jueves, 23 de diciembre de 2021

Comentarios sobre la 4ta ed. La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano hasta 1632

Comentarios sobre la 4ta ed. La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano hasta 1632
Pablo L. Crespo Vargas


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Algunos me preguntan sobre mi interés por el estudio de las artes mágicas desde un enfoque histórico y antropológico. Al contestar pienso en la interacción tenida sobre una diversidad de creencias a las que estuve expuesto desde muy temprana edad y que ayudó al desarrollo de una curiosidad por temas que para algunos parecían incómodos. La experiencia de conocer vivencias heterogéneas, donde se crean mundos paralelos que divergen ante una realidad oficial y que son propensos a gestar un mito, ayudaron a la formación de una mentalidad abierta y dispuesta a dejar a un lado los prejuicios que se promueven en beneficio de unos y en detrimento de otros. La búsqueda de respuestas que expliquen cómo está organizado nuestro cosmos cultural y social y de poder analizar el ambiente, tanto físico como espiritual, es esencial para el forjamiento de nuestra historia. El estudio de las artes mágicas, para algunos, o supersticiones, para otros, y su relación con la oficialidad son la base de una serie de investigaciones que comenzaron a ser presentadas con la publicación en 2011 de la primera edición de esta obra. Sin embargo, la investigación formal y de manera metodológica inició catorce años antes.

En 1997, mientras estudiaba el bachillerato en educación secundaria en historia en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, recinto de San Germán, decido entrar al proyecto Ronald E. McNair Postbaccalaureate Achievement Program, que se dedica a la formación de investigadores a nivel subgraduado con la intención de que estos continúen estudios graduados y postgraduados. Allí tuve la oportunidad de comenzar estudios de fuente primaria bajo la tutela del Dr. René Velázquez, quien era custodio de varios casetes de micropelículas provenientes del Archivo Histórico Nacional en Madrid, donde se encontraban los libros referentes a las causas de fe del Tribunal de la Inquisición en Cartagena de Indias. 

Los libros de causas de fe son una recopilación de las actas donde se resumen los procesos inquisitoriales. Originalmente, las actas eran enviadas, como requisito de audición, desde los tribunales regionales hacia la Suprema, corte principal del Santo Oficio, la cual estaba ubicada en Madrid. Los documentos, copiados en varias ocasiones, luego de ser revisados se enviaban de vuelta con comentarios y recomendaciones que debían seguirse. En la actualidad, los libros de las causas de fe son vistos como un repositorio de información etnográfica de gran valor y una muestra de la funcionalidad estatal del Santo Oficio. 

En mi caso, los libros de actas fueron la base para el estudio de la hechicería y brujería caribeña. En los primeros meses comencé a recopilar información etnográfica de algunos de los casos. Realicé estadísticas y en menor peso trabajé un análisis del discurso. En esta etapa era algo preliminar. Con las estadísticas desarrolladas fui enviado a representar el programa de San Germán en una exposición que se realizó en la Universidad de Madison-Wisconsin en 1998. Un año después defendí la investigación en la Universidad Interamericana en San Germán; solo cubría los autos de fe de 1614 y el trasfondo histórico era el mínimo requerido, un trabajo de 25 páginas.

Al comenzar la maestría en historia en 1999, y siguiendo los consejos de varios académicos, tomé cursos de paleografía para afinar mi entendimiento del castellano del siglo XVI y XVII, a la vez que comencé, de poco a poco, a crear un banco de información etnográfica sobre los procesados. Luego de varios tropiezos y periodos fuera de la universidad, en 2009, comienzo de lleno el estudio teórico sobre los imaginarios religiosos desde un punto de vista histórico y voy identificando fuentes secundarias que fueran fortaleciendo mi conocimiento etnográfico y antropológico sobre la brujería, la hechicería, las artes mágicas de manera general, la inquisición y la historia del pensamiento religioso. Logré defender mi tesis de maestría en marzo de 2011 con el título de Supersticiones en el Caribe hispano a principios del siglo XVII: un recuento de creencias según las relaciones de fe de la inquisición en Cartagena de Indias, bajo la dirección del Dr. Ángel L. Vélez Oyola. 

De allí paso a trabajar en la primera edición de esta obra, la cual fue publicada en agosto de ese año por la Editorial Palibrio en Bloomington, Indiana, su título fue La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano a principios del siglo XVII: un recuento de creencias según las relaciones de fe del Tribunal de Cartagena de Indias. La obra participó en el certamen de obras publicada para el mismo año, premiada en el 2013 con el Primer Premio del Instituto de Literatura Puertorriqueña, entrando como ensayo investigativo. 

En 2013 decidí publicar una segunda edición en un proyecto editorial alternativo conocido como Editorial Akelarre. Aunque era una segunda edición se decidió modificar su nombre y acórtalo a La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano: siglo XVII. Este libro fue reseñado por el prestigioso historiador español Esteban Mira Caballos. 

