miércoles, 27 de diciembre de 2023

Introducción a Resilencia: camino hacia el éxito (1ra parte)

Introducción a Resiliencia: camino hacia el éxito (1ra parte)
Por Migdalia Núñez Quiles
Marcar para adquirir en Amazon

Fullan (2021) indica que “las personas se vuelven buenas en la vida cuando se sienten seguras, valoradas y tienen un sentido de propósito y significado. Es necesario participar en actividades significativas que contribuyan al bienestar de los demás. Ante la adversidad, ser capaz de navegar hacia los recursos que se necesitan para salir de la situación, lo que se conoce como resiliencia, es un componente esencial. Para llegar allí es necesario identificar valores, metas y necesidades, así como fortalezas personales”.

A través de cada capítulo el lector tendrá la oportunidad de pasar por las etapas del modelo de resiliencia diseñado, con miras a desarrollar unos procesos que sirvan como modelos claves de resiliencia, a otros—principalmente a los maestros, al personal escolar y a las familias de nuestros estudiantes— para que juntos logren alcanzar el éxito. Levantarse de procesos adversos no va a ser igual para todos, pero la meta es que todos puedan estar en el camino no importa el tiempo que pueda tomar. Lo más importante es que comiencen a caminar y juntos alcancen el éxito anhelado.

Me gusta la historia de Sean Rausch, un corredor que vio caer al suelo a su compañero de campo traviesa, llamado Blake Lewis y, en vez de seguir su carrera, se acercó a ayudarlo, lo levantó y lo cargó hasta la meta. Rausch sabía que iba a ser descalificado por tener contacto con otro corredor; sin embargo, sacrificó la carrera para ayudar a otro compañero que se había lesionado. Ayudar a otros a desarrollar sus propios procesos resilientes es precisamente a lo que todos deben aspirar: ayudar en el camino, levantarlos para que juntos alcancen la meta.

En Puerto Rico, después del huracán María, se puso de moda la frase “Puerto Rico se levanta”. Esta frase trabajó en las mentes, de todos los puertorriqueños, ayudando a regresar al camino de la recuperación después de un proceso que tuvo gran impacto en la vida de la población Además de ayudar a desarrollar procesos resilientes, logró que se ayudaran unos a otros a levantarse. Al final de este libro, me gustaría compartir con ustedes una canción que escribí junto a mi hijo, Edgar René, durante este tiempo, y que sigue el lema: nos vamos a levantar.

Goldstein (2013), al citar a Rutter (1987), indica que los estudios de resiliencia se reservaron para poblaciones de alto riesgo, con un enfoque particular en aquellos jóvenes que demostraron resiliencia o la capacidad de superar los desafíos emocionales, de desarrollo, económicos y ambientales que enfrentaron mientras crecían. Los estudios de resiliencia en este tiempo deben estar enfocados en todas las poblaciones alrededor del mundo por el impacto de la crisis del COVID-19.

Goldstein (2013) expresa que ¨el estudio de la resiliencia ha avanzado en cuatro grandes oleadas de investigación¨. En este libro destacamos los conceptos y hallazgos que han resultado de estas oleadas hasta la fecha, ya que han dado forma a un marco emergente de resiliencia para la investigación y la práctica. La primera ola de trabajo arrojó buenas descripciones de los fenómenos de resiliencia, junto con conceptos y metodologías básicas, y estuvo centrada en el individuo. La segunda ola produjo una contabilidad más dinámica de la resiliencia —adoptando un enfoque de sistemas de desarrollo para la teoría y la investigación sobre la adaptación positiva en el contexto de la adversidad o la crisis— y se centró en las transacciones entre individuos y los muchos sistemas en los que están integrados sus desarrollos. La tercera ola se centró en crear resiliencia mediante la intervención dirigida a cambiar las vías de desarrollo. La cuarta ola, ahora en ascenso, se enfoca en comprender e integrar la resiliencia por medio de múltiples niveles de análisis, con una atención creciente a los procesos epigenéticos y neurobiológicos, el desarrollo del cerebro y las formas en que los sistemas interactúan para dar forma al desarrollo.

El tema de resiliencia tiene su mayor auge en las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI por el desarrollo tecnológico y los cambios sociales generados en la familia y sociedad de este siglo. Esto implica que los niños y jóvenes no son inmunes a los cambios, las situaciones adversas y la presión en nuestro entorno actual, acelerado y lleno de estrés. Por tal razón necesitan ser educados en contextos resilientes, que les permitan seguir adelante y levantarse de momentos de crisis y adversidades. Martínez & Benítez (2020) presentan que la escuela debería educar a la generación Alpha como personas GRC o generativas, resilientes y compasivas. Esto implica desarrollar nuevas mentalidades en estas nuevas generaciones. Grané & Forés (2020) en Martínez y Benites (2020) exponen que ¨las personas resilientes son las verdaderas artistas de la vida porque contemplan su propio proyecto vital desde la generación de posibilidades más allá de la tragedia que les ha golpeado¨.

Es importante poder establecer modelos que sirvan para su aplicación efectiva y que sean útiles en todo contexto a fin de lograr niños y jóvenes resilientes. Goldstein (2013) establece que la creencia es que todo niño capaz de desarrollar una mentalidad resiliente será capaz de lidiar de manera más efectiva con el estrés y la presión para hacer frente a los desafíos cotidianos; para recuperarse de las decepciones, la adversidad y el trauma; para desarrollar metas claras y realistas; para resolver problemas; para relacionarse cómodamente con los demás; y para tratarse a sí mismo y a los demás con respeto.

Cowen (1991), citado por Goldstein (2013), sugirió que un enfoque integral para la promoción del bienestar incluía cuatro conceptos básicos: competencia, resiliencia, modificación del sistema social y empoderamiento. Enfatizó sobre la importancia de la resiliencia dentro del concepto más amplio de bienestar. Para él, un marco de bienestar supone el desarrollo de sistemas ambientales personales saludables que conducen a la promoción del bienestar positivo y la reducción de la disfunción. Un marco de bienestar enfatiza la interacción del niño en el entorno familiar y académico, con adultos fuera del hogar y con sus compañeros. Claramente, sugiere una interacción persona-ambiente, que en última instancia predice la fuerza y el poder de la resiliencia de un individuo frente a la adversidad.

Considerando la importancia de la resiliencia para el desarrollo y bienestar de nuestros estudiantes y para resurgir con éxito después de las adversidades, presentamos nuestro trabajo, Resiliencia: camino hacia el éxito. En el mismo estaremos compartiendo temas de gran interés y utilidad para todos a fin de lograr desarrollar procesos resilientes en nuestros niños y jóvenes y a la vez impactar a las familias y comunidades. Todos necesitamos desarrollar factores resilientes para levantarnos y seguir adelante.

Nota editorial: Fin de la primera parte. 

jueves, 21 de diciembre de 2023

Fragmento apéndice Inventario resistencia

Fragmento del apéndice del libro Inventario comentado de resistencia de los esclavos y de la lucha abolicionista en Puerto Rico, siglos 16 al 19 de Francisco Moscoso

Marcar para adquirir en Amazon

En la obra pionera sobre el tema, Esclavos prófugos y cimarrones. Puerto Rico, 1770-1870, publicada en 1984, el historiador Benjamín Nistal Moret (1944-1993) brinda una joya de investigación, meticulosamente documentada con fuentes del Archivo General de Puerto Rico (AGPR) y, a su vez, elaborando un análisis profundo sobre este tema. Estudió sobre 700 casos cubriendo el periodo indicado. Nistal Moret señaló el incremento del tráfico de esclavos bozales, importados directamente de algún país de África occidental al sur del gran desierto del Sahara, que divide el norte del medio y sur del continente, habitado por gentes predominantemente de piel negra. Ello coincidió, especialmente en las décadas de 1820 a 1850 con el crecimiento de la economía de la agricultura comercial del azúcar, café y tabaco. Los esclavos bozales se conjugaron con los esclavizados criollos, como venía sucediendo desde el siglo 16.

Antes del 1840 se dieron diversos eventos de intentos de fugas colectivas, incluso con intenciones de abandonar la isla por mar hacia la isla vecina de Santo Domingo, tenida por los esclavizados como horizonte de libertad.

Nistal Moret propuso que hubo dos formas de cimarronaje, la colectiva o de grupos y la limitada, es decir, de casos individuales y objetivos menores (como procurar descanso, visitar amistades, buscar comida, y luego volver a las propiedades). Se puso en evidencia, además, que muchos prófugos fueron ocultados y protegidos por habitantes libres en solidaridad espontánea contra la explotación esclavista.

