Prólogo de la obra La Sociedad de Amigos del País de Puerto
Rico: Su historia natural (2015), Lucas Mattei, Ph.D.
Autora del prólogo:
Raquel
Rosario Rivera, Ph.D.
Académica de Número
Academia Puertorriqueña de la
Historia
Las Sociedades Económicas de
Amigos del País fueron un fiel reflejo del Reformismo Ilustrado en Europa. Con
la primera Sociedad creada en Suiza, la Societé
des Sciences Utiles de Zurich, en 1747, seguida por la de Brest, Francia,
con el nombre de Societé d’Agriculture,
Arts Commerce de Bretagne en 1757, la Societé
d’ Agriculture, de París, en 1761; y por la Society of Dublin en Irlanda y la Societé de Berne, Suiza, fundadas ambas en 1762, se comenzó a
desarrollar un cambio en la forma de pensar, actuar y buscar soluciones a los
problemas más apremiantes del momento. Estas primeras Sociedades, dieron un
impulso a la creación de otras en distintas ciudades europeas y americanas, muchas
de las cuales aún perduran.
La difusión de las
Sociedades Económicas de Amigos del País en España se dio a partir del último
cuarto del siglo XVIII, con el impulso que diera el Primer Ministro de
Hacienda, Pedro Rodríguez y Pérez, Conde de Campomanes, en época de Carlos III.
La Sociedad Económica Bascongada, creada en 1774 fue la primera y tuvo como fin
impulsar conocimientos útiles y el desarrollo económico de la provincia. A
partir de su establecimiento se empezaron a promover la creación de otras en
toda la Península.
Con éstas Sociedades los
Ilustrados pretendían desarrollar y difundir la industria, el comercio, la
agricultura, la ciencia y la cultura en todos los ciudadanos. Fue así que se
creó la segunda Sociedad en el Escorial, de manos de la Corona, con la firma de
una Cédula del 9 de noviembre de 1775, por el Rey Carlos III cuyo nombre fue Real
Sociedad Económica Matritense.
Lo efectivo, práctico y
positivo en la creación de estas Corporaciones tuvo su manifiesto en los
territorios Ultramarinos llegando a fundarse Sociedades en Santiago y La Habana
en Cuba; Nueva España, Mompox en Colombia, Lima, Quito y Guatemala, entre
otras.
Este preámbulo nos sirve
para resaltar el maravilloso trabajo que presenta el Dr. Lucas Mattei
Rodríguez, sobre la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico.
Nunca antes se había
realizado un estudio tan minucioso que reflejara todos los intentos de crear
una Sociedad Económica en la isla de Puerto Rico, su desarrollo, su funcionamiento
y promociones económicas y culturales.
El Dr. Mattei escudriña sus
orígenes auscultando su desarrollo embriónico y las personalidades envueltas en
ese proceso entre ellas la figura del ilustre obispo Juan Bautista Zengotita.
Ante la situación que estaba padeciendo España y las constantes guerras
napoleónicas, que estaban afectando el mundo caribeño, no podía ser menos el
intento de crear elementos propulsores de una economía que pudiera dar sostén a
la Isla, ante la pérdida de los ingresos del Situado Mejicano. Nos demuestra
Mattei, las propuestas realizadas por nuestro primer Diputado a Cortes, Ramón
Power y Giralt, en promover un progreso económico para la Isla. Presenta el
arribo de la figura más trascendental en la Historia Económica de Puerto Rico
de las primeras décadas del siglo XIX, el intendente Alejandro Ramírez y
Blanco, promovido por el propio Power al reconocer sus extraordinarias
cualidades como economista.
En este trabajo el Dr.
Mattei Rodríguez examina cada acción realizada por Ramírez, vista a través de
las Actas de la Sociedad Económica durante el periodo de su incumbencia como
primer Intendente de la Isla desde febrero de 1813 hasta mayo de 1816.
Mattei explica sabiamente,
como la Sociedad Económica de Amigos del País de Puerto Rico, comenzó a formarse
por las clases privilegiadas de la Capital que, al estar inmersas en las nuevas
ideas de la Ilustración, tenían interés en desarrollar nuevos métodos de cultivos,
establecer nuevas industrias y sobretodo promover la educación en todos los
niveles.
