jueves, 12 de diciembre de 2013

Síntesis de la historia de las ciencias en Puerto Rico, siglos XIX y XX

Autor: Luis Caldera Ortiz

Historia de la Ciencia en Puerto Rico, siglos XIX y XX[1]

Continuación de la Primera parte de este artículo

Siglo XIX

Entrando en el siglo XIX el desarrollo de las ciencias en Puerto Rico se amplió en gran medida. La Real Cedula de Gracia implementada en 1815, aparte de ser una reforma económica para Puerto Rico a largo plazo, conllevo que entraran extranjeros con poder adquisitivo que invirtieron su capital en la isla, especialmente en el producto azucarero.[2] En toda la centuria del siglo XIX la evolución de la manualidad azucarera se transformó en las grandes centrales, movida a vapor y con el ferrocarril,[3] esto ayudó al desarrollo de la ingeniería.

El primer huracán del que se tiene una idea de la presión barométrica que generó fue el de Santa Ana, el cual afecto a Puerto Rico el 26 de julio de 1825[4]; aunque la primera medición barométrica se realizó con el huracán de Nuestra Señora de los Ángeles, ocurrido entre el 2 y 3 de agosto de 1837.[5] El pluviómetro es utilizado en Puerto Rico a mediados de la década de 1850.[6] Un aspecto interesante relacionado es que en la década de 1830 la ciencia investigativa medica tomo sus avances gracias a los huracanes.

Aun en la primera mitad del siglo XIX el avance del estudio de la ciencias era uno muy lento y apenas podemos ver una serie de avances en el campo de la industria azucarera.[7] Entendemos que el verdadero impulso se dio con la creación del Cuerpo Auxiliar de Obras Públicas[8], esto se dio mucho más rápido después de los incidentes del Grito de Lares en 1868.[9] La Gaceta de Puerto Rico empezó a publicar informes climáticos por primera vez en 1869 y el Gobernador Sans para el mismo año da órdenes de establecer el telégrafo; este iba de Arecibo a la Capital.[10] Para 1870 se ordenó tirar una línea telegráfica submarina desde Puerto Rico hacia algunas Antillas Menores. Por lo que la comunicación entre Puerto Rico y las Antillas Menores fue un gran avance tecnológico. A pesar de esto, aun en Puerto Rico, en las pequeñas escuelas urbanas, solo se daba religión, aritmética, lectura, caligrafía, aritmética y conducta.[11] La clase de aritmética, aunque era básica, demostraba que dentro de los elementos de la educación del siglo XIX se encontraban elementos relacionados a las ciencias.

Comenzando la década de 1870 hasta el 1898, en Puerto Rico, las principales actividades científicas fueron hechas por los ingenieros del Departamento de Obras Públicas, estos habían estudiado en España. Las estaciones meteorológicas eran supervisadas por el Director de Departamento de Obras Públicas.[12] Otro ejemplo de desarrollo urbano y tecnológico fue la construcción de proyectos de puentes metálicos en muchas de las principales carreteras en Puerto Rico.[13] Después de este avance, en Puerto Rico, en el último cuarto del siglo 19, la última década del imperio español no presentó una gran innovación científica en la mayoría de los sectores, el cultivo del tabaco, el café y su infraestructura era ámbitos que carecían de avances en la ingeniería de desarrollo, solamente en las Estaciones Experimentales creadas en Rio Piedras y Mayagüez se hacían algunos estudios sobre estos cultivos y otros menores como el maíz.[14]

La gran mayoría de la población vivía en casas de madera y paja, algunos terratenientes tenían acceso a algún artefacto de gran tecnología del momento, un ejemplo es que 1887 en Coamo había una línea de teléfono desde la casa de Clotilde Santiago hasta lo Baños de Aguas Termales del mencionado pueblo. Posiblemente fue el primer lugar en Puerto Rico en haber un teléfono residencial. Esto se debió indirectamente a que en 1890 se instaló un cuadro telefónico en la fortaleza para comunicarse con las estaciones militares cercanas.[15]

La creación de las Estaciones Experimentales en Rio Piedras y Mayagüez en 1888[16], es a nuestro entender el avance tecnológico, científico y relacionado con la ciencia más importante en el último tercio del siglo 19. En este campo se hacían estudio de botánica y agronomía con distintos productos de cultivo, la razón principal para la creación de estas estaciones experimentales era para buscar un mayor desarrollo de los productos locales y la búsqueda de la cura de enfermedades que se le daba a los principales cultivos. Aquí vemos la base de la agronomía en Puerto Rico.

En 1896 algunos médicos locales hacían cirugías en el Hospital de Servicio Militar de San Juan.[17] Por lo que la medicina en Puerto Rico había tenido un avance tecnológico y técnico. Notamos que algunos renglones relacionados con las ciencias, las matemáticas y la tecnología se habían desarrollado durante el siglo XIX, los científicos se habían enfocado más en una sola materia y la especialización de esta, la tendencia mencionada fue poco a poco imitando a lo de los países europeos. A nivel local ya casi no había científicos multifacéticos de los que habían existido en la Isla desde el siglo XVI. Algunas bases estaban ya sentadas, solo faltaba algunas inversiones monetaria a gran escala que solo podían ser provista por una nación en crecimiento y con un ideal capitalista, que transformara la forma de pensar sobre la ciencia en Puerto Rico.

Siglo XX

Luego de la invasión norteamericana a tierras borinqueñas, lo primero que estos hicieron fue degradar la moneda a un 60% y establecer un estatus estático, para así depreciar los terrenos de muchos hacendados puertorriqueños. Como a consecuencia de esto, vinieron las grandes corporaciones norteamericanas azucareras, tabacaleras, bancarias y otras a comprar los terrenos a bajo costo.[18] El capital de estas industrias fomentó un nuevo ímpetu al desarrollo científico en todos los renglones laborables, incluyendo la creación de una ciencia empresarial, que aún se utiliza hoy en la teoría administrativa. El Servicio Nacional de Meteorología se estableció en 1899 y J. Phasset fue su primer director.[19] En los estudios arqueológicos, la Isla tuvo la virtud de contar con los trabajos de Agustín Stahl, Jesse Fowkes e Irving Rouse, quienes establecieron mucha de las teorías sobre poblamiento indígena en Puerto Rico, algunas de estas siguen vigente hoy día.[20]

El sistema educativo en Puerto Rico evoluciono de uno simple a uno complejo enfocado en el modelo capitalista de Estados Unidos, la Universidad de Puerto Rico fue creada en 1903 para dar estudio continuo a los maestros del país y con el pasar del tiempo se convirtió en nuestra principal institución educativa.

En el terremoto del 11 de Octubre de 1918 se utilizó la escala Mercalli para medir los daños y en el área de Aguadilla se construyeron casas nuevas con planos arquitectónicos americanos[21], esto fue provocado por el tsunami que acompaño al evento sísmico. En la década de 1920, se continuaron realizando construcciones con especificaciones arquitectónicas para este tipo de desastres. En la era de la Gran Depresión no hubo muchos avances tecnológicos, aunque debemos identificar la figura del Dr. Pedro Albizu Campos como una de nuestras personas más brillante relacionadas a los campos científicos ya que era químico y físico. Abandono sus estudios científicos por la política revolucionaria independentista.