Contrario a la propaganda oficial de adjudicar la abolición principal o exclusivamente a los abolicionistas entre las propias clases propietarias y profesionales, y la legislación promovida en el congreso y ante el gobierno de España, sin quitarle sus méritos, Nistal Moret subrayó la lucha cotidiana de los propios esclavizados por su libertad. En este caso mediante el cimarronaje como una de las formas de resistencia constante y que erosionaron la esclavitud desde abajo y desde adentro del propio sistema socioeconómico.

Hay documentos que brindan datos extraordinarios sobre algunos esclavos y esclavas, como los siguientes. En 1831, el negro Andrés Melitón se escapó de la cárcel de Cangrejos y del cepo donde lo tenían inmovilizado, rompiendo el candado, “por donde se fugó a pesar de no tener más que una pierna”.  El negro bozal cimarrón Santiago Rosado vivió escondido “en el tronco de un árbol de úcar que tenía una gran cavidad tan proporcionada para su ocultación”, cerca del barrio del Zarzal, antes de ser capturado en Luquillo.

Por otra parte, en 1822, el negro Rovesino oriundo de la isla de Santo Domingo y de unos 40 años, se fugó de la hacienda de don José Martínez, en Guaynabo; hablaba español, francés, danés e inglés. La criolla negra Juliana, de Martinica, hablaba español, inglés, “y el lenguaje nativo francés”.

En 1825, un negro bozal (no hablaba español) atrapado en Quebrada Arenas, fue puesto en la cárcel de Guaynabo, en solicitud de su dueño. Se estimó su edad como de 24 años, y tenía un adorno corporal descrito así: “con una marca figurando una palma desde el ombligo hasta el cuello, a los lados sobre el pecho tres rayas pequeñas, que guardan simetría, en las megillas unas rayas largas, y sobre las sienes tres más pequeñas…y en el entresijo y frente otras tres…”. El pintor Jaime Romano hizo un dibujo imaginario de este y otros casos, para el libro de Nistal Moret.

El caso del negro cimarrón Jacinto dramatiza como hubo esclavizados que lucharon con uña y dientes por su libertad. Se defendió con una lanza contra una patrulla de soldados que lo atraparon “en los montes del Peñon”. Luego de ser preso en la cárcel de Ponce, resistió hasta dentro de la celda. El alcaide de la cárcel informó que “el negro se resistía contra toda persona que quería reducirlo a que se entregase, y que con una lanza que tenía consigo como que escalaba las paredes del calabozo tal vez para safar algún balaustre de las ventanas, pues que a todos los que acercaban por allí les arrojaba pedazos de ladrillo y mezcla que arrancaba”. Jacinto fue muerto en traslado de la cárcel de Ponce a Juana Díaz.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

De Biblioteca General a Biblioteca Nacional: resaltando el acervo literario nacional puertorriqueño

De Biblioteca General a Biblioteca Nacional:
resaltando el acervo literario nacional puertorriqueño
Pablo L. Crespo Vargas

El pasado 17 de agosto de 2023, la Biblioteca Nacional de Puerto Rico celebró 20 años desde que se aprobó la Ley Núm. 188 del 2003, la cual transformaba a nuestra Biblioteca General en Biblioteca Nacional. La Biblioteca General de Puerto Rico había sido establecida con la Ley Núm. 44 del 6 de junio de 1967. Esta legislación original, como muchos otras de su tiempo, fue promovida por el Dr. Ricardo Alegría. En ella se adscribió la Biblioteca General al Instituto de Cultura Puertorriqueña, quien ya tenía bajo su resguardo una colección bibliográfica en una de sus localidades.

Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico
Imagen obtenida en el Archivo Digital Virtual del ICP

El presupuesto inicial fue de $200,000, que eran utilizados para gastos operacionales y adquisición de libros. En 1967, su primera localización fue en el antiguo Convento de los Dominicos. La Biblioteca General se mantuvo allí mientras se restauraba el edificio que hasta finales de la década del 1950 ocupó la Destilería Bacardí. Este edificio, ubicado en la actual Avenida Constitución #500 (Puerta de Tierra, San Juan) tiene su propia historia. Su construcción comenzó en 1877 con la visión de crear un hospital civil. Al siguiente año, la idea de construir un hospital cambió a cárcel y a escuela de artes y oficios. No obstante, la primera opción fue la que prevaleció. En 1887 terminan las obras de construcción y al siguiente año se trasladan los primeros presos.

No es hasta luego de la ocupación estadounidense de la Isla, al finalizar la Guerra Hispanoamericana, que se considera el traslado de los presos a otra instalación mucho más adecuada para ello. El edificio queda en desuso por unos años hasta que en 1905 la adquiere la Porto Rican-American Tobacco & Company que convirtió las facilidades en una fábrica de cigarros. Con el pasar del tiempo, la fábrica también cerró hasta que en el periodo de 1936 a 1939 la Destilería Bacardí realizó los trámites correspondientes para adquirir y establecer sus operaciones allí. Casi veinte años después, en 1958, la destilería decide, por comodidad de espacio ante un crecimiento en el mercado exterior de su producto, mudarse a Cataño.

Esto movió a don Ricardo Alegría, director del Instituto de Cultura Puertorriqueña a adquirir las facilidades. Luego de adquiridas comenzó el proceso de restauración del edificio y en 1973 se trasladan el Archivo y la Biblioteca General de Puerto Rico a sus instalaciones.

Ya entrado el siglo XXI, la Biblioteca General comienza un proceso autoevolutivo, gestado por sus directivos, dirigido a dar el paso a convertirse en una Biblioteca Nacional con el carácter que esto implica. Es por ello, que su misión muy claramente establece que busca: “adquirir, preservar, asegurar, y difundir la bibliografía puertorriqueña escrita y publicada en el país o en el extranjero, por autores puertorriqueños o foráneos y sobre temas puertorriqueños”.

Actualmente, la Biblioteca Nacional tiene, según la página web del Instituto de Cultura Puertorriqueña, sobre 70,000 títulos y “cuenta con una Sala de Referencia y Estudio, una Sala de Literatura Infantil, la Sala Eugenio María de Hostos, un espacio para exhibiciones y un área de computadoras para acceso público. Entre las colecciones encontramos: Colección de Referencia, Colección Puertorriqueña, Colección General (temas extranjeros), Colección de Revistas y Periódicos, Colección de Libros Raros y Libros Raros de Puerto Rico y la Colección Juvenil. Además, la biblioteca mantiene varias colecciones especializadas: Colección Antiguo Casino, Colección Samuel R. Quiñones, Colección Van Deusen, Colección Filipo de Hostos, la Colección Dra. Concha Meléndez y la Colección Eugenio María de Hostos”.

La Biblioteca Nacional de Puerto Rico es un recurso de vital importancia para preservar nuestro acervo bibliográfico nacional que, a su vez, es un reflejo de nuestra cultural e idiosincrasia como país caribeño, cuya población se esparce más allá de sus fronteras geográficas. Es nuestro deber conservarlo y apoyarlo.   

Referencias:

“Archivo General de Puerto Rico y Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Puerta de Tierra – San Juan, consultado el 2 de octubre de 2023. http://www.puertadetierra.info/edificios/archivo/archivo.htm

Biblioteca Nacional de Puerto Rico. Instituto de Cultura Puertorriqueña. https://www.icp.pr.gov/bnpr/

Grupo Editorial EPRL. “Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico”, revisión de Lizette Cabrera Salcedo. EnciclopediaPR, 8 de septiembre de 2014. https://enciclopediapr.org/content/archivo-general-biblioteca-nacional-puerto-rico/

Isabel, Rosana. “La Ley de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Puerto Rico Necesita Bibliotecas, 30 de julio de 2018. https://prprobiblioteca.org/2018/07/30/la-ley-de-la-biblioteca-nacional-de-puerto-rico/

Ley de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico, Ley núm. 188 de 17 de agosto de 2003,18 L.P.R.A. sec. 1204b. https://www.lexjuris.com/lexlex/leyes2003/lexl2003188.htm

“Lo encontré en la Biblioteca Nacional de Puerto Rico”, Opúsculo de la Biblioteca Nacional de Puerto Rico. https://www.icp.pr.gov/wp-content/uploads/2020/06/brochure_bnpr_08-1.pdf

Matos Viera, María y Laurie Ann Ortiz Rivera. “La Biblioteca Nacional de Puerto Rico”. Acceso: Revista Puertorriqueña de Bibliotecología y Documentación, núm. 6, 2004, pp. 101-107. https://www.redalyc.org/pdf/256/25600608.pdf

