1910-1920: Década
de formación del fútbol en Puerto Rico
Por Edwin R. Jusino
La historiografía sobre el
deporte fútbol o balompié, considerado alrededor del mundo como el deporte rey,
en Puerto Rico es poca, y trabajada por historiadores aficionados.[1] No obstante, esta labor ha sido de suma importancia y
relevancia. Después de todo, si no fuera por personas tales como el profesor
Luis Reinaldo Álvarez, Tony Lorenti, el primero un ex jugador y profesor
universitario en la actualidad y el segundo un periodista e historiador del
fútbol en Puerto Rico, entre otros no tendríamos ningún record escrito sobre la
trayectoria de este deporte en nuestra Isla.
En cuanto a cuando el
deporte fue introducido a Puerto Rico es cuestión de debate hasta el día de
hoy. Álvarez y Lorenti, en su libro Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) señala que “No
es hasta la década del 1910, en plena dominación norteamericana, cuando
comienza a jugarse al fútbol en forma organizada”.[2]
Es importante notar que el
deporte del fútbol va a ser usado como una herramienta para contrarestar la
imposición de la cultura estadounidense. Reportes de periódicos de la década
resaltan en varias ocasiones enfrentamientos entre equipos de nativos, y equipos
formados por extranjeros, en especial el Celtic.[3]
Ese
mismo año se organizó otro equipo de fútbol, los Celtics, formado por
norteamericanos, quienes celebraron una serie de encuentros con los equipos
activos de la época... Los Celtics, creados para enfrentar al ya famoso equipo
San Juan FC, formado por jugadores españoles y criollos, realizaron una exitosa
serie a siete juegos.[4]
Según el texto de Álvarez
y Lorenti el foco de desarrollo del deporte comenzó en San Juan. Siendo que San
Juan es la principal entrada al país, esto no debe sorprender. Igualmente, al
estar principalmente centrado en la capital, el deporte rey, no estaría
desvinculado a los sucesos políticos y sociales que afectaban a la isla. En
especial la Primera Guerra Mundial.
La
participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial influyó en el
desarrollo de los deportes en Puerto Rico. Parte del programa de adiestramiento
de los jóvenes puertorriqueños llamados a filas era la práctica del deporte, y
muchos aprendieron a jugar algún deporte por primera vez en sus vidas.[5]
Es importante notar que la
Primera Guerra Mundial tuvo un gran efecto en el deporte a nivel mundial, en
especial en Europa. El fútbol, que había surgido en Europa, se veía en una
crisis por el estallido de la guerra. Javier Estepa, periodista del periódico
deportivo español MARCA, escribió en el 2012 un artículo relacionado al fútbol
mundial durante la Primera Guerra Mundial. Estepa presenta fotos, y varias
historias de diversos lugares de Europa; concentrándose más en Inglaterra. Allí
los atletas que practicaban fútbol se les consideraban como “traidores” si no
se enlistaban en el ejército:
A
partir de 1916 el campeonato se detuvo por los acontecimientos que estaban
ocurriendo en el transcurso de la I Guerra Mundial. ¿Uno de los motivos? Muchos
futbolistas profesionales que jugaban en Inglaterra fueron enviados a luchar. A
los que no fueron inicialmente les llamaron"traidores".
Eran
los clubes de fútbol los que decidían si su jugador iba o no a la guerra.
Tenían la última palabra y muchos de estos clubes decían 'no'. Se produjo un
gran revuelo en aquellos años y muchas críticas porque la gente consideraba que
los jugadores no eran privilegiados y, por lo tanto, no debían tener un trato
de favor.[6]
Por lo visto, mientras en
Europa el deporte se paralizaba debido a la Primera Guerra Mundial, en Puerto
Rico fue un evento que, como consecuencia, impulsó el desarrollo de la práctica
entre los puertorriqueños.[7] Es de importancia notar que los predios del Castillo
San Felipe del Morro, entonces un fuerte militar estadounidense, sirvió como
escenario para la práctica del balompié o fútbol. Tres años antes de que
comenzara el conflicto bélico mundial, en Puerto Rico se realizó el primer
partido de balompié, según Álvarez y Lorenti.
