lunes, 3 de septiembre de 2018

Reseña del libro "Sin delitos ni pecados"


Reseña del libro Sin delitos ni pecados
Por Albeyra L. Rodríguez

Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857)[1] del doctor Cesar Augusto Salcedo Chirinos[2] es un trabajo analítico sobre las transgresiones de algunos individuos que pertenecieron a la clerecía puertorriqueña durante la primera mitad del siglo XIX. Este libro fue premiado con el segundo lugar en la categoría de investigación y critica por el Instituto de Literatura Puertorriqueña de este año en curso,[3] reconociendo esta institución, la calidad e innovación de este escrito.  

La novedad de este estudio es el enfoque histórico y la población estudiada desde una perspectiva foucaultiana: la transgresión y la norma como conceptos paralelamente existentes.[4] Utiliza la documentación recopilada de fuentes manuscritas como el Archivo General de Indias, Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de Puerto Rico, el Archivo Histórico Catedral, Archivo Histórico Diocesano, y archivos parroquiales, así como de fuentes primarias transcritas desde las actas de cabildos de San Juan, reglamentos, recopilaciones de leyes y constituciones, entre otros libros y artículos, haciendo de su trabajo uno cabal. 

Salcedo Chirinos primeramente presenta la vida y estructuras eclesiásticas para luego adentrarse en las prácticas cotidianas de este grupo, identificando adulterio, amancebamiento, juegos, desobediencia y hasta deudas concebidas por estos hombres. Posteriormente, nos muestra las actuaciones del tribunal eclesiástico y sus investigaciones realizadas por la misma institución a través de interrogatorios y los resultados hacia estos sacerdotes transgresores.

Dentro de este estudio aparecen descritos sacerdotes amancebados en diferentes puntos de la isla, con amistades sospechosas que creaban escándalos entre sacerdotes, jugadores de gallo (suponiéndose que este tipo de juego no era considerado una transgresión[5]), y hasta con problemas de alcohol. La desobediencia y los insultos, tanto a sus feligreses, figuras políticas como a sus mismos pares, fue parte también de la práctica de algunos cleros en la Isla. Estas prácticas cotidianas en el clero eran conocidas. Bien dice Salcedo Chirinos que “La gente sabía que el cura debía comportarse de otra manera, solo que no lo cuestionaban ni lo denunciaban por sus transgresiones, a menos que existieran otros intereses”.[6] No obstante, debido a la capacidad de decisión de la Iglesia contra los clérigos de manera interna y sus respectivos procesos[7], las actuaciones de estos sacerdotes eran castigadas con suspensiones de oficio y/o amonestaciones verbales o penas pecuniarias, o quedaron impunes, continuando así ejerciendo el ministerio. Todo esto apunta a que el comportamiento cotidiano de estos clérigos evidencia las relaciones de poder y el ejercicio de esta, que era común en la sociedad decimonónica puertorriqueña.

Este tipo de investigación nos demuestra que, en el periodo y población estudiada, estos sacerdotes no eran ejemplo para la institución que representaban y vivieron igual que su feligresía, con prácticas y conflictos cotidianos. A su vez, se apropiaron y negociaron con las estructuras de poder, siendo estas administradas por ellos mismos. Se deduce que por la necesidad de clérigos y por intereses particulares, culminaban minimizando las sanciones. Es por esto que, Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857) nos sirve para reflexionar sobre cómo luego del periodo estudiado por Salcedo Chirinos, han continuado surgiendo en rotativos nacionales e internacionales, situaciones significativas e impactantes consumadas por el clero en años pasados, y estos, en la mayoría de los casos, no reciben ningún tipo de castigo por los actos cometidos en diferentes partes del mundo. El autor titulariza su obra “sin delitos ni pecados”, entendiéndose que el clero no fue castigado sino sancionado y continuaron viviendo como hombres comunes. Por todo lo antes mencionado, recomiendo este trabajo y se extiende la invitación para que puedan disfrutar del mismo.

Nota Editorial: César Augusto Salcedo Chirinos, también, es autor del libro Las negociaciones del arte de curar: Los orígenes de la regulación de las prácticas sanitaria en Puerto Rico, el cual puede conseguir marcando el enlace. 


[1] César Augusto Salcedo Chirinos, Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857). (Río Piedras: Publicaciones Gaviota, 2016).
[2] Los temas de investigación del doctor Salcedo Chirinos giran en torno a la transgresión, vida cotidiana, sexualidad, clero, enfermedades, entre otros temas en el Puerto Rico decimonónico.
[3] El Nuevo Día, “El Instituto de Literatura Puertorriqueña premia el talento local,” Periódico El Nuevo Día
https://www.elnuevodia.com/entretenimiento/cultura/nota/elinstitutodeliteraturapuertorriquenapremiaeltalentolocal-2400092/ (consultado 27 agosto 2018).
[4] Salcedo Chirinos, Sin delitos ni pecados: …, 14-18.
[5] Ibid., 88-89.
[6]  Ibid., 223-224.
[7] El autor plantea que tuvo dificultad para accesar los documentos del Archivo Histórico Arquidiocesano ya que no están disponibles para los investigadores. Ibid., 132.

4 comentarios:

  1. Que 70 aňos no es nada y menos institucionales cuando de vidas se trata.Lo que no me gusta del historiador es lo vela guira 2016 a contar lo que ha vivido el Puertorriqueño desde su fe sabiendo tragar ese trago amargo que represents $ al autor en el siglo 21.II decada

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    1. Saludos. El historiador estudia el pasado, que tiene sus puntos de vista, claro, no hay texto completamente objetivo, pero lo mismo va hacia un lado o hacia otro, dependiendo del que sea; lo importante son sus argumentos y como los presenta. Sobre lo que ganan los historiadores, le indico que la mayoría hace esto por amor al arte. Aquí en Akelarre no creemos en la censura por lo cual si desea puede preparar un escrito debatiendo lo que indica este libro, no obstante, si el argumento es tan simple como decir que el historiador es un vela güira, o no me gusta porque es blanco, negro o amarillo, o le tira a lo que yo creo, le indico que no es suficiente para un debate del altura. Le agradecemos ser un lector de Akelarre y lo exhortamos a que lea el libro y lo reseñe por su contenido y metodología. Gracias.

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