La meteorología era un tema atendido por los periódicos pero los pronósticos no eran acertados, por lo que en la década de 1940 se desarrolló El Instituto de Meteorología Tropical. Aquí se estudió más a fondo el fenómeno de la onda alisia, las vaguadas y la zona convergente intertropical, además se publicaron trabajos relacionados con la formación y naturaleza de los huracanes.[22] También este instituto junto a las Estaciones Experimentales de Rio Piedras y Mayagüez realizaron estudios en conjunto para averiguar más la interacción entre la lluvia, el clima, los huracanes y el clima tropical con la agricultura.[23] Estos estudios eran de carácter innovador y promovían la agronomía, climatología, botánica y zoología. Para a mediados de la década de 1950 la prensa monitoreaba el clima con mapas llamados Tefigramas.[24] En 1956, el Negociado del Tiempo contaba con un radar para medir los sistemas tropicales que afectaban a Puerto Rico.[25] Todo esto nos indica claramente que la meteorología puertorriqueña había evolucionado hacia la modernidad.

El Plan Manos a la Obra permitió que llegara a la Isla un flujo de industrias e hizo que la ingeniería se moviera a construir grandes edificios privados y públicos, por lo que las comunidades en los campos se empezaron a migrar a los pueblos en busca de mejores trabajos.[26] La ciencia y la tecnología en Puerto Rico experimento una serie de transformaciones después de 1950. En la década de 1970 ya Puerto Rico era un país industrializado y gestor de proyectos petroquímicos.

Para las década de 1980 y 1990, la era digital, los celulares, computadora y televisores a colores empezaron a penetrar con más fuerza nuestra sociedad, como consecuencia un gran avance de conocimiento en la comunicación y la ciencia predictiva por parte de la población común y corriente. Por primera vez Puerto Rico estaba a la par con el resto del mundo con los adelantos tecnológicos, la globalización permitió que los adelantos de la ciencia llegaran a los países de forma más rápida y fácil. En la actualidad la ciencia sigue evolucionando hacia la transformación de objetos grandes a pequeños con mejores herramientas de funcionamiento, ejemplo de eso son los teléfonos inteligentes. También los estudios en fauna, los cuerpos oceánicos, los geológicos y muchos más, se experimentan en nuestra Isla en los distintos laboratorios de las universidades públicas y privadas. Por lo que hay un gran interés de las nuevas generaciones en construir un país lleno de avances tecnológico a base de la ciencia.

En Puerto Rico hemos dado un gran salto en cuanto avances tecnológicos en el siglo XX; el siglo XXI será uno de estudios e investigación que promete muchos más adelantos. Consideramos que hace falta más interés en la investigación sobre el desarrollo de las ciencias. Hay mucho material del pasado que está deseoso salir a la luz, para así comprender como nuestras pasadas generaciones vivían con el conocimiento de la ciencia del momento. Lo más importante de todo esto es que la evolución de la ciencia en Puerto Rico fue un paso lento pero en las últimas décadas se han dado grandes saltos. En un futuro la ciencia dará más que hablar y su evolución será uno mucho más mayor en Puerto Rico de lo que es ahora, solo es cuestión de interesar a la nueva generación de niños a que se interesen por la historia, el análisis y la dinámica que envuelve el campo de la ciencia.



[1] El autor es economista y cursa sus estudios doctorales en historia en la Universidad Interamericana en el Recinto Metro. Actualmente es historiador  de Coamo, es escritor de la Revista Illescana y tiene segmento radial en el programa domingo en la Villa de San Blas transmitido en la emisora 1450 A.M. Domingo 10:30. En el 2013 recibió el premio Historiador Joven del año 2012 de Puerto Rico otorgado por la Unesco. En la actualidad trabaja en varias trabajos de historia para ser impresos, los libros son Historia de los Ciclones y Huracanes en Puerto Rico, La Historia del Tabaco en Puerto Rico y Las Esfemerides de Coamo este último esta publicado digitalmente en la página de Coamo Mall TV.
[2] Archivo General de Puerto Rico. Aquí se encuentra una copia genuina de tal importante legislación económica.
[3] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 296, exp. 29 (1844-1848). El Ayuntamiento de Guayama pide libre introducción de carbón de piedra. Esto es una muestra del uso del carbón en la tecnología desarrollada a mediados del siglo XIX, la ciencia del uso de la energía de este mineral estaba en pleno nacimiento en Puerto Rico. El ferrocarril llego mucho más tarde a Puerto Rico, para el 1888 se hacen las primeras propuestas y para a mediados de la década de 1890 arriba las primeras locomotoras impulsadas a vapor por lo que esto fue paso a paso, para más información véase Archivo General de ultramar, (1862-1888).
[4] La Gaceta de Puerto Rico, Lunes, 29 de Agosto de 1825, pág. 25. La medida fue entre 27.10 y 28.0, se tomó en la Isla de Guadalupe pero asimismo que pudo haber sido una parecida en Puerto Rico. También debemos asumir que es un poco cuestionable debido a lo rustico del aparato. El primer barómetro en Las Antillas Mayores fue utilizado en Cuba en 1794.
[5] Luis Salivia, Historia de los Temporales en Puerto Rico. San Juan, 1950. Pág. 171.
[6] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, exp. 374, núm. 2. Creemos que fue entre 1851 y 1853.
[7] En 1844 al Sr. Juan de Andrey se le concedió de una patente para una máquina de elaborar Tabaco rape en una pequeña fábrica en San Juan, en el producto tabacalero este es el primer invento relacionado para producir este producto en alguna forma en masa conocido en Puerto Rico, para más información véase Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 307, exp. 7.
[8] El proceso tomo tiempo y la documentación es muy extensa, Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 314, exp. 17. Creación del cuerpo auxiliar de Obras Publicas, 1866-1868. Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 315, exp. 17, 1867-1872. Expediente sobre el arreglo de personal de Obras Públicas. Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 390, exp. 19, 1867-1890. Presupuesto de Obras Publicas Mono Montes y Telégrafos.
[9] Los sucesos de Lares fueron detalles que se abonaron con el tiempo, un gran factor fue las pésimas condiciones de la población y los informes oficiales indican que el dinero de los impuestos era malgastado y no se invertía en obras públicas. Luego del paso de San Narciso y los temblores de Noviembre del mismo año, fue la gota que colmó la copa para que se aglutinaran un grupo de revolucionarios en Lares. Para más información del mal gasto de dinero véase Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 379, exp. 1.
[10] Luis Salivia, Historia de los Temporales en Puerto Rico. San Juan, 1950. Pág. 203-204. El telégrafo fue desarrollado en 1837 pero en Puerto Rico fue traído en 1858 por el propio Samuel Morse en Arroyo, este tiro un cable de la casa de la hija en la Hacienda Enriqueta hasta el puerto del mismo pueblo en donde trabajaba su yerno. Este telégrafo era de uso privado.
[11] La Gaceta de Puerto Rico, 16 de Julio de 1867, pág. 3. Esto es un ejemplo tomado de una escuela en Coamo.
[12] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 372, exp. 1-8, 1873-1896. Expediente sobre el Servicio Meteorológico. Este informe está acompañado de diseños y datos numéricos sobre el clima en Puerto Rico desde 1873 hasta el 1898 y se enviaba a España cada 3 años.
[13] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 368, exp. 10, 1877. Sobre realización de Puentes Metálicos. Las piezas de estos puentes se compraron en Francia. Hoy en día aún existen varios de esos puentes, ejemplo de esto es que en Coamo hay 3 existente aun que están a la salida de dirección de la carretera 14 en dirección de Aibonito y Juana Díaz. Eso demuestra el progreso de la construcción y unión de carreteras interestatales entre los municipios en Puerto Rico en ese periodo.
[14] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 340, exp. 10 y 12.  En el campo del tabaco se empezaron hacer estudios más profundos relacionados con el procedimiento de cultivo, la distribución de la tierra y del uso del abono, por lo que a pesar que fue un adelanto con este producto aun eran estudios técnicos rústicos, esos estudian se hacían en fincas en Cayey y Rio Piedras, con otros productos era lo mismo estos era el maíz, el café, el azúcar y las legumbres. A pesar que estos estudios eran rústicos era la primera vez en Puerto Rico que había un interés de forma científica para buscar desarrollar los productos de aquí para así ser mejores exportaciones de tales productos mencionados.
[15] Ramón Rivera Bermúdez, Historia de Coamo: La Villa Aneja. Coamo, Imprenta Acosta, 1992. Pág. 169.
[16] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 340, exp. 10 y 12
[17] Archivo Histórico Nacional, Ultramar, 1076, exp. 52, 1896. Expediente de cátedra de Cirugía en el Hospital Militar de San Juan.
[18] Arturo Bird Carmona, Parejeros y Desafiantes: Los Tabacaleros de Puerta de Tierra en la primera década del siglo 20. San Juan, 2006. Pág. 56, véase capitulo dos pág. 38-64 del mismo libro para mejor detalles sobre esto.
[19] Luis Salivia, Historia de los Temporales en Puerto Rico. San Juan, 1950. Véase sección de apéndices.
[20] Sebastián Robiou Lamarche, Tainos y Caribes. San Juan, 2003. Pág. 10-140.
[21] Archivo General de Puerto Rico, Asuntos Varios, Leg. 206, Caja 159-161. La escala de Mercalli se estaba utilizando en Puerto Rico desde antes del siglo 20, aproximadamente en 26 de agosto de 1874 se registró un sismo fuerte en Puerto Rico, fue aproximadamente en la escala 5 y 6 de Mercalli véase a Luis Edgardo Días, Temblores y Terremotos de Puerto Rico. Ponce, 1985. Pág. 21.
[22] Rafael Pico, Nueva Geografía de Puerto Rico: Física, Económica y Social. Rio Piedras, Editorial Edil, 1975. Pág. 152-153.
[23] Ibíd., pág. 152-153.
[24] El Mundo de Puerto Rico, Viernes, 19 de agosto de 1955, pág. 12.
[25] El Mundo de Puerto Rico, Viernes, 12 de agosto de 1956, pág. 1. El primer sistema que se entrenó en el radar los fue el huracán Santa Clara, el radar fue puesto el día 11 de Agosto del mismo año.
[26] James Diets, Historia Economía de Puerto Rico. San Juan, 2003. Pág. 210-290. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Síntesis de la historia de las ciencias en Puerto Rico, siglos XVI-XVIII