En
febrero de 1911 se organizó el Comercio Sporting Club. La organización estaba
integrada por dueños y empleados de los comercios de San Juan[8].
Emilio Huyke, citado
previamente, profundiza sobre la práctica del deporte de balompié o “fútbol
español”, como él le llama en su libro Los
Deportes en Puerto Rico. Huyke dice lo siguiente en relación al desarrollo
del deporte de fútbol en Puerto Rico:
Después
de la guerra Hispano-Americana, como ocurrió con muchos otros deportes, vino
una etapa en que se compitió esporádicamente. Los deportes en que competían los
norteamericanos recibieron mayor impulso que aquellos en que no competían. De
ahí que ésta fuera la etapa de desarrollo del atletismo, del béisbol, y del
baloncesto.[9]
Huyke, sin embargo, afirma
que el deporte fue introducido a Puerto Rico por los españoles.
El
fútbol se comenzó a jugar en Puerto Rico 'desde tiempos de España'. Los
españoles residentes en la isla interesaron a muchos puertorriqueños en el
deporte y éstos lo acogieron con entusiasmo. Los partidos de fútbol atrajeron
buenas concurrencias y despertaron el interés general por el deporte español.
Huyke afirma, como ya
citado anteriormente, que la Primera Guerra Mundial impulsaría el deporte en
Puerto Rico como nunca antes. Es importante notar que hay una contradicción de
parte de Huyke en este sentido. Por una parte, afirma que la participación de
los Estados Unidos, y por consecuente la de Puerto Rico en la Primera Guerra
Mundial, influyó en la propulsión del deporte, pero por otro lado, afirma que
en Puerto Rico los españoles popularizaron entre los criollos el deporte.
También es importante resaltar que Huyke habla de la Primera Guerra Mundial
como influyente en el desarrollo del deporte, en general, en Puerto Rico. Por
otro lado, Huyke habla del 'alto inesperado' en la marcha de los deportes en
Puerto Rico con la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.[10]
El planteamiento de Huyke,
sin embargo, puede que tenga una validez en cuanto a la filosofía pedagógica
principal de la época propuesta por John Dewey. Según Juan Rodríguez López, en Historia del Deporte, se indica al
respecto que:
Explícitamente
habla Dewey de los campos de deportes como uno de los lugares a donde hay que
trasladar la educación, muy adecuado como tarea colectiva, organización y
esfuerzo colectivo entre alumnos; los deportes son, también, actividad de los
adultos, actividad importante de la sociedad adulta, si bien, no necesariamente
trabajo.[11].
Los valores de
organización, esfuerzo colectivo, y las tareas colectivas son muy importantes
en cuanto a la milicia. Por lo tanto, como una filosofía imperante de la época
en cuestión, es muy probable que haya sido una de las razones por las cuales se
haya dado una prioridad a los deportes en cuanto al entrenamiento de las tropas
del ejército estadounidense.
También hay que poner en
contexto los sucesos políticos locales de la década, ya que el mismo texto de
Álvarez y Lorenti sugiere que el balompié no estaría desvinculado a los sucesos
políticos y sociales de la época. La historiadora, Elba Tirado de Delucca PhD,
en colaboración con su esposo el profesor Jorge A. Delucca Pabón, en el libro Historia de Puerto Rico Siglo XX,
presentan las primeras dos décadas (1900-1917) como un periodo de tiempo en el
que se debate la ampliación de los poderes civiles en la isla tras la
aprobación de la Acta Foraker.[12]
Por otro lado, las
historiadoras Blanca Silvestrini y Maria Dolores Luque de Sánchez, en su libro Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un
Pueblo, presenta una década llena de luchas obreras[13], y de movimientos para adquirir una nueva carta orgánica,
que a la postre, se lograría incluir la ciudadanía estadounidense en el 1917
con la aprobación de la Ley Jones.[14]
Es en este marco que el
deporte del fútbol comienza a adquirir auge entre la población puertorriqueña,
en especial las clases medias comerciantes. Álvarez y Lorenti presentan en su
escrito la creación del primer club de Puerto Rico en el año 1911. El mismo,
conocido como el Comercio Sporting Club, fue fundado por dueños y empleados de
los comercios de San Juan.
