puertorriqueña premia el talento
local,” Periódico El Nuevo Día,
https://www.elnuevodia.com/entretenimiento/cultura/nota/elinstitutodeliteraturapuertorriquenapremiaeltalentolocal-2400092/
(consultado 27 agosto 2018).
[4] Salcedo
Chirinos, Sin delitos ni pecados: …, 14-18.
[5] Ibid., 88-89.
[6] Ibid., 223-224.
[7] El autor
plantea que tuvo dificultad para accesar los documentos del Archivo Histórico Arquidiocesano
ya que no están disponibles para los investigadores. Ibid., 132.
Parece muy interesante. Felicitaciones.
ResponderBorrarSaludos Sara. Gracias.
BorrarQue 70 aňos no es nada y menos institucionales cuando de vidas se trata.Lo que no me gusta del historiador es lo vela guira 2016 a contar lo que ha vivido el Puertorriqueño desde su fe sabiendo tragar ese trago amargo que represents $ al autor en el siglo 21.II decada
ResponderBorrarSaludos. El historiador estudia el pasado, que tiene sus puntos de vista, claro, no hay texto completamente objetivo, pero lo mismo va hacia un lado o hacia otro, dependiendo del que sea; lo importante son sus argumentos y como los presenta. Sobre lo que ganan los historiadores, le indico que la mayoría hace esto por amor al arte. Aquí en Akelarre no creemos en la censura por lo cual si desea puede preparar un escrito debatiendo lo que indica este libro, no obstante, si el argumento es tan simple como decir que el historiador es un vela güira, o no me gusta porque es blanco, negro o amarillo, o le tira a lo que yo creo, le indico que no es suficiente para un debate del altura. Le agradecemos ser un lector de Akelarre y lo exhortamos a que lea el libro y lo reseñe por su contenido y metodología. Gracias.
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