Bolívar Pagán Lucca: la defensa de la
estadidad por un socialista
Ramón J. Amador Vélez
Resumen
Bolívar Pagán Lucca fue un hombre
polifacético: abogado, escritor, historiador y político. Ocupó los puestos de
senador, comisionado residente, tesorero de San Juan; presidente del Partido
Socialista, vicepresidente del Senado y observador en la Junto Estatal de
Elecciones. Durante toda su trayectoria política y literaria fue un arduo
defensor de la estadidad de Puerto Rico y ferviente admirador de los Estados
Unidos de América y de sus instituciones de gobierno.
Palabras claves
Socialista, estadidad, democracia,
Estados Unidos de América, Partido Socialista, república, soberanía, libertad.
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De Puerto Rico han salido líderes
políticos de gran envergadura. Entre las décadas de 1920 al 1930 hubo varios de
ellos como Antonio Barceló, Luis Muñoz Marín, Rafael Martínez Nadal, Santiago
Iglesias Pantín, Pedro Albizu Campos y José Tous Soto. Pero existen otras
personalidades de la política puertorriqueña que no se han estudiado con la
misma profundidad que las antes mencionadas; o incluso hay políticos, a quienes
que no se le ha indagado sus vidas y obras concienzudamente. Uno de estos
líderes es Bolívar Pagán Lucca. En esta exposición se abordará cómo un líder
socialista era, a la vez, estadista.
Antes de comenzar a discutir la vida
de Pagán Lucca es importante aclarar unos datos. A través de las últimas
décadas se puede afirmar que, por espacio de sesenta años, que existe una
incompatibilidad en ser defensor de la estadidad y del socialismo en Puerto
Rico. Pero en este escrito, se tiene el propósito de ir presentando líderes del
Partido Socialista que eran estadistas.
Antes de exponer las ideas estadistas
de Bolívar Pagán Lucca es necesario contextualizar cómo estaba el movimiento
estadoísta en la Isla en las primeras tres décadas del siglo XX. Según Wilfredo
Figueroa Díaz, los Estados Unidos de América no querían definir su posición
respecto a Puerto Rico para el año 1900. De esta manera, la Corte Suprema
estadounidense, en 1901, dictaminó que la Isla era parte de los Estados Unidos
de América, pero que no era un territorio incorporado. Por tanto, al finalizar
los primeros treinta años de la dominación estadounidense en Borinken, la
estadidad estaba en la mente de los boricuas, pero las diversas opiniones de
republicanos y unionistas provocaron una pérdida de fe en la estadidad. Además,
“el Congreso se refirió a Puerto Rico como un territorio no-incorporado que
pertenecía, pero no formaba parte de los Estados Unidos. Territorios ‘son
aquellos territorios que el Congreso ha incorporado y ha hecho parte integral
de los Estados Unidos’”.
El primer partido estadista fue el
Partido Republicano, fundado en una asamblea en San Juan, entre el 1 al 4 de
julio de 1899, su primer presidente fue Gabriel Ferrer Hernández. Dicha colectividad política juró lealtad a los Estados Unidos de
América y el anhelo de la estadidad de la Isla. El dirigente republicano más
destacado fue José Celso Barbosa Alcalá, médico de profesión y graduado en los Estados
Unidos: “conocía perfectamente el sistema político y constitucional americano y
estaba bien percatado del funcionamiento de la democracia en los Estados
Unidos”. Creía que la estadidad era la mejor opción para la solucionar los
problemas que tenía la sociedad puertorriqueña. Otro partido que fue una agrupación estadista era el Partido Federal,
fundado el 1 de octubre de 1899 dirigido por Luis Muñoz Rivera. La aspiración
del partido era “la estadidad sin demoras, bajo el gobierno democrático de
Estados Unidos”. Por otra parte, Santiago Iglesias Pantín, líder máximo del movimiento
obrero, fue defensor de la estadidad e influyó ese ideal en muchos de los
líderes socialistas de la época. Los partidos de la época, en su mayoría, aceptaron la ciudadanía
estadounidense a los puertorriqueños en 1917. El Partido Unión y el Partido Republicano (dirigido por Tous Soto) se
unieron para crear la Alianza y defender el estatus autonómico de estado libre
asociado. Los republicanos que no estaban de acuerdo con la alianza fundaron
otra colectividad que defendieran la estadidad. Pero, en 1928 se comenzó a desintegrar esa Alianza.