En
febrero de 1911 se organizó el Comercio Sporting Club. La organización estaba
integrada por dueños y empleados de los comercios de San Juan. Presidió la
entidad el Sr. J. López McCoard, su secretario, Ángel Nandín Lomba y el
tesorero Juan Arana. El Club organizó dos equipo de fútbol...[15]
También
estamos trabajando para formar nuestro team de Base-Ball y cuando la ocasión lo
permita, estableceremos el equipo de Cricket, juego que es desconocido aquí.
(1911, febrero 13).[16]
El periódico Boletín Mercantil de Puerto Rico reseñó
aquel primer partido de fútbol[17] de los equipos del Comercio Sporting Club:
El
domingo pasado tuvo lugar en la hermosa campa de El Morro cedida galantemente
por el Capitán Mr. Field, de Infantería, al Comercio Sporting Club, un
interesante match de foot-ball association, entre el 1ro. y 2do. team.[18]
Es menester resaltar dos
aspectos. El primero, tanto Huyke como Álvarez y Lorenti presentan al deporte
del fútbol como uno practicado y promovido principalmente por residentes de la
isla de clase media alta. Sin embargo, Álvarez y Lorenti son los primeros en
señalar que también lo practicaron asalariados. Esto es un contraste con el
resto del mundo, donde principalmente, el deporte fue impulsado por las clases
pobres y asalariadas en un principio.
El segundo aspecto
importante de resaltar es la presencia, nuevamente, de la milicia estadounidense
en el desarrollo del deporte del fútbol asociación o español. El Morro, que en
aquel entonces era parte del sistema militar estadounidense, funcionó como el
escenario de varios enfrentamientos reseñados por los diarios de la época. Los diarios
que Álvarez y Lorenti citan son el Boletín Mercantil de Puerto Rico, el PR
Eagle, el Puerto Rico Ilustrado, La Correspondencia, y la Democracia.[19]
Álvarez y Lorenti entran a
comentar sobre el efecto de las luchas sociales de la época y su efecto en la
práctica del balompié. Álvarez y Lorenti sugieren en su texto que la otorgación
de la Ley Jones provocó un declive en las diferencias marcadas en la sociedad
entre estadounidenses, españoles y criollos.
El
fútbol recrea viejas rivalidades entre poblaciones, grupos étnicos y estratos
sociales. Los partidos de fútbol son una oportunidad para dilucidar, zanjar, o
solucionar problemas de supremacía entre unos grupos y otros. Estas rivalidades
se ven alimentadas por los conflictos sociales, políticos o culturales, y es en
los juegos de fútbol donde se desatan grandes pasiones, a veces con episodios
de violencia. La afición al fútbol de los primeros años debe en parte su
arraigo a la rivalidad surgida entre los tres grupos nacionales residentes en
Puerto Rico: los norteamericanos (representados por los militares destacados en
la isla), españoles (generalmente comerciantes y sus empleados), y criollos.[20]
En este primer extracto
del texto de Álvarez y Lorenti se percibe que en el fútbol se manifestaba esa
lucha entre los diversos sectores de la sociedad. No obstante, Álvarez y
Lorenti sugieren que la aprobación de la Ley Jones en Puerto Rico en el 1917 no
fue beneficiosa para el deporte. Se debe recordar que la Ley Jones del 1917 es
la legislación federal que sustituyó la ley orgánica del 1900, conocida como la
Ley Foraker, y que otorgó o impuso la ciudadanía estadounidense en el
territorio de Puerto Rico.
