domingo, 13 de marzo de 2016

Prólogo de libro sobre Sociedad Amigos de Puerto Rico

Prólogo de la obra La Sociedad de Amigos del País de Puerto Rico: Su historia natural (2015), Lucas Mattei, Ph.D.

Autora del prólogo: 
Raquel Rosario Rivera, Ph.D. 
Académica de Número 
Academia Puertorriqueña de la Historia

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Las Sociedades Económicas de Amigos del País fueron un fiel reflejo del Reformismo Ilustrado en Europa. Con la primera Sociedad creada en Suiza, la Societé des Sciences Utiles de Zurich, en 1747, seguida por la de Brest, Francia, con el nombre de Societé d’Agriculture, Arts Commerce de Bretagne en 1757, la Societé d’ Agriculture, de París, en 1761; y por la Society of Dublin en Irlanda y la Societé de Berne, Suiza, fundadas ambas en 1762, se comenzó a desarrollar un cambio en la forma de pensar, actuar y buscar soluciones a los problemas más apremiantes del momento. Estas primeras Sociedades, dieron un impulso a la creación de otras en distintas ciudades europeas y americanas, muchas de las cuales aún perduran.

La difusión de las Sociedades Económicas de Amigos del País en España se dio a partir del último cuarto del siglo XVIII, con el impulso que diera el Primer Ministro de Hacienda, Pedro Rodríguez y Pérez, Conde de Campomanes, en época de Carlos III. La Sociedad Económica Bascongada, creada en 1774 fue la primera y tuvo como fin impulsar conocimientos útiles y el desarrollo económico de la provincia. A partir de su establecimiento se empezaron a promover la creación de otras en toda la Península.

Con éstas Sociedades los Ilustrados pretendían desarrollar y difundir la industria, el comercio, la agricultura, la ciencia y la cultura en todos los ciudadanos. Fue así que se creó la segunda Sociedad en el Escorial, de manos de la Corona, con la firma de una Cédula del 9 de noviembre de 1775, por el Rey Carlos III cuyo nombre fue Real Sociedad Económica Matritense.

Lo efectivo, práctico y positivo en la creación de estas Corporaciones tuvo su manifiesto en los territorios Ultramarinos llegando a fundarse Sociedades en Santiago y La Habana en Cuba; Nueva España, Mompox en Colombia, Lima, Quito y Guatemala, entre otras.

Este preámbulo nos sirve para resaltar el maravilloso trabajo que presenta el Dr. Lucas Mattei Rodríguez, sobre la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico.

Nunca antes se había realizado un estudio tan minucioso que reflejara todos los intentos de crear una Sociedad Económica en la isla de Puerto Rico, su desarrollo, su funcionamiento y promociones económicas y culturales.

El Dr. Mattei escudriña sus orígenes auscultando su desarrollo embriónico y las personalidades envueltas en ese proceso entre ellas la figura del ilustre obispo Juan Bautista Zengotita. Ante la situación que estaba padeciendo España y las constantes guerras napoleónicas, que estaban afectando el mundo caribeño, no podía ser menos el intento de crear elementos propulsores de una economía que pudiera dar sostén a la Isla, ante la pérdida de los ingresos del Situado Mejicano. Nos demuestra Mattei, las propuestas realizadas por nuestro primer Diputado a Cortes, Ramón Power y Giralt, en promover un progreso económico para la Isla. Presenta el arribo de la figura más trascendental en la Historia Económica de Puerto Rico de las primeras décadas del siglo XIX, el intendente Alejandro Ramírez y Blanco, promovido por el propio Power al reconocer sus extraordinarias cualidades como economista.

En este trabajo el Dr. Mattei Rodríguez examina cada acción realizada por Ramírez, vista a través de las Actas de la Sociedad Económica durante el periodo de su incumbencia como primer Intendente de la Isla desde febrero de 1813 hasta mayo de 1816.