Autor: Luis Caldera Ortiz

Historia de la Ciencia en Puerto Rico, siglos XVI-XVIII.[1]

Este tema a presentar en forma de síntesis va a tratar sobre la historia del desarrollo de los conceptos relacionados con la ciencia en Puerto Rico. Algunos de los elementos que vamos a considerar son los proyectos desarrollados a base de fórmulas matemáticas, que se identifiquen en maquinarias o instrumentos que ayudaron a construir los distintos proyectos fomentados por el gobierno colonial español y luego por los norteamericanos. Otro aspecto bien importante es que el lenguaje toponímico[2] del momento va a ser considerado en esta síntesis, es debido a que el término de ciencia no es acuñado en Puerto Rico hasta pasado el siglo XVIII. Por eso debemos apelar a la historia de forma espontánea y con el lenguaje de la época. Para así evitar confusiones historiográficas. 

Siglo XVI

Después de la llegada de los castellanos a Puerto Rico en 1493 y luego de los primeros pasos de la colonización en nuestro territorio, a partir del 1506, en nuestra Isla y el resto de las Antillas Mayores, la visión de los colonizadores españoles era la explotación de los recursos mineros y naturales.[3] Esta explotación de los recursos naturales era a bases de instrumentos manuales simple, prácticamente se utilizaba la fuerza del cuerpo humano para la explotación de tales recursos mineros. Los encomendados a hacer esta labor fueron, inicialmente, los indios tainos.[4] El primer ingenio azucarero en Puerto Rico fue establecido en la región que hoy conocemos como Aguadilla a mediados de la década de 1520, era uno simple que funcionaba de forma rustica movido con el agua y algunos brazos esclavos.[5] Las primeras obras arquitectónica de gran importancia desarrollada en Puerto Rico en el siglo XVI fueron a base de matemática simple y geometría básica, ejemplo de esas estructuras son el Morro y La Catedral de San Juan. Con el agotamiento de los recursos mineros y la costosa inversión en la economía azucarera, la sociedad puertorriqueña se volvió una ganadera y contrabandistas por los próximos siglos. Los adelantos en tecnología y ciencia teórica[6] se quedaron inexistentes, la población se quedó con el conocimiento básico de la técnica humana con la manualidad de herramientas básicas, pasándose este conocimiento de generación en generación.

Siglo XVII

Durante el siglo XVII la dinámica continuó igual, lo que podemos identificar como parte del estudio de las ciencias y la tecnología fue de carácter militar, esto, ubicado en el Morro y que tuvo un desenvolvimiento importante durante el ataque holandés en 1625.[7] La reconstrucción de tal estructura es gracias al mencionado ataque y a la tormenta de San Nicomedes en 1626.[8] Fue un periodo en donde se utilizó matemática e ingeniería simple para terminar uno de nuestros grandes iconos, como dato curioso una renta del tabaco fue la fuente de dinero para terminar este proyecto.[9] Otro aspecto importante de este periodo es que las continuas plagas nos hacen indicar que los médicos locales utilizan y practicaban las mismas técnicas de medicinas que venían practicándose desde siglo anteriores. Por lo que desconocimiento de prácticas de higiene y salubridad, fueron un factor importante para que de la demografía poblacional se mantuviera baja por milla cuadrada.[10] La ausencia de una educación escolar en la población, el desconocimiento de la salubridad,[11] una Isla sin recursos mineros, una sociedad basada fuertemente en los principios de la Religión Católica y el desconocimiento de la ciencia conllevo a que nuestra isla viviera su propia Edad Media en el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII.