La
nueva ley intentó lograr una nueva vinculación sociopolítica de los
puertorriqueños con los norteamericanos, reforzada con la implantación de la
ciudadanía americana. Con la instauración de un gobierno civil de “ciudadanos
americanos” y con la sustitución gradual de los militares por burócratas
civiles se van haciendo menos marcadas las diferencias entre los tres grupos
que practicaban al fútbol para la época. Esto, el terremoto del 1918 y el apoyo
recibido por las escuelas y colegios privados para los deportes del bésibol y
del baloncesto ayudaron al descenso de la práctica del fútbol durante los
últimos años de la década.[21]
Esta aseveración de
Álvarez y Lorenti contrasta marcadamente con lo presentado por Huyke, entorno a
que la Primera Guerra Mundial ayudó a fomentar aún más el deporte del fútbol en
Puerto Rico. La Ley Jones del 1917 es la legislación, como ya se ha mencionado,
que otorga la ciudadanía estadounidense, y que, a su vez, permite que el
ejército estadounidense comience a reclutar masivamente hombres en su mayoría de edad a las
fuerzas armadas. Si no fuera por la legislación estas masas que fueron reclutadas no hubieran quedado expuestos al régimen de
entrenamiento que fomentaba la práctica de algún deporte.
Parece también
contradictorio que Álvarez y Lorenti, a la vez, afirmen que a pesar de la Ley
Jones, el terremoto del 1918, etc., el fútbol se continuó practicando en Puerto
Rico.
A
pesar de lo antes señalado, en las Fiestas de Pueblo se continuaba la práctica
de incluir entre las actividades atléticas de las festividades un partido de
fútbol. Para finales de enero de 1917 se anunciaba en la prensa del país las
Fiestas de Carnaval de Arecibo. En estas se incluyeron una serie de
actividades, a saber: baile de coronación, baile de los artesanos, baile
infantil, carreras de bicicleta, desfile, verbena, y un dia de competencias
atléticas incluyendo un partido de baloncesto, y uno de fútbol. (1917, La
Correspondencia, enero 31, p 4).[22]
Por tanto, no se puede
afirmar que la Ley Jones del 1917 haya sido detrimental para la práctica del
deporte rey. De hecho, se pudiera crear el argumento, basado en la evidencia
que presentan Huyke, que la Ley Jones del 1917 tuvo el efecto contrario al que
Álvarez y Lorenti alegan.[23]
Por otro lado, más allá de
San Juan, el fútbol también se encontraba en otros ayuntamientos insulares
durante la década según presentan Álvarez y Lorenti en su escrito. A pesar de
que San Juan, por ser la capital, tal vez tuvo un foco principal en cuanto a la
exposición en los medios de comunicación, el escrito de Álvarez y Lorenti
presenta varios artículos de periódicos de la época que demuestran que se
practicaba el deporte en otras localidades en la isla.
En
el periódico El Águila de Puerto Rico, del 9 de abril de 1914, el Club
Deportivo de Ponce anunciaba la planificación de un partido de fútbol entre dos
equipos ponceños. Un par de meses más tardes se anunciaba en Ponce la venta de
entrada para un juego de fútbol a celebrarse en el campo atlético de la ciudad
entre el Ponce Sporting Club y los Celtics.[24]
El
31 de mayo se celebró el tan esperado encuentro. Los Celtics arribaron a Ponce
bajo un torrencial aguacero que convirtió el campo de fútbol en un lodazal. Los
Celtics, un equipo con mayor fortaleza física, derrotó al Ponce Sporting por
2-0. (1914, The Times, mayo 31, p.1).[25]
El
campo atlético de Mayagüez va a ser teatro de una lucha sportiva, quizás la
única que entre dos formidables de Foot-Ball se haya registrado en los anales
deportivos de Puerto Rico. El San Juan F.C. Y el Club Deportivo Ponce van a
encontrarse de nuevo, ansiosos ambos de lograr el codiciado título de campeón
que hoy ostenta otro club.... Para aumentar el éxito de esta simpática fiesta,
las directivas del San Juan F.C. Y el Club de Ponce, han regalado una Copa de
Plata que con el campeonato pedestre de Puerto Rico se correrá en Mayagüez el
mismo día.[26]
De
Arecibo
Era
domingo 6 del corriente. El día alboreaba cuando el silbido de la locomotora de
un tren expreso, contratado por el Arecibo Sporting Club para conducir a los
entusiastas del football al gran desafío que el team de Arecibo tenía
concertado con el afamado team “España” de San Juan, llamaba a los