Muñoz Solá, Haidée. Biblioteca Nacional de Puerto Rico. Boletín de la ANABAD, tomo 42, núm 3-4, pp. 403-419. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/224188.pdf

Nota editorial: Este artículo fue originalmente publicado en El Adoquín Times, el 12 de octubre de 2023. https://eladoquintimes.com/2023/10/12/de-biblioteca-general-a-biblioteca-nacional-resaltando-el-acervo-literario-nacional-puertorriqueno/?fbclid=IwAR1F0jIJ0vaSzMirvh6yfviJPsmjU0VIUvaSRB87Vd9Ux6PthJIxKToL8cM

sábado, 4 de noviembre de 2023

Anastasia

Anastasia
(cuento)
Charline P. Crespo Tomei

Mi Anastasia… tú no sabes todo lo que daría por oír tu voz, tus suspiros, sentir la palpitación de tu corazón y los besos de tu aliento rozar por mi cuello.  Solo con tenerte a mi lado, lo daría todo.  Es imposible olvidar esa línea, la cual tornabas en una simple curva para alegrar mis oscureceres.  Nunca podré olvidar esa primera noche, cuando entrabas en las tinieblas de los pasillos del calabozo, y conociendo que tu destino sería fatal, radiabas sin necesidad de una lámpara.  No te importaba tu final, cada paso lo dabas con dignidad, restaurando tu respeto con cualquiera que se encontrara en este maldito lugar.

Foto tomada en Freiburg (Alemania) por Charline P. Crespo Tomei

Esos ojos, ¡Oh, Dios! Color mar al sol del día.  Un mar que he de querer apreciar por tanto tiempo, tú, mi vida, me lo has regalado con aquellos preciados ojos.  Y esa voz tan dulce, nunca te hubiera negado nada.  Ordenaras lo que quisieras y caía ante ti cumpliendo tus anhelos.  En tan poco tiempo, te convertiste en un sueño para mí. 

Necesito volver a encontrarte… o al menos, volver a verte.  Si solo pudieras ayudarme una vez más, volver a llenar los espacios que existen entre mis dedos.  Romper las barreras de mi corazón y volver a llenarlo de luz. Si tan solo… pudiera verte. Acariciar tus cabellos, arrullar tu rostro, sentir esos labios cerezas… Me perdería en tu mirada para siempre y toda una vida no bastaría para demostrarte este ardiente amor que siento por ti… pero… pero… si tan solo…

Esta noche se destruye mi corazón en mil pedazos.  Cada pedazo con tu recuerdo… con tu memoria.  Arde de dolor, agonía, pensamientos, lamentos, todo lo más oscuro y profundo que jamás podrás imaginar.  Se me rompe el alma pensar que no podré decirte que eres lo que siempre soñé en la vida, mi amor inefable.

Aquí me hallo entre las sombras, pensando en lo que nunca fue y jamás será.  Tan poco tiempo junto a ti, sin embargo, un año lo transformaste en una eternidad.  ¿Qué será de ti mi amor? ¿Habrás escapado de aquellos guardias o… habrás muerto como las paredes han murmurado por meses? ¡No! Es inaceptable creer que ya no estés en nuestro mundo.  ¿Qué la vida sería sin ti? Nada.  Eres extraordinaria, fuerte, con un poder intachable y una voz firme con la cual tus palabras podrían cambiar el mundo.  Tus pasos siempre han sido de grandeza, ¡No puedes estar muerta!

Las cadenas acompañan en una canción al inmenso eco.  Tristes melodías junto a un terrible desenlace.  Sinfonías perdidas en el baile.  Y nubes grises cargadas en mis ojos, deciden ser libres al fin.  Los relámpagos y truenos de mi alma se detuvieron hace meses, sin embargo, todavía llueve en este pobre corazón.  Se podría caer el cielo hoy y no me importaría, lo he perdido todo… la he perdido a ella.

Me encuentro en el centro de los ojos del mundo.  El verdugo enlaza mi cuello y toma dirección hacia la palanca del cadalso.  Como siempre, inicia el sonido del tambor y un soldado comienza a inaugurar mi sentencia de muerte.  Mientras reclama mis razones para morir, yo estoy aquí de pie pensando en ti, mi vida.  Una ola inmensa de multitud admirará mi muerte.  No me arrepiento de haberte ayudado a escapar del calabozo, no me arrepiento de que el destino te haya puesto en mi camino, y no me arrepiento, y nunca me arrepentiré de haberte elegido mi compañera de vida.  Si he de morir hoy, será con dignidad.  Porque esto fue por tu libertad mi…

¡Anastasia! ¿Cómo es posible que te encuentre entre esa ola inmensa de multitud? ¡Me verás morir! No mi amor… No llores más por favor… No conviertas esos ojos color mar en un cielo gris.  Sé libre, vete de aquí… Si tan solo pudiera gritar todo esto… Así no te castigarías a ti misma por mi desvanecimiento de esta vida.  No es tu culpa…Nunca lo fue.  Esa sonrisa... ¡Oh mi vida! Gracias por regalarme una última sonrisa, ahora sé que esta muerte no será en vano.

Te amo, Anas… ta… cia…

lunes, 16 de octubre de 2023

Presentación de Inventario comentado de resistencia de los esclavos

Presentación de Inventario comentado de resistencia de los esclavos y de la lucha abolicionista en Puerto Rico, siglos 16 al 19
Lizette Cabrera Salcedo

En el contexto de la conmemoración del 150 aniversario de la abolición oficial de la esclavitud en Puerto Rico, y con el propósito de contribuir al desarrollo de más investigaciones sobre resistencia de la población africana esclavizada y su descendencia, presentamos este Inventario comentado.

Se consigue en Amazon o en Librería Laberinto, Viejo San Juan

A la luz de la consulta de diversas fuentes primarias y secundarias cubriendo los siglos 16 al 21, a continuación, se citan expresiones de insatisfacción, rebelión o formas de resistencia por parte de los hombres y mujeres esclavizados; y reacciones de las autoridades gubernamentales a favor del mantenimiento del régimen de trabajo esclavista. Como parte de ese proceso igualmente se incluyen apuntes sobre la búsqueda de emancipación y eliminación de la esclavitud, desde los pactos para combatir la trata negrera, por ejemplo el acuerdo entre España e Inglaterra (1817, para hacer vigente la prohibición del comercio a partir del 1820), hasta las legislaciones individuales en la política colonial para eliminar la práctica de esclavitud propiamente.[1] Hay que recordar que aunque se pactara para eliminar el comercio legal de esclavizados, por mucho tiempo se mantuvo el trabajo esclavizado apoyado por el comercio ilegal o contrabando de estas personas.

Desde la antigüedad una de las manifestaciones de la esclavización de humanos contra humanos, fue el resultado de la captura de prisioneros en conflictos bélicos. Muchos prisioneros se convirtieron en esclavos de la tribu victoriosa. Durante la época del imperio romano (27 a.C.- 476) por ejemplo, esclavizados (hombres y mujeres) de diversas etnias, formaron parte importante de la fuerza trabajadora.

De los siglos 15 hasta el 19 la captura de negros africanos para esclavizarlos dio base al sistema de producción esclavista que marcó la era de los descubrimientos de nuevos territorios ante los ojos atónitos de Europa.

Dos de los mitos más formulados por la ideología del reformismo colonial han sido, (1) que en Puerto Rico ha habido una “democracia socio-racial” y que el esclavismo más brutal se dio en otras colonias caribeñas (francesas e inglesas); y (2) que los esclavizados en Puerto Rico, supuestamente por ser mejor tratados adoptaron una conducta pasiva y dócil y la rebelión se dio en pocos casos y como incidentes aislados. Ambos enunciados están presentes, por ejemplo, en la obra de Luis M. Díaz Soler, Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico. Se publicó en 1953, al tiempo que el Partido Popular Democrático (PPD) y su líder máximo político Luis Muñoz Marín inauguraban el Estado Libre Asociado en la reconceptualización de la relación colonial de Puerto Rico subordinado a Estados Unidos. Parte de la ideología de ese proceso fue la proyección de la “gran familia puertorriqueña”, como una entidad unida ajena a la conflictividad y la desigualdad. En las páginas siguientes, cada detalle histórico evidenciado rebate estos y otros mitos respecto a la esclavitud y el racismo en Puerto Rico.

La abolición formal de la esclavitud en Puerto Rico se efectuó el 22 de marzo de 1873. Pero el racismo se ha perpetuado en relaciones de desigualdad y discrimen por el color de la piel. La educación y lucha contra el racismo continúa. Estamos unidos y unidas en la afirmación de la afro-dignidad puertorriqueña. Deseamos que estos apuntes contribuyan a la concienciación y educación sobre el esclavismo en Puerto Rico, y a fomentar nuevas investigaciones y reflexiones más profundas sobre el pasado y presente de esta realidad social.