Siglo XVIII

Entrando al siglo 18 el conocimiento científico relacionado con la ciencia, por los pocos conocedores de la materia, era a base de la observación, poca experimentación y la construcción de una hipótesis sencilla. En la población de Puerto Rico en general el conocimiento era a base de la experiencia vivida y como tal esto pasaba de generación en generación, un ejemplo de esto era la idea de dar un diagnóstico del clima a base de la observación visual.[12] Mientras esto ocurría en Puerto Rico, en Europa las nuevas teorías de Newton sobre las leyes de la física, la era de la ilustración comandada por Voltaire y Montesquieu y la Enciclopedia, formaron la base para la primera revolución industrial más adelante.[13] La mayoría de estas ideas se verán más tarde en Puerto Rico en el siglo XIX. Continuando con el siglo XVIII en nuestra Isla, la poca producción de la agricultura local había conllevado a que la ciencia tecnológica en ese campo no se desarrollara nada para incrementar la producción agrícola. La ausencia de cobre hacia que no se desarrollara mejores ingenios azucareros[14], prácticamente los pocos existentes en Puerto Rico eran movidos a base de mano esclava africana, ganado vacuno y movían los molinos de forma hidrológica.[15] Este sistema mencionado era el mismo que se venía utilizando localmente desde el siglo XVI. Después de 1765 luego de la visita del Mariscal O ‘Rally, este último recomendó que la Corona reorganizara todo el sistema vigente en Puerto Rico y eso incluía un plan arquitecto- militar.[16] Por lo que Tomas O’Daly procedió de España y a base de la aritmética compleja implementada por Newton décadas atrás, el Ingeniero en Jefe del Morro Tomas O’Daly  desarrollo complejos mapas sobre la remodelación del Morro y otras estructuras en el Viejo San Juan.[17]

Nuestro primer historiador, fray Abbad y Lasierra, menciono que los médicos en la Isla eran físicos y trataban enfermedades locales como la viruela, mosozuela y el pasmo de estómago.[18] Por lo que no había cambiado la versatilidad  de esos médicos considerados como científicos. El propio historiador teorizaba que una probabilidad para que se dieran los terremotos en Puerto Rico. ‘’era cuando las quebradas y en los montes sucedía una neblina espesa pegada a la tierra por mucho tiempo y que en las aguas de los manantiales se percibía un olor sulfúrico con sabor extraño a lo normal, junto al comportamiento irregular de los animales, podían ser señales seguras de un terremoto’’.[19] Muy interesante esta explicación para su época, pero el monje benedictino no sabía que esa neblina  podía ser efectos de un intercambio de temperaturas entre la atmosfera baja y superior, una de las razones en cual se crea la neblina.[20] Claramente esta teoría idealizada en el siglo 18 demostraba el estado atrasado de la ciencia en Puerto Rico. Este tipo de teoría se explicaba a la población común por medio de anécdotas.

Hasta ahora en Puerto Rico el análisis científico mediante aparatos de índole científico lo hizo el médico y físico Josef Sabater en 1773 en las aguas termales de Coamo.[21] A pesar que no se especificó el instrumento el Dr. Sabater identifico los distintos minerales que componía el agua sulfúrica de Coamo y de dónde provenía.[22] El uso de estas aguas se utilizaba para fines medico por varios siglos. A mediados de la década de 1790 arribo un botánico francés a Puerto Rico llamado Andrés Ledru, este botánico hizo un estudio científico a base de las ideas teóricas de la ciencia en Europa en ese momento.[23] La mayor aportación del francés Ledru a la historia de la ciencia en Puerto Rico es su estudio sobre la botánica y la propia geografía de Puerto Rico. Hasta ahora en este trabajo se puede apreciar claramente que el conocimiento científico y sobre la ciencia llegaba a Puerto Rico de personas procedentes de Europa. Pero muchas de estas personas conocedoras de ciencia se marchaban otra vez a Europa a continuar su carrera docente. En Puerto Rico el aislamiento con España y la falta de un complejo sistema educativo conllevo a que el estudio de la ciencia se diera en un grupo exclusivo de personas y prácticamente el conocimiento de la población se quedaba atrasado y sus percepciones eran base de la experiencia vivida de sus sentidos sensoriales. El pensamiento de la Iglesia como ente central de una sociedad se mantenía intacto y  mediante esta última emitía la explicación a los aspectos no explicables que la población general no entendía.




[1] El autor es economista y cursa sus estudios doctorales en historia en la Universidad Interamericana en el Recinto Metro. Actualmente es historiador de Coamo, es escritor de la Revista Illescana y tiene segmento radial en el programa domingo en la Villa de San Blas transmitido en la emisora 1450 A.M. Domingo 10:30. En el 2013 recibió el premio Historiador Joven del año 2012 de Puerto Rico otorgado por la Unesco. En la actualidad trabaja en varias trabajos de historia para ser impresos, los libros son Historia de los Ciclones y Huracanes en Puerto Rico, La Historia del Tabaco en Puerto Rico y Las Esfemerides de Coamo este último esta publicado digitalmente en la página de Coamo Mall TV.
[2] La toponimia es un concepto que se utiliza para describir el nombre de un lugar, sitio o algo en particular según fue desarrollado en el momento. Un ejemplo bien particular de esto es que muchos barrios en Puerto Rico tienen nombre de apellidos de familia, eso es debido a que en ese lugar vivió varias generaciones de familia con el mismo apellido por mucho tiempo y como por consecuencia la gente empieza a nombrar el lugar con el apellido de esa familia y con el pasar de los años se queda así, o tal vez en otros lugares se modifica el nombre por otro moderno. En mejores palabras el concepto toponimia viene por la referencia nombrada en el momento del periodo histórico.
[3] Jalid Sue Badillo, La Valorización de las Salinas en la Colonización de Puerto Rico. Revista de Historia, Asociación Histórica Puertorriqueña, Año 1, Enero-Junio, 1985, Núm. 1, pág. 10-30.
[4] El primer científico que arribo a la Isla fue el Bachiller Villalobos, este era físico y médico. Teorizamos que ayudo bastante a los colonizadores locales a desarrollar los procesos y las máquinas para fundir oro que se extraía de los ríos. Para esta época del siglo XVI los científicos eran multifacéticos podían ser médicos, biólogos, anatomistas, pintores, físico y etc. No habían especialista de una sola materia en esa época. Para más información sobre Bachiller Villalobos véase a Cayetano Coll y Tosté, Boletín Histórico de Puerto Rico. Vol.8. San Juan, Imprenta Cantero y Tip. Fernández, 1921. Pág. 48.
[5] Archivo General de Indias, Indiferente, 421, L.13, F. 242R-242V. Real Cedula al Presidente de la Audiencia de la isla de la Española, para que se informe y provee lo que considere conveniente a la merced de tierras, montes y ejidos para los ingenios de azúcar, que se hacen en la isla de San Juan, que solicita Pedro Sánchez de Valtierra en nombre de la Ciudad de Puerto Rico de dicha isla, 30 de junio de 1528.
[6] Posiblemente el sacerdote y cronista Josef de Acosta que visito al Perú en las últimas décadas del siglo 16, se le atribuye algunas ideas de física teórica relacionada con la energía nuclear. Tal sabio erudito nunca llego al Caribe, esto demuestra que el conocimiento de la ciencia avanzada, quedaba en esta época en conocimiento de algunos clérigos de la Iglesia Católica y como por consecuencia este conocimiento no se transmitía a otros campos del saber.
[7] Archivo General de Indias, Santo Domingo, 156, R.4., N.45. Carta del Gobernador Haro al Rey, 22 de julio de 1626.
[8] Archivo General de Indias, Santo Domingo, 156, R.4., N.48. Carta del Gobernador Haro al Rey, 23 de septiembre de 1626.
[9] Luis Caldera Ortiz, La Historia del Tabaco en Puerto Rico. Obra inédita por publicarse.
[10] Luis Caldera Ortiz, La Historia de los Ciclones y Huracanes Tropicales en Puerto Rico. Obra inédita por publicarse.
[11] Archivo General de Indias, Santo Domingo, 159, R.1., N.2. Carta de los curas del convento de San Juan al Rey sobre los pasados sustos tropicales, 28 de mayo de 1684. Durante esta época azoto toda la Isla una plaga de viruela, todavía en el 1692 persistían las plagas y pestes en toda la Isla, Archivo General de Indias, Santo Domingo, 161, R.1, N.8. Carta del Gobernador Arredondo al Rey, 28 de mayo de 1693. En Coamo se construyó una ermita a la Virgen de Valvanera en honor por haber desaparecido la plaga y fue inaugurada en 1685. La falta de salubridad e higiene y de buena alimentación abonaba que la población estuviese sujetas a plagas y pestes.
[12] Los colonos españoles y jibaritos de este periodo a base de las experiencias del conocimiento generacional y sobre todo en su propio conocimiento empírico de la experiencia de la vida cotidiana, podían deducir que en un largo periodo de tiempo de sequía podían desencadenar un temporal. También existían la predicción a base de los aguacates e incluso el comportamiento anormal de los animales. Todo esto eran técnicas que a pesar no era ciencia experimental, son una base de lo que será la ciencia predictiva del clima en Puerto Rico en el futuro. Para más información sobre esto véase a fray Abbad y Lasierra, Historia Geográfica y Civil de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Edición comentada por José Julián Acosta. San Juan, 1866, pág. 430-440.  La Gaceta de Puerto Rico, Martes, 18 de Agosto de 1835, pág. 1.
[13] Vince Reynal, Historia de la Civilizaciones de Occidente. Tomo 2. San Juan, 2007. Pág. 600-700.
[14] Levi Marrero, Cuba: Economía y Sociedad. Vol. 6. Habana, 1978, pág. 30-50. En Cuba los ingenios se producían con las minas de cobre de Santiago de Cuba, la comunidad minera estaba compuesta por antiguos descendientes de esclavos del rey que habían llegado a esa provincia a mediados del siglo XVII, y con el pasar del tiempo, sus descendientes se volvieron mulatos libres.
[15] Archivo General de Puerto Rico, Asuntos Obras Publicas, Coamo, 1763-1798. En un informe del sitio de las Salinas se mencionaba la mención de una propiedad de una estancia, entre las propiedades había un molino impulsado por agua.
[16] Alejandro Tapia y Rivera, Biblioteca Histórica de Puerto Rico. San Juan, Instituto Cultura Puertorriqueña, 1970. Pág. 624-666.
[17] Bibiano Torres Ramírez, La Isla de Puerto Rico 1765-1800. Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericano, 1968. Sección de apéndices de Mapas Militares del Morro.
[18] Fray Abbad y Lasierra, Historia Geográfica y Civil de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Edición comentada por José Julián Acosta. San Juan, 1866, pág. 436-440. 
[19] Ibíd., pág. 432.
[20] Georges Viers, Climatología. Barcelona, 1981. Pág. 10-160.
[21] Eugenio Fernández Méndez, Crónicas de Puerto Rico: Desde la Conquista hasta nuestros días 1493-1956. 8va edición. Rio Piedras, Publicaciones Gaviota, 2007. Pág. 298.
[22] Ibíd., pág. 298-299.
[23] Andrés Ledru, Viage a la Isla de Puerto Rico. Traducido por Julio Vizcarrondo. San Juan, 1863. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Martin Luther King, 50 años después...