expedicionarios... En tres mortales horas el tren expreso nos condujo a la bellísima
San Juan.[27] Allá en el campo del Morro, que fue en otro tiempo teatro de batallas
campales, se efectuó el reñido desafió. Nuestros bisoños y bravos muchachos del
“Arecibo” lucharon con entusiasmo, pero se defendieron con el tesón propicio de
su raza los simpáticos y amables muchachos del team “España”. Si hubiera sido
posible los muchachos del tema “España” hubieran resultado vencedores...[28]
El
“foot ball” americano es jugado por el regimiento y por los marinos. El clima
es propicio a la popularización de este juego en Puerto Rico. Los españoles
residentes en la Isla juegan el “foot ball” inglés. Los partidos principales en
el España, el San Juan, el “Ponce Sporting Club” y el Guayama.[29]
Como se percibe en estos
extractos, tanto del texto, como de periódicos presentados, del texto de
Álvarez y Lorenti, el deporte se enfocaba mayormente en los centros urbanos de
la isla. San Juan, Ponce, Arecibo y Mayagüez, principalmente eran los
municipios donde el deporte se enfocaba. Esto se percibe principalmente en el
extracto de Cadilla del Boletín Mercantil.
El hecho de que se haya rentado un tren expreso para llevar, tanto a los
fanáticos, administración y jugadores, hasta el islote de San Juan es un claro
ejemplo del poder adquisitivo que tenían los clubes de aquella época. También
el episodio que citan Álvarez y Lorenti donde se presenta una copa de plata en
un partido entre Ponce y San Juan, en Mayagüez.
No obstante, según George
Keelan, en artículo publicado en El Libro
de Puerto Rico, Guayama también tenía un equipo para finales de la década,
principios de la década de los 1920's. Por tanto, la tesis presentada
previamente, tanto por Huyke como por Álvarez y Lorenti de que el deporte lo
practicaban mayormente los residentes con poder adquisitivo, o lo que conocemos
como clase media-alta, es afirmada por la presencia de fútbol en el municipio de
Guayama, que era considerada como centro urbano de clase
media alta.
Por tanto, se puede afirmativamente
describir la década del 1910-1919 como una donde el fútbol tuvo su primer
intento de desarrollo como algo más allá de partidos recreacionales entre
amistades. Vemos a través de los periódicos de la época lo que sería el primer
intento, de muchos subsiguientes, de darle una forma concreta al deporte; a
pesar de los obstáculos que se presentasen en la segunda parte de la década. Se
percibe el uso del deporte como un mecanismo para reclamar la identidad de
Puerto Rico, por encima de los intentos de la transculturación e imposición de
una cultura extranjera como lo era la estadounidense.
Además, los diversos
escritos presentaron evidencias y argumentos de como los acontecimientos
sociopolíticos locales, como internacionales, afectaron de una manera u otra el
desarrollo del deporte; sea para bien o para mal. Se puede afirmar, luego de
explorar esta década, que el hecho de que el béisbol y el baloncesto en Puerto
Rico sean más populares que el fútbol se debe a dos factores importantes
discutidos en las lecturas provistas para el ensayo. La primera, al fútbol
estar vinculado con las clase media-alta, primordialmente, era visto como un
deporte de la elite criolla. Mientras que el baloncesto y el béisbol son más
afines y logran irrumpir en las clases populares de la isla, en parte por la
segunda razón. La transculturación que ocurrió en Puerto Rico, y la imposición
de costumbres anglo-sajonas, permitió la priorización de los deportes
importados desde los Estados Unidos, por encima del que fuese promovido por los
antiguos señores del territorio.[30]
Parece menester concluir
con un fragmento del escrito de Álvarez y Lorenti, que afirma la conclusión
presentada.
El
fútbol así llegaba a sus primeros nueve años con una organización fundamentada
en clubes deportivos que se creaban para la práctica y la promoción de deportes
como el baloncesto, el béisbol, el rugby, el atletismo y el fútbol. A pesar de
que el gobierno norteamericano en la isla privilegiaba los deportes que ellos
dominaban, el fútbol irrumpió con fuerza en esta primera etapa de su desarrollo.[31]
Bibliografía
Periódicos
Boletín Mercantil de
Puerto Rico febrero 13 de 1911.
