jueves, 3 de julio de 2025

La isla de la Mona en el proceso de conquista

La isla de la Mona en el proceso de conquista

Pablo L. Crespo Vargas

En abril de 2024, el Dr. Francisco Moscoso publicó el libro La Isla de la Mona en la conquista española de Puerto Rico. Esta obra se suma a una serie de publicaciones de este autor sobre el tema de la conquista y colonización en Puerto Rico. También, complementa la obra del Dr. Ovidio Dávila, Arqueología de la Isla de Mona de 2003; y los trabajos que se han publicado en revistas profesionales sobre el tema, como por ejemplo el ensayo de Walter A. Cardona Bonet, “Los Caciques de la Mona”, Hereditas, Revista de Genealogía Puertorriqueña, Vol. 21, Número 2, 2020, pp. 10-26.

Enlace para pedir a través de Amazon
La Isla de la Mona en la conquista española de Puerto Rico es el producto de una investigación de fuente primaria que incluyen manuscritos del Archivo General de Indias en Sevilla; crónicas del periodo de la conquista redactados por Bartolomé de las Casas, Hernando Colón y Gonzalo Fernández de Oviedo; y las transcripciones de la Hacienda Real en Puerto Rico realizadas por Aurelio Tanodi y revisadas por el personal del Centro de Investigaciones Históricas. A estos recursos se le añade una bibliografía que ayuda a contextualizar y entender el proceso histórico. 

Sobre el contenido, Moscoso nos dirige por el recorrido histórico de esta isla durante el primer cuarto del siglo XVI. En ese tiempo, la Mona representó un puente geográfico entre La Española y San Juan Bautista (eventualmente reconocido como Puerto Rico). Para el autor, su objetivo es presentar la “función de apoyo material que desempeñó la Isla de la Mona para los conquistadores españoles” [p. 4]. Al comenzar la conquista, la isla —y su cacicazgo— fue otorgado en encomienda a Bartolomé Colón de 1511 a 1514. No obstante, en 1515, pasó a manos de la Corona, convirtiéndose en una Hacienda Real. Dentro de lo que esto representó, la población indígena no podía ser removida y debían quedarse como jornaleros de las labores que allí se dieran: “Así pues, el pequeño cacicazgo de la Isla de la Mona se transformó en Real Hacienda al servicio y negocio del gobierno colonial: estación de abastecimiento del básico pan casabe” [p. 20]. Pero, el casabe no sería el único producto que sería exportado, dado a que se elaborarían hamacas. Sobre estas y su importancia comercial en el proceso de conquista y colonización se destacan varias páginas [27-31]. Otros temas tratados son la cotidianidad que se vivía en la Mona, posibles proyectos que tenían los colonizadores y hasta se da una explicación de cómo se compensaba o pagaba a los indígenas. En este último caso debemos indicar que la indemnización se hacía a partir de suministrarles piezas de vestir —una muestra clara del choque cultural y la poca empatía hacia la población local—.

El autor también presenta a los protagonistas de esta historia, tanto indígenas como colonizadores. Muchos de ellos nombrados en los documentos de la Real Hacienda y que Moscoso nos presenta en tablas o narraciones. Demos dos ejemplos; primero, el cuadro 3, donde se describe narrativamente una pequeña aldea de, al menos, ocho bohíos, con los nombres de sus principales: un cacique o líder llamado Camillas, un capitán o nitaíno llamado Andrés Carahaguan y hasta un naboria de nombre Pedro Hayoroa, entre otros; y cada uno de ellos a cargo de un bohío [p. 45-46]. Segundo, en el cuadro 4, Moscoso nos nombra 128 indígenas con su pago por las tareas realizadas: el que más, el cacique, recibe hasta un jubón de damasco como parte de varias piezas; y los que menos, naborías comunes, una camisa [pp. 48-54].

La Isla de la Mona en la conquista española de Puerto Rico nos presenta parte de nuestra historia, una de la que poco se habla, pero que está allí. La Mona, como punto central entre dos Antillas, que por siglos han estado hermandadas, y que hoy, con esta narración nos hace ver las dificultades de la vida que pasaron los aborígenes de esta zona.

Por último, y como dato técnico, el ensayo está dividido en 15 apartados temáticos, unas 90 páginas, con 19 imágenes y varias tablas con información referente. La versión comercial es en carpeta blanda, mientras que existe una edición especial en carpeta dura, la cual se puede conseguir en línea.

La versión original de este artículo fue publicada el 6 de julio de 2024 en El Post Antillano