domingo, 25 de agosto de 2024

Repaso a la obra San Mateo de Cangrejos: Comunidad Cimarrona en Puerto Rico

Repaso a la obra San Mateo de Cangrejos: Comunidad Cimarrona en Puerto Rico

Pablo L. Crespo Vargas

Entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre el Instituto de Cultura Puertorriqueña estará realizando su Campechada 2024 en honor a Victoria Espinosa y a la historia de Santurce, antiguamente San Mateo de Cangrejos. Por este motivo, hoy deseamos repasar la obra de Gilberto Aponte Torres, San Mateo de Cangrejos (Comunidad Cimarrona en Puerto Rico): Notas para su Historia, editado por el Comité Historia de los Pueblos en 1985 y que fue parte de una colección auspiciada por el Banco Popular de Puerto Rico que buscaba presentar y preservar el acervo histórico de los municipios de nuestra nación.

En el aspecto técnico de la obra, esta tiene unas 64 páginas y 14 imágenes. El prólogo fue escrito por el historiador Fernando Picó. El autor, Aponte Torres, al momento de redactar esta historia era estudiante de maestría del Programa Graduado de Historia de la Universidad de Puerto Rico. En el 2023, la Editorial de la Universidad Estatal de Nueva York publicó una versión en inglés, traducida por Karen Juanita Carrillo, tanto en formato físico como en digital, y que está disponible para el público a través de librerías cibernéticas. La versión de 1985 se puede conseguir en pdf en la página de la Oficina de Conservación Histórica de Puerto Rico en Issuu.com o en el repositorio virtual del gobierno de Puerto Rico, al escribir en cualquier buscador el título de la obra.

En San Mateo de Cangrejos (Comunidad Cimarrona en Puerto Rico), Aponte Torres, hace hincapié en uno de los aspectos más invisibilizados de nuestra sociedad en su momento histórico: el cimarronaje en la creación de una comunidad, en este caso, Cangrejos. La obra, en su edición original, está dividida en nueve capítulos, once si sumamos la introducción y conclusión. A estos capítulos se le añaden siete apéndices. Los temas de cada uno de estos apartados los presentamos en los siguientes párrafos.

En el primer capítulo, “Los orígenes de San Mateo de Cangrejos” nos muestra como esta comunidad se fue formando de esclavizados, que desde el siglo XVII —entendemos que desde antes—, huían de sus amos provenientes de posesiones de otros imperios coloniales, y terminaban estableciéndose en un área que en la eventualidad favorecía los intereses de San Juan, por ser la capital un recinto cerrado y necesitado de poblaciones satélites como lo fue Cangrejos. Los habitantes iniciales del enclave de Cangrejos eran refugiados y esclavizados escapados que vivían de la agricultura y de los oficios artesanales. En ambos renglones aportaron a la sobrevivencia de la sociedad capitalina. Como parte importante de este proceso y reseñado en el libro está el decreto real de 1664, donde se prometía la libertad a los esclavizados escapados de posesiones de otras naciones.

En el segundo apartado, “La ermita de Cangrejos” se hace mención que esta, anterior a 1729, ya existía; y se analiza la importancia que tuvo dentro del aspecto espiritual de los pobladores. Se debe mencionar que, al constituirse Cangrejos en una entidad municipal, en 1773, también se establece la administración eclesiástica parroquial.

El tercer capítulo trabaja los aspectos económicos de Cangrejos en los siglos 18 y 19. En él, Aponte Torres presenta parte de la información en tablas y estadísticas que llevan al lector a tener una visión más palpable sobre la situación financiera y la producción del partido de Cangrejos.

El cuarto capítulo, “Orígenes étnicos de San Mateo de Cangrejos”, explora la composición étnica a partir de los censos consultados, dando énfasis al de 1775. El autor hace hincapié en que “En el caso de Cangrejos tenemos un pueblo creado por negros libertos. Este hecho rompe la imagen recibida de asentamientos europeos en la Isla”. Otro dato que no debemos pasar desapercibido en este capítulo fue que, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, España comienza a realizar tratados con otras potencias coloniales donde se estipulaba devolver esclavizados escapados de manera recíproca. Esta medida terminó desalentando la llegada de nuevos emigrados, antiguos esclavizados, a la zona.

En el quinto capítulo, “San Mateo de Cangrejos y la defensa militar”, nos presenta la importancia estratégico-militar de la zona para la capital desde distintas instancias históricas. Entre los datos que se muestran está el que ya en 1759 existían dos compañías de milicianos, para un total de 120 hombres. Años después, entre 1771 a 1778, Iñigo Abad visita los distintos lugares de Puerto Rico y redacta un informe donde menciona la existencia de milicias y hasta un cuerpo de cazadores milicianos en Cangrejos. Debo añadir que usualmente, los cuerpos de cazadores eran unidades de infantería liviana que se especializan en tácticas de guerrillas y que por su movilidad eran utilizadas para hostigar a las fuerzas regulares del ejército enemigo. Regresando a los datos presentados por Aponte Torres, este enfatiza que, en la defensa de San Juan, durante el ataque inglés de 1797, 92 milicianos cangrejeros defendieron las posiciones españolas ante el avance de unos tres mil soldados profesionales británicos.