Boletín Mercantil de
Puerto Rico, marzo 21, 1911
Boletín Mercantil de
Puerto Rico, abril 12 de 1915
Cadilla, F. G. Boletín Mercantil,
verano 1915
Estepa, J. El fútbol y
la I Guerra Mundial. Periódico MARCA, Diciembre 9 de 2012. Accesado en
linea mayo 2 de 2015
Libros
Álvarez, L. R. y Lorenti,
T. Fútbol Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos)
Museo Casa Roig, UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007
Huyke, E. Los Deportes
en Puerto Rico. Troutman Press, Sharon, Connecticut. 1991
Keelan, G. V. “Atletismo
en Puerto Rico”, en El Libro de Puerto Rico. El Libro Azul Publishing.
San Juan Puerto Rico. 1923
Silvestrini, B. y Luque de
Sánchez, M. D. Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un Pueblo.
Ediciones Cultural Panamericana, Madrid, España. 1992
Tirado de Delucca, E.
Historia de Puerto Rico Siglo XX. Imprenta San Rafael, Quebradillas, Puerto
Rico. 1997
Rodríguez López, J. Historia
del Deporte. INDE Publicaciones, Barcelona, España. 2000
[1] Todos los que han trabajado
investigaciones y escritos sobre el fútbol puertorriqueño hasta el momento no
han recibido instrucción formal en el campo de la historia.
[2] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 48.
[3] A pesar de que en la cita
provista y referenciada en el punto 4 se explica lo que es el equipo Celtic,
entiendo meritorio mencionar que el equipo Celtic pudiera haber recibido su
nombre en honor al Celtic Football Club de Escocia, fundado en Glasgow, Escocia
el 6 de noviembre de 1887.
[4] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 52-53.
[5] Huyke, E. Los Deportes en
Puerto Rico. Troutman
Press, Sharon, Connecticut. 1991, página xii.
[6] Estepa, J. El fútbol y la I
Guerra Mundial. Periódico MARCA, Diciembre 9 de 2012. Accesado en línea,
mayo 2 de 2015.
[7] Debido a que Estados Unidos no
entró a la Primera Guerra Mundial hasta abril 6, 1917, los efectos nocivos de
la guerra no fueron directamente sentidos en el territorio de Puerto Rico
(entiéndase invasión, destrucción de territorio, etc.) El hecho de que, en
Puerto Rico, el Morro haya sido el foco principal del futbol no debe pues
sorprendernos.
[8] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 48.
[9] Huyke, E. Los Deportes en
Puerto Rico. Troutman
Press, Sharon, Connecticut. 1991, página 259.
[10] Ibidem, página xiii.
[11] Rodríguez López, J. Historia
del Deporte. INDE Publicaciones, Barcelona, España. 2000, páginas 198-199.
[12] Tirado de Delucca, E.
Historia de Puerto Rico Siglo XX. Imprenta San Rafael, Quebradillas, Puerto
Rico. 1997. Página 13 indica sobre el acta Foraker que: ...establecía un
gobierno temporal, (aunque permaneció por diecisiete años), un Gobernador
nombrado por el Presidente,un Consejo Ejecutivo, (Senado), de once miembros:
seis del Gabinete del Gobernador y otros cinco nativos, (todos nombrados por el
Presidente de Estados Unidos), tenía 35 miembros elegidos por el pueblo,
medinte representación territorial. No establecía total separación de poderes
pues seis miembros del Gabinete pertenecían a la Cámara Alta. Sólo nos dió la
representación territorial.Su judicatura consistía en una Corte Suprema con
cnco jueces, todos nombrados por el Presidente, un Comisionado quien
representaría a Puerto Rico con un asiento en el Congreso, con voz pero sin
voto…
[13] Silvestrini, B. y Luque de
Sánchez, M. D. Historia de Puerto Rico: Trayectoria de un Pueblo.