[1] El 25 de marzo de 1807 el parlamento del Reino Unido firmó "Un Acta para la Abolición del Comercio de Esclavos”. Con ese documento en mano, impulsó la eliminación de ese comercio firmando acuerdos con varias naciones. Con España acordaron la eliminación del comercio a partir del 1820. 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Mujer puertorriqueña

MUJER PUERTORRIQUEÑA
Mildred Cardona Rivera

Mujer Boricua


Todas aquí vivimos,
y no hay una igual.
En esta isla de 100 x 35,
de bellezas sin igual.

Mujer de costa dorada,
color a arena y sal,
a brisa marina fresca
cuando mece el palmar.

Mujer de costa caribeña,
sabor a dulce melao,
de sabrosos y sensuales contoneos
que dejas a los hombres tumbaos.

Eres huracán de sensaciones
que arrasa por doquier,
pasiones y emociones
por tu cuerpo han de recorrer.

Hueles a dulce caña,
donde el viento mueve guajanas.
La zafra anuncia la extracción del azúcar
de tus dulces entrañas.

Mujer de campo y montaña,
belleza, dulzura y candor,
pureza que a nadie extraña
acompañada de alegría y esplendor.

Hueles a hierba mojada,
a rocío recién caído,
a frescor en la alborada
y a café recién molido.

Danza, bomba y plena
se notan en tu andar,
sin dejar el areyto
de tu ascendencia sin igual.

Cabellos de pura caoba,
caderas de Cordillera Central,
piernas de tentación que arroban
y boca de perdición virginal.

En tu pecho de suaves marullos,
se es fácil descansar,
y en tu mirada se pierde en la mía
cuando de tus labios sale un ave maría.

Haces de tu vida una misión,
de tus hijos una institución,
de tus convicciones una religión
y de los hombres una inspiración.

¡Eres canto borincano,
hermosa mujer puertorriqueña,
orgullo y jibarita de pura cepa
orgullo de esta tierra!


sábado, 19 de agosto de 2023

Introducción a la historia de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Ponce durante el siglo XIX

Introducción a la historia de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Ponce durante el siglo XIX
Eli D. Oquendo Rodríguez

Marcar para adquirir en Amazon

En 1821, el naturalista francés Augusto Plée visitó en dos ocasiones la isla de Puerto Rico desconociéndose cuando, finalmente, la abandonó. De esas visitas surgieron una serie de dibujos a lápiz que hizo en varios pueblos del país. De Ponce hizo dos.[1] En uno retrata lo que luego sería el activo puerto local. En el otro plasmó al poblado propiamente dicho. Este último, trabajado tal vez desde la subida hacia el cerro del Vigía, muestra una vista del paisaje ponceño con la inconfundible silueta de la Isla de Caja de Muerto, borrosa, a la distancia, entre la bruma. Más de cerca se retrataba un numeroso caserío que, cual fénix, resurgía de las cenizas de un pavoroso incendio ocurrido aquel funesto día del 27 de febrero de 1820. En el conjunto urbano dos estructuras, ambas ligadas al ámbito de la espiritualidad, son fácilmente identificables. En primer plano el cementerio, cercado y dominado por una gran cruz en el centro, estaba ubicado al final de la calle de igual nombre y que hoy se denomina Unión. Y en medio del caserío, la estructura de la iglesia parroquial con su solitaria torre. Tal como fuera el templo antes de su reconstrucción entre 1828 y 1838.

Al comenzar el siglo XIX la parroquia ponceña Nuestra Señora de Guadalupe tenía ya sobre 130 años de antigüedad. Ésta fue fundada, como capilla rural, por el obispo D. Benito de Ribas (1664-1668) cuando gobernó la diócesis puertorriqueña. El primer ministro del altar designado parece haber sido D. Juan López de Alicea, de quien se da cuenta en un documento de1669.[2] La historia de esta parroquia, tan ligada a la del mismo Ponce, estaba pendiente de escribirse.

¿Y por qué escribir una historia de la parroquia? A dicha pregunta habría que dar varias contestaciones. La primera contestación es: por una necesidad. Muchas veces cuando se selecciona un tema para hacer una investigación se responde a una necesidad. Es decir, porque no hay nada escrito sobre ese tema, o tal vez se ha escrito muy poco o, simplemente, lo que hay escrito se puede mejorar. Y, en gran medida, ese el caso de nuestra histórica parroquia. El ilustre historiador ponceño, D. Eduardo Neumann Gandía, a pesar de sus meticulosas investigaciones, en su obra Verdadera y auténtica historia de la ciudad de Ponce, habla muy poco sobre la parroquia. Apenas ofrece noticias sueltas o datos aislados de la misma, que se incluyen en un apartado titulado Efemérides.[3]. Esto es casi al final de la obra y es a modo de una cronología con fechas claves sobre la historia de Ponce. En el Álbum histórico de Ponce, con ediciones en 1934 y 1960, también se ofrece información de la parroquia en una sola página o más bien, en media página.  Y vale decir que los datos allí señalados son, en su mayoría, extraídos de la obra de Neumann. El historiador Francisco Lluch Mora, nuestro querido maestro Don Pancho, en el Capítulo III de su obra Orígenes y fundación de Ponce y otras noticias relativas a su desarrollo urbano, demográfico y cultural (siglo XVI – XIX) habla sobre los comienzos de la parroquia. Y el referido capítulo tiene una extensión de apenas 5 páginas no completas.[4] Así que, en conclusión, lo que existe hasta ahora escrito se podía mejorar.

La segunda contestación es porque la Iglesia siempre fue medular en la gestación de nuestros pueblos. En torno a las parroquias se organizaba la vida social, política, económica y cultural de los pueblos. Ponce no fue diferente. Si bien el pueblo tiene sus orígenes en una comunidad dedicada al contrabando y a la crianza de ganado de cerda, la realidad es que la fundación de la ermita se hace para dar servicio y pasto espiritual a los vecinos, contribuyendo, decisivamente, a la eventual organización política de dicha comunidad. Esa ermita evolucionó a una capilla rural y luego a una parroquia. Así que el hecho de que se haya congregado un grupo de vecinos alrededor de un centro de adoración es un paso determinante en la constitución formal de un pueblo. La importancia de ese elemento religioso queda de manifiesto en un documento emitido por el mismo cabildo de San Germán en diciembre de 1684. En éste se hace la siguiente declaración:

…de muchos años a esta parte por haverse [sic] acrecentado los vecinos desta [sic] villa y fundado dos pueblos distantes de ella, nombrados el uno San Francisco de la Aguada, y el otro nuestra señora de Guadalupe, en Ponze [sic], aldeas, y jurisdicción de esta villa…”[5]

Ponce se organiza formal y oficialmente en 1692, pero ya desde sus orígenes se le nombra Nuestra Señora de Guadalupe. Es decir, con nombre de advocación mariana. ¿Habrá algo más ligado a la Iglesia?  Además, el mismo gobernador D. Gaspar de Arredondo en 1690 reconoció la importancia de que la Iglesia ya hubiera señalado curas para aquellos cinco lugares que, en su proyecto urbanizador, él pretendía crear en villas. Ponce era uno de ellos.

Y la tercera contestación es por una razón práctica. La existencia y disponibilidad de documentos necesarios para reconstruir la historia. En años recientes se fundó en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico el Archivo Histórico Institucional.  Allí hay disponibles una buena colección de documentos que permiten atisbar de manera razonable algunos momentos de la historia de la parroquia ponceña. En el pasado esto era imposible. Un desafortunado incendio ocurrido a comienzos de la década de 1880 destruyó gran parte del archivo parroquial y, ante la falta de los documentos útiles a ese fin, había sido difícil para los historiadores realizar aquella labor. Así lo constató Da. Isabel Gutiérrez del Arroyo, cuando en 1960, publicó un artículo sobre la visita pastoral del obispo D. Juan Alejo de Arizmendi a la diócesis entre los años 1812 y 1813. Comentaba la célebre historiadora que de Ponce muy poco podía informar, sobre tan significativa visita, debido a la pérdida del archivo parroquial.[6] Sin embargo, la incansable y fecunda gestión de Mons. Vicente Murga, como historiador y conservador de documentos, sigue rindiendo frutos. Quiso la fortuna que éste lograra salvar del fuego un nutrido volumen de documentos originales que pertenecieron al archivo de la antigua diócesis de Puerto Rico.[7] Muchos de ellos, manuscritos de los siglos XVIII al XX relacionados con diversas parroquias de la isla de Puerto Rico, se encuentran hoy bajo la custodia del citado archivo. Resulta irónico que un incendio despojara a los ponceños de una parte de su historia y que andando el tiempo otra amenaza de fuego le devolviera algo de lo que le había sido quitado. Gracias a esos valiosos papeles, unidos a la información que proveen otras fuentes, hacen posible dos objetivos. Primero, reconstruir una historia abarcadora, lógica y reflexiva sobre la parroquia para el período cronológico antes señalado. Y segundo valorar su importancia dentro de la comunidad ponceña.