El sexto capítulo, “La supresión de Cangrejos en 1862” nos describe las dos posibles causas —oficiales— para la eliminación del partido de Cangrejos y la entrega de sus territorios a los municipios de San Juan, Río Piedras y Carolina: “La necesidad territorial de San Juan y la debilidad económica de Cangrejos”. Un tercer factor es presentado, pero como pasa usualmente en nuestra Isla, invisibilizado por las élites: el aspecto racial. De hecho, el autor comienza el apartado con dos preguntas siendo la segunda la siguiente: “¿Por qué desaparece el primer pueblo de negros libertos y africanos fugitivos en nuestra historia nacional?”. Para contestar debemos ver los prejuicios raciales de parte de las autoridades coloniales, que se encuentran evidenciados en la documentación de la época, y que minimizan la capacidad de la población negra para constituirse como entidad gubernativa.

El séptimo capítulo, “El orden Institucional de Cangrejos”, donde se presentan las vicisitudes que experimentó el partido de San Mateo de Cangrejos durante su existencia. Entre los problemas que tuvo que enfrentar están la inestabilidad en el manejo político interno del cabildo, la poca atención de las autoridades coloniales, la incertidumbre de dos periodos (1823 / 1842), donde Cangrejos tuvo que mantener oficios comunes con el partido de Río Piedras, y la criminalidad. Sobre este último aspecto debemos reseñar que esta no era exclusiva de Cangrejos, no obstante, la existencia de prejuicios en contra de la población negra matizaba y exaltaba esta cualidad sobre los habitantes de la zona. Esto no nos debe extrañar porque aun, hoy día, es algo común en muchas partes de nuestro país.

El octavo capítulo, “Los cangrejeros: vistos desde San Juan” es una muestra, sin que el autor lo indique de manera directa, de los prejuicios y actitudes dirigidas hacia los cangrejeros por parte de los administradores capitalinos. En resumidas cuentas, según nos menciona Aponte Torres, los habitantes de Cangrejos eran buenos para realizar las tareas que en la capital nadie osaba ejecutar como la matanza de perros y otros animales realengos y la construcción de obras. A esto, se añade que en el siglo XVIII y principios del XIX, Cangrejos era el lugar destinado para albergar a los enfermos de infecciones virolentas que ponían en peligro a los residentes de San Juan. Indirectamente, se presenta una mirada de desprecio de parte de los capitalinos, en ese momento histórico, hacia esta población.

El noveno capítulo, “Desarrollo urbano y demográfico de Santurce”, nos muestra como San Mateo de Cangrejos, luego de su incorporación a San Juan fue creciendo en el aspecto urbano como reflejo de la expansión de la ciudad de San Juan. Es en este capítulo que se presenta por primera vez el nombre de Santurce, el cual fue otorgado en el Ayuntamiento de San Juan en 1880 en reconocimiento a la labor de desarrollar la infraestructura de la zona y al título nobiliario de Pablo Ubarri Capetillo, como Conde de San José de Santurtzi (Santurce). Nota aparte, Santurtzi es un municipio en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco (España).

Los siete apéndices presentan diversidad de temas: número de bautizados por años, divididos entre criollos y extranjeros, entre 1773 y 1900; número de defunciones por año, entre 1854 y 1900; población y composición étnica, entre 1765 y 1861; división poblacional por edades entre 1773 y 1876; autoridades conocidas; y culmina con un listado de fechas con acontecimientos importantes.

Por último, deseo terminar citando parte de la dedicatoria escrita por don Gilberto Aponte Torres: “A todos los negros puertorriqueños que en su pasado encuentren su dignidad y su conciencia nacional”.

Nota editorial: Publicada en El Post Antillano y en El Periódico Adoquín el sábado, 24 de agosto de 2024. Escrito como parte del contenido dirigido a Camino a Campechada 2024.

2 comentarios:

  1. Maravilloso resumen que nos abre el apetito de conocer mucho más sobre nuestros ancestros libertos y los diferentes lugares de dónde vinieron arriesgando su vida. Me pregunto que pensarían los esclavizados criollos al enterarse de que si eras negro y venías de una colonia inglesa podías ser libre, pero si eras de la isla no podías ser libre... Desequilibrio y políticas racistas por doquier ya que otorgar la libertad a los esclavizados de la Corona inglesa era sólo un intento para desestabilizar la economía del enemigo y no por razones altruistas. (Lizette Martínez)

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  2. Saludos Lizette. Tienes toda la razón. Gracias.

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