La tercera edición fue publicada en 2018 bajo el auspicio del Centro de Estudios e Investigaciones del Suroeste (CEISO) de Puerto Rico, nuevamente hubo una modificación en su título: La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano: 1610-1632. 

Esta cuarta edición, lanzada en versión comercial, para quien interese adquirirla en papel, y con licencia de Creative Commons 4.0: Reconocimiento / No comercial / Sin obra derivada / Internacional para los interesados en bajarla gratuitamente en pdf, tiene el título de La Inquisición española y las supersticiones en el Caribe hispano hasta 1632.

Como se puede ver, cada una de las ediciones tiene un título distinto, aunque guardando ciertas similitudes. Esta práctica no es común, aunque es parte de mi intención de darle un carácter distinto a cada una de estas obras, proponiendo cualidades en específico que sirvan de interés al lector; aparte de que este pequeño detalle es el producto de la creencia de que el conocimiento evoluciona y nos ayuda a seguir creciendo. 

En el título de la primera edición se deseaba dar peso a la fuente primaria inquisitorial de Cartagena de Indias; sin embargo, solo en un capítulo es utilizada. La obra en sí presenta diversos temas, representados en cada uno de los capítulos. Los primeros cuatro capítulos tienen el fin de servir de referencia para posteriores estudios. La segunda edición buscaba enfatizar que el campo de estudio investigado aplicaba a todo el siglo por las similitudes que se dan y que pueden ser apreciadas en la continuación de este libro: El demonismo en el Caribe hispano: Primera mitad del siglo XVII, obra surgida de mi disertación doctoral. No obstante, la realidad es que la pretensión fue mucho más abarca-dora de lo que se presenta. En la tercera edición se buscaba destacar el periodo que cubre la investigación documental de los autos de fe: 1610-1632. Ahora bien, contrario a lo esperado, los archivos no necesariamente siguen un orden cronológico y aunque se diga que en ellos están los procesos de un periodo específico, la realidad puede ser otra. En esta cuarta edición se simplifica el título y se aprovecha para crear una versión de acceso libre en celebración al décimo aniversario de la obra.


miércoles, 22 de diciembre de 2021

La conceptualización de los afropuertorriqueños en Ebenecer López Ruyol

La conceptualización de los afropuertorriqueños en Ebenecer López Ruyol
Pablo L. Crespo Vargas

A mediados de diciembre de 2020, el Dr. Félix Miguel Cruz Jusino publicó Ebenecer López Ruyol y la conceptualización de la identidad del puertorriqueño negro, el cual es una versión editada de su tesis doctoral defendida durante este pasado semestre. La obra, de carácter biográfico, se enmarca en un análisis de las aportaciones y la experiencia de vida de Ebenecer López Ruyol, específicamente las que lo llevaron a conceptualizar la identidad de los afropuertorriqueños dentro de un movimiento desarrollado en las últimas cuatro décadas y que busca visibilizar los rasgos de la negritud en nuestra Isla. 
Por siglos, la negritud puertorriqueña ha sido marginada y dejada al olvido de manera general, aunque las aportaciones de este sector poblacional son más que evidentes. López Ruyol consciente de este hecho, y muy bien explicado por Cruz Jusino, promovió una serie de movimientos dirigidos a crear espacios reflexivos y demostrativos de que la negritud es parte de nuestro acervo histórico-cultural.  

La edición del escrito original fue de la Dra. Nancy Santiago Capetillo y la relativa a la publicación estuvo en manos del equipo editorial del Centro de Estudios e Investigaciones del Sur Oeste de Puerto Rico, ubicado en Lajas. La obra consta de 238 páginas y varias ilustraciones (fotos). Su epígrafe presenta el poema “Quiero respirar”, cuya autoría es del propio López Ruyol. En sí, la obra tiene cuatro capítulos, donde se incluye la introducción, donde explica y demuestra el trasfondo histórico de la investigación. El segundo capítulo analiza la afropuertorriqueñidad como elemento de afirmación identitaria. El tercer apartado trabaja el proceso formativo de López Ruyol y cómo se desarrolló su conciencia identitaria. El cuarto capítulo nos presenta los resultados de todo este proceso evolutivo, el cual llevó al empoderamiento del puertorriqueño negro en los procesos sociopolítico y en la lucha por la igualdad. La obra presenta una conclusión sólida y dirigida a resaltar, lo que por siglos se ha tratado de esconder, la magnitud de la aportación negra en la formación del puertorriqueño. Luego de la conclusión, se presentan los comentarios de cuatro historiadores (Nancy Santiago Capetillo, José Luis Vargas, Aida Mendoza y Pablo L. Crespo Vargas) sobre el autor y su contribución a la historia del país con este nuevo libro. El libro se puede conseguir tanto en versión digital Kindle como en carpeta blanda.  