 



[1] Ricardo Alegría, Los dibujos de Puerto Rico del naturalista francés Augusto Plée (1821-1823). Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Año XVIII, 1975, Núm. 68, Julio-Septiembre, pp. 20-21, 24.

[2] Dennis De Jesús Rodríguez, Fundación de Ponce: 1678-1692. Hereditas. Revista de Genealogía Puertorriqueña. Vol. 10, Núm. 2, Año 2009, p.63.

[3] Eduardo Neumann Gandía, Verdadera y auténtica historia de la ciudad de Ponce. Edición Conmemorativa del Centenario de la Fundación del Partido Autonomista Puertorriqueño, 1887-1987. San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1987. p. 257.

[4] Francisco Lluch Mora, Orígenes de Ponce y otras notas relativas a su desarrollo urbano, demográfico y cultural (siglos XVI-XIX). San Juan, Editorial Plaza Mayor, Inc.,1ra edic., 2001.

[5] PUCPR. AHD. Col. M. V. Murga. Gobs. P. Guzman Arteaga – Lorenzana M. de Andino. Tomo 97, p. 184.

[6] Isabel Gutiérrez del Arroyo, Itinerario de la segunda visita pastoral de Su Ilma. el Dr. D. Juan Alejo de Arizmendi (1803-1814). Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. San Juan de Puerto Rico, Octubre-Diciembre 1960, Núm. 9, p.44.

[7] Álvaro Huerga, La colección “Historia Documental de Puerto Rico”. San Juan, 2009, p. 23. 

martes, 8 de agosto de 2023

Coloqueo ICP: 5ta temporada 1ra parte

Coloqueo ICP: 5ta temporada 1ra parte
agosto-diciembre de 2023

Enlaces a los vídeos en Youtube de Coloqueos ICP, programa de difusión cultural, que se transmite en vivo a través del FB Live del Instituto de Cultura Puertorriqueña y se utiliza la plataforma Zoom. Para ver el listado y los vídeos de los Coloqueos anteriores visite los siguientes enlaces: Coloqueos 1-36 (36 episodios), Coloqueos 37-85 (49 episodios), Coloqueos 86-111 (26 episodios), Coloqueos 112-132 (21 episodios), Coloqueos 133-160 (28 episodios), Coloqueos 161-201 (41 episodios), Coloqueos 202-239 (38 episodios), Coloqueos 240-273(34 episodios), Coloqueos 274-311 (38 episodios).

Coloqueo #347: Entrevista al productor Dani Rotstein sobre el documental Xueta Island (2021). Moderador invitado Wilkins Román Samot (miércoles, 20 de diciembre). https://youtu.be/OUZp-_hFi_c

Coloqueo #346: Presentación de la antología Cuentos para morir mañana con algunos de sus autores (martes, 19 de diciembre). https://youtu.be/kiGM-qo0PJg

Coloqueo #345: PEN de Puerto Rico Internacional - Premios Literarios 2023 (viernes, 15 de diciembre). https://youtu.be/UVtk4tPAAlk

Coloqueo #344: La Cucarachita Martina: su travesía hacia la Libertad con Tere Marichal (martes, 12 de diciembre). https://youtu.be/qkYu_ELg_xo

Coloqueo #343: Conociendo a nuestros artistas a través de la investigación científica de sus obras con Dr. Antonio Martínez Collazo (lunes, 11 de diciembre). https://youtu.be/d4VJJhKQZfc

Coloqueo #342:  Feria de Libros Barranquitas entre Páginas con Siamiralis Roldán Rodríguez (jueves, 30 de noviembre). https://youtu.be/hURrMvXpU5k

Coloqueo #341: Mujeres comerciantes en San Germán del siglo XIX con Juan González Mendoza (lunes, 20 de noviembre) https://youtu.be/3EL1rQQbAXQ

Coloqueo #340: Conferencias académicas de Campechada 2023 en San Germán (sábado 18 y domingo 19 de noviembre). Conferencia 1Conferencia 2Conferencia 3Presentación de librosConferencia 4 y 450 San Germán y mesa siglo 16 a 18

Coloqueo #339: Conversando con Elsa Tió sobre Lola Rodríguez de Tió (jueves, 16 de noviembre). https://youtu.be/Bsva3_b1q00

Coloqueo #338: Entrevista a Armandito Torres (miércoles, 15 de noviembre). https://youtu.be/KwL7I8uZ5Mk

Coloqueo #337: Presentación del libro San Germán en Guayanilla de José Aridio Taveras, Lucas Mattei con Josué Caamaño (transmitido el miércoles 15 de noviembre, actividad del 12 de noviembre). https://youtu.be/oqwmXm5omow

Coloqueo #336: Visita al Museo de Historia de San Germán con José Francis Lluch (martes, 14 de noviembre). https://youtu.be/jzqo29GxJUM

Coloqueo #335: Lola Rodríguez de Tió: su mundo y tiempo con Salvador Tió (lunes, 13 de noviembre). https://youtu.be/pZsA6m-B-AE

Coloqueo #334: Congreso de la Fundación de las Ciudades y Homenaje a Carmen Alicia Morales (sábado, 11 de noviembre). Congreso / Homenaje

Coloqueo #333: Homenaje a Carmen Alicia Morales (jueves, 9 de noviembre). https://youtu.be/nmzDEm0_5Qg

Coloqueo #332: La Botica, los barrios de San Germán y algunas leyendas con Ramón Vázquez Rodríguez (martes, 7 de noviembre). https://youtu.be/WC4iF-mYwSo

Coloqueo #331: Convento de Nuestra Señora de Porta Coeli del Sagrado Orden de Predicadores de la Villa de San Germán con Elvin Alvarado (jueves, 2 de noviembre). https://youtu.be/ALQPWN-u5tc

Coloqueo #330: Brujas, hechizos y conjuros puertorriqueños con Tere Marichal (martes, 31 de octubre). https://youtu.be/yjli_fbCNPA

Coloqueo #329: La Ermita de San Sebastián y el Colegio San José en San Germán con Dra. Haydee Reichard (jueves, 26 de octubre). https://youtu.be/8gt6tDnHkvw

Coloqueo #328: Presentación del libro San Germán: villa andariega con José Vélez Dejardín (martes, 24 de octubre). https://youtu.be/EXNmAQebS2I

Coloqueo #327: Presentación de la novela Babylon Baby de Eugenio Hopgood Dávila (jueves, 19 de octubre). https://youtu.be/-ySA4hsoIVo

Coloqueo #326: Documentos de la Oficina de la Primera Dama de Puerto Rico con Pedro Roig (martes, 17 de octubre). https://youtu.be/IW52VV6MDKw

Coloqueo #325: Presentación del libro Rafael Tufiño y amigos pintores… influencia del arte mexicano en la gráfica puertorriqueña 1950-1960 con Juan David Cupeles (martes, 17 de octubre). https://youtu.be/af4ayEdlw9I

Coloqueo #324: Que vengan los niños: Celebrando la Afro puertorriqueña música de bomba con Raquel Ortiz, Nellie Lebrón y William Cepeda  (martes, 10 de octubre). https://youtu.be/WWpcUzceJhY

Coloqueo #323: Presentación del libro Sonó el Timbre. Cayey: de la azada a la máquina
Aida Mendoza (jueves, 5 de octubre). https://youtu.be/AJ9-JdgRxz8

Coloqueo #322: Conversatorio de Poesía II con Unión Hispanomundial de Escritores y Mil Mentes por México-Puerto Rico (jueves, 28 de septiembre).