Autor: Jesús Méndez Jiminián

MARTIN LUTHER KING, 50 AÑOS DESPUÉS…

“Cuando se permita que la libertad resuene en cada ciudad, en cada aldea, en cada Estado, entonces podremos avanzar y conocer que ha llegado el tiempo en que todos los hijos de Dios, blancos y negros, judíos y gentiles, protestantes y católicos, podrán cogerse de las manos y entonar las viejas palabras del viejo espiritual negro: ¡Al fin libres!, ¡Al fin libres! ¡Gracias Dios Todopoderoso, al fin somos libres!”

M. Luther King, Jr., en su discurso “Yo tengo un sueño”, 23 de agosto, 1963.

El pasado 28 de agosto, se cumplieron 50 años de la memorable e histórica marcha de miles y miles de afroamericanos hacia Washington, D.C., encabezada por el doctor Martin Luther King, Jr. A la sombra del Memorial de Lincoln, el doctor King pasada la una de la tarde de aquel caluroso día de verano, pronunció una de las más célebres y bellas piezas de oratoria que se registra “Yo tengo un sueño” (“I have a dream”). Tanto así, que los grandes analistas la consideran como la número uno entre los grandes discursos, en el siglo XX.

El doctor King encabezó por años, en distintos estados norteamericanos, una de las luchas más recordadas: la de los derechos civiles para los afroamericanos. En una de estas batallas entregó su vida cinco años después de aquel extraordinario discurso ante más de 200 mil personas, en la capital norteamericana. El día 5 de abril de 1968, el doctor King, fue vilmente asesinado en la ciudad de Memphis, Tennessee. Los días han pasado desde entonces, pero su legado sigue y seguirá vigente por la gracia de Dios, en millones de seres humanos de todo el mundo.

“Más allá de su lucha por la igualdad racial, del discurso “I have a dream” donde imagina que sus cuatro hijos vivirán un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su persona y de la victoria política… Martin Luther King señaló que la igualdad racial no devenía sólo de las leyes que defienden a la persona, sino sobre todo de la manera en que esa persona se percibe a sí misma: ‘Mientras el espíritu se halle esclavizado, el cuerpo no podrá nunca ser libre – decía Luther King –. La libertad psicológica, un firme sentido de la autoestima, es el arma más poderosa contra la larga noche de la esclavitud física. Ninguna proclama de emancipación Lincolniana o carta de los derechos civiles Johnsoniana puede aportar totalmente este tipo de libertad – agregaba –. El negro será libre cuando alcance las profundidades de su ser y… su propia declaración de emancipación… y decir al mundo: Yo soy alguien. Yo soy una persona. Yo soy un hombre con dignidad y honor. Y tengo una historia rica y noble’” – concluía el doctor King –.

UN POCO DE HISTORIA  

Martin Luther King, Jr. nació en la sureña ciudad de Atlanta, Georgia, el 15 de enero de 1929, año éste en que la nación norteamericana y el mundo, fue impactada por el mayor crack bursátil de su historia; todo aquello dio pie a “una fase de locura colectiva”.

El padre de Luther King, Jr. era un ministro de la iglesia bautista dentro del protestantismo, ejerciendo su ministerio en la ciudad de Atlanta. Él educó a sus hijos en “los principios cristianos de igualdad y paz”.

En su niñez, Martin Luther King, Jr. se vió “obligado a asistir a la escuela dominical para negros, y a jugar solamente con niños negros; además les estaba prohibiendo el acceso a parques y jardines”. (p. 17, en M. Luther King. Grandes biografías de Francisco Luis Cardona Castro, Edimat Libros, S.A).