Por último, el autor presenta lo
siguiente:
“Durante los años 1930-1952, el
movimiento estadista sufrió sus más escabrosos momentos. Los electores
perdieron fe en los líderes y los partidos Republicano y Socialista se
desintegraban con las luchas intestinas de sus maquinarias políticas.
Paulatinamente perdían el poder adquirido en 1932-1936, producto de la unión de
ambos partidos… los puertorriqueños le dieron la espalda a los líderes
estadistas de 1940 en adelante”.
Regresando con Bolívar Pagán Lucca, nace
el 16 de mayo de 1897 en el municipio de Guayanilla, Puerto Rico. Sus padres
fueron Emilio Pagán y Elsa Lucca. Sus estudios primarios los realizó en
Adjuntas y luego se mudó a la ciudad de Ponce donde culminó la secundaria.
Trabajó en algunos periódicos, luego de graduarse de escuela superior, algunos
de ellos fueron El día de Ponce, Renacimiento y Puerto Rico
Ilustrado. En 1919 se convierte en vicepresidente del Partido Socialista
bajo la tutela del líder obrero Santiago Iglesias Pantín. En 1922 fue nombrado
juez municipal de Fajardo. Fue tesorero de San Juan, senador, comisionado
residente y administrador de San Juan. Contrajo segundas nupcias con Igualdad
Iglesias, hija del fundador del Partido Socialista. Desgraciadamente no hay muchos artículos sobre la vida y obra de
Bolívar Pagán Lucca. Los más relevantes son el artículo presentado en un libro
del Congreso de los Estados Unidos de América, que se menciona en la
bibliografía del presente artículo, y la tesis de maestría de este servidor.
Luego de esta breve reseña biográfica,
en estos momentos se discutirá el tema central de este ensayo: la defensa y
visión de Bolívar Pagán acerca de la estadidad. Para el año 1951, cuando
Bolívar Pagán Lucca estaba en su fin de su carrera política, dio un discurso a
favor de la creación de la Constitución interna de Puerto Rico. Uno de los
aspectos que señala el líder socialista es que el Partido Socialista de 1899 aceptaba la anexión, las instituciones estadounidenses y la estadidad
para Puerto Rico. Su aspiración era que la Isla estuviera permanentemente unida
con los Estados Unidos de América. Pagán Lucca expresó que en toda su vida luchó por la estadidad. Él manifestó:
“Quien habla, modestamente tomó parte
muy aactiva [sic], en la avanzada de los grupos opuestos. Clamé por la
reforma autonómica y por la Estadidad, en Puerto Rico y en Wáshington [sic].
Durante unos treinta años de vida pública, en actitud constante e invariable,
en libros, en folletos, en la prensa, en discursos en asambleas políticas y por
las plazas y caminos de Puerto Rico, en el parlamento insular y en el Congreso
de Wáshington, [sic] abogué por la unión permanente de Puerto Rico con
Estados Unidos y por la reforma hacia el self-government y por la
Estadidad”.
De esta manera, el presidente
socialista apoyó la estadidad a lo largo de toda su vida y por diversos medios.
Una de sus visiones de la estadidad era ver esta como una forma de
independencia. Él expresó:
“En Puerto Rico, otros defendimos la
Estadidad, como otra forma de independencia, como parte de la nación
independiente de los Estados Unidos de América, donde hay positiva garantía
constitucional de un gobierno que tiene que ser republicano y democrático, con
las garantías positivas de los esenciales derechos del hombre”.
Por lo tanto, veía en la estadidad una
forma de garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Por otra
parte, y conforme al tema de su discurso, expresaba que la Constitución no iba
en contra de la estadidad:
“No es hoy día de debate sobre la
Independencia o la Estadidad… La Ley 600 del Congreso, que podemos rechazar o
aceptar, no le hace daño a la aspiración de Independencia ni a la aspiración a
la Estadidad”.
Por otra parte, el senador socialista
argumentaba que los estadistas no podían oponerse a la redacción de la
Constitución estatal, ya que garantizaba el gobierno propio a Puerto Rico que
era un paso hacia la estadidad. Un dato que expresa Pagán Lucca era que el
gobierno propio que íbamos a tener con la Constitución debía ser “por
patriotismo puertorriqueño”. De esta manera, el líder socialista creía en el patriotismo de los
puertorriqueños y en su identidad cultural y política. Esta postura patriótica
es reiterada por el autor cuando comenta que “la constitución debe ser
afirmación de la personalidad propia y de la capacidad cívica de nuestro
pueblo. La constitución la debe concebir y forjar el pensamiento
puertorriqueño”. En otras palabras, el dirigente socialista argumentaba que la
Constitución tenía que ser una “genuina expresión de nuestra voluntad”.