Coloqueo #321: José Félix Gómez: dramaturgo homenajeado en el Festival de Teatro Internacional 2023 (miércoles, 27 de septiembre). https://youtu.be/QZOvnnTkrGg

Coloqueo #320: Conversatorio de Poesía I con Unión Hispanomundial de Escritores y Mil Mentes por México-Puerto Rico (martes, 26 de septiembre). https://youtu.be/N-4e9E3B1cg

Coloqueo #319: Preámbulo a Decisiones sometidas con Mariesther Muñoz (martes, 19 de septiembre). https://youtu.be/3G6dm9Akuho

Coloqueo #318: Una mirada al 98: la entrada de los norteamericanos a San Germán con la Dra. Ramonita Vega Lugo (lunes, 18 de septiembre). https://youtu.be/kCi1jZj1aQg

Coloqueo #317: Simposio Historia de Ponce (jueves, 14 de septiembre). Conferencias AMConferencias PM

Coloqueo #316: Entrevista al historiador Gerardo Alberto Hernández Aponte (jueves 7 de septiembre). https://youtu.be/nuNZwb_71X0 

Coloqueo #315El susurro de las aves con Deb Soto (autora) y Daryana Rivera de Ediciones Enserio (jueves, 31 de agosto de 2023). https://youtu.be/D-d0f7ryiBs

Coloqueo #314: Astros Puertorriqueños: Ídolos de México e Hispanoamérica; Honrando la memoria de Mapy Cortés con Miluka Rivera (jueves, 24 de agosto). https://youtu.be/EXPIC2zXuR8

Coloqueo #313: Entrevista a la escritora Inés Arroyo (jueves, 17 de agosto). https://youtu.be/db13n7VaQvY

Coloqueo #312: Entrevista a la escritora Natalia Alicea, autora de Reino de Serpiente con Daryana Rivera de Ediciones Enserio (martes, 15 de agosto). https://youtu.be/6N2ykfMUG6w

miércoles, 26 de julio de 2023

Procerato y revisionismo

PROCERATO Y REVISIONISMO
Rafael A. Torrech San Inocencio

Múltiples cuestionamientos recientes han puesto en duda los méritos, intenciones y acciones de Luis Muñoz Rivera y otros próceres liberales. Un afán revisionista, ha reaccionado con ardor a la cuestionable práctica de historiadores del pasado de colocar al procerato en “santuarios” de virtud, aun cuando proyectaron con altas y bajas muchos de los mismos dilemas que hoy socavan la credibilidad de nuestros líderes.

Luis Muñoz Rivera

El revisionismo histórico es un proceso periódico en el cual las “verdades” generalmente aceptadas se revisan, se cuestionan y se retan, con la intención de sustentar y establecer una nueva interpretación de hechos y personajes. Es benigno si se fundamenta en investigación rigurosa, nueva evidencia, datos previamente soslayados, o reinterpretaciones bien documentadas del contexto e intenciones de sus protagonistas, entre otras. Pero debe cuidarse de no aplicar al pasado los prejuicios del presente, ni de hilar un guion novelesco no cabalmente comprobado, llevándose enredado tanto a la verdad como al mito. 

Luego de cuatro siglos de subordinación al régimen colonial español, los historiadores de la primera mitad del siglo XX llenaron las carencias de nuestra historia nacional con las engrandecidas ejecutorias de los líderes de la curva entre los siglos XIX y XX. La institucionalidad saturó las calles con sus apellidos y poco faltó que los colocaran en estatuas con briosos corceles y blandiendo un sable. Ante un colosal déficit de héroes nacionales, creamos un “paraíso perdido” de virtud política, no del todo cierto.

En esencia, estos líderes reaccionaron como mejor pudieron a una grave y perturbadora coyuntura política y social sobre la cual tuvieron muy poco control. Una ruptura creada por la transición entre dos metrópolis coloniales contrastantes: una decadente que implantó un férreo y corrupto régimen con la excusa de prevenir la sedición; y otra emergente que llegó a la Isla para atender intereses geopolíticos y económicos más amplios, sin un plan preciso de qué hacer con su nueva colonia. 

Las contradicciones y quebrantos de Luis Muñoz Rivera, José Celso Barbosa y sus contemporáneos aún permean nuestra cultura política. Aun cuando queramos ubicarlos en un pedestal, son la estela del medioambiente político del caciquismo y el patronazgo político de la España de la Restauración. Esas prácticas fueron sus referentes políticos; y los aplicaron tan pronto lograron su proverbial “turno en el poder”. 

José Celso Barbosa

Los españoles acapararon la administración pública en Puerto Rico con pocos escrúpulos y gran corrupción. Su fronte era un gremio de favoritos que imponían contribuciones y repartían tierras baldías sin equidad; dilapidaban los ingresos lícitos e ilícitos de las aduanas; y desviaban pagos y fondos públicos, resultando en desfalcos, peculados, malversaciones, sobornos, concusiones, fraudes y otras irregularidades. La burocracia permeaba expedienteo, mala contabilidad, excesiva empleomanía, ineptitud crasa, nombramientos fuera de procedimiento, nepotismo y remuneración desigual. Pero estos mismos burócratas y sus favores eran los que agenciaban los votos en las elecciones para asegurar los escaños e intereses de sus benefactores. 

Desde los albores del siglo XIX se propuso sanear la administración pública de Puerto Rico y abrirla a los “naturales del país”. Pero no fue hasta la República Española (1873-1874) que se abrieron oportunidades para la participación de los puertorriqueños en la administración pública. Aunque la República fue un oasis fugaz, creó conciencia y voluntad para reformar la administración pública de Puerto Rico. 

Los partidos monárquicos españoles mantuvieron un tenaz control sobre la administración pública local. Como respuesta, el incipiente autonomismo adquirió un fuerte matiz republicano y antimonárquico que los distanció de los partidos monárquicos que se turnaban el poder en España. El cisma de 1897 entre Barbosa y Muñoz Rivera en el seno del Partido Autonomista se ha justificado por la renuencia de Barbosa y de sus correligionarios autonomistas “puros” y pro-republicanos a aceptar el pacto propuesto por Muñoz Rivera con un partido español monárquico. Pero hubo más que eso.

Nuestra historiografía ha sido muy parca sobre las ejecutorias de los partidos y movimientos políticos conservadores ―los incondicionales― y cómo lograron acceso y control de los puestos públicos locales hasta crear su propio sistema caciquista. Ante la dejadez de las autoridades españolas, esta nueva burocracia criolla incondicional movió sus poderosos tentáculos para proteger sus intereses y señorear los asuntos del País.

En mi disertación postulo que el abarcador control y poder local del cacique mayor, don Pablo Ubarri y Capetillo, constituyó una autonomía de facto donde los conservadores controlaron la vida de la colonia, protegiendo tanto los intereses españoles como los suyos propios. A poco, también penetraron el reducido ámbito electoral local, amañando listas de electores, promoviendo la violencia en eventos electorales, y arrestando y amedrentando a sus opositores. No se puede analizar el procerato liberal sin tomar en cuenta cómo reaccionaron e imitaron muchas de las prácticas políticas caciquistas de los incondicionales.

Pablo Ubarri y Capetillo

Fuimos un calco del caciquismo español. Algunos historiadores españoles han señalado a Mateo Práxedes Sagasta ―gestor de la Carta Autonómica de 1897― como un político al que no impulsaban ideas ni programas ya que su política personal estaba basada en que un cargo público era sinónimo de repartir favores, donde gobernar consistía en encontrar puestos para el mayor número de personas posibles y mantener dóciles a los restantes. El caciquismo puertorriqueño, aún tan vigente en nuestra cultura política, era el cuño antillano del enraizado caciquismo peninsular.

Sin puestos no hay paraíso. Retórica e ideología a un lado, la estrategia principal de los autonomistas era acceder y controlar los puestos públicos, las listas electorales y las cuotas de impuestos, como por décadas lo habían hecho los incondicionales. No es extraño que Mariano Abril, una de las voces más elocuentes del autonomismo, señale como consigna del autonomismo la “guerra a la burocracia y al caciquismo”. Una guerra no para eliminarlo, sino para crear un sistema caciquista propio, presumiblemente mejor que el anterior. La ocupación de la administración pública ―tanto de jure (por ley y gobierno electo) como de facto (ocupando los cargos públicos)― fue táctica vital del autonomismo puertorriqueño de finales del siglo XIX para acceder al poder.

Mariano Abril

Por tanto, la resonante pugna entre Muñoz Rivera y Barbosa debe verse menos en términos ideológicos y más en el contexto de esta fijación por los puestos públicos. La afiliación de Muñoz Rivera a un partido monárquico para lograr la autonomía fue una hábil y pragmática táctica posibilista para vencer y reemplazar al caciquismo incondicional. Muñoz Rivera fue acusado de pretender ser el sucesor de Ubarri, y fue muy claro al señalar que una vez en el poder “influirán todos nuestros amigos, cada uno en su esfera de acción, en su órbita, en su distrito”. Con la autonomía, su caciquismo “benigno” agenció el histórico nombramiento de más de 1,100 puertorriqueños a puestos públicos, incluyendo el 70 por ciento de los alcaldes, muchos de los cuales permanecieron en sus puestos luego del cambio de régimen. Al lograr el añejo objetivo de ocupar los puestos públicos del País, en 1898, Muñoz Rivera emergió como el nuevo e indiscutible cacique mayor. 