Ediciones Cultural Panamericana, Madrid, España. 1992. página 410 indica que: Ante la
fuerza del reclamo de reformas a la Ley Foraker en 1916 se presentó en el
Congreso de los Estados Unidos un proyecto para promover una nueva ley
orgánica. El panorama en el Congreso de los Estados Unidos parecía favorable a
la aprobación de la medida. El presidente Woodrow Wilson exhortó a que se
revisara la política hacia las posesiones norteamericanas, especialmente frente
a la entrada inminente de los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial. En un
discurso en 1915 señalaba que la política hacia Puerto Rico y las Filipinas
estaba muy relacionada con la seguridad nacional y los preparativos para la
defensa. Se creía que ofreciendo algunas reformas se podía callar el
resurgimiento del sentimiento independentista en Puerto Rico y el clamor de la opinión
pública.
[14] Ibidem, página 411.
[15] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 48-49.
[16] Boletín Mercantil de Puerto Rico, febrero 13 de 1911.
[17] Se entiende que este es el
primer partido oficial realizado en Puerto Rico, no obstante, si se tiene en consideración
que no se sabe cuándo, con certeza, entró el fútbol a Puerto Rico, se podrí
argumentar que la teoría de Huyke de que lo importaron los españoles,
significaría que antes del 1911 se habían ya realizado partidos. Incluso el
artículo del Boletín Mercantil no especifica
que este haya sido el primer partido de fútbol en la isla. Sino, que fue el
primer partido realizado por el Comercio Sporting Club, el primer club fundado
en Puerto Rico del que se tiene constancia y evidencia.
[18] Boletín Mercantil de Puerto Rico, marzo 21, 1911.
[19] En una búsqueda realizada en el
archivo de microfichas de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto
Metropolitano, no se encontró para las fechas de febrero-abril 1911 algún
anuncio sobre el partido entre los equipos del Comercio Sporting Club en el
diario La Democracia.
[20] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 67.
[21] Ibidem, página 68.
[22] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, páginas 68-69.
[23] La opinión de Álvarez y Lorenti
no tiene una base para sustentar el argumento en contra de la Ley Jones del
1917, más allá de la posibilidad que ambos autores hayan tenido un punto de
vista pro-independencia, y nacionalista. No obstante, es también meritorio
mencionar que los periódicos de la época, tal como La Democracia, eran
periódicos abiertamente politizados, por lo que también pudiera ser que el
argumento sea un reflejo de la época; aunque la misma no esté sustentada con
evidencia.
[24] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 54-55.
[25] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao, Puerto Rico. 2007, página 55.
[26] Boletín Mercantil de Puerto Rico, 12 de abril de 1915.
[27] Es importante aclarar que San
Juan, durante las primeras décadas del siglo XX, consistía mayormente de lo que
hoy conocemos como el Viejo San Juan y Santurce. No es hasta la incorporación
del municipio de Rio Piedras, en julio del 1951, al municipio de San Juan, que
nace el San Juan moderno. Por tanto, esto explica porque el altiplano del Morro
era el lugar preferido para practicar el deporte de fútbol.
[28] Cadilla, F. G. Boletín Mercantil,
verano 1915.
[29] Keelan, G. V. “Atletismo en
Puerto Rico”, en El Libro de Puerto Rico. El Libro Azul Publishing. San
Juan Puerto Rico. 1923, página 442.
[30] El deporte del fútbol fue
introducido a España por los ingleses, por lo que, en mi opinión es una
incongruencia que no se le haya dado prioridad al deporte del fútbol, excepto
si tomamos en cuenta que el racismo institucionalizado de los Estados Unidos en
las primeras décadas del siglo, tal y como es visible en las decisiones del
Tribunal Supremo, conocidas comúnmente como los Casos Insulares (Downes v.
Bidwell, Balzac v. Porto Rico, entre otros).
[31] Álvarez, L. R. y Lorenti, T. Fútbol
Puertorriqueño (Crónica de alegrías, sueños y desencantos) Museo Casa Roig,
UPR Humacao. Humacao,
Puerto Rico. 2007, página 76.