Mattei explica sabiamente, como la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico, comenzó a formarse por las clases privilegiadas de la Capital que, al estar inmersas en las nuevas ideas de la Ilustración, tenían interés en desarrollar nuevos métodos de cultivos, establecer nuevas industrias y sobretodo promover la educación en todos los niveles.

Una aportación significativa de este trabajo es la Relación de Socios que presenta el Dr. Mattei como parte de sus Apéndices donde demuestra un amplio espectro social, de los que forjaron la mentalidad puertorriqueña de aquel momento. Esta Corporación no sólo la formaron los socios de la Capital, sino que provenían de los cuatro puntos cardinales de la Isla, lo que permitió mayor convergencia y participación de personas con mentalidades e ideas diversas. Describe el autor datos importantes de los Socios como el año de incorporación, lugar de residencia y oficio. Resalta la presencia de Funcionarios de Gobierno, Empleados de la Administración, Militares, Vice Cónsules y Juristas. Destaca la participación del Cabildo Eclesiástico, el Clero y las Órdenes Religiosas. Hace evidente la presencia de una burguesía que centraba su vida en el comercio y el desarrollo económico de la Capital, de los pueblos limítrofes e incluso de los más lejanos de la Isla. Pero también muestra como se tenía en cuenta a las clases trabajadoras como los campesinos y artesanos.

Para los Ilustrados la educación era un pilar fundamental e indispensable en la creación de una estructura que elevaría el nivel de vida material y moral de la población. Fue esto lo que marcó, en gran medida, la trayectoria de la Sociedad Económica con proyectos encaminados a establecer Escuelas, Academias y Cátedras.

Cita Mattei en su trabajo, unas expresiones del Dr. José María Vargas, dentista de profesión y educador por excelencia, quien luego de residir por varios años en la Isla, fue además Presidente de Venezuela. Expone Vargas que:

…el motor fundamental de toda sociedad es la educación... la escuela debe ser el lugar donde el niño ha de adquirir el acertado desarrollo de su razón, la dirección de sus costumbres, el amor a la ocupación, el justo aprecio de lo sólido y útil, el desdén del falso brillo, del ruinoso lujo y de las preocupaciones insensatas, la dulzura de su carácter, y las demás virtudes, que han de ser algún día la felicidad y el ornato de su patria.

Estas expresiones de Vargas, son el mejor reflejo del más importante rol que asumió la Sociedad Económica de Amigos del País en Puerto Rico.

El otro campo de actuación de la Sociedad Económica de Amigos del País fue el fomento de la economía, con mayor énfasis en la agricultura. Una nueva población estaba llegando a la Isla impulsada por los efectos de las revoluciones hispanoamericanas, que la Corona promovía se quedasen trayendo capitales para el fomento de la misma. Más fuerza tuvo dicho interés al promover la llegada de personas mediante los atractivos que tuvo la Real Cédula de Gracias de 1815. Estas medidas fueron muy bien utilizadas por la Sociedad Económica que buscó aprovechar las circunstancias para adelantar el progreso de la Isla.

La promoción de conocimientos agronómicos, la redacción de Memorias, la implantación de mejoras técnicas y el impulso en la utilización de nuevas máquinas que ayudarían al florecimiento agrícola fueron parte de las iniciativas de la Corporación. Esto sumado al fomento de nuevos cultivos, la distribución de semillas y la educación agrícola a través de Cartillas Rústicas. El autor nos explica las distintas acciones promovidas por la Corporación aún en momentos de estrechez económica.

Hace referencia a cómo se entremezclan los fines de la Sociedad Económica con los del campo político. Se puede apreciar lo efectivas que fueron las medidas tomadas por la Sociedad en los periodos Constitucionales, por las libertades que permeaban en esos momentos.

Fue la Sociedad Económica de Amigos del País un ente clarificador, promotor de nuevas ideas e industrias y creador de Escuelas y Cátedras. Propulsor de medios informativos como Periódicos, Cartillas y Memorias y lo más importante, una entidad transformadora y forjadora de mentalidades con el objetivo de crear un mejor país con la esperanza de un mejor futuro.


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