Además, Bolívar Pagán expuso lo
siguiente:
“No concibo que un partidario de la
estadidad, como yo lo he sido siempre en línea invariable a través de treinta
años de vida pública, no concibo que un estadista, repito, pueda oponerse a tal
ley que autoriza a nuestro pueblo a hacer su propia constitución [sic],
lo que ha sido siempre el primer paso tradicional para la admisión de un territorio
a la estadidad”.
En esta parte de su discurso, el
orador recalca que a través de su carrera política había defendido el ideal de
la estadidad. Además, hace hincapié que con la redacción de la Constitución
podía permitir que la Isla fuese admitida como estado. Exponía que, con la
redacción de la ley fundamental del país, los estadistas podían seguir luchando
por la anexión de Puerto Rico hasta que el pueblo, en forma mayoritaria,
escogiera la estadidad. De esta forma, no había incompatibilidad entre la Constitución y la
estadidad. Para atraer a ese voto estadista, parecer indicar esa intención, el
excomisionado residente expresó:
“En unión a todo eso, la Ley [sic]
mantiene flotando sobre Puerto Rico la bandera de Estados Unidos, que en
cincuenta años la gran mayoría de los puertorriqueños hemos aprendido amarla
como algo nuestro, bandera que, en todos los tiempos en Puerto Rico, incluyendo
el período militar, fué [sic] garantía de los preciados derechos y
libertades individuales del ciudadano y del hombre”.
Por otra parte, Bolívar Pagán,
haciendo alusión a las propuestas de los estadistas de otros tiempos, manifestó
que:
“Tampoco sabían los propugnadores del
Estado Federal si en ese nuevo Estado Federal, si en ese nuevo Estado dentro de
la Unión Americana, iba a existir en la realidad y en la práctica una verdadera
democracia, sin distinciones de clases o de razas, sin restricciones
antidemocráticas y abusivas del sufragio del pueblo; o si sería un nuevo Estado
de la Unión Federal donde estaría asegurado un gobierno democrático, con las
prerrogativas del voto electoral extendido por igual a todas las razas y a
todas las clases, con todas las garantías civiles y protección industrial y
obrera a todos los ciudadanos, blancos y negros, pobres y ricos, bajo la
legislación obrera y social que hiciera a todos partícipes de las bienandanzas
del progreso y de la felicidad”.
De esta manera, Pagán Lucca creía en
una estadidad que trajera todos los principios democráticos a los
puertorriqueños sin distinciones de razas o de clases sociales. Además,
defendía en una anexión donde se garantizaba una ideología progresista que
defendiera a las clases marginadas, podres y obreras de la Isla. De este modo,
se distanciaba de la visión de muchos estadistas, identificados con el Partido
Unión Republicana, que tenían una ideología conservadora.
En otra parte de su alocución, el
exsenador expresó que el Partido Socialista tenía la independencia y la
estadidad en sus soluciones al status de la Isla, pero él se inclinaba a
la estadidad. Además, en otro discurso, Pagán Lucca argumentaba que ningún líder
obrero podía ignorar el problema del status político de Puerto Rico y
mucho menos una agrupación política como el Partido Socialista. Pagán establecía que veía difícil que Puerto Rico luchara por su
independencia si los Estados Unidos de América no se la otorgaba. Además, el
presidente socialista discutía que repúblicas, como Hawaii y Texas, escogieron
voluntariamente ingresar a los Estados Unidos de América para luego convertirse
en estados de la Unión Federal. Es importante señalar que Bolívar Pagán no vio a la nación
estadounidense como una imperialista y lo expresó con las siguientes palabras:
“jamás puede ser culpable de un acto de imperialismo violento y de ambición de expansión
o de dominio contra la voluntad de los pueblos”.
Por otra parte, Pagán Lucca veía a los
Estados Unidos de América como su nación. De esta manera, se identificaba con dicho país. En un discurso dedicado
a José Celso Barbosa también manifestó “nuestra nación los Estados Unidos de
América”. En otra disertación, Bolívar Pagán reafirma que su nación era los
Estados Unidos de América con las siguientes palabras: “Nuestra nación, nuestra
república, en nuestra única república de ayer, de ahora y de siempre, la
República de los Estados Unidos de América”. En otra alocución, también reafirma su posición de que los Estados
Unidos de América era su nación.