La pugna ideológica entre Muñoz Rivera y Barbosa fue secundaria a su batalla campal por los puestos, presupuestos e influencias del Régimen Autonómico de 1898. Ni siquiera la mediación del gobernador español pudo reparar la incapacidad de ponerse de acuerdo en cómo repartirse entre ambos partidos la administración del país, aun cuando el afán de los españoles era enfrentar la inminente invasión estadounidense con un gobierno local unitario en apariencia. 

Esta disputa llevó a Barbosa y a sus seguidores a asumir un agrio antagonismo contra Muñoz Rivera que trascendió el régimen autonómico y continuó bajo los estadounidenses. Con las flamantes insignias de los partidos Federal Americano y el Republicano Puertorriqueño, y aún con programas casi idénticos, Muñoz y Barbosa siguieron riñendo por el control de las alcaldías y los concejales de los ayuntamientos.

Podemos glorificar las virtudes de nuestros próceres o reprochar agriamente sus defectos y carencias. Pero el problema, no son ellos, seguimos siendo nosotros. Exaltar sus defectos y sus errores no resuelve el problema mayor e inminente: luego de más de un siglo de régimen estadounidense y más de sesenta años de gobierno propio, la rémora del caciquismo aún corroe nuestra administración pública y la confianza del pueblo en sus instituciones públicas.

Nota editorial: Imágenes suministradas por el autor.

jueves, 29 de junio de 2023

Actos Conmemorativos Terremoto de San Fermín: 100 años después

Actos Conmemorativos Terremoto de San Fermín:
100 Años Después
11 de octubre
1918-2018

Discurso del Presidente de la Sociedad Protectora del Patrimonio Mayagüezano: Alfredo Morales Nieves, Ph.D.

Marcar para comprar en Amazon

Hoy nos reunimos en este sagrado recinto cultural, El Casino de Mayagüez, bajo auspicio de su Junta Directiva, de la cual tengo el honor de formar parte desde el año de 2017, con el propósito de conmemorar el Centenario del Terremoto de San Fermín del 11 de octubre de 1918. La historia nos llama, reiteradamente, a recordar los hechos del pasado mientras nos amonesta con el dicho: Un pueblo que no sabe su historia está condenado a perecer.

En este edificio, construido luego del terremoto de 1918, y donde hubiese estructuras construidas por mayagüezanos durante el siglo XIX, en mampostería y madera, comenzará a congregarse la elite mayagüezana de esa época. Esos hombres y mujeres, forjadores de una nueva ciudad porque la suya acababa de sufrir una catástrofe, juntó a todos los mayagüezanos, indistintamente de su clase social u origen étnico, no se quedaron de brazos caídos ante el siniestro.

Si bien la ciudad de Mayagüez, como podemos constatar por fotografías y relatos de nuestros ancestros, era una joya arquitectónica de un meditado plan urbano, la ciudad que habría de levantarse emularía el espíritu mayagüezano: Nos han destruido la ciudad y minado la población huracanes, incendios, inundaciones y epidemias. Hemos sufrido el embate de una visión que cambió la cosmovisión que teníamos y ahora esto: un maremoto bañó las calles de nuestra próspera y rica ciudad mientras el sismo echó abajo el arduo trabajo de todos. Congregados, pues, en la década de los veinte en estos salones que hoy ocupamos, decíamos, los mayagüezanos, aquellos que nacieron en sus hospitales o casas o esos que llegamos a la ciudad como hijos de mayagüezanos nacidos en otros pagos o inmigrantes de otros países y otras lenguas, La fortaleza de nuestro espíritu está en nuestro ánimo y en nuestro carácter. Somos mayagüezanos y ante las inclemencias del tiempo y de la Naturaleza habremos de seguir habitando esta maravillosa zona llena de pantanos, bosques, ríos, riachuelos, caños y una apacible bahía bajo el cenit de un cielo de hermosos matices azules y frescas brisas antillanas.

De esa manera, de cara al cambio, de cara a la invención de nuevas maneras y nuevos pensamientos, Mayagüez volvió a sentar cátedra de prosperidad y apertura al futuro. Hemos aprendido a construir una vida basada en las ideas del mañana, los inventos de hoy y la idiosincrasia que heredamos de nuestros ancestros.

Así las cosas, y contra viento y marea, contra otros que intentaron que esta Sociedad Protectora del Patrimonio Mayagüezano, cuyo máximo ideal es la preservación de la memoria histórica y del patrimonio mayagüezano, aun, repito, cuando las autoridades, o quienes intentan representarla, pusieron estorbo, escollos y tropiezos en nuestro camino, quiso, precisamente la adversidad ante la Solemne Conmemoración, que nos reuniéramos en el lugar de encuentro de los mayagüezanos de 1918, en la Plaza Almirante Cristóbal Colón, y luego a disertar sobre el pensamiento y la cultura en este sagrado recinto, el más antiguo centro socio cultural de Puerto Rico establecido en 1874 y debiera mudarse a estos salones luego de que el antiguo edificio del Casino de Mayagüez se derrumbara por el terremoto de hace hoy, precisamente, cien años.

Aquellos que estamos congregados aquí hoy celebramos con amor y orgullo nuestro carácter y espíritu. Hemos conocido la adversidad ante la catástrofe del Huracán María hace poco más de un año, el 20 de septiembre de 2017.  Hoy, en nuestro proceso de recuperación, agradecemos a nuestros ancestros por haberse levantado de las ruinas del terremoto para construirnos una hermosa ciudad. Mayagüez presenta hoy día un cuadro desolador, no por terremotos ni huracanes, sino por el descuido de sus carreteras, sus jardines y parques, así como las cunetas, espacios públicos y áreas en general. Nuestra ciudad se ve sucia, descuidada. Sus antiguos edificios están abandonados y son echados abajo por la mano del hombre. Nos corresponde dejar de quejarnos, dejar de señalar o requerirle al otro que haga algo. La historia nos ha mostrado la grandeza del pasado. Nos corresponde dejar por herencia la grandeza de nuestro presente.

Salud a todos, salud a la ciudad de Mayagüez y que nuestras manos construyan para nuestros descendientes la más hermosa de todas las Sultanas del Oeste.

sábado, 24 de junio de 2023

El estado colonial y la Ley de Tierras en la consolidación del poder: una reflexión

El estado colonial y la Ley de Tierras en la consolidación del poder: una reflexión
Por Pablo L. Crespo Vargas

Una de las causas a la gran cantidad de los problemas que la sociedad puertorriqueña afronta a diario es la prolongación de su estatus colonial, que se mantiene desde hace más de cinco siglos. Esta situación aparenta no tener solución inmediata dado al poco interés de los grupos gobernantes que solo buscan conservar el poder y las riquezas que este genera, aunque alardeen de promover cambios que nunca llegan. A esto se añade que las dos metrópolis, primero España y luego Estados Unidos, no han perdido oportunidad de sacarle provecho a su emporio, cuyos habitantes, en la gran mayoría, prefieren el inmovilismo a tener que lidiar, como pueblo, por un futuro mejor.

Marque para pedir en Amazon

La consciencia política de los puertorriqueños, aunque desarrollada junto a su aceptación mayoritaria como pueblo de que somos una nación, nunca estuvo a la par con la percepción cultural de lo que esto significaba. Las tácticas de los poderes coloniales y sus lacayos para que los puertorriqueños se mantengan sumisos ante la oportunidad de luchar por un país mejor y prosperar como nación han sido varias. Estas van, por un lado, desde la promoción de un sistema social-cultural donde se construye un sentimiento de felicidad imaginario que se basa en el festejo, la diversión, la oportunidad de progresar por medio del azar y el uso del alcohol para alejar las penas, entre otros; y, por el otro lado, llega hasta la intimidación, el discrimen, la persecución y el asesinato por pensar y actuar con capacidad de progresar como colectivo.

No se equivocaba aquel gobernador español, Miguel de la Torre, cuando su gobierno (1823-1837) giraba alrededor de las tres B ―baile, baraja y botella― ya que un pueblo entretenido y mantenido no necesita rebelarse. Esto no fue su invento. Los romanos antiguos, en manos del poeta Décimo Junio Juvenal, ya habían acuñado una locución que dice panem et circenses y que en castellano se traduce a “pan y espectáculos de circo”. Expresión que se refiere a la práctica de la clase gobernante de mantener a las masas contentas con sustento alimenticio y entretenimiento. Los españoles del siglo XIX, para su situación, utilizarían la frase “tapas y toros” para explicar la misma conducta. En todo caso, ¿quién se rebela si es feliz?

