La importancia del pensamiento crítico
y el papel del historiador
Por Nancy R. Santiago Capetillo, Ph.D.
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Cuando me invitaron a prologar este
proyecto no imaginé cuán importantes son los temas en él analizados. Su autor,
el Dr. Félix Cruz Jusino, tiene una preclariedad en cómo percibe su entorno.
Observador minucioso, puede apreciar los eventos del momento desde una
perspectiva histórico-filosófica. Con ese trasfondo, escribe una serie de
ensayos profundos, con una invitación, línea tras línea, a ejercer nuestro
pensamiento más crítico y darnos cuenta, entonces, de la fragilidad de nuestro
sistema de gobernarnos como pueblo. Esto tiene varias connotaciones.
Es en este punto donde aparece la
disyuntiva ante nos: tomamos la responsabilidad de proteger nuestro sistema de
gobernanza o lo dejamos todo por perdido. Contra este dilema, los escritos de
Cruz Jusino.
El tema de la modernidad líquida,
nuestro autor nos la define desde la inmediatez y el consumismo desmedido,
provocado por la indecisión colonial donde existimos. La inmediatez, ese
inapelable nexo de tiempo, la atestiguamos en el impulso de aquí y ahora de la
vida cotidiana. Todo evento o acontecimiento, toda acción de nuestra parte,
toda decisión, aquí y ahora.
Del consumismo hay interminables
tratados, con la consabida exposición de significados, desde los aspectos más
insospechados. La compra desenfrenada como respuesta a crear necesidades de lo
más trivial en nuestras vidas, instituyendo con este comportamiento
consecuencias fatales para nuestra existencia y nuestro ambiente. La duración
de los artículos comprados redunda en un desperdicio sólido, creando un círculo
vicioso donde la basura nos arropa.
De tan prosaico proceso de nuestra
autoría, el ensayo de Cruz Jusino nos encamina por el transcurso de la
historiografía, desde la teoría, en este caso la rankiana, hasta llegar a
transitar por el histórico camino de la Nueva Historia, la Modernidad, la
Posmodernidad, la Hipermodernidad y así poder explicar el reto de la Modernidad
Líquida para el historiador actual. Esta gesta la plantea nuestro autor con una
sagacidad y un ritmo literario con la facilidad de un consumado historiador con
vista fija en su hábitat.
A partir de esa ruta este trabajo va a
enfocar el tratamiento al desarrollo de eventos recopilados por la
historiografía puertorriqueña en la conformación de la identidad y la
resistencia de nuestro pueblo. De esta manera comienza el reto a los historiadores
y las consecuencias del transcurso histórico.
Josep Fontana Lázaro y su obra
historiográfica sirven a Cruz Jusino para plantear la funcionalidad de la
historia: crear conciencia crítica para llegar a comprender la actualidad. Nos
comenta sobre la evolución y la trayectoria de la metodología, así como el
papel del historiador de investigar – a lo cual añado reinvestigar – los
asuntos preocupantes al ciudadano común. Desde este punto comienza el fomento
del pensamiento crítico y la construcción de una memoria completa e integrada
de los suceso acaecidos y reseñados en momentos previos.
Fontana Lázaro también nos presta la
reconceptualización de la historiografía contemporánea europea y la trasformación
de los paradigmas historiográficos para poder interpretar el presente, a partir
de la Primera Guerra Mundial, e indica la importancia de incluir la política en
la interpretación auténtica en Europa. Con ello, historiar la búsqueda de la
justicia social implica una amenaza a las élites, cuyas consecuencias son los
comportamientos confrontacionales hacia las clases más bajas. Cruz Jusino, con
este modelo en mente, empieza a comentar nuestra actualidad a partir de un
evento, desde su perspectiva, crucial para nuestra historia y nuestra identidad
puertorriqueña: el Grito de Lares. Además, reitera el cisma entre el criollo y
el defensor de la colonialidad entre los habitantes de la Isla.
Resalta Cruz Jusino a Francisco
Moscoso como el mejor proponente de este paradigma criollo y a José Pérez Moris
como el postulante conservador. Con estos dos polos, nuestro autor despliega
las referencias historiográficas del Grito de Lares, incluyendo las
consecuencias de este evento desde diversos autores.
Luego de la pérdida de sus últimas
colonias en el Caribe, España se reduce a un recuerdo colonial ante el nuevo
amo, quien trae con la novedad la explotación más descarada y descarnada de su
principal colonia, Puerto Rico. Esta última, la explota con la saña de
exprimirla hasta dejarla estéril. Desde el punto de vista de diversos autores,
la evaluación del colonialismo y la teoría del materialismo histórico sirven
como método para esa evaluación. El Dr. Cruz Jusino nos menciona los imperios
cuya injerencia en el Caribe crean una relación soberana para ajustarse a las
nuevas exigencias geopolíticas. Entre los elementos de ajuste se encuentra la
sustitución realizada por las metrópolis de la palabra colonia por posesión o
territorio, como si el eufemismo pudiera cambiar el detrimento colonial para
cualquier país.
Cruz Jusino utiliza varias páginas
para mencionar las relaciones de Gran Bretaña, Francia, Holanda, Dinamarca y
Estados Unidos con sus territorios y cómo Estados Unidos fue suplan-tando el
poderío colonial de esos imperios. Surge aquí el reto para el Caribe en cuanto
a su historiografía y nos invita, el autor, a reinvestigar y traer a la luz lo
ocultado por la historia oficial.
Con el tratamiento del materialismo
histórico podemos, entonces, entender el proceso y su conceptualización
conflictiva a partir de la definición marxista de las clases sociales. Con este
tema, toca los planteamientos de Marx, Engels, Lenin para definir las clases
sociales y a Weber, Bordieu, Harnecker, Hobsbawm y Ortega y Gasset para
presentar antagonismos al marxismo.
Este telón de fondo sirve a Cruz
Jusino para proyectar el movimiento obrero puertorriqueño, con una
historiografía impresionante, con puntos de vista convergentes y divergentes.
Destaca a Ebenezer López Ruyol para trabajar los orígenes y el desarrollo del
obrerismo, las ilusiones tronchadas, el descrédito sufrido, la posición
patronal y gubernamental oficialista, cuyos esfuerzos van en detrimento,
gracias a un muy bien pensado andamiaje proselitista.
La obra del Lcdo. López Ruyol se
adentra en el obrerismo, su lucha contra el racismo y la reafirmación de la
identidad afropuertorriqueña. Por lo tanto, no puede faltar una biografía corta
y una reseña de la obra de López Ruyol.
El epílogo, escrito por el colega, Dr.
Pablo L. Crespo Vargas, resalta el oficio del historiador y su responsabilidad
ante su sociedad. En este punto recae en el historiador tomar en serio el
proceso crítico para trabajar, con honradez, los datos descubiertos sobre temas
previamente tratados desde la perspectiva oficialista. Es de vital importancia
reinvestigar y reescribir la historia, con teorías y metodologías frescas, con
el propósito de traer a una nueva luz los eventos aceptados previamente, con
fines alevosos y prejuiciados.
El trabajo ante el lector, sea
científico de la historia o mero espectador del mundo, provee herramientas de
vasta utilidad para concebir el espacio en el cual existimos y usar pensamiento
crítico para determinar si aceptamos o no la historia como nos la han contado.
El Dr. Félix Cruz Jusino se convierte,
con este texto, en uno de los mejores exponentes de la teoría de la modernidad
líquida para entender por qué estamos en el momento histórico presente y
proceder a aceptar o no las alternativas históricas ante nuestra consideración.
San Juan, Puerto Rico
2 de diciembre de 2019