Por otro lado, Bolívar Pagán explicaba
en un discurso sobre el proyecto de ley propuesto por el entonces comisionado
residente Santiago Iglesias Pantín para incorporar a Puerto Rico a los Estados
Unidos de América. Pagán Lucca argumentaba que esta ley estaba acorde con la
ideología proestadounidense del Partido Unión Republicana y del Partido
Socialista. Añade el líder socialista que la estadidad o el territorio
incorporado era “la suprema garantía de verdadera libertad, de paz, de bienestar
y de felicidad para Puerto Rico y su pueblo está en nuestra vinculación
permanente y digna con los Estados Unidos de América”. De modo que Pagán Lucca enfatiza que la estadidad era la forma en que
Puerto Rico podía lograr el bienestar social y económico. Por otra parte, el
exsenador socialista establecía que con el territorio incorporado no era
obligatorio que los puertorriqueños pagásemos los impuestos federales. Él
argumentaba que en la Constitución federal no había ninguna cláusula que
exigiera este requisito para los territorios incorporados. Establece que era el
Congreso el que disponía las reglas para cada uno de los territorios. Dio de
ejemplo a Hawái, que pagaron impuestos porque los hawaianos, voluntariamente,
pidieron rendirlos porque tenían la capacidad económica para hacerlo. De esta
manera, enfatiza que es el Congreso, en esto, tiene poderes únicos y pleno. No
existe un patrón uniforme para incorporar a los territorios. Además, Bolívar
Pagán cubre el grado de autonomía de Hawái, necesaria para la estadidad. Pagán
culmina este segundo discurso del territorio incorporado con las siguientes
palabras:
“Todos los puertorriqueños, los que
amamos las instituciones americanas, los que anhelamos sinceramente la unión
permanente y digna con el pueblo de Estados Unidos, los que soñamos con la Estrella de
la Estadidad, vamos a unirnos y cooperar con el Comisionado Residente”.
En otro de sus discursos, el exsenador
exponía que respetaba a los defensores de la independencia y de la estadidad
porque ambos grupos se oponían al coloniaje perpetuo de la Isla. Por otra
parte, establecía que el Partido Socialista:
“Siempre ha visto en la bandera
americana la suprema garantía para la libertad del ciudadano y la democracia de
este país, y en esto, sépalo o recuérdelo siempre todos los que militan en
nuestra colectividad, el partido [sic] Socialista nunca ha variado su
orientación y su norma política. El partido [sic] Socialista es un
partido americano... Hemos creído siempre que la bandera americana es
protección para nuestro pueblo y para las luchas obreras y sociales, aún para
protestar y luchar contra los malos americanos. La bandera americana y las
grandes instituciones que ella representan, no han sido culpables de tales
atropellos e injusticias”.
De esta forma, el presidente
socialista enfatiza que su visión de la estadidad era una forma de garantizar
los derechos de los trabajadores y de la democracia inclusive para protestar
contra los malos estadounidenses. Además, establecía que el Partido Socialista
estaba a favor del gobierno de los Estados Unidos de América en Puerto Rico. Pagán Lucca recalca que el Partido Socialista, como colectividad de
personas libres, luchaba por la soberanía y combatía la colonia perpetua.
Además, afirma que esta colectividad nunca había variado su afirmación
proamericana y de que Puerto Rico mantuviera su relación permanente con los
Estados Unidos de América. Por último, expresa que “no puede realizar su ideal
de soberanía si no es con el advenimiento de ese gran día cuando Puerto Rico
pueda asumir todas las obligaciones y derechos de un Estado [sic] de los
Estados Unidos”.
Para 1941, Bolívar Pagán ofreció un
discurso dedicado al líder estadista José Celso Barbosa. En esta alocución, el líder socialista amplía su visión de la estadidad
con las siguientes palabras:
“El gran ideal del Dr. Barbosa, [la
estadidad] en estos tiempos, ha tomado nuevo vuelo saliéndose prácticamente de
los bordes de la isla, y ha cruzado los siete mares, en lo que ello significa
la federación de pueblos soberanos y libres bajo una sola gran bandera, bajo
una misma soberanía general”.