Para los que el placebo que otorgaba la felicidad no les resultaba motivo suficiente para ser sumisos, así como en la Roma imperial, en el Puerto Rico decimonónico se desarrolló un aparato represivo gubernamental, cuya política de persecución promovía las libretas de jornaleros, los sistemas de espionaje interno, los compontes, el encarcelamiento, la censura y la neutralización de líderes y participantes de movimientos opuestos al régimen.

Con la llegada de los Estados Unidos como una nueva metrópolis se siente la oportunidad de cambios y libertades. El problema estuvo en que la nueva metrópoli demostró desde muy temprano que llegó para controlar un territorio, al cual había invadido con fuerzas militares que no dudaron en utilizar su poderío bélico para abrirse paso. Mientras esto pasa, la mentalidad política local, que se piensa el centro del universo, no vio las intenciones del gobierno de Washington, quien ya estaba preparando el camino a convertirse en la primera potencia del mundo, hecho que se materializó al finalizar las dos guerras mundiales. Recordemos que la realidad es que el invadido no manda, el que tiene el poder es el invasor. Eso lo sabían los filipinos y por ello se alzaron en armas (1899-1902).

El territorio de Puerto Rico cumpliría una función vital en la defensa militar y la búsqueda de la hegemonía estadounidense a nivel mundial. La Isla y sus dependencias menores, localizadas estratégicamente en el hemisferio americano, cumplía con los requisitos esenciales para convertirse en todo un emporio castrense con centros de mando y control, campos de tiro e instalaciones de resguardo naval, entre otros aspectos vitales para la defensa territorial del nuevo imperio.

Como la conquista no puede ser a medias, la nueva metrópolis desarrolló una política dirigida a aculturar, que se conoce como la americanización. Esta falla en su intención original, ya que no se contaba con la resistencia cultural puertorriqueña, la cual todavía, hoy día, es representativa de un espíritu de identidad nacional único. A esto se le suma un mundo cambiante que va evolucionando a una sociedad global donde el colonialismo es mal visto; donde los poderes imperiales deben comenzar a dejar sus emporios territoriales. No obstante, no claudican.

En la inmensa mayoría de las colonias, a través del planeta, se otorga libertad soberana, pero subyugada al poder imperial de cada metrópolis. Es así cómo se perpetúa el colonialismo dentro de otro concepto, el postcolonialismo. La implicación de este último término no es nueva, sino que ya desde la liberación de las colonias latinoamericanas se traza su funcionalidad a favor de las grandes potencias que controlan el mercado y el capital, se añade su necesidad de la materia prima de los recién independizados países.

En el caso de Puerto Rico se crea el llamado Estado Libre Asociado o Commonwealth, en su denominación en inglés. El término Commonwealth, que también es traducido al español como Mancomunidad, implica una relación mutua política donde las partes obtienen beneficios. Uno de ellos fue la supuesta eliminación del problema colonial en Puerto Rico. Pensando que ya se había resuelto, se promovió la idea de que Puerto Rico era el ejemplo de “vivir lo mejor de dos mundos”. Se siguió con el baile, baraja y botella sin pensar que esta actitud promovería la acumulación de una deuda que afectaría al país, pero que benefició a gran parte de la clase gobernante. Los efectos de la deuda no solo fueron sociales y económicos, sino que, políticamente, se demostró que la autonomía de la Isla estaba sujeta a los designios del Congreso estadounidense, quienes nombran una junta que se encarga de la situación fiscal del territorio y que va por encima de los propios gobernados.

Anterior a la creación del Estado Libre Asociado se gestaron unas condiciones idóneas, donde se estableció una élite social que mantendría control sobre las políticas que se estarían formando para el manejo del país. Estos centros de poder político utilizarían las mismas tácticas del periodo colonial español, pero ampliadas y ajustadas a la nueva situación histórica. Es en la evolución de todo este proceso donde entra la hipótesis presentada por el Dr. José Iván González Colón, en su obra La Ley de Tierras y la consolidación del poder colonial en Puerto Rico: 1941-1952. González Colón nos explica que la implementación de la Ley de Tierras promulgada por el Partido Popular Democrático y sus aliados, luego de las elecciones de 1940, fue un instrumento dirigido a la consolidación del poder hegemónico de esa colectividad en la vida política de Puerto Rico.

No obstante, González Colón nos lleva a través de su obra a una explicación más detallada de cómo se dio este proceso. Inicia presentando el problema que representó para los puertorriqueños la capitalización de la economía agraria por compañías estadounidenses y cómo esto fue en menoscabo de los intereses locales. Esto tendría sus repercusiones en la vida política de Puerto Rico. Por un lado, de manera reaccionaria surge el Partido Nacionalista, por otro lado, los partidos favorecedores del imperio continuaron fortaleciéndose bajo el amparo del sistema colonial. Es en medio de esta dicotomía que se da un disloque ideológico dentro del Partido Liberal Puertorriqueño y en 1938 se crea un movimiento de carácter populista que será conocido como el Partido Popular Democrático. Este nuevo partido asumiría una posición centrista, tomando para sí, ideas y actitudes socialistas, liberales y hasta asimilistas al punto que establece, lo que se podría llamar, una nueva visión colonial donde se criminalizaría el independentismo, a la vez que se establecía un nacionalismo o autonomismo cultural y económico, dirigido a enorgullecer a la población, aunque no los alejaba de los Estados Unidos.

Con el cambio de una economía agraria a una de manufactura, el estado colonial se ajusta a las nuevas necesidades. La Ley de Tierras y su reforma agraria también es ajustada y utilizada para seguir manteniendo la hegemonía gubernamental. Las movidas del Partido Popular Democrático eran dirigidas al establecimiento de un poder hegemónico cuyo fin era consolidar a un grupo social, que se enriquecía a cuestas del desarrollo de un pueblo.

La posición hegemónica evolucionaría con el pasar de los años. El Partido Popular Democrático se convertiría en un instrumento dirigido a alejar el pensamiento separatista y promovería la unión (dentro de un pacto imaginario) con los Estados Unidos al punto que, indirectamente, favoreció la creación de un partido anexionista populista (el Partido Nuevo Progresista), con el cual tiene mucho en común. Esto, a su vez, estableció un bipartidismo, cuyo fin demostrado es el mantener en el poder político-económico a una clase gobernante que está ajena a las vicisitudes que pasa el pueblo.

La obra del Dr. González Colón nos lleva a explorar y nos explica como la Ley de Tierras y su reforma agraria durante el periodo de 1941 a 1952 ayudaron a la formación hegemónica del Partido Popular Democrático y a la creación de un sistema estatal colonial distinto a lo que se había tenido hasta ese momento.

Referencias

Ayala, César y Rafael Bernabe. Puerto Rico en el siglo americano: su historia desde 1898. San Juan: Ediciones Callejón, 2011

Beruff, Jorge Rodríguez. Strategy as politics: Puerto Rico on the Eve of Second World War. San Juan: Editorial Universidad de Puerto Rico, 2007.

Burchardt, Hans-Jürgen y Johanna Leinius, eds. (Post-)Colonial Archipelagos: Comparing the Legacies of Spanish Colonialism in Cuba, Puerto Rico, and the Philippines. University of Michigan Press, 2022.

González Colón, José Iván. La Ley de Tierras y la consolidación del poder colonial en Puerto Rico: 1941-1952. Lajas: Centro de Estudios e Investigaciones del Suroeste de Puerto Rico, 2023.

Juvenal, Décimo Junio y Aulo Persio Flaco. Sátiras, traducción de Manuel Balasch. Madrid: Gregos, 1991.

Picó, Fernando. “The Absent State and Five Books on Puerto Rican History”. Radical History Review. Issue 128, mayo 2017, 27-35.

Quintero Rivera, Angel. Conflictos de clase y política en Puerto Rico. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1986.

Linn, Brian McAllister. The Philippine War, 1899-1902. University Press of Kansas, 2000.

Silbey, David J. A War of Frontier and Empire: The Philippine-American War, 1899-1902. New York: Hill & Wang, 2008.

Nota editorial: La primera versión de este artículo fue utilizada de prólogo en la obra de José Iván González Colón, La Ley de Tierras y la consolidación del poder colonial en Puerto Rico: 1941-1952, Lajas: Centro de Estudios e Investigaciones del Suroeste de Puerto Rico, 2023. Una segunda versión fue publicada en el periódico Claridad el 12 de abril de 2023, Enlace artículo en Claridad