miércoles, 19 de septiembre de 2018

Comentarios sobre La Inquisición y las supersticiones en el Caribe


Comentarios sobre La Inquisición y las supersticiones en el Caribe
Por Esteban Mira Caballos

Nota editorial: El artículo original fue publicado en Libros de historia blog de reseñas de Esteban Mira Caballosla versión aquí presentada fue editada por Paola Nicole Crespo Tomei.

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Quiero recomendar la lectura de este libro a los seguidores de mi blog. La obra es fruto de una amplísima labor de investigación de su autor sobre fuentes primarias, localizadas básicamente en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. Aclara el autor, Pablo L. Crespo Vargas, que las fuentes locales del Tribunal que debían conservarse en Cartagena de Indias desaparecieron por un incendio. De ahí, que haya sido necesario recurrir a las fuentes españolas. Por tanto, cuenta con la solidez que solo puede proporcionar la documentación de archivo.

Tras una amplia introducción sobre las inquisiciones europeas y sobre la inquisición española el autor se adentra en el análisis de 45 procesos que se llevaron a cabo en el Tribunal de Cartagena de Indias a lo largo del siglo XVII. Dado que este Tribunal fue erigido por orden del 25 de febrero de 1610, el libro abarca prácticamente gran parte de ese siglo. Su jurisdicción se extendía por un espacio de casi un millón y medio de kilómetros cuadrados, incluyendo la zona de Nueva Granada, las provincias de Venezuela, la gobernación de Quito, las Antillas y una parte de Centroamérica hasta el obispado de Nicaragua. De todos los tribunales creados en Hispanoamérica, fue el tercero más activo, por detrás del novohispano y del peruano. Su objetivo era el mismo que el de los otros Tribunales inquisitoriales, preservar la pureza de la fe, persiguiendo desviaciones supersticiosas como la brujería o la hechicería.

Vuelve a ratificar el autor en este caso concreto una idea que se ha extendido en los últimos años: el hecho de que no fue un tribunal tan sanguinario como lo ha presentado la Leyenda Negra. En Cartagena no se produjeron grandes autos de fe, ni se ejecutaron a centenares de personas. En general, las condenas fueron suaves y solo en algunos casos muy concretos de herejes persistente se condenó a los reos a pena de muerte. El objetivo de los inquisidores no era causar un daño extremo sino convertir a los herejes y supersticiosos en buenos cristianos, al tiempo que se enriquecían con las enjundiosas multas y confiscaciones que les imponían a los condenados. No obstante, Crespo Vargas reconoce que, pese a que en general la mayoría de los inquisidores actuó con mesura, no faltaron algunos que abusaron de su poder, infringiendo atropellos y malos tratos al tiempo que engordaban sus fortunas personales.

Y para finalizar con estas breves líneas tan solo me queda decir que se trata del mejor y más documentado libro que se haya escrito sobre el Tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias. Un libro muy recomendable no solo para los estudiosos de la Inquisición sino para todos los interesados en la historia de la América Colonial.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Reseña del libro "Sin delitos ni pecados"


Reseña del libro Sin delitos ni pecados
Por Albeyra L. Rodríguez

Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857)[1] del doctor Cesar Augusto Salcedo Chirinos[2] es un trabajo analítico sobre las transgresiones de algunos individuos que pertenecieron a la clerecía puertorriqueña durante la primera mitad del siglo XIX. Este libro fue premiado con el segundo lugar en la categoría de investigación y critica por el Instituto de Literatura Puertorriqueña de este año en curso,[3] reconociendo esta institución, la calidad e innovación de este escrito.  

La novedad de este estudio es el enfoque histórico y la población estudiada desde una perspectiva foucaultiana: la transgresión y la norma como conceptos paralelamente existentes.[4] Utiliza la documentación recopilada de fuentes manuscritas como el Archivo General de Indias, Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de Puerto Rico, el Archivo Histórico Catedral, Archivo Histórico Diocesano, y archivos parroquiales, así como de fuentes primarias transcritas desde las actas de cabildos de San Juan, reglamentos, recopilaciones de leyes y constituciones, entre otros libros y artículos, haciendo de su trabajo uno cabal. 