En otras palabras, defendía que, en la
estadidad, Puerto Rico iba a seguir teniendo su soberanía e iba a ser libre
dentro de la gran soberanía de los Estados Unidos de América. Hacía énfasis en
la bandera porque esta representaba “la democracia la que inflama el ánimo de
estadistas y guerreros”. En otra parte de su exposición recalca los derechos sociales y obreros
que se iban a adquirir por medio de la estadidad, pero enfatizando que Puerto
Rico tenía que estar gobernado por los puertorriqueños:
“Lo que el pueblo de Puerto Rico quiere
es ver de manera viva y palpable, en realidad tangible, la libertad de este
país colectivamente, su soberanía y libertad, y ver ya su pan seguro todos los
días, y ver también como posesión y patrimonio de su familia la tierra que se
le ha ofrecido… El principal problema de Puerto Rico… es un problema de régimen
y soberanía, de libertad colectiva de este pueblo, que al mismo tiempo entraña
el derecho de todos los ciudadanos para disponer de los destinos de su tierra,
para que Puerto Rico esté gobernado por los puertorriqueños, que aquí hay
puertorriqueños de capacidad y virtudes para todos los cargos de gobierno”.
El excomisionado residente manifestaba
que nadie podía honrar a José Celso Barbosa y Alcalá ni a Luis Muñoz Rivera,
estandartes de la estadidad e independencia respectivamente, si dicen que el
problema político de Puerto Rico no está en issue. Pagán Lucca se lamentaba por los líderes que lucharon por la estadidad
o por la independencia de la Isla. Personas que dedicaron sus vidas para luchar
“para que nuestro pueblo disfrutara de su soberanía ya sea como pueblo
independiente en el concierto de los pueblos libres del mundo o ya sea en una
unión permanente con el pueblo de los Estados Unidos”. Por otra parte, acusó de
hipócritas a los que antes defendían la estadidad o la independencia y en ese
momento abandonaron esos ideales.
Bolívar Pagán Lucca sigue abundando sobre
su concepción de la estadidad:
“Un pueblo como el nuestro, que está
unido al de Estados Unidos desde hace 48 años, que exprese francamente y sin
reservas mentales, que desea continuar unido permanentemente al pueblo de los
Estados Unidos, y que aspira algún día a ser un estado adicional con los 48
estados libres y soberanos que forman aquella gran república, eso no perjudica
en nada la situación internacional de Estados Unidos”.
De esta manera, el líder socialista
sigue alabando a la república de los Estados Unidos de América. Es necesario
resaltar que, como estadista, no tenía miedo en utilizar el concepto de república
para referirse a dicha nación, ya que fue la primera en formarse. Además,
enfatiza que los estados eran libres y soberanos. Por tanto, se puede deducir
que Pagán Lucca creía que, con la estadidad, Puerto Rico iba a ser libre y
soberano junto con los demás estados.
De otra parte, Bolívar Pagán Lucca le
exige a los puertorriqueños lo siguiente:
“Urge que los puertorriqueños se
pongan de pié [sic], como hombres dignos y conscientes de sus derechos,
y desplieguen a los vientos la bandera de la soberanía de Puerto Rico, y se
discuta la condición política de este pueblo y el derecho natural que tenemos a
la aspiración gloriosa de nuestra libertad. Pongámonos en pié [sic] y en
lucha los que queramos impedir que nuestro pueblo se consuma en luchas de
clases que están fuera de lugar y de época en Puerto Rico, que queramos que
nuestro pueblo viva en una fraternal armonía social, donde el capital y la riqueza
no sea arma de explotación inicua, sino donde la riqueza y el capital
comprendan en avance de las ideas modernas y colaboren debidamente para
establecer un sistema elaborado de justicia social… Es indispensable el
entendido cordial de aquellos grupos y hombres afines en la ideología salvadora
de unión permanente de Puerto Rico con los Estados Unidos de América, de
aquellos afines en los ideales de verdadera justicia social que puedan hacer de
la justicia social una realidad práctica en Puerto Rico”.
Por tanto, Pagán Lucca no temía en
utilizar los términos libertad y soberanía al referirse a la
estadidad. Tenía el pensamiento que con esta fórmula de status se
lograría una verdadera soberanía y libertad para nuestra Isla. Además, hizo
hincapié que, con la estadidad, Puerto Rico tendría una justicia social para
todos los trabajadores.
Por otra parte, Bolívar Pagán
argumentaba que los líderes populares deseaban la independencia “para acabar
con la democracia en la vida de nuestro pueblo, como preparando de esa manera
la dictadura, como se vé [sic], que algunos sueñan y ambicionan
establecer en la Isla cuando venga si viene [sic] el día de la
independencia insularcon [sic] la república tropical”. Con estas palabras acusaba a los populares de propulsar la dictadura
en Puerto Rico una vez que llegara, si es que llega, la independencia para la
Isla.