La versión original de este artículo se publicó en El Post Antillano, el 26 de diciembre de 2020.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

De La Cuarta para el mundo, el Festival Nacional Afrocaribeño nos pone en contacto con nuestra esencia

De La Cuarta para el mundo, 
el Festival Nacional Afrocaribeño nos pone en contacto con nuestra esencia
Por: Bella Martínez
Fotos: Conrado Pastrano

Ángel “Papote” Alvarado, quien es además compositor, percusionista, líder vocal y fundador del Grupo Esencia; gesta cultura abonando nuestra raíz afrocaribeña cada año, asegurándose de llevar al Barrio La Cuarta de Ponce -que le vio crecer- el Festival Nacional Afrocaribeño. Usualmente, el evento sucede en junio de cada año. No obstante, este año -por motivo de la emergencia sanitaria mundial que trajo consigo la pandemia que todavía nos amenaza- el icónico festival anual se celebró del 19 al 21 de noviembre de 2021 en su sede habitual.

El viernes 19 y coincidiendo con el día de la puertorriqueñidad, Ángel “Papote” Alvarado inició las fiestas para dar lugar a la edición 22 del festival que cada año hace del barrio el centro de nuestra cultura afrodescendiente. Este año, durante el festival se le rindió homenaje a Willie Rosario, Ottoniel Vélez, Jesús Chu López y Héctor Pochy Gastón.

La oferta musical del viernes 19 contó con: Los Cimarrones, Robert Burgos y Descarga Zasón además del estelar Míster Afinque. La orquesta de Willie Rosario ha deleitado con su singular formato compacto y ha permanecido activa por más de seis décadas durante las que ha sonado bajo la dirección del mismo maestro Rosario a quien el bailador salsero mantiene en el tope de su preferencia dentro del ambiente que agrupa solo a conocedores.

Al cierre de la primera noche del festival a cargo de la impecable presentación de la Orquesta de Willie Rosario le antecedió un merecidísimo homenaje al director de orquesta más longevo y en vigencia dentro del sonido salsero. Luego, el autor de la biografía autorizada de Míster Afinque -Robert Téllez- exaltó al maestro Rosario con unas emotivas palabras. Acto seguido, “Papote” Alvarado agradeció a Robert por su apoyo al quehacer cultural afrocaribeño al tiempo que le hizo entrega de un afiche conmemorativo de la edición 22 del festival. El afiche contiene una foto por un fotógrafo que se destaca como uno de los conocedores culturales más comprometidos con el quehacer salsero: Conrado Pastrano. 

Cabe destacar que el periodista Robert Téllez, quien es además conocido como “el más que sabe de salsa” viajó desde Colombia al Barrio La Cuarta de Ponce a ser parte del festival y específicamente para acompañar al artista objeto de su obra “Willie Rosario, el Rey del Ritmo” durante el homenaje. El maestro Rosario nos arrancó carcajadas cuando en su habitual tono serio y firme, afirmó micrófono en mano que agradecía el homenaje, al tiempo que aseveró ser merecedor del mismo.

El sábado 20 se presentaron: Boricua y de Mayagüez, Homenaje a Héctor “Pochy” Gastón y Jesús López, Ángel “Papote” Alvarado y El Grupo Esencia, El Apollo Sound de Roberto Roena cantando Carlos Santos y Tito Cruz. El domingo 21, la tarima se engalanó con Ausuba, Bambalué, Homenaje a Ottoniel Vélez, Guayacanes de San Antón y Abran Paso, cantando Pichíe Pérez y Rafy Santana.

Este 2021 se hubiera celebrado la edición número 23 del festival. Sin embargo, la edición del año 2020 fue cancelada. De manera estoica, el equipo en apoyo a la persistencia del presidente y fundador del Comité Pro Nuestra Cultura -“Papote”- que cuenta con el apoyo incondicional de William Rodríguez Thillet no se rindió para que esta edición 2021 se lograra. Siguiendo todas las normas que el protocolo COVID-19 exige, el público se dio cita pudiendo deleitarse con un espectáculo de lujo. La seguridad y el estacionamiento añadió comodidad y conveniencia al evento. El festival contó, como de costumbre, con un despliegue de artesanos y quioscos, con lo mejor de la fritanga puertorriqueña.

Por más de dos décadas, que se dicen fácil pero que son veintidós luchas en beneficio de la cultura y su permanencia, Ángel “Papote” Alvarado ha mantenido nuestra cultura afrolatina a flote, más allá del linde de la perla sureña. ¡Enhorabuena!

Mucha buena energía, salud y éxito para este músico y gestor cultural que carga sobre sus hombros un legado invaluable. Por lo demás, quedamos pendientes a la próxima edición de este imperdible festival que se celebra cada año. En el mientras, sigamos la trascendental gesta de su Grupo Esencia.

Willie Rosario junto a su biógrafo: Robert Téllez

Orquesta de Willie Rosario

Robert Téllez recibiendo el afiche conmemorativo de manos de Ángel “Papote” Alvarado

Ángel “Papote” Alvarado junto a Willie Rosario durante el homenaje a Míster Afinque

Bella Martínez y Conrado Pastrano