Una aportación significativa
de este trabajo es la Relación de Socios que presenta el Dr. Mattei como parte
de sus Apéndices donde demuestra un amplio espectro social, de los que forjaron
la mentalidad puertorriqueña de aquel momento. Esta Corporación no sólo la
formaron los socios de la Capital, sino que provenían de los cuatro puntos
cardinales de la Isla, lo que permitió mayor convergencia y participación de personas
con mentalidades e ideas diversas. Describe el autor datos importantes de los
Socios como el año de incorporación, lugar de residencia y oficio. Resalta la
presencia de Funcionarios de Gobierno, Empleados de la Administración,
Militares, Vice Cónsules y Juristas. Destaca la participación del Cabildo
Eclesiástico, el Clero y las Órdenes Religiosas. Hace evidente la presencia de
una burguesía que centraba su vida en el comercio y el desarrollo económico de
la Capital, de los pueblos limítrofes e incluso de los más lejanos de la Isla.
Pero también muestra como se tenía en cuenta a las clases trabajadoras como los
campesinos y artesanos.
Para los Ilustrados la
educación era un pilar fundamental e indispensable en la creación de una
estructura que elevaría el nivel de vida material y moral de la población. Fue
esto lo que marcó, en gran medida, la trayectoria de la Sociedad Económica con
proyectos encaminados a establecer Escuelas, Academias y Cátedras.
Cita Mattei en su trabajo,
unas expresiones del Dr. José María Vargas, dentista de profesión y educador
por excelencia, quien luego de residir por varios años en la Isla, fue además
Presidente de Venezuela. Expone Vargas que:
…el motor fundamental de
toda sociedad es la educación... la escuela debe ser el lugar donde el niño ha
de adquirir el acertado desarrollo de su razón, la dirección de sus costumbres,
el amor a la ocupación, el justo aprecio de lo sólido y útil, el desdén del
falso brillo, del ruinoso lujo y de las preocupaciones insensatas, la dulzura
de su carácter, y las demás virtudes, que han de ser algún día la felicidad y
el ornato de su patria.
Estas expresiones de Vargas,
son el mejor reflejo del más importante rol que asumió la Sociedad Económica de
Amigos del País en Puerto Rico.
El otro campo de actuación
de la Sociedad Económica de Amigos del País fue el fomento de la economía, con
mayor énfasis en la agricultura. Una nueva población estaba llegando a la Isla
impulsada por los efectos de las revoluciones hispanoamericanas, que la Corona
promovía se quedasen trayendo capitales para el fomento de la misma. Más fuerza
tuvo dicho interés al promover la llegada de personas mediante los atractivos
que tuvo la Real Cédula de Gracias de 1815. Estas medidas fueron muy bien
utilizadas por la Sociedad Económica que buscó aprovechar las circunstancias
para adelantar el progreso de la Isla.
La promoción de
conocimientos agronómicos, la redacción de Memorias, la implantación de mejoras
técnicas y el impulso en la utilización de nuevas máquinas que ayudarían al
florecimiento agrícola fueron parte de las iniciativas de la Corporación. Esto
sumado al fomento de nuevos cultivos, la distribución de semillas y la
educación agrícola a través de Cartillas Rústicas. El autor nos explica las
distintas acciones promovidas por la Corporación aún en momentos de estrechez
económica.
Hace referencia a cómo se
entremezclan los fines de la Sociedad Económica con los del campo político. Se
puede apreciar lo efectivas que fueron las medidas tomadas por la Sociedad en
los periodos Constitucionales, por las libertades que permeaban en esos
momentos.
Fue la Sociedad Económica de
Amigos del País un ente clarificador, promotor de nuevas ideas e industrias y creador
de Escuelas y Cátedras. Propulsor de medios informativos como Periódicos,
Cartillas y Memorias y lo más importante, una entidad transformadora y
forjadora de mentalidades con el objetivo de crear un mejor país con la
esperanza de un mejor futuro.