En otro discurso, el presidente
socialista glorifica la democracia de los Estados Unidos de América
catalogándola como la “gran democracia” y la llama como “la gran república
anglosajona”. Por otra parte, Pagán Lucca manifestó que “Puerto Rico ha estado
dispuesto y alerta para cumplir su deber fielmente, junto a nuestros
conciudadanos del Norte y bajo la común bandera de las franjas y las
estrellas”. Nuevamente Pagán Lucca expresa que los Estados Unidos era su
república. En este discurso, el exsenador socialista expone ampliamente por qué
defendía la estadidad:
“El representante del pueblo puertorriqueño en Washington, [Bolívar
Pagán] está también en récord ante Casa Blanca, ante el Congreso, y ante la
opinión pública de Estados Unidos, reclamando aquello que es aspiración
legítima de Puerto Rico, en el derecho supremo a determinar nosotros mismos
nuestro destino por la voluntad libre de nuestro pueblo, y especialmente a
través de la fórmula de gobierno que en su potestad y prerrogativas
democráticas reclaman las mayorías del pueblo puertorriqueño, que es el reconocimiento
del derecho de Puerto Rico disfrutando Puerto Rico su parte alícuota de la
soberanía nacional, disfrutando Puerto Rico el gobierno propio completo, Puerto
Rico para los puertorriqueños, viviendo la verdadera democracia bajo un
gobierno insular responsable que libremente voten en las urnas los electores de
Puerto Rico y viviendo la vida de la igualdad y la dignidad y con la pujanza y
con la seguridad internacional, que todo ello es lo que significa el ser un
Estado de la mejor república, de la más libre y más grande república, de la
única república que siempre hemos querido para Puerto Rico, que es la República
de los Estados Unidos de América”.
De esta forma, Pagán Lucca afirma que,
a través de la estadidad, Puerto Rico iba a estar gobernado por los mismos
puertorriqueños y que la única república que estos deseaban era la de los Estados
Unidos de América. Además, líneas después, el comisionado residente explica
desde cuándo estaba defendiendo la estadidad:
“Mi convicción, mis esfuerzos y
campañas por la Estadidad, datan de muchos años. Es ideal amado, desde niño,
desde cuando las primeras luces de la intuición política comenzaron a alumbrar
mi espíritu. Es un ideal de toda mi vida, que ha cruzado por mi conciencia en
una ruta vertical, sin desviaciones nunca, siempre invariable y firme”.
El historiador Mario Ramos expone
que Bolívar Pagán, al establecer el Instituto de Literatura Puertorriqueña, lo
hizo porque sabía de la relevancia de la literatura para perpetuar la
personalidad del país y “que la literatura es parte de la identidad de un
pueblo”.
Además, exhorta a todos los
puertorriqueños a que decidan lo que quieran ser: si ser una colonia perpetua,
con un gobierno con algún tipo de democracia, o escoger ser un país totalmente
independiente o un estado de los Estados Unidos de América. También, añade que los puertorriqueños son un pueblo con ansias
democráticas, y que como el pueblo estadounidense, cree en la tradición de la
democracia, son partidarios de las elecciones democráticas y que apoyan el
proceso de libre determinación en las urnas. En esta alocución, Pagán Lucca reafirma que la estadidad es una vía de
justicia social con las siguientes palabras:
“O si reclaman, piden, con
determinación, con razón y fe el Estado, vendrá el Estado, que es lo que
queremos la mayoría de los puertorriqueños para que nuestro pueblo llegue a su
mayoría de edad, en la verdadera libertad y en la democracia, y en sus
oportunidades positivas de bienestar y de justicia social”.
En conclusión, Bolívar Pagán Lucca fue
un líder socialista que defendió la estadidad toda su vida. Un puertorriqueño
que creía que Puerto Rico tenía que estar gobernado por los mismos puertorriqueños
o al menos una persona que haya establecido su residencia en Puerto Rico en
varios años. Fue un estadista que argumentaba que la estadidad era una fórmula
que garantizaba la soberanía y libertad para Puerto Rico y garantizaba la
justicia social a todos los obreros. Fue un hombre que consideraba a los
Estados Unidos de América como su nación, dio énfasis, y no le temía a dicha
palabra, que era una república. Pero añadía que era la mejor república del
mundo y la única que anhelaban los puertorriqueños.
Bibliografía
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