Como datos curiosos se han observado entre otros, estos: en 1939, Martin Luther King, Jr. “cantó en el coro de su iglesia en Atlanta para la película ‘Lo que el viento se llevó’”. King fue un niño precoz; “estudió en la Booker T. Washington High School de Atlanta. No cursó ni el noveno ni el duodécimo grado, y entró en el Morehouse College, una universidad reservada a los jóvenes negros, a los 15 años, sin haberse graduado formalmente en secundaria (…)”.

Martin Luther King, Jr. entró a la universidad contando tan sólo con 15 años de edad. A los diecinueve años, en 1948, logró obtener su diploma de sociología (Bacherlor of Arts), “en el Morehouse, y se matriculó en el Crozer Theological Seminary en Chester, en Pensilvania, de donde salió con un grado de Bachelor of Divinity (una licenciatura en teología el 12 de junio de 1951…) (y) comenzó en septiembre de ese mismo año, sus estudios de doctorado en Teología Sistemática en la Universidad de Boston, recibiendo el grado de Doctor en Filosofía el 5 de junio de 1955”. O sea, que cuando Martin Luther King recibió su doctorado, tan solo tenía unos veintitrés años.

Otro dato curioso de la vida de Martin Luther King, Jr. es éste: él fue bautizado al nacer con el nombre de Michael, igual que su padre. “Pero tras un viaje a Alemania de su progenitor, éste se cambió el nombre y también se lo cambió a su hijo, para pasar a llamarse ambos Martin Luther, en honor del líder de la reforma protestante”, Martin Lutero.

Luther King logró convertirse en “activista de los derechos civiles desde muy joven, organizó y llevó a cabo diversas actividades pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación y otros derechos civiles básicos para la gente de raza negra de los Estados Unidos. Entre sus acciones más recordadas están el boicot de autobuses en Montgomery, en 1955; su apoyo a la fundación de la Southern Christian Leadership Conference, en 1957 (de la que sería su primer presidente); y – como ya dijimos anteriormente – el liderazgo de la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, en 1963…, gracias a la cual se extenderá por todo el país la conciencia pública sobre el movimiento de los derechos civiles y se consolidaría como uno de los grandes oradores de la historia estadounidense”.

La acción iniciada por King, en diciembre de 1955, en los autobuses de Montgomery se produjo tras una mujer de raza negra llamada Rosa Parks negarse a “ceder un asiento a un hombre blanco”. Esta situación produjo un fuerte choque, y la señora Parks fue ultrajada. Esta situación fue respondida por el joven King, quien inició un boicot a los autobuses de aquella ciudad que fue secundada por la mayoría de la población negra. “¿El resultado? La declaración de ilegalidad por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos en 1956 de la segregación racial en autobuses, restaurantes, colegios y otros lugares públicos”. (Véase en “Wikisaber” a “Martin Luther King y el Premio Nobel de la Paz”).

Martin Luther King, Jr. heredó su carácter de su padre, de quien en cierta ocasión al referirse a él, dijo: “Mi padre siempre fue un hombre de firmes convicciones, un verdadero luchador en pro de nuestros derechos. Una vez contempló un atentado contra un grupo de pasajeros negros en un autobús, y nunca más volvió a subir a uno de los de Atlanta”. Narrando una experiencia personal, King señaló en una oportunidad, que él “De joven nunca (aceptó) viajar en la parte trasera de un autobús o sentarme en el departamento segregado de un tren (…). Tampoco pude acostumbrarme a las salas de espera segregadas, a los comedores separados en los restaurantes, en parte porque tal separación no estaba en igualdad de condiciones, en parte porque sólo la idea de tal separación hería mi sentido de dignidad y del respeto”. (pp. 18-19, en “M. Luther King. Grandes biografías…”).

Dos años antes de su horrible asesinato en Memphis, el doctor King explicó lo que significaba ser negro en los Estados Unidos con estas palabras: “Ser negro significa tener que luchar a brazo partido por una supervivencia física entre la agonía psicológica más difícil. Significa ver crecer a los hijos con la nube mental de inferioridad oscureciendo el cielo del espíritu”. (p. 19, ob. cit.).

El 18 de junio de 1953, Martin Luther King contrajo matrimonio con la joven Coretta Scott, en el jardín de la casa de sus padres en Heiberger, Alabama. Tuvieron cuatro hijos: Yolanda King, en 1955; Martin Luther King III, en 1957; Dexter Scott King, en 1961, y Bernice King en 1963. Más tarde King fue ministro de la iglesia protestante.

El doctor King en su lucha por los derechos civiles de los negros, en los Estados Unidos de América, subrayaba que “la no violencia no era solamente un método justo, sino también un principio que debía ser aplicado a todos los seres humanos, fuesen de donde fuesen, y comparaba la campaña de la no violencia aclamada en los Estados Unidos a la violencia de las guerras de Vietnam sostenida por una parte de la opinión pública estadounidense: ‘(…) sed no violentos con los niños vietnamitas…’, decía insistentemente”. (p. 45).

Y agregaba lo siguiente: “Rechazo aceptar la noción cínica de que naciones tras naciones deben descender la escalera militarista hacia el infierno de la destrucción termonuclear (…). Porque el bien, incluso temporalmente vencido, es más fuerte que el mal triunfante”. (Ibid).

“Estoy convencido – señalaba el Dr. King – de que si queremos estar del lado bueno de la revolución mundial, debemos como nación emprender una revolución radical de valores. Debemos comenzar rápidamente a pasar de una sociedad ‘orientada hacia las cosas’ a una sociedad ‘orientada hacia la persona’”. (p. 73).

Martin Luther King guiado y formado por los principios y valores de su padre, llegó a ser pastor, y en cada momento de su accionar para bien de sus hermanos, todos, situaba la Biblia “en el corazón de su mensaje, considerando que la humanidad había estado desde hacía mucho “en la montaña de la violencia” y que debía de ir hacia la ‘tierra prometida de la Justicia y la Fraternidad’”. Reiteradas veces se le oía decir, que Jesucristo había dado una fórmula sabia “para confundir a los contrarios”, y que consistía en: “ser tan sabios como las serpientes y tan inofensivos como las palomas”.

“El poder sin amor – decía el doctor King – es peligroso y abusivo, el amor sin poder es sentimental y anémico. El mejor poder es el amor que implica la petición de justicia, y la mejor justicia – agregaba – es el poder que corrige todo lo que obstáculos al amor”.

El doctor King, “inspirado por los éxitos del activismo no violento de Mahatma Gandhi… visitó a su familia en la India en 1959, con la ayuda del grupo de cuáqueros de la American Friends Service Conmmittee (AFSC) y del NAACP (…). En su mensaje radiofónico durante su último día en la India, anunció:

‘Tras mi estancia en la India, estoy más convencido que nunca que el método de resistencia no violenta es el arma más poderosa posible para los pueblos oprimidos en su lucha por la justicia y la dignidad humana. En un sentido literal, Mahatma Ghandi encarna en su vida ciertos principios universales que son inherentes a la estructura moral del Universo y estos principios son tan ineluctables como la ley de la gravedad.

En el año 1949, cuando Luther King cursaba su licenciatura en Teología y se hallaba de vacaciones navideñas, según él mismo dijera, “leyó las obras de Karl Marx, particularmente El Capital y El Manifiesto comunista. Fueron estas lecturas…, las que afianzaron mas su propia fe religiosa”, confesó luego. (pp. 23-24, ob. cit. de Cardona Castro).