Salcedo Chirinos primeramente presenta la vida y estructuras eclesiásticas para luego adentrarse en las prácticas cotidianas de este grupo, identificando adulterio, amancebamiento, juegos, desobediencia y hasta deudas concebidas por estos hombres. Posteriormente, nos muestra las actuaciones del tribunal eclesiástico y sus investigaciones realizadas por la misma institución a través de interrogatorios y los resultados hacia estos sacerdotes transgresores.

Dentro de este estudio aparecen descritos sacerdotes amancebados en diferentes puntos de la isla, con amistades sospechosas que creaban escándalos entre sacerdotes, jugadores de gallo (suponiéndose que este tipo de juego no era considerado una transgresión[5]), y hasta con problemas de alcohol. La desobediencia y los insultos, tanto a sus feligreses, figuras políticas como a sus mismos pares, fue parte también de la práctica de algunos cleros en la Isla. Estas prácticas cotidianas en el clero eran conocidas. Bien dice Salcedo Chirinos que “La gente sabía que el cura debía comportarse de otra manera, solo que no lo cuestionaban ni lo denunciaban por sus transgresiones, a menos que existieran otros intereses”.[6] No obstante, debido a la capacidad de decisión de la Iglesia contra los clérigos de manera interna y sus respectivos procesos[7], las actuaciones de estos sacerdotes eran castigadas con suspensiones de oficio y/o amonestaciones verbales o penas pecuniarias, o quedaron impunes, continuando así ejerciendo el ministerio. Todo esto apunta a que el comportamiento cotidiano de estos clérigos evidencia las relaciones de poder y el ejercicio de esta, que era común en la sociedad decimonónica puertorriqueña.

Este tipo de investigación nos demuestra que, en el periodo y población estudiada, estos sacerdotes no eran ejemplo para la institución que representaban y vivieron igual que su feligresía, con prácticas y conflictos cotidianos. A su vez, se apropiaron y negociaron con las estructuras de poder, siendo estas administradas por ellos mismos. Se deduce que por la necesidad de clérigos y por intereses particulares, culminaban minimizando las sanciones. Es por esto que, Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857) nos sirve para reflexionar sobre cómo luego del periodo estudiado por Salcedo Chirinos, han continuado surgiendo en rotativos nacionales e internacionales, situaciones significativas e impactantes consumadas por el clero en años pasados, y estos, en la mayoría de los casos, no reciben ningún tipo de castigo por los actos cometidos en diferentes partes del mundo. El autor titulariza su obra “sin delitos ni pecados”, entendiéndose que el clero no fue castigado sino sancionado y continuaron viviendo como hombres comunes. Por todo lo antes mencionado, recomiendo este trabajo y se extiende la invitación para que puedan disfrutar del mismo.

Nota Editorial: César Augusto Salcedo Chirinos, también, es autor del libro Las negociaciones del arte de curar: Los orígenes de la regulación de las prácticas sanitaria en Puerto Rico, el cual puede conseguir marcando el enlace. 


[1] César Augusto Salcedo Chirinos, Sin delitos ni pecados: clero, transgresión y masculinidades en Puerto Rico (1795-1857). (Río Piedras: Publicaciones Gaviota, 2016).
[2] Los temas de investigación del doctor Salcedo Chirinos giran en torno a la transgresión, vida cotidiana, sexualidad, clero, enfermedades, entre otros temas en el Puerto Rico decimonónico.
[3] El Nuevo Día, “El Instituto de Literatura Puertorriqueña premia el talento local,” Periódico El Nuevo Día
https://www.elnuevodia.com/entretenimiento/cultura/nota/elinstitutodeliteraturapuertorriquenapremiaeltalentolocal-2400092/ (consultado 27 agosto 2018).
[4] Salcedo Chirinos, Sin delitos ni pecados: …, 14-18.
[5] Ibid., 88-89.
[6]  Ibid., 223-224.
[7] El autor plantea que tuvo dificultad para accesar los documentos del Archivo Histórico Arquidiocesano ya que no están disponibles para los investigadores. Ibid., 132.