“Yo me hallaba sumamente interesado, desde mi juventud – indicó –…, en la división entre las riquezas superfluas y la más adyecta pobreza, y mis lecturas de Marx me aferraron en esta decisión”. (p. 24).

 LA MARCHA A WASHINGTON: “YO TENGO UN SUEÑO”

Las actividades de Martin Luther King, Jr. eran bien conocidas en 1956 no sólo en los Estados Unidos, sino en gran parte del planeta. El movimiento segregacionista Ku Klux Klan estaba muy alerta de los pasos del doctor King. Este movimiento ultra racista contaba ya con unos 500 mil miembros en EUA, y decidió atentar contra el Dr. King, al punto de que en ese año, hubo un primer intento por eliminarlo físicamente a él y a su familia; colocaron una bomba en su residencia. Dos años después, en otro atentado, Luther King es herido al ser atacado con un arma blanca, siendo ingresado en el hospital.

“A lo largo de su trayectoria como defensor de los derechos fundamentales – Luther King, n. de j.m.j. – fue arrestado y encarcelado varias veces (unas 20, n. de j.m.j.); llegaron a destrozar su casa y recibió numerosas amenazas”. (Véase en “Qué!”, en Google.com). En las escuelas públicas estadounidenses, casi a diario, en esta época se producían trifulcas contra los alumnos negros.

Ante tales hechos violentos de corte racial, Luther King en una ocasión dijo una frase tan certera como esta: “Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”.

En noviembre de 1960, los norteamericanos eligieron al demócrata John F. Kennedy para Presidente, a quien King, que no se inclinó nunca por candidato alguno, se dice, que apoyó. Sin embargo, la violencia se recrudecía en las calles norteamericanas. Se iniciaron las llamadas “Marcha por la Libertad” en 1961. Y dos años más tarde, tienen lugar los sucesos de Birmingham, liderado por King, quien es detenido y enviado a la cárcel. Desde la prisión, Luther King escribe el 16 de abril de 1963 la famosa carta desde la prisión de Birmingham, respondiendo a ocho sacerdotes de Alabama, “que habían escrito una carta titulada Una llamada a la unidad. Aunque – estos sacerdotes, n. de j.m.j. – admitían la existencia de injusticias sociales, expresaban la idea de que la batalla contra la segregación racial debía tener lugar en los tribunales y no en la calle. King respondió entonces que sin acciones directas y fuertes como las que él lideraba, los derechos civiles no se conseguirían nunca. Escribió también que “esperar ha significado casi siempre nunca” y afirmaba que la desobediencia civil no estaba solamente justificada frente a una ley moral de desobedecer las leyes injustas”. (Ibid).

“La última debilidad de la violencia – decía King – es que es una espiral descendente, que engendra lo mismo que busca destruir (…). Utilizando la violencia, podréis asesinar al rencoroso, pero no podéis matar el odio (…). El odio no puede esconder el odio: sólo el amor puede hacer esto”, concluía.  

En 1963, tiene lugar un hecho histórico en términos judiciales en los Estados Unidos: “El Tribunal Supremo Federal falla favorablemente sobre los derechos de los negros”. Meses después a esta decisión, en el mes de junio de ese año, comienzan los preparativos para la gran “Marcha sobre Washington”.

La figura que motorizó, dirigió y organizó en sólo dos meses todo lo relativo a la gran “Marcha de Washington”, fue Bayard Rustin. Un individuo con bajo perfil y ciertas desviaciones sexuales, además, acusado de comunista, y al que algunos, y no pocos, quisieron separar del lado del doctor King. “Se convino que la marcha tendría lugar el 28 de agosto, sería una manifestación corta… desde el monumento a Washington hasta el Memorial Lincoln, donde se pronunciarían los derechos de rigor”. (p. 118, en M. Luther King, Grandes biografías…).

Los King salieron desde Atlanta hasta Washington el día 27 de agosto, narra la esposa del doctor King, Coretta. Aquello fue apoteósico. Gentes de color, mayormente, y humildes de todas partes acudieron a la convocatoria en la capital estadounidense. Coretta dijo que, “El programa fue tan largo que recuerdo haber pensado que Martin debía estar ya cansado, por lo que resultaría muy difícil animar con su oratoria a los manifestantes”. Sin embargo, agrega: “Al oír su nombre todos los presentes repitieron insistentemente su nombre; “Martin Luther King”, y mi esposo – dice – se emocionó visiblemente”. (p. 118, ob. cit.).

“No hay dudas de que el discurso de King fue la parte más significativa de la Marcha sobre Washington (…). Un panel de más de 130 académicos se reunió en 1999 para elaborar un ranking de los mejores del siglo pasado y el de King obtuvo el primer lugar”, señalaron algunos.

Yo tengo un sueño (I have a dream) es el nombre del popular discurso más famoso de Martin Luther King, Jr., cuando habló poderosa y elocuentemente de su deseo de un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Este discurso pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la Libertad, fue un monumento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos”.

El discurso de King, se ha dicho, “Apela a fuentes icónicas y ampliamente respetadas como la Biblia, e invoca la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Proclamación de Emancipación, y la Constitución de los Estados Unidos (…). Cerca del comienzo King alude al Discurso de Gettysburg” de Lincoln. La formación religiosa del orador se percibe claramente ya que utiliza tres veces la expresión “hijos de Dios”.

Dice Coretta Scott King sobre un momento de aquel histórico discurso y su orador, que “Cuando empezó a hablar (King, n. de j.m.j.) comprendí que había olvidado ya el discurso tan cuidadosamente preparado la noche anterior, y que lo que decía era algo completamente diferente… pero muy superior. El hombre que ayudó al doctor King a elaborar aquel histórico discurso fue su entonces abogado personal, asesor y confidente, Clarence B. Jones, que afortunadamente hoy vive, y que recientemente fue entrevistado en su hogar, en Nueva York, por el periodista de la BBC de Londres, Thomas Sparrow. “Como pocas personas, Jones conoce los entretelones de ese discurso histórico que promovió la igualdad racial en un país profundamente dividido”, apunta Sparrow.

“Durante los primeros siete párrafos, King sí utilizó el borrador – dice Jones – que le había entregado… ‘sin cambiarle una palabra, una frase, una coma, nada. Pero luego vino la sorpresa. Luego vino la electricidad en el aire”…”.

“(…) Jones recuerda cómo King corrió el texto al lado izquierdo del podio, se rascó la pantorrilla de su pierna izquierda con el pie derecho, observó a la multitud y miró de sesgo a la cantante Mahalia Jackson, que acababa de gritarle” “¡Cuéntales el sueño, Martin!”.

Y King empezó a decir entonces estas palabras:

“He soñado que un día, en los montes colorados de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y también los hijos de sus antiguos amos podrán sentarse juntos a la mesa de la fraternidad. Sueño que un día hasta el Estado de Mississippi, un Estado asfixiado por las injusticias de la gente, sofocado por el calor de la opresión, se convertirá en un oasis de justicia y libertad”.

A continuación el doctor King pronunció estas certeras y emotivas palabras:

“Sueño que un días mis cuatro hijos vivirán en una nación donde no serán insultados por el color de su piel, ni juzgados por ella, sino por las cualidades de su personalidad. Sueño que un día todos los valles serán exaltados y que todas las colinas y montañas quedarán niveladas. Los ásperos senderos serán aplanados y los vericuetos sinuosos serán enderezados. Esta es la fe con la que vuelvo al Sur. Y con esta fe podremos sacar de las montañas de la desesperación las piedras de la esperanza. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de luchar juntos, de ir juntos a la cárcel, de defender juntos la libertad, convencidos de que un día seremos libres”.

Este será el día en que todos los hijos de Dios podrán cantar con una entonación nueva: “Que resuene la libertad”. Dejemos, pues, que la libertad resuene en las cimas prodigiosas de New Hampshire; dejemos que resuene en los altísimos montes de Nueva York. Y no sólo eso. Dejemos que la libertad resuene en el Monte de Piedra de Georgia, que resuene en cada remanso, en cada onda del Mississippi, en todas las vertientes.

Cuando se permita – continuó – que la libertad resuene en cada ciudad, en cada aldea, en cada Estado, entonces podremos avanzar y conocer que ha llegado el tiempo en que todos los hijos de Dios, blancos y negros, podrán cogerse de las manos y entonar las viejas palabras del viejo espiritual negro: ¡Al fin libres! ¡Gracias Dios Todopoderoso, al fin somos libres!”

“Al terminar su discurso – dice Coretta Scott King –, se produjo un intenso silencio, el mismo que precede a las grandes tempestades, y fue una tempestad la que se produjo allí, gritando todos los presentes el nombre de mi esposo, el nombre sacrosanto de la libertad y en pro de la unidad racial”. (pp. 118-120, en “M. Luther King. Grandes biografías…”).   

Desde el momento en que Martin Luther King, Jr. produjo aquella “tormenta perfecta” a la sombra del Lincoln Memorial, aquella calurosa tarde de verano, 28 de agosto de 1963, han pasado ya 50 años; su figura cada día más se agiganta… y se lleva al firmamento de los grandes líderes de América y del mundo. Hoy, a más de 50 años de que el doctor King pronunciara aquellas estremecedoras palabras: “a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado…” todavía en todos los pueblos de Nuestra América hay un sueño que cumplir y que ha empezado a andar ya con Fidel, Chávez y otros.

Sería fatal para cualquier nación del mundo en los momentos actuales “pasar por alto la urgencia del momento” como diría el doctor King: “La esperanza de un mundo mejor” como dijo una vez Ernesto – Ché – Guevara se hace hoy más imperiosa que nunca… O seguiremos simplemente repitiendo los errores del pasado.

En aquel verano de 1963 “se celebraron unas mil cuatrocientas manifestaciones en diferentes localidades de Estados Unidos, y seguramente por miedo a que los negros acabasen por conseguir lo que tanto ansiaban, la violencia contra ellos se produjo en Birmingham”, como ya anotamos anteriormente. (p. 121, ob. cit. de Cardona Castro).

“Y en medio de esta nueva oleada de violencia, estalló la bomba en la iglesia bautista, causando la muerte a cuatro niñas inocentes. Luther King se estremeció al pensar que reinase tanto el odio en el mundo contra otros seres humanos, especialmente tan frágiles como unas niñas”. Hasta Birmigham se trasladó al doctor King, y, en la iglesia, en la homilía de una de las niñas fallecidas pronunció estas elocuentes palabras:

“Su muerte nos obliga ahora a trabajar apasionadamente, su descanso, para convertir el sueño americano en una realidad. Dios sabe extraer del mal un bien (…). La sangre inocente de esos seres será la fuerza redentora que iluminará esta ciudad sumida en la oscuridad”, concluyó. (p. 122).

EL PREMIO NÓBEL Y LOS ÚLTIMOS DÍAS

Días después a los sucesos en Birmingham ocurría en Dallas, Texas, una gran tragedia para el pueblo estadounidense; “el 22 de noviembre de 1963…, moría asesinado traidoramente el Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy. La verdad sobre este crimen nunca se reveló, ni es fácil que llegue a conocerse nunca. Testigos del drama, personajes conocedores tal vez de la oscura trama que puso fin a la vida de John F. Kennedy han ido muriendo, casi todos en circunstancias altamente sospechosas”. (pp. 122-123). Por aquellos días, el doctor King dijo: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”.

Un año después del asesinato de Kennedy,  Martin Luther King, Jr. recibía la noticia de que había sido el ganador del Premio Nobel de la Paz. Eran todavía momentos difíciles y confusos los que se vivían en Norteamérica. En su discurso de aceptación King dijo estas elocuentes palabras: “Acepto el Premio Nobel de la Paz en un momento en que 22 millones de negros de los Estados Unidos se encuentran comprometidos en una guerra creativa para terminar la larga noche de injusticia racial (…). Soy consciente de que sólo ayer en Philadelphia, Mississippi, trataron brutalmente y asesinaron a personas jóvenes, las cuales buscaban proteger el derecho al voto (…). La civilización y la violencia son conceptos contradictorios”. (Véase en “Buenastareas.com”).

Martin Luther King, Jr. se convirtió en el más joven personaje de la historia, hasta el día de hoy, en obtener Premio Nobel de la Paz. Tenía entonces 36 años de edad. Y desde 1963 hasta su muerte el FBI lo espió por todas partes. Edgar Hoover, quien fuera director de esa institución, en cierta oportunidad consideró al doctor King como un individuo “promotor del odio y fue tildado de comunista también”. El FBI colocaba micrófonos, se ha observado, en todas las habitaciones de los lugares donde el doctor King se alojaba.

Menos de cuatro años después de obtener el Nobel de la Paz y proseguir la lucha que llevaba por más de dos décadas, Martin Luther King, Jr. partía para Memphis, Tennessee a finales de mayo de 1968 a “apoyar los trabajadores negros de los servicios públicos… y lograr un mejor trato” para ellos. (Ver en Wikipedia, biografía de Martin Luther King). El 3 de abril de ese año King se dirigió a un grupo de personas en un mitin, pronunciando un discurso que la historia ha recogido con el nombre de (“I´ve been to the Mountaintop”, “He ido a la cima de la montaña”).

En aquel discurso, el doctor King dijo estas premonitoras palabras antes de su asesinato: “(…) Tenemos unos días difíciles adelante. Pero ahora no me preocupa a mí. Porque yo he ido a la cima de la montaña (…). Solo quiero realizar la voluntad de Dios (…). ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor!”     

King se hospedó en el cuarto 306 del Motel Lorraine, en Memphis, propiedad de Walter Briley. El reverendo Ralph Abernaty, un cercano amigo y colega de King fue testigo de su asesinato de un tiro en la cabeza, que le hizo un francotirador. King estaba, además, acompañado de otros amigos, entre ellos el reverendo Jesse Jackson mientras saludaba desde el balcón del motel a seguidores suyo. De aquel vil y cobarde asesinato del día 5 de abril de 1968, al caer la tarde, fue acusado James Earl Ray, quien luego fue capturado. Murió en prisión el 23 de abril de 1998, a la edad de 70 años.

Martin Luther King, Jr. no ha muerto. Sigue y seguirá siempre en el corazón de millones y millones de admiradores en todo el mundo. En cada rincón del mundo donde se respire paz y armonía estará presente Martin Luther King. Y su lucha por un mundo mejor, su legado, ¡Jamás morirá…!


Santiago de los Caballeros, R.D.
8 